Masturbándose entre amigas.
Dos amigas de infancia narran su experiencia descubriendo juntas la masturbación..
Este relato narra la historia de Viviana quien para ese momento tenía 13 años, ella es una niña como cualquier otra, como cualquier familiar que se te venga a la mente, como cualquier vecina que veas todos los días salir hacia el colegio, o como cualquier otra pequeña que podrías cruzarte por la calle; Viviana en ese momento estaba pasando por esa etapa de la vida en que sus intereses cambian drásticamente, en donde los juegos con muñecas ya no son lo mismo, en donde empiezan a llamar su atención cosas que anteriormente pasaban desapercibidas.
sin embargo ella a tan corta edad destacaba por su físico; desde hace ya algún algunos años notaba que su cuerpo no era como los de otras niñas, esas cortas y delgadas piernas poco a poco se convirtieron en dos increíbles piernas torneadas las cuales se encontraban con un magnifico y redondito trasero, completamente firme y respingado, además poseía una grandes y anchas caderas, sin embargo este a pesar de ser un gran atributo no dejaba de ser el único, poseía una busto muy particular, el cual a pesar de no ser muy voluminoso contrastaba perfectamente con su esbelto cuerpo, lo cual daba una perspectiva mucho mayor de la que realmente poseía; a pesar de su corta edad ya tenía rasgos faciales que no concordaban con ella, unos grandes y carnosos labios, una quijada angular, y todo ello adornado por unos grandes y redondos ojos color verde que contrastaba con su piel aceituna.
Como pueden imaginar esto repercutía en la manera como era tratada, en el día a día las personas la veían como una mujer adulta, y por supuesto muchos hombres con los que se cruzaban intentaban cotejarla, a pesar de esto ella tenía una mente completamente infantil, le disgustaba sobre manera que las personas quisiera que se comportara como una adulta dado que aun tenia vergüenza de todo ello, era tímida, y algo retraída, y en la medida que su cuerpo se desarrollaba se retraía cada vez más, empezaba a sentir diariamente el acoso de los hombre, desde mirabas lascivas hasta tocamiento indiscretos, ella no lo comprendía y sobre todo odiaba, es así como se encontraba en un punto difícil de su vida, en el que no la llenaban las cosas de las niñas, pero tampoco quería tener experiencias de adultos.
Así las cosas Viviana trataba en la medida de lo posible no interactuar mucho con las personas, su ropa era lo más holgada y monocromática posible, en la escuela era de las que se sienta en la equina más escondida y oscura, que en la hora de almuerzo procuraba estar lo más alejado de los demás compañeros, su única compañía en el día a día era Alejandra, otro niña de su misma edad e igual de ignorada por el resto de la clase, sin embargo ella físicamente contrasta completamente con nuestra protagonista, Alejandra es esa típica niña delgada de blanca piel cuya cabeza aparentaría ser más grande de lo común, labios pequeños de color rosado (así como el resto de su intimidad), sus ojos y cabello completamente negros, en cuanto a su cuerpo no se puede decir mucho, unos senos que apenas si habían empezado a crecer, y unas nalgas que a pesar de tener forma redondeta no es lo suficientemente grande para poder notarse por encima de la ropa; de esta forma estas dos niñas desde su marginalidad se convertirán en inseparables, era común encontrarlas de visita en la casa de la otra, acompañarse en las típicas salidas familiares, regularmente pasaban la noche juntas y siempre después de clase de camino a sus casas pasaban por algún centro comercial para divertirse.
Como comentamos anteriormente Viviana estaba dejando ciertos intereses, empezaba a sentir cosas que nuca sintió y no comprendía, su única ventana de salida era su amiga, para ella también estos temas eran de su completo desconocimiento, y aunque en menor medida también empezaban a llamarle la atención, y juntas empezaron a recorrer este mundo.
