Mi primera Masturbación
Holaaa, mi nombre es dulcinea y espero que les guste mis relatos, he decidido probar esta página para publicar mis relatos ahora por problemas que tuve en la anterior..
Esto sucedió hace ya cuatro años, recién estaba empezando la secundaria y con mis amigas considerábamos un gran logro el conseguir que un chico de un grado mayor se fijara en alguna de nosotras. La primera en conseguirlo fue mi mejor amiga, la llamaremos Melissa, y nos contaba diariamente cómo iban las cosas con su novio. En su mayoría no había muchos cambios, pero nos divertía escuchar sobre las peleas y reconciliaciones, pero Melissa no contaba todos los detalles al grupo. No es hasta después de medio año que Melissa decidió revelarme sobre sus «reconciliaciones». Me dijo para ir a su casa después de las clases porque necesitaba ayuda y alguien que la escuchara. Así que eso hicimos, al llegar saludé y le pedí a la mamá de Melissa que, si pudiera avisarle a mi mamá que estaba en su casa, ya que para ese entonces no tenía celular. Tras eso fuimos a su cuarto y comenzamos a charlar.
D: ¿Bueno y por qué pelearon esta vez?
M: La verdad es que sentía que las cosas ya no eran como al inicio, antes charlábamos por horas, pero ahora ya ni sabemos sobre qué hablar.
Honestamente suenan como problemas muy mínimos y hasta ridículos, pero para nuestra edad e inexperiencia era un tema muy delicado.
D: Pero tranquila amiga, seguro pronto solucionan sus problemas- era tan inocente en esas fechas, creía que el poder del amor solucionaba todo.
M: No estoy segura que esta vez se pueda.
D: ¿Por qué lo dices?
M: Porque siento que «eso» también es parte del problema.
D: No te entiendo.
Melissa estaba nerviosa, como si la hubieran atrapado y sin tener más opción a confesar.
D: Hay algo que no me has contado, ¿cierto?
M: Prométeme que si te cuento no le dirás a nadie, júramelo por favor.
D: Está bien, sabes que puedes contarme lo que sea.
M: Es que esto es algo que me da vergüenza y no quiero que te lleves la idea equivocada de mí.
D: Te prometo que no dejaré de quererte ni te juzgaré, amiga.
Melissa parecía estar ahora más tranquila, tomó aire y empezó a contarme su historia. Cuando cumplieron dos meses de pareja tuvieron una leve discusión la cual habían solucionado hablando, lo que no sabíamos era que después de las palabras vinieron los besos, y tras eso las caricias.
D: ¿Tuvieron relaciones esa vez? – estaba realmente sorprendida.
M: No, no… Esa vez solo me masturbó.
D: ¿Esa vez? ¿Quiere decir que han llegado más lejos?
M: No te molestes por favor.
D: No es eso, solo que me sorprendió. -Estaba muy asombrada, pero a la vez curiosa sobre la experiencia que había vivido mi amiga.
D: Y… ¿Como se sintió?
M: ¿Qué cosa?
D: Ayy pues lo que te hizo.
M: Ahhhh, hmmm era como si mi cuerpo botara electricidad, eran sensaciones mucho mayores a las que yo tengo cuando lo hago sola.
D: ¿Ya habías hecho eso antes?
M: Pues claro Dani, me sorprende que tú no hayas hecho nada aún.
