SOLTERONA Y MEDIO METRO ME HACE SUYA
Saludos a todos quiero contarles mi historia que acabo de vivir en el mundo de la zoofilia, mi nombre es Martha soy una mujer de 50 años, con un cuerpo común al de mayoría de mujeres de México. .
Desde pequeña mi función fue trabajar y trabajar para ayudar a mis padres con la manutención de la casa, todo el día me la pasaba en el puesto de alimentos que tenían mis papás, mi vida solo era trabajo, no tuve tiempo de tener un novio y solo tenía algunos amigos que trabajaban en el puesto, pero solo salía con mis papás a una que otra fiesta familiar.
Hace un par de años mis papas fallecieron y me quede viviendo sola en la casa, el trabajo en el puesto de comida era mi gran rutina de todos los días era tan aprendida que era mi gran entretenimiento, económicamente me iba muy bien todos mis trabajadores dominaban su roll en cada una de las labores.
Hace tres meses llego a visitarme mi hermana menor pidiéndome que le diera alojamiento a mi sobrio Pepe durante la semana ya que el colegio le quedaba cerca de mi casa y tenía que madrugar y los fines de semana los pasaría con ellos.
Así llego mi sobrino a vivir a la casa Pepe es un adolescente inquieto, distraído y muy tremendo, siempre estaba haciendo bromas y era muy desordenado, rompió la monotonía de la casa ya que al llegar del trabajo muchas veces tuve que recoger todo su tiradero y ordenar la casa, la mayoría de veces hacia la tarea con la música a mucho volumen, cosa que yo siempre le pedía que le bajara a la música.
Cierta tarde al llegar a la casa me sorprendió que al abrir la puerta me ladrara un perro enano de raza común, color gris y muy juguetón, cuando llegó Pepe de la calle discutí con él, le dije que no quería ese animal en mi casa, que era el colmo que ahora tenía que recoger el tiradero de él y de “Medio Metro” como Pepe le puso a su perro.
Los primeros días no hubo problema Pepe se encargaba de los cuidados de “medio metro” con mucha dedicación hasta paso desapercibido para mí, pero Pepe tenía más confianza y teníamos grandes charlas a la hora de la cena, en una de ellas me preguntó que porque era solterona, le explique que tuve que trabajar mucho para ayudar a mis papás y apoyar a mis hermanos.
Todo transcurría con normalidad el estaba la semana y se iba los fines de semana con sus papas, pero todo cambió la vez que él en su imprudencia me pregunto, ¿nunca tuviste novio tía? Le contesté que no ¿y nadie te ha dado un agarrón? Me quedé callada y cambié la plática diciéndole ¿Cómo te ha ido en la escuela? A lo que él me contó que mis demás hermanos le habían dicho porque vives con la quedada, yo me enojé y le dije que no me gusta que me digan así y me fui a mi cuarto a llorar, ya que no valoraban el esfuerzo que hice por ellos al contrario se burlaban.
Los papás de Pepe pasaron por él yo no quise salir a despedirlo y ya que ellos se fueron salí a la sala a limpiar el tiradero, al terminar me quede reflexionando, “solo esto ha sido mi vida trabajar y trabajar” y para colmo Pepe me llama y me pide que le de comer a “medio metro”, solo esto me faltaba ahora cuidando al perro, pero apenas entre donde estaba el comenzó a correr alrededor mío, era muy juguetón y nos divertimos un buen rato, termine de limpiar la cocina, el baño y toda la casa en general, recostándome en la cama de repente vinieron a mí las preguntas de mi sobrino, y una reflexión de porque no tuve novio, ni pareja, en eso recordé que faltaba limpiar el cuarto de mi sobrino y me di a la tarea de recoger su tiradero, pero al acomodar su cama me lleve la sorpresa de mi vida al levantar el colchón para acomodar la sabana encontré una revista donde vi por primera vez que es el sexo entre una mujer y un hombre.
Salí del cuarto con el pensamiento de que cosas veía mi sobrino en esa revista, al llegar la noche traté de dormir pero llegó a mí el pensamiento de que mi vida siempre había sido en el trabajo, que nunca había tenido tiempo de experimentar mi sexualidad, trate de olvidar las pocas imágenes de la portada de la revista, pero volvían a mí con más fuerza, así que me paré fui por ella, me recosté en la cama y a la luz de la lámpara comencé a hojear la revista, todo era nuevo para mí, leía los textos de “que rico” “métemela más” y todo lo demás, viendo como los hombres tienen entre sus piernas el pene y como lo metían en la parte de la mujer.
