Relatos cortos de vivencias

Un par de relatos cortos vividos con nenas.

JUEGOS INFANTILES

Un día me fui a un parque de diversiones de una localidad pues quería leer un libre tranquilamente, aprovechando que no se veía nada de niños y el lugar se encontraba sin nadie, la verdad no pensé en nada perverso en ese momento. Vi que había un tipo laberinto donde finalizaba con una casita, ideal como para estar alejado de todo y atento a todo, empecé a entrar poco a poco y entre más me acercaba al lugar, podía escuchar unas vocecitas, en la casita, pensé en regresarme porque no quería bulla, pero no sé porque el morbo me gano y seguí avanzando, cuando estuve bien cerca, vi que eran dos niños como de 11 o 12 años, que tenían a una niña de unos 6 o 7 años, todos se veían que eran niños de la calle.

La nena estaba totalmente desnuda se veía sucia, despeinada y de piel blanquita, desde yo estaba se veía bien su conchita y ya estaba usada y ella abría sus nalgas y se veía claramente que estaba mojada y le decía a uno de los niños: METELA, METELA con vos algo temblorosa, sin duda por su calentura, el nene se había quitado el pantalón y no tenía calzoncillos; tenía un aparato bonito y grande para su edad, nada de pelos. El otro estaba parado frente a ella y ella le tocaba su verguita y se la metía a la boca. Sin duda que esa nena estaba caliente y quería ser clavada.

Vi como el pequeño que estaba por detrás dejo ir su verga en ella, sin piedad y ella gimió, él empezó el mete y saca, mientras ella decía: MAS, MAS, DALE DURO.

Yo no aguante más y entre con la verga en la mano, la nena no se dio cuenta porque no solo tenía los ojos cerrados sino también porque estaba en lo suyo. Yo llevaba unos billetes en la mano y se los mostré a los niños, haciendo señas con la mano para que no hicieran bulla, y le dije que con señas que me dejara ponerme en su posición, él saco su verguita y me dejo que yo sin decir nada, le metiera mi tronco. No tuve necesidad de lubricar mi pene, pues ya ella tenía súper mojada su ranita. Al ella sentir el tamaño de mi verga reacciono, y volteo a verme, puso cara de pánico y yo le dije: TRANQUILA MAMITA, DEJAME Y LES PROMETO QUE LES DARE UN BUEN BILLETE Y LOS INVITO A COMER A TODOS.

Ella se quedó viendo a los otros dos niños y ellos aceptaron, en todo esto, yo nunca saque mi verga y continuaba mi mete y saca de ella. Yo como loco empecé a cogerla y veía que la nena estaba en una gozadera grande, le digo a uno de los niños que salga a ver que no vaya nadie para adentro y me quedo solo con el más grande.

Me senté en una banca de juego y la puse encima mío, dejándola a ella frente a mí y el culito hacia el lado del niño y abro las nalgas de la niña para que el nene la ensarte por detrás.

Ensalive su culito y aproveche a probar la verga del nene, ensalivando con mi boca su pene, cuando ella se sintió doblemente penetrada, empezó a gemir como loca y a sudar como que estuviera en un sauna, la estuvimos cogiendo por unos 10 minutos más hasta que me corrí dentro de ella, casi al mismo tiempo vi que el nene, soltó su lechita en el culo de la nena sin ella dejar de soltar lo suyo. Quedamos un rato ahí sin decir nada, como mudos, recuperándonos de lo acontecido. Nos empezamos a incorporar poco a poco, nos vestimos, les di el dinero pactado y salimos del lugar sin que nadie viera. Los pase dejando en un restaurante de comida rápida y me fui, tratando de digerir lo sucedido.

CASA DE UNA TIA (DE MIS PRIMERAS AVENTURAS)

Cuando tenía 13 años para unas vacaciones, me fui a visitar a una tía que vivía más o menos a 3 horas de la Ciudad Capital (hace más de 40 años), un tiempo en donde las cosas eran diferentes a ahora.

Dicho pueblo se encuentra en la costa sur y es un lugar caliente, cercano a la playa del pacifico, el cual acá son aguas cálidas.

Llegue sin avisar, ya que en ese entonces no existían celulares y el que tenía una line de teléfono en casa, era porque tenía dinero. Mi tía vivía humildemente y a mí me encantaba cambiar a ese tipo de vida (no es que tuviéramos dinero, pero la posición económica era mejor).

Cuando llegue, mi tía sorprendida me recibió con todo cariño y amor, pues ella y su familia siempre fue recibida con cariño en nuestra casa.

La casa donde vivía era de madera (como lo eran muchas en ese momento), con patio largo y árboles de varios tipos, hamacas por cualquier lado y a los alrededores vivían otras personas que eran familia de mi tía.

Realmente la vida en los suburbios era muy tranquila y diferente lo que se vivía en la Ciudad, talvez por eso me encantaba ir. Cabe mencionar que, al llegar un adolecente citadino, siempre era novedoso, yo soy de piel morena clara, ojos claros y pelo castaño, así que no era alguien que pasaba desapercibido en un pueblo, además que todos en esos lugares se conocía y sabían reconocer a un foráneo.

