Señora Elvia
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Anonimo.
Hola soy Elvia, una señora madura de 60 años y me masturbo a diario.
Llevo mucho tiempo viviendo sola.
Desde que mi esposo me dejó hace mucho tiempo he tratado de ser una mujer normal, decente y sin pensamientos pecaminosos.
Mis hijos hoy en dia son mayores y con orgullo digo que yo los crié con esfuerzos y carencias pero todos salieron adelante,
Fisicamente soy una mujer normal.
Mexicana.
Mi cabello es muy largo, pintado con unas canas de acuerdo a mi edad.
Siempre lo uso con un chongo o una trenza pero cuando lo libero para bañarme me llega abajo de las nalgas.
Soy delgada de piernas largas, mis tetas son pequeñas pero con pezones gordos y erectos como chupones.
Tengo las nalgas un poco gorditas sin llegar a ser exageradas.
Pero lo que más destaca en mi es que soy muy velluda.
Soy de cejas muy pobladas, los que saben de mujeres velludas al ver mis cejas se imaginarán como ando de vellos en todas partes.
Cuando estoy de vacaciones le doy un descanso a mi cuerpo y no me depilo nada.
Como vivo sola nadie me juzga al ver que me he dejado crecer los vellos de mi cuerpo.
Llevo sin sexo muchos años y lo unico que me satisface es masturbarme.
Empecé a hacerlo hace poco, ya que como he dicho siempre traté de no pensar en sexo pero las ganas que tenía siempre las mitigaba con baños de agua helada y dedicarme a la religión.
Cierto día que ,me estaba bañando, me enjabonaba la peluda panocha.
Ahí fue donde sentí el primer corrientazo de placer.
Traté de no pensar en ello pero no aguanté más y seguí frotandome con mis dedos mi herida mojada, humeda de jugos olorosos a sexo, a panocha sin usar.
Me recargué en la pared, el agua de la regadera escurría por mis piernas.
No entendía que me pasaba yo siempre había sido muy ecuánime en esto del sexo y esta tarde estaba yo ahí, metiéndome tres dedos en mi raja, aprétandome los pezones y sintiendo el inmenso orgasmo que se venía.
Los labios de mi rajada se floreraron, son unos labios gordos y salidos, los jalé con ganas de arrancarmelos.
Podía ver mis pezones gordos a punto de reventar, los vellos eb mi tetas se veían ricos, vellos gruesos que cubren mis areolas.
Mis piernas velludas eran una invitacipon para todo aquel que quisiera deleitarse conmigo.
Ahi estaba a punto de sacar una enorme cantidad de caldo de mi cuca peluda, con tres dedos perforándome rico y al final paso, una explosión de fluidos y una corriente que me recorrio entera …
fue uan de las mejores experiencias de mi vida
Luego hubieron otras que ya contaré en su momento
Dejar un comentario
¿Quieres unirte a la conversación?Siéntete libre de contribuir!