Después de un tiempo de vivir con la incógnita en mi, mi sobrino me dice que terminó el curso y que se iba 2 meses de vacaciones a su casa, que si por favor cuidaba su perro, yo le comente que ya que, el tiempo llegó aquella tarde la casa se sentía vacía, como si algo faltara, como tenia buen tiempo, saque a pasear al parque a “medio metro” y puede ver realidades que yo me he perdido, niños con sus papás jugando, personas con sus perros dando la vuelta, jóvenes patinando, pero sobre todo me llamó la atención una pareja que se daba un tremendo faje y vino a mi nuevamente la reflexión de que nunca tuve en la vida esas experiencias.
Al llegar a la cada me cambié y me fui a descansar pero llegaron los pensamientos de la revista de mi sobrino, pero mi sorpresa fue mayúscula, ahora estaba una revista donde un perro montaba a una mujer, pensé ¿a poco una mujer puede tener relaciones con un perro? Y continúe viendo la revista para mi sorpresa inició en mi una sensación rara, como un calorcito en todo el cuerpo, estaba despertando la sexualidad, mis pezones se pusieron duros, yo solo había visto que se ponían así con el frio, pero ahora era diferente tenían sensibilidad, ahora entiendo porque se burlaban de mi diciéndome la quedada, se sentía algo rico al tocarlos, como era todo nuevo para mí comencé torpemente mis primeros toqueteos poco a poco viendo la revista y leyendo las frases despertando en mi la calentura por primera vez, todo era nuevo experiencias que poco a poco me iban prendiendo.
Cerré la casa con llave y salí a darle de comer al perro para continuar con esta nueva experiencia todo parecía prohibido y hasta caminaba con cautela, pero apenas abrí la puerta del patio, Medio Metro entro corriendo a la casa alrededor de mí, creo que percibió que estaba sintiendo mi cuerpo, coloque comida en su plato y agua en su traste, y me fui a continuar con mi faena, pero el perro corrió dentro de la casa, no me obedecía y no me quedó más que cerrar e irme a mi cuarto.
Después de unos minutos de estar viendo la revista escuche que “Medio metro” rasguñaba la puerta de mi cuarto y emitía chillidos, me pare y apenas abrí la puesta se metió y nuevamente no me obedeció y corrió como loco todo el cuarto, cerré y me concentre en una historia escrita que traía la revista donde se relataba como una mujer tenía sexo con su perro, cuando llegué a la parte del relato como la mujer se iba tocando, inicie con cada paso, ahí aprendí a tocar mis chiches vaya que empecé a sentir, como la mujer relataba lo rico que sentía, llegué a la parte de cómo ella se chupaba los pezones, como mis chiches por la edad eran un poco colgadas, las tome con las manos y las llevé a mi boca, vaya sensación por primera vez emití un gemido ahhhhhhhhhhhhhhhhhhhh chupe mis pezones una y otra vez, lento, rápido y mordisqueaba entre mis dientes poco a poco poniéndome a mil, después llegó el momento donde la mujer se tocaba la panocha, por primera vez lleve mi mano sobre mi falda, sentí como una pequeña descarga, guauuuuuuuuuuuuuuuuuuu por fin descubrí el placer, toque como decía la mujer y cada vez sentía el placer, por primera vez arquíe el cuerpo y abrí la boca de placer hayyyyyyyyyyyyyyyy Dios miooooooooooooooooooooooo y todo esto me he perdido que ricoooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooo
Me quité la falda y mi calzón tradicional percatándome que estaba mojado, lo toque y olí pero no era pipi, lo puse al lado de la cama y me concentré en la lectura, y seguí a paso de la letra los toqueteos y manoseos que ella narraba llevándome a una gran sensación de placer, hasta que llego el momento donde ella llama al perro, es cuando me hice consciente de que mi ropa interior ya no estaba en el piso y pude ver a Medio metro lamiendo mi ropa interior entre sus patas.
Lo subí a la cama y continué con el relato, la mujer narra como abría las piernas para que el perro se la comiera, me recosté y abrí las piernas, luego, luego Medio metro hundió su hocico en mi panocha, con lengüetazos limpiando mis fluidos y despertando la sensación más rica del mundo, bueno eso creía, hayyyyyyyyyyyyyyyyyyyyyyyyyyyyyyyyy yyyyyyyyyyyyyyyyyyyyyyyyyyyyyyyyyy por instinto lamía muy bien, en eso dio un lengüetazo en el culo y brinque de placer que ricooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooo y empezó la serie de lengüetazos en la panocha y el culo llevándome a un inmenso placer, después de 10 minutos de placer regrese a la lectura cerrando mis piernas, la mujer contaba como acomodaba a su perro entre las piernas en posición de misionero, me quede toda pendeja pensando cual es esa posición ya que no tengo experiencia de nada sexual y menos de nombres de posiciones, pero me acosté bocarriba y puse a Medio metro entre mis piernas ya que él es enano, alargado y muy robusto.
