Mi mejor amigo.
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Ldy.Bathory.
Generalmente iba con Nicolás que tenia 16 pero aparentaba tener 20 ya que era alto y de pelo semi largo todas las chicas de más edad andaban atrás de él pero además sus amigos eran de 21 para arriba y me cuidaban siempre como a una hermana hasta por de mas porque si me quería poner ropa más sexy era imposible que me llevaran y como iba con ellos me tenía que ajustar a sus deseos.
Cansada de esta situación un día arregle de salir con amigas e intentar ir por mi cuenta y enfundada en una musculosa con escote una minifalda y botas estaba dispuesta a salir. MI estilo es bastante particular me gusta el metal y demás así que me lleve una cadenas un cinto, medias de red hasta la rodilla y lo que nunca podía ponerme saliendo con ellos. Además maquillada en los ojos principalmente y mi color verde resaltaba, me solté el pelo que siempre llevaba atado y parecía otra chica definitivamente. Al fin me dijo una amiga saliste del cajón?
Tenía 17 por lo tanto casi no me dejan entrar pero como conocía a varios logre meterme sin pagar entrada.
Solo sé que entre y todos lo que veía siempre me miraban diferente, me miraban dos o tres veces a la cara hasta que me preguntaban mmmm sos vos? SI SOY YO MALDICION SI NO TE GUSTA NO ME MIRES;no al contrario me encanta! Eso me subió la autoestima y mis amigas se reían diciéndome patito feo ahora es un cisne negro 😉
Y yo por dentro pensaba si Nicolas me ve me mata espero ni cruzármelo porque muero de la vergüenza.
En un momento determinado cuando las bandas estaban a pleno mientras charlaba y tomábamos unos tragos siento una mano que se desliza por mi cintura y cuando me doy la vuelta la mano enseguida me soltó cuando miro quien es era Nicolas con su cara desencajada me dice..
*vos? Que haces acá nena y vestida así? Te llevo a tu casa
*no quiero estoy con mis amigas y déjame en paz
*Me tomo del pelo como para sacarme y un amigo le dijo, loco es grande déjala que se divierta vamos!!
Cuando lo iban retirando a la Fuerza me miraba de arriba abajo recorriendo cada rincón de mi cuerpo, no era nada chica solo que nunca me había visto así de esa forma. (Mi cuerpo no es nada chico tengo cola muy voluptuosa y redonda, cintura marcada y senos nada pequeños.)
Nicolas con sus amigos se fueron a tomar en la barra y pasada le media noche ya estaban muy alegres entonces una de las chicas me dijo vamos con ellos y nos unimos seguro a nico ya se le paso y podemos divertirnos todos juntos. No tuve tiempo de decir que no cuando ya me estaban arrastrando hasta la barra.
En camino a la barra se dio vuelta nico y lo único que hacía era mirarme a los ojos me dio mucha vergüenza y no supe que decir cuando llegue fue como que si todo se hubiera puesto en silencio y quedábamos solo nosotros en el salón; como me sentí incomoda me quede unos minutos y dije;Chicas me voy si? Chau
No dale! me decían quédate no te vayas no seas tonta!
No gracias mejor me voy hay ciertas personas que le molesta mi presencia
Me iba y siento me que toman fuerte de la mano;era nicolas diciendo;QUEDATE quiero verte!
Le dije como buena adolescente rebelde NO ME VOY CHAU!…Su reacción fue inmediata, me tomo de los hombros apretando fuerte y me dijo NO TE LO ESTOY PIDIENDO TE LO ESTOY ORDENADO!…y todo se nublo cerré los ojos y cuando los abrí lo mire y le dije Lo que quieras!
El les ordeno a todos vamos para las mesas y todos fueron como rendidos, me tomo la mano y me manejo hasta la mesa a su antojo. Estaba en uno sillones y todo de chiste y riendo efectos del alcohol y yo con miedo de hablar cosa que jamás me paso; miro a mi izquierda y pegado a mi estaba Nico Mirándome fijo el escote rozándome con sus dedos el hombro, se me erizo la piel y más nerviosa me puse;estaba teniendo sensaciones que jamás las había tenido por mi mejor amigo y yo sabía que a él le sucedía lo mismo.