Alejandra al ver tendida a su amiga junto a su lado con los ojos desorbitados y exhausta por el orgasmo que acababa de tener, acelero el ritmo de su mano, deseando sentir la misma sensación de su amiga, a pesar que sentía placer al hacerlo intuía que su amiga experimento una sensación diferente, mucho mayor, y así un poco frustrada al no poder llegar orgasmo decidió imitar a su amiga, se puso de pie desnudándose completamente, esta vez sin vergüenza; se acostó nuevamente en la cama, extendiendo a plenitud sus piernas dejando a la vista su vagina completamente lampiña, de un precioso color rosado, así como sus pequeños pezones puntiagudos; reanudo el frenético movimiento de su mano, acompañado de un movimiento involuntario de la cadera; sentía que esta estrategia deba resultados, sentía como las puntas de sus dedos se calentaban al contacto de su ardiente vagina, y sus dedos se humedecían, estuvo durante un rato insistiendo sin embargo su brazo se empezó a agotar, no estaba acostumbrado a esta clase de frenesí, por lo cual cada vez era más lento y torpe, dejando de sentir el placer que por momentos alcanzo a experimentar. Para este momento Viviana ya se había reincorporado, de su primer orgasmo, estaba recobrando su compostura y limpiando su cuerpo sorprendida por ese líquido blanco que broto de su vagina, y en ese instante se percató de su amiga, de su desnudes, y mientras la admiraba noto como su rostro reflejaba un sentimiento de frustración y como su mano se empezaba a detener.
Mientras Alejandra se detenida Viviana entendió inmediatamente su expresión y le propuso explicarle como ella lo había hecho, Alejandra con un poco de duda accedió a que le enseñara que debía hacer para experimentar lo que su amiga sintió, así fue, como Viviana se quedó callada por un pequeño instante de tiempo, tratando de ordenar las ideas en su cabeza para explicarle a su amiga, pero sin encontrar la forma de hacerlo decidió mostrarle, así que extendió su mano hasta tocar la vulva de Alejandra, la cual quedo petrificada, no esperaba ese roce de su amiga pero al ver la inocencia con que Viviana realizo este acto decidió dejarla continuar, Viviana mientras iba tocándola describía lo que hacía a manera de enseñanza, le decía como debía frotar sus dedos a lo largo de la vagina, rosando suavemente los labios, y abriéndolos delicadamente con intención de humedecer sus dedos para que el movimiento fuera más sensitivo, una vez Viviana tenía sus dedos impregnados de la humedad de su amiga, le dijo, que debía subir y frotar haciendo una leve presión en su parte superior, rosando una pequeña bolita (en ese momento desconocía el nombre del clítoris) en ese instante en el que sintió como Viviana tocaba su clítoris, Alejandra no pudo contener un pequeño gemido, que le despejo cualquier tipo de duda o pena que pudiera sentir al ser tocada por su amiga, perdiendo cualquier asomo de vergüenza y se entregó a disfrutar las sensaciones que experimentaba.
Viviana empezaba a sentir como nuevamente se humedecía, pero esta vez sin necesidad de tocarse, únicamente con la imagen de su amiga completamente abierta y húmeda a su vista, gimiendo por como ella la tocaba, así fue que antes de acelerar el movimiento decidió estar en igualdad de condiciones, y termino de bajarse la ropa interior y quitarse el blusa que escondía sus senos, y ahí las dos chiquitas, completamente desnudas una junta a la otra reanudaron con su experimentación, Viviana decidió cambiar de mano, destinando su mano derecha para tocar a su amiga, y la mano izquierda para tocarse ella, cabe resaltar que dicha mano aún estaba impregnada de los fluidos de su amiga, y fue así como reanudaron su masturbación, una junto a la otra, ambas con las caras coloradas de la excitación que sentían y ahogando los gemidos que pedían salir desde el fondo de sus garganta. Después de un rato estando con ese movimiento sin descanso, Alejandra estaba fuera de sí, absorta en las sensaciones que experimentaba, con su cabeza apoyada en el hombro de su amiga, y con los pies recogidos y abiertos da tal forma que su pierna quedaba sobre los de su amiga; Viviana para ese instante ya no narraba lo que realiza, simplemente se concentraba en su movimiento, no solamente se centraba en el clítoris, sino que estiraba la mano para impedir que sus jugos ensuciaran la cama, llegando hasta rosar sus anos, Viviana en ese momento decidió ingresar un dedo tanto en ella como en su amiga, hasta donde su virginidad se lo permitió, quizás por susto o por deseo al sentir este movimiento Alejandra extendió su mano derecha hasta donde su amiga la tocaba, pero no la detuvo, sino que acompañó el movimiento que esta realizaba, y también decidió extender su otra mano de la misma forma para acompañar el movimiento que Viviana hacia sobre sí misma.