Continuando con la lectura empecé a disfrutar la sensación del pelaje de Medio Metro en mi cuerpo se sentía muy sabroso, la mujer narraba como el perro la picaba poco a poco con su penen, pero Medio Metro no se movía, estaba tratando de zafarse jaloneándose, también era su primera vez y no sabía que hacer, así que alcance su parte con mi mano pero cheque que es un capuchón de piel donde se siente un pene delgado y alargado, lo menié con la mano varias veces y apenas se asomó la punta de su pene un poco, toque mi panocha sin ropa por primera vez y estaba totalmente mojada y muy sensible, así que continué son las indicaciones de la lectura del relato, en ella mencionaba como sostener al perro para que te coja más rico y comencé a frotar el capuchón de Medio metro y tocaba la panocha con la punta de su verga provocándome placer.
Creí que eso era lo máximo y comenzaba a gritar sin control ayyyyyyyyyyyyyyyyyyyyyyyyyyyyy que ricooooooooooooooooooooo si mi amorrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrr pero llego el momento esperado empecé a sentir que Medio metro empezaba a moverse y en una de esas me metió su verga de un jalón, lo saque por el susto y me quede pensando ¿Qué haces mujer? ¿estás loca? Y por un momento me quede en pausa un poco confundida, pero regresé al relato leyendo los gritos y quejidos de la mujer ahhhhhhhhhhhhhhhhhhhhh dale papiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiii soy tu perraaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa y retomé la faena, apenas y abrí las piernas Medio Metro se me fue encima, ahora si sabía lo que tenía que hacer, me montaba a lo loco picando mi panocha con su punta, tocando esa zona que ahora se que se llama clítoris, provocando mucha calentura deseando ser ensartada y lo logró ahora si lo sujete como la mujer narró y vaya que el perro comenzó a cogerme muy duro rompiendo mi virginidad guardada por muchos años, comenzó la mezcla de dolor y placer a lo máximo aggggggghhhhhhhhhhhhhhhh daleeeeeeeeeeee Medio Metro massssssssssssssssssssssssssssssssssssssss hasta dentrooooooooooooooooooooo sus movimientos eran muy fuertes y descontrolados e incluso brincando, yo lo sujetaba experimentando mi primera cogida, siiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiii daleeeeeeeeeeeeeeeeeee eso Medio metroooooooooooooooooooooooooooooooooo soy tuyaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa nunca creí que de mi salieran esos gritos.
Pero una sorpresa más llegó a mí, la verga del perro se comenzó a hinchar dentro de mí, provocándome dolor, sentía que mi vagina se partía en dos, y lo sujete más fuerte para que no se moviera dejo de moverse y comencé a sentir un fuerte latido de la verga de Medio metro dentro de mí inundando de mucho placer mi vagina ya que me estaba acostumbrando al tamaño de esa verga, siiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiii que ricooooooooooooooooooooooo soy tu perraaaaaaaaaaaaaa que rica tu vergotaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa y comencé a sentir los chorritos de leche de la verga del perro dentro de mi vagina provocando un inmenso placer dale aggggggggggggggghhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhh cerraba los ojos y arqueaba toda la espalda llena de placer aggggggggggghhhhhhhhhhhh me muerooooooooooooooooooooooooooooooooo en eso sentí como algo apretaba el interior de mi panocha a su máximo y provocaba pequeñas contracciones masajeando mi interior y vino mi primer orgasmo siiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiii que maravillaaaaaaaaaaaaaaaaaa mi cuerpo brincaba sin control entre contracciones y espasmos
Fue la primera vez que experimenté ahora si el máximo placer, cerrando los ojos me dedique a disfrutar esa ola de contracciones y cosquillitas internas sin control es riquísimo , llegando una sensación de mucho placer y relajación durante unos minutos, cuál fue mi sorpresa al tratar de bajar a Medio Metro y ver que estaba pegado, me asusté porque me había pasado eso por coger con el perro, pero tome la revista y poco a poco me calme al leer que la mujer narraba como se quedaba pegada con su perro.