En frente nuestro estaban dos de los chicos a punto de tener sexo frente a todos y yo los miraba con Morbo cuando de pronto sentí cuatro dedos que se deslizaron por mi escote como queriendo arrancarme la musculosa lo mire y me rozo su cara en la mejilla como con culpa me tomo la nuca con fuerza mientras que me pellizco un pezón y solo me rozo sus labios en la comisura de los míos. Yo estática como una estatua solo estaba a merced de lo que el hiciera.
Temblé y me susurro al oído, no me vas a tener miedo o si? No te voy a lastimar solo quiero verte asi que te vas a quedar quieta;esas palabras resonaron en mi cabeza como una obligación hacia el al mismo momento que sentía mis pezones cada vez más duros.
El se acerco más y nuestros cuerpos se comenzaron a mover caminado hacia una pared un poco mas escondida, esta vez mas pegados, cuerpo con cuerpo y a la vez que me susurraba al oído que tenía una faldita muy bonita.
En ese momento me di cuenta de que tenia la falda muy arriba, con los movimientos que había hecho y estando descuidada como estaba, ya que solo pensaba en él, la falda se me había subido y dejaba ver parte de mi tanga negro de encaje, enseguida trate de bajármela, pero el detuvo mi mano y me dijo que así estaba bien, yo le susurre que me daba mucha vergüenza, que mucha gente podía verme, a lo que respondió agarrando mis manos, y llevándolas hacia arriba, de tal manera que rodearon su cuello y así seguimos, dejando que mi mini se subiera cada vez más, enseñando casi todo mi culito, adornado con la tanga, seguro que alegré la noche a muchos chicos,
algo había cambiado, yo me sentía Desnuda ante él y eso me gustaba,
notaba como el también estaba excitado, ya que algo duro que surgía de su
pantalón presionaba mi cintura, y como lejos de querer disimularlo me
apretaba mas contra él, frotándose contra mí, sus manos bajaban por mi espalda,
bajando un poco mi falda, lo cual fue un alivio, pues ya estaba muy arriba y
parecía que no llevaba nada puesto.
Siguió bajando por mi espalda para acabar posándose en mi cola. Yo le besé el cuello mientras él jugaba con sus manos, amasando mi culo, tocándome, apretándolo rasguñándome.
Me abrace mas a él y note como se empezaba a mojar mi
tanguita, cuando juntaba mis piernas notaba como resbalaban por la humedad que
había en mi interior, una de sus manos la paso delante de mí, de tal manera que
quedó entre los dos.
Al minuto había deslizado su mano por la cintura de mi minifalda y empezó a tocarme por encima de mi tanga, mientras con la otra mano, la que estaba en mi trasero se dedicaba a estirarme del tanga, de tal manera que se me metía en mi rajita, provocando que mis labios mayores se saliesen de mi ropa interior.
Cuando note que su mano se deslizó por un lateral de la tanga
me creí morir, estaba tocando mi sexo directamente, y no solo eso, sino
que se atrevió a meterme uno de sus dedos dentro, lo hizo despacio, al principio
apreté mis piernas, no podía creer que me estaban metiendo un dedo en mi concha en medio de una boliche, rodeada por cien personas, pero el apretar mis
piernas no sirvió de nada, yo ya estaba muy húmeda y su dedo entro casi sin
oposición, empezó a moverlo dentro de mí, no a meterlo y a sacarlo, sino que una
vez que su dedo estuvo dentro solo lo movía en mi interior, explorándome entera,
me apreté contra su cuerpo y tuve un orgasmo de los más grandes de mi vida, allí
delante de todos, estaba mojando mi ropa interior con mi mejor amigo.