No tardaron más de 5 minutos en esa posición para que Viviana experimentara su segundo orgasmo el cual Alejandra pudo sentir plenamente en su mano, sentía como su mano era inundada de fluidos, y como todo el cuerpo de su amiga se contraía, y se agitaba. Una vez pasada las contracciones, Viviana se reincorporo de inmediato, decidida a ayudar a su amiga, para lo cual cambio de posición y esta vez se arrodillo entre las piernas de Alejandra, para que su mano estuviera mas cómoda, y así mientras su mano derecha continuaba con el roce del clítoris y la izquierda se ayudaba apoyándose tanto en la nalga de su amiga como en su muslo para que las piernas quedaran lo más expuesto a sus toque, con un movimiento cada vez más frenético, en el que su senos colgantes se movían al mismo ritmo de sus mano. Y en ese momento Alejandra pudo experimentar lo que deseaba tanto, un corrientazo bajaba por su espalda y entre más se acercaba a la cola más se intensificaba, hasta el punto de contraer los músculos de sus piernas, terminando alzando su cuerpo en un arco, al punto que su vagina casi termina devorándose el rostro de su amiga, la cual pudo sentir si mayor esfuerzo el aroma que esta desprendida, Alejandra experimento esta sensación cerca de 12 segundos en los que no producía el mínimo sonido, no porque no quisiera, sino porque no podía conseguirlo, pero al disminuir la sensación recupero el control de su cuerpo, relajando las piernas para que su cuerpo callera nuevamente a la cama, pero también recuperó el control de su habla, pudiendo salir finalmente de su garganta un gemido, lo suficientemente fuerte para hacer eco en la casa completamente en silencio, si no fuera por la rápida reacción de Viviana, que al saltar sobre su amiga tapo su boca, silenciando nuevamente la noche. Tras unos segundos en los que Viviana se calmó, se echaron al reír, dado que fueron conscientes de la situación en la que se encontraban, sus senos se rozaban, Alejandra sentía la espesura del vello púdico de su amiga en su vagina, y su boca era tapada con una mano llena de fluidos vaginales de las dos chicas, y así juntas con una risa cómplices decidieron dar por terminada esta noche, durmiendo placidas y completamente relajadas; con una amistad más fuerte de lo que ya era. Estas noches continuaron durante muchos años, hasta su adultez, compartían en medio de sus masturbadas sus experiencias, cuando tuvieron sus primeras experiencias sexuales se contaron como habían sido, se compartían fotos sexuales de los chicos con quienes salían, y hasta videos de sus encuentros sexuales con sus respectivos novios. Ya cuando crecieron y fueron a la universidad alquilaron una casa juntas en la que no tenían inconveniente con estar todo el tiempo desnudas, masturbarse con la puerta abierta, o en la sala mientras hablaban entre ellas, era una relación de hermandad, y confianza total sin límites.
Los descubrimientos, la primera vez, es una experiencia maravillosa y digna de ser contada, para que así todos posdamos trambien disfrutarla
Por favor continua