Sostuve con una mano a Medio Metro y con otra continúe con la lectura del relato dejado de lado a mi perro ensartado en mí, regresando en unos minutos después la sensación del latir de la verga de Medio Metro dentro de mi panocha despertando el placer nuevamente, parecía que los latidos eran más, leí como la mujer se sobaba la panocha en el clítoris, y comencé con mi mano movimientos circulares en mi panocha, hay mamá, lo que siguió es una ola de super placer, lo mas rico de la vida aggggggggggggggggggggghhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhh hay voy de nuevooooooooooooooooooooooooooooooo daleeeeeeeeeeeeeeeeeeeeee papiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiii que gran placer llegó a mí, riquisimooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooo comencé a mover a Medio Metro para sentir más placer, lo apretaba refregando mi panocha haaayyyyyyyyyyyyyyyyyyy mi amorrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrr es lo máximoooooooooooooooooooooo que ricooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooo y llegó el segundo orgasmo con mayor contracciones y espasmos de mi panocha, mis brincos eran enormes hasta Medio metro rebotaba en mí. Mis gritos eran muy fuertes me mueroooooooooooooooooooooooooooo hay que es esto que sientooooooooooooooooooooooo agggggggggggggggggggggggggggghhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhh que deliciaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa masssssssssssssssssssssssssssssssssssssssss si quiero masssssssssssssssssssssssssssssssssssssssss mi panocha se contraía a lo máximo apretando la verga de Medio Metro a su máximo esplendor, él solo cerraba sus ojos y se estiraba a más no poder, mi panocha le estaba dando su máximo placer.
Yo me daba nalgadas, me apretaba las nalgas, las chiches y seguía en mis múltiples orgasmos, creo que salió toda la sexualidad guardada por años, la cama sonaba mucho por los brincos y movimientos al estar moviéndome sin control, llegó la calma y me relaje totalmente pero la verga de Medio Metro seguía atorada en mí, me empezaba a molestar un poco ya que terminó el placer, sobre todo cuando el trataba de zafarse de mí estirándose con fuerza a los lados, en uno de esos estirones se zafó provocándome un fuerte dolor en mi panocha sonando como cuando se destapa algo, cerré las piernas mientras pasaba aquel dolor y me sorprendió el enorme tamaño de la verga de Medio Metro era como de 20 cm y tenía una enorme bola en la base, era muy grande, ahora entendí porque ese dolor al zafarme.
Regresando a mi realidad me dije ¿Qué has hecho mujer? ¿es muy malo? Cogiste con un perro, me sentí un poco culpable, guardé la revista, limpie la cama de los restos de semen, fluidos y sangre, ya que la enorme verga de ese Medio Metro me quitó la virginidad y vaya de qué forma y me acosté a dormir, el sábado me desperté muy temprano recordando la cogida de Medio Metro, trate de olvidar aquel pasaje, pero el haber descubierto la sexualidad a esta edad me llevó a un nuevo estado de vivir.
En la tarde me dedique a coger con Medio Metro en la sala teniendo muchos orgasmos, ese canijo perro me ensarta y a la hora ya anda dándome guerra nuevamente, ese fue el primer gran inicio en mi vida sexual, ahora cojo mucho con mi perro, ya me acostumbré a su rica verga y ya no me duele cuando la saca porque doy un brinco y lo jalo, estoy llenándome de experiencia al coger con Medio Metro, esos dos meses de las vacaciones de mi sobrino se han llenado de placer y grandes aventuras sexuales por toda la casa.
Mi sobrino ya no quiso regresar a estudiar y me comentó que lo disculpara porque me dejo una gran responsabilidad y tarea al cuidar a su perro, me hice un poco la desentendida y como que no le di importancia, le dije no te preocupes yo lo cuido, y colgué el teléfono, apapachando a Medio Metro, ¡como crees que te voy a dejar ir mi amor! Si eres mi macho, mi gran consuelo, tenemos alrededor de un año y medio cogiendo como locos como creen que lo voy a dejar.
Muchos se asombran de mi felicidad y creen que tengo un amante porque me compro lencería, tangas, y ropa para mis fantasías sexuales, hace poco hasta me compre un gel para que mi panocha sintiera más placer, me he vuelto una gran mujer para mi Medio Metro. Y nos hemos llenado de inmensas noches de placer y locura.
Tu narrativa está mejorando considerablemente. Cada vez tus relatos son mejores, la realistas, más excitantes.
Sigue adelante.