Me quedé roja de vergüenza, había descubierto una faceta de mi amiga que nadie sabía más que ella, su novio, y ahora yo. Tras eso cambiamos de tema y poco después me fui para mi casa. Al llegar no dejaba de pensar en lo que había descubierto. Después de cenar me dirigí a mi cuarto con la excusa de que tenía que terminar mis tareas, pero simplemente no podía concentrarme. Decidí que lo mejor era dormir así que me cambié de ropa y me puse mi pijama; un pantalón de pijama y un polo, dormía sin sujetador porque molestaba y de esa forma me sentía mejor. Cuando cerré los ojos las palabras de mi amiga empezaron a sonar en mi cabeza y con ellas empezaba a imaginar la escena sin querer, no podía dormir, la curiosidad empezó a llamarme cada vez más fuerte. Sabía cómo funcionaba, no es ninguna ciencia y creo que lo aprendemos por instinto, pero yo estaba temerosa. Qué pasaría si lo hago mal, o si no me gusta. Mi cabeza cada vez se llenaba más y más, pero sin darme cuenta mi mano ya estaba bajando. Decidí intentarlo, me bajé el pantalón y probé primero tocarme por encima de mis bragas. A un inicio no sentía nada, solo deslizaba mis dedos sobre la tela, pero poco a poco se iba sintiendo diferente. Cerré los ojos, me puse a recrear la escena otra vez en mi cabeza, mientras mis manos subían y bajaban lentamente aumentando el placer de poco en poco. Comencé a imaginarme a mí siendo tocada por el chico que me gustaba en esos momentos, cómo besaba mis labios y me desnudaba; la ropa me incomodaba me quité el polo primero y al hacerlo sentí mis pechos en crecimiento, empecé a masajear uno suavemente, imaginando que el chico era el que lo hacía.
D: Uffff- suspiraba
Tocar mis pechos me ponía muy sensible, así que con una mano tocaba mis pechos, mientras que con la otra bajaba mis bragas para hacer contacto directo con mi coño por primera vez.
D: AHHMM- Un gemido salió, pero tapé mi boca a tiempo, no podía dejar que me escucharan mis padres, seguí con mi trabajo esta vez un poco más controlada.
D: Ufff que bien se siente, – suspiraba por el placer que sentía
En mi cabeza el chico me ponía abajo de él mientras me iba penetrando, eso hizo que empezara a sentir mi coño mojado y con eso más placer.
D: Máss, hmmm quiero máss. – Mis suspiros iban subiendo su volumen, pero no exageradamente.
Me puse boca abajo para ahogar mis suspiros con la almohada, mientras mi mano iba acelerando su movimiento y mi cuerpo también empezaba a moverse como si en verdad me la estuvieran metiendo.
D: Ahmmmm que ricooo, sigue, sigue- mordía la almohada para evitar gritar tan fuerte.
No podía pensar con claridad, recuerdo que quería tener sexo en ese mismo instante, fantaseaba con que el chico entrara por la puerta para ayudarme y darme más placer,
Pero en eso la silueta era diferente, era el novio de Melissa. ¿Por qué estaba en mi fantasía?, estaba mal, debía detenerme, pero mi cuerpo parecía tener voluntad propia, ganándole a los deseos de mi mente, seguía disfrutando, imaginando que me hacía lo mismo que a mi amiga.
D: Hmmmm no… Ahhhh…. No está bien… uffff- Quería detenerme, pero el placer que sentía era mayor, cada vez más fuerte, sentía que me encantaba, que ya no tenía control.
D: Uffff síí, asíí – Ya no me importaba, era solo una fantasía, algo que solo existiría en mi cabeza
D: Que rico lo hacess ufff, házmelo, házmelo como a Melissa, Ahhhh ahhhhh hmmmm síííí.
Mi cuerpo se movía más fuerte, mis manos se iban mojando, sentía mi cuerpo temblar del calor, Era como una corriente que recorría todo mi cuerpo, mientras que en mi mente era follada.
D: Mássss asíííí ahhhh ahhhh AHhhhhhhmmmm
Mordí con fuerza mi almohada, sentí que había descargado toda esa electricidad, mi cuerpo se quedó quieto, mientras yo solo respiraba agitada, sin saber muy bien qué era lo que acababa de suceder. Traté de pararme, pero mis piernas estaban temblando, mi cuerpo se sentía extraño, pero relajado; con mucho esfuerzo me coloqué de nuevo mi ropa y rápidamente caí en un sueño profundo hasta el día siguiente.
Hasta aquí mi relato de esta semana, espero que les guste tanto o más que el anterior. Creo que contaré mis historias en un orden cronológico, así como también algunas de mis fantasías. Espero que sigan apoyándome y pueden darme su opinión por mi correo o los comentarios.
Muy deliciosa tu historia.. me encanto los detalles. bye besos donde quieras…
Me encantaron los detalles.. 🤤
Bien relatad.Sigue.Mejoraras.Un beso en esa chuchita rica y jugosa que tienes
Me encanta masturbarme y después ya de más mayor es lo que casi más disfruto muy buen relato