Cuando me soltó me baje la falda y todavía estaba mirando
alrededor para ver cuantos se habían dado cuenta de mi aventura cuando él
llevándome por la cintura me arrastró fuera de ahí y nos dirigimos a los
baños, a mí me daba mucha vergüenza aquello, tanta gente mirando como un chico y una chica se metían en el baño de caballeros pero me animo el hecho de estar con él.
Cuando entramos al baño nos metimos en uno de los compartimentos, y cerramos con pestillo, casi sin mediar palabra el metió su mano entre mis piernas otra vez, y acercándose me dijo "ahora me la vas a chupar golfa" cosa que a mí me enfadó, ya que no me gustaba que me llamase golfa, pero cuando iba a hablar note como sus dedos trabajaban otra vez mi sexo y me quedé sin palabras.
Lleve mis manos hacia su bragueta y note lo dura que la tenía, sin pensarlo mas baje su cremallera y no tuve que hacer mas, porque aquella cosa salió sola de su pantalón y quedo apuntando al cielo,
yo le dije que si quería que se la chupase se subiese al inhodoro, y el dijo que no, que quería que me arrodillase para mamársela, pero el suelo está sucio dije yo, y vaya si lo estaba, parecía que la gente había hecho sus necesidades en el suelo.
La respuesta que obtuve a mi comentario fue, que subió mi falda hasta más arriba de mi cintura, subió mi top de un tirón, descubriendo mis tetas, y viendo lo duros que estaban mis pezones, excitados como nunca, me los pellizcó muy fuerte, los chupó, los mordió y yo no sabía qué hacer, me apoyé contra la pared y le dejé hacer lo que quiera, de pronto me mordió el cuello puso sus manos sobre mis hombros y de un
empujón casi más que arrodillarme hizo caerme yo intenté protestar pero
nada más hacer podía, agarro mi pelo y de un tirón hizo que mi cara quedase
mirando la suya más arriba a la vez que me colocaba la punta de su pija en mis labios yo notaba su olor, y veía como salía algo de liquido de la punta, resbalando por toda ella, mojándola.
Yo no había tenido tiempo de reaccionar, sólo sentía como la humedad del suelo mojaba mis rodillas y se colaba por mis botas empapando también mis medias, me sentía sucia, pero no entendía porque eso me gustaba, su pija palpitaba en mis labios, me sentía humillada, ultrajada, pero no podía decir por qué me gustaba tanto, simplemente me limite a abrir mi boca, sacar mi lengua y obedecer.
Cuando el me dijo que lamiese su pija. Empecé a hacerlo con la punta de mi lengua, despacio, de arriba a abajo y al revés, parándome en sus bolas y lamiéndolas
también, metiéndolas en mi boca y una vez dentro jugando con ellas con mi
lengua.
De un tirón de pelo él me apartó y me dijo que abriese bien mi boca, cosa que yo hice al instante, momento en el que el agarro mi cabeza con ambas manos y de un empujón me la metió entera en la boca.
Yo había hecho mamadas antes, pero no a una pija tan grande, y mucho menos de mi mejor amigo metiéndomela hasta el fondo de mi garganta. Creí que me iba a ahogar, quería gritar pero no podía, la tenía en mi garganta, bien adentro, las lágrimas resbalaban por mis mejillas y no dejaba de mirarle suplicante, pidiendo por favor que acabase con aquello mis manos se agarraron a sus piernas, apretándolas, él me sujetaba firmemente, yo no podía retirar mi cabeza y sacar su polla de mi boca, sin embargo mi cuerpo me traicionaba, ya que notaba como mi entrepierna se humedecía cada vez más, y como mi vagina se contraía una y otra vez.
Entonces me dijo que no me la iba a sacar hasta que sacase mi lengua y lamiese sus bolas, todo ello con aquel falo enorme en la boca claro, al principio cada vez que lo intentaba me daban arcadas y estaba a punto de vomitar, al cabo de un rato que a mí se me hizo eterno lo conseguí por fin, saque mi lengua y lamí lo mejor que pude sus bolas, note como le gustaba esto, ya que su polla se hacía cada vez más grande dentro de mi boca.