Dicho esto, continuo. Ese día me recibido sorprendida y emocionada; siempre que yo llegaba me decía que le daba pena que yo llegará porque no tenía mucho que ofrecerme.

La cuestión es que me dio de comer, hablamos un poco y le pregunte por mis primos y me comento que andaban donde otra familia de ella y que volverían en un par de días.

Al rato de estar comiendo llega una señora, que era sobrina de mi tía y le dice que, si puede acompañarla, que había sucedido una emergencia con su esposo y debían de ir al hospital de donde trabajaba. Mi tía la ve como diciendo que yo estaba ahí ya que el lugar a donde iban estaba como a 2 horas en bus. Yo le dije a mi tía que fuera con ella, que no se preocupara por mí y la sobrina le dice que su hija puede hacerme algo de comer para la noche. Hasta esto yo no sabía que la hija era una niña de 9 años, que como pasa en los pueblos ya es toda una ama de casa por instrucciones de las mamás.

En ese momento, aunque yo tenía las hormonas al mil, no tenía ni la menor ida de que me encantaban las niñas o que desde que descubrí el sexo había sido con niñas.

La cuestión es que mi tía se arregló para irse y me dijo que ellas tratarían de volver el mismo día, pero que, si no, yo estaba en mi casa.

Así que ellas salieron a los 30 minutos y yo me quede con calor y con ganas de hacerme una paja, vivía siempre caliente, creo que era la edad y recientemente mi pene había empezado a expulsar leche a montones.

Me recosté en una de las camas y me desnude todo y me saque una revista porno que le había robado a mi papá y que siempre llevaba conmigo, VENUS creo que se llamaba, tenía escenas explicitas de sexo, lo que hoy llamaríamos Hardcore.

Me empecé a pajear viendo las imágenes y me puse bien caliente, cuando escuché una vocecita femenina infantil afuera de la casa de mi tía, me entro el morbo y me hice el dormido, tendido en la cama.

Era María la hija de la sobrina de mi tía y otra nena más (Sofía), vi que entraron a la casa y cuando me vieron desnudo se rieron entre ellas (yo veía con los ojos entrecerrados),

Las vi acercarse y Sofía señalaba mi verga la cual estaba parada aun, y María se acerca a mi lentamente y se agacha a verme la verga, diciéndole a Sofía se ve muy rica y me encantaría probarla, ya mi verga estaba a mil, por haber empezado yo tan chico a tener sexo, pensaba que todos los niños éramos iguales, que simplemente los adultos no debían de saberlo.

María le dijo a Sofía que cerrara la puerta de salida para que nadie entrara, Sofía le dijo que ella se quedaría afuera cuidando por cualquier cosa.

María le dijo, no te hagas la pendeja porque bien que te he visto coger hasta con don fulano (no recuerdo el nombre), bien que te gusta, Sofía se sonrojo nada más, y María fue a cerrar la puerta y ahí se desnudaron ambas, y María dice empieza vos; cabe mencionar que ambas eran niñas rubias, de piel blanca, iban en minifalda (muy usada en la costa) y una playera blanca de tirantes.

Sofía era un poco más linda que María, pero en ambas se veía lo putas que eran, yo en esta edad lo único que me interesaba era buscar donde meterla, pues incluso había tenido experiencias con otros niños de mi edad o más pequeños.

María viendo que mi verga estaba dura y ya tenía un monto de precum que me había salido de la calentura, se montó encima de mí a cabalgarme, yo ya no pude más y jalé a Sofía hacia mi boca para chupar tan rico manjar, ella se asustó un poco, pero se dejó atraer.

La vagina de María estaba caliente por dentro, estaba apretadita, pero le entraba de lo mejor, empezó solita a saltar (literalmente) encima de mi miembro, por el calor que había los 3 estábamos sudando a mil, estábamos bañados del mismo, como que acabáramos de salir de un rio.

María emitió un gemido fuerte (sin ser un grito) y sentí como se corría encima mío y no sé si sé meaba o si era el sudor, pero sentí como un balde de agua cayendo por mis bolas, yo había visto un par de películas en el cine, donde las mujeres tenían grandes Squirts, así que no me asusto.

Ella se salió de mi verga y le dijo a Sofía que le tocaba a ella; a esta edad uno tarda tanto que lo añoras cuando llegas a los 50´s.

A Sofía, la tomé y la puse en la cama y abrí sus piernas para empezar a meterle la verga hasta el fondo con toda lujuria, pues a este momento ya mi calentura era enorme. La cambie a la pose del perrito, la puse de pie y la penetre de diferentes maneras y luego de 20 minutos con ella que había acabado ya varias veces, decidí volver a tomar a María y ponerla de perrito y empezar a darle duro sabiendo yo que estaba a punto de acabar, ya mi verga y las pelotas me dolían de las ganas, así que luego de un par de minutos me vacié dentro de ella, cuanto no sé, pero imaginen un adolecente que recién inicia a eyacular, solo vi a María dar brincos con cada embestida que le daba para acaba y sé que ella se estaba viniendo conmigo.

Terminamos los 3 bien rendidos ante todo por la cantidad de sudor emitido por todos. Este fue el inicio de varias cogidas en este lugar con estas y otras niñas en las dos semanas que estuve por este lugar.

Espero sus comentarios, siempre serán bienvenidos.