Mi collar de perlas
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Anonimo.
En este momento estoy sentada en mi cama con la toalla de baño húmeda cubriendo mi cuerpo. Quito la toalla que absorbe el agua de mi cabello. Mi cama aún no está hecha y hoy me siento excitada. La sensación de la toalla húmeda en mi senos y mis pezones me excita. Hace calor en mi recámara, pero sé que cuando quite la toalla de mi cuerpo sentiré la frescura de ese leve aire que entra por mi ventana, así que antes de quitarme busco mi collar favorito para ponérmelo, mi largo collar de perlas.
Coloco mi collar de perlas en mi cuello y me quito la toalla. Me siento hipersensible a las caricias que hacen cada una de esas perlitas en mi pecho, que sumado al leve aire caliente que recorre mi recámara me hacen sentirme aún más excitada. Aún no quiero tocar mi cuerpo con mis manos, estoy de pie, haciendo pequeños movimientos para que mi collar vaya y venga entre mis pechos, mis manos aún las tengo quietas. Separo un poco mis piernas y mi vagina siente aquel leve aire que me acompaña, levanto las nalgas y no puedo evitar acariciar la parte interna de mis muslos y mis nalgas hasta llegar a mi vagina, mientras mi collar se separa de mi cuerpo pero acaricia mis pezones que están erectos.
Mis manos siguen recorriendo mi cuerpo, suben por mis costados hasta llegar a mis senos, los acaricio y jalo mis pezones, mis manos se enredan levemente con mi collar de perlas, que me quito del cuello.
Mi collar está entre mis manos, lo paseo por mi cuerpo, me acaricio con él, las piernas, las nalgas, lo dejo colgar entre mis senos, lo tomo entre mis manos, una delante otra detrás de mí para tenerlo entre mi sexo, pero aún no toco mi clítoris con él, acaricia mis muslos en su parte interna. Tomo mi collar con una mano, lo paseo por mis labios, aún estando de pie, pero la excitación ya es mucha, he hecho esto antes, y los orgasmos provocados por mi collar de perlas son deliciosos, así que no puedo esperar más.
Decido continuar de pie. Aunque estoy muy húmeda tomo un poco de lubricante y lo pongo en mi clítoris, sin frotar demasiado porque estoy muy excitada, pero quiero que sea mi collar el que me dé un orgasmo.
Nuevamente tomo mi collar de perlas con mis dos manos, una frente a mi cuerpo, otra detrás, para que mi collar roce mi clítoris suavemente y sentir cada una de las perlas.
Separo bien mis piernas, doblo un poco las rodillas para abrirme un poco mas, y comienzo a pasear a mi collar de perlas entre mi clítoris, sintiendo cada una de esas duras esferas provocarme sensaciones cercanas a un orgasmo. Mis senos se levantan, mis pezones están erectos, no puedo acariciar mi cuerpo, mis dos manos están ocupadas haciendo ir y venir al collar entre mi clítoris. Pienso que la siguiente vez que coja contigo llevaré mi collar de perlas, para que mientras me estás metiendo tu pene yo acaricie mi clítoris con el ir y venir de mi collar, sé que tendré un orgasmo espectacular.
Hago recorrer a todo lo largo el collar en mi clítoris, que se desliza suavemente, varias veces siento que me voy a venir, y mi cadera comienza a moverse hacia adelante y hacia atrás al ritmo contrario de mis manos. No puedo evitar dejar ir quejidos, quiero darme más rápido, comienzo a hacer movimientos más rápidos, adelante y atrás, con mi collar acariciando a mi clítoris, mis piernas se abren aún mas, los movimientos comienzan a acelerarse un poco más, hasta que llego a un delicioso orgasmo, es tan delicioso y tan fuerte que no puedo continuar con mis movimientos, los espasmos son muy duros.
Espero unos leves momentos, me doy cuenta de que mis piernas están cansadas, así que me acuesto en la cama. Pongo un poco más de lubricante en mi sensible clitoris, estoy muy excitada, no necesito caricias previas, llegaré pronto al siguiente orgasmo.
Con una mano delante y otra detrás, pero esta vez acostada, con las rodillas dobladas para levantar y separar bien mis piernas, comienzo con el paseo de mi collar de perlas en mi clitoris, pero esta vez lo hago ir también por el perineo y el ano, provocando mayores sensaciones placenteras, lo hago ir y venir, a veces cerrando mis piernas para apretar un poco el collar en su paseo, a veces separando bien mis piernas para dejarlo recorrer libremente.
Hago movimientos lentos para sentir cada perla, pero la excitación aumenta, aumentando el ritmo del ir y venir, clítoris, perineo, ano, abro y cierro las piernas gimiendo, muevo con rapidez mi collar y llega un nuevo orgasmo.
Cuando me masturbo con mi collar de perlas podría seguir horas haciéndolo, he llegado a tener 6 orgasmos en una sola sesión.
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