Cuando su pija empezó a palpitar y yo pensé que iba a
arrojar su leche al fondo de mi garganta me la saco, me puso de pie, a la vez
que se apoderaba de mis pechos para chuparlos como un niño pequeño, bajó mi
tanga, hasta mis rodillas, metiendo sus manos entre la pared y mi culo hizo
que adelantase mis caderas, dejando mi sexo expuesto, con su pie golpeó los
míos desde el interior, indicándome con ello que abriese mis piernas, cosa que
hice.
Después de esto acomodo la punta de su pija en la entrada de mi concha y
comenzó a penetrarme, lo hizo muy despacio, de tal forma que yo cerré mis ojos y
pensé que no iba a acabar nunca de entrar en mi, su enorme falo resbalaba y se
introducía en mi, por un momento pensé que me iba a traspasar.
Cuando acabo de metérmela la dejo un rato adentro entera, enorme, dilatándome.
Cuando estimo oportuno que ya estaba bien acomodada empezó
el movimiento inverso, durante el cual yo pensé que me estaba arrancando una
parte de mi cuerpo, empezó a entrar y a salir de mí a un ritmo que me pareció
muy rápido, entraba y salía de mí con mucha rapidez, estiro mi tanga y lo saco
por una pierna, dejándomela en el tobillo de la otra, agarro entonces una de mis
piernas y la subió, quedando mi rodilla a la altura de sus caderas, entonces
empezó a empujar fuerte, a aumentar el ritmo de sus embestidas, yo solo tenía un
pie apoyado en el suelo y cada vez que se metía dentro de mi me levantaba del
suelo, para luego salir e posarme otra vez en él, el ritmo era muy rápido, el
Jadeaba, yo casi gritaba, pasó una de sus manos atrás y humedeciendo sus
dedos con nuestros jugos me tomo con las dos manos mi culo lo abrió y el movimiento se hizo más firme, lo que me provocó otro orgasmo, como el que había
tenido que me pareció maravilloso, pero el que tuve en el baño de caballeros
fue el mejor de mi vida hasta ese momento, creo que si no llega a estar el aguantándome habría caído al suelo desmayada, a la vez que yo estallaba en mi
orgasmo el arremetía más fuerte, me di cuenta entonces de que no habíamos usado preservativo, pero en ese momento no pude parar, note como su pija estaba cada vez mas y mas dura, como si fuera a meter toda su leche dentro de mí y no solo eso, sino que también note como rebosaba de mi vagina y resbalaba por mis muslos.
El siguió metiéndola y sacándola de mí, ahora lubricada por mis flujos. Cuando su erección se potencio al máximo me la sacó, retirando la única cosa que impedía que mis jugos saliesen de mi cuerpo, entonces; me tomo del pelo me tiro al piso como lo había hecho antes y no pude comprobar ya estaba descargado una gran cantidad de leche en mi boca y mis pechos, parecía que nunca acababa de salir todo.
Mientras cubría mis pechos con el top y me besaba agarro mi tanga, sacándolo
completamente, cuando lo tuvo en sus manos se aparto de mí y mientras yo bajaba
mi falda se limpiaba la con mis tanga, después me miro
sonriendo, metió una de sus manos entre mis muslos apretando fuerte, se miro la mano llena de mis jugos y mientras me dijo que lo había pasado
bien conmigo me hizo limpiar sus dedos con mi boca.
Cuando saco sus dedos de mi boca, acto seguido me hizo abrirme de piernas y
el mismo me limpio la entrepierna, rozando mi clítoris y provocando que me excitase otra vez.
Cuando acabo de limpiarme se guardó mi tanga en el bolsillo y me sonrió de nuevo. Yo le devolví la sonrisa y nos besamos, me dio la mano y volvimos con los chicos.
Esa noche nos cambio la vida, nos vimos muchas veces después y los encuentros cada vez eran más lujuriosos.
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