VIVENCIAS DE UN AMO PARTE 2
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Anonimo.
Fue la primera sesión para mi con una mujer, y Luisa es tan radical como Pedro, llegó ese sábado con Laura, al medio dia, ya, Pedro había recibido lo suyo estaba en la Jaula, dolorido relamiendo el dolor, y rememorando su cerebro la sesión, cuando, escuche la puerta de la casa tras el ruido de los coches, llegar, fui desde el garaje interior donde tenemos la mazmorra hasta el salón, por el interior, a la vez que ellas entraban en el salón.
Las dos de pie, yo solo con mi pantalón, negro, de piel y botas, me dirigí directo a Luisa, la atrape del pelo, ella grito, hice caso omiso, andando puta, le espete, y la hice seguirme hasta la mazmorra, Laura tras nosotros, la solte nada mas llegar y le di dos bofetadas, ella se arrodillo rápidamente, besando mis botas, en posición sumisa, ni habría, clemencia ni ella en realidad la esperaba, la deje en bragas, y descubrí un pequeño tatuaje, en su nalga, su piel blanquísima, até sus manos, y pasé el resto de la cuerda por una polea tire haciendo que ella tirara hacia arriba sus manos, Laura ya estaba sentada observando, veremos, hasta donde llegas zorra le dije, cogí de la mesa mi vara, y comencé con sus nalgas, si la esclava tenia aguante pensé, sus nalgas estaban marcadas por mi vara, proseguí con sus muslos, sin dejar de decirle, que iba a hacer de ella la perra exclusiva, solté la vara y le di dos bofetadas ella había gritado lo suyo, pero sin decir las palabra de seguridad, y até alrededor de sus tetas otra cuerda terminando todo alrededor del cuello, castigue sus pezones con mis dedos hasta ella gritar, las cuerdas apretadas a sus tetas hacían que estas salieran algo mas las castigue con las palmas de mis manos, fuertemente, en total estuve unos 25 minutos hasta que la quite de la polea ella cayo al suelo, quedando a 4 patas por propia voluntad, mirando al suelo, entonces, tire de sus nalgas, y las coloque frente a Laura, que te parece esta perra, le dije, mira como le he puesto el culo, le tire de sus bragas a un lado, tiene el coño peludo, si me dijo Laura, la vas a afeitar, entonces, le dije no, lo haras tu, me miro y dijo será excitante, pero su mirada me lo dijo todo, si esperaba lesbianismo me iba a comer una mierda al menos ese dia, pensé.
Volvi a la perra y la puse enla pequeña mesa, de madera, allí volvi a atarla esta vez a los cancamos de las patas cada miembro de ella piernas y manos, encendí la vela, y me puse a un lado de ella, fui derramando la cera y extendiéndola, escuchando sus gritos, como disfrute con ellos, durante, unos instantes desee follarla, pero, debía cumplir mi parte, pactada con todos, terminada la cera, se la despegamos, Laura y yo, de su cuerpo, le coloque dos pinzas en los pezones, terminadas en un collar que se lo coloque, diciéndole deberas ganarte el que luzcas con tu nombre perra.
Abri la jaula saqué a Pedro, solo ver su mirada, supe que había disfrutado como un enano, de todo aquello, a él lo subi como siempre como un perro bien adiestrado, a ella iba de pie, mientras le decía de todas las humillaciones, y pasamos al salón, deje a Pedro atada a la pata de la mesa, fuimos al baño de abajo un pequeño aseo, con plato de ducha, allí la senté, Laura en la puerta, y saque mi polla ahora no tan dura, la mee a mi antojo, una larga y retenida meada, cuando terminé rompí una regla esa dia, pero Laura acepto, fue invitarla a que la meara como meaba a su marido, ella me miró, pero no pudo contenerse, me aparte, Laura, se levanto el vestido hasta las bragas se la echo a un lado, como me puso ver aquel gesto, y a Laura, y la meo, Luisa, sin moverse, en ningún momento, solo acepto ser meada, cuando termino tire de Laura, y la coloque apoyada en el pequeño lavabo, ella estaba tan excitada como yo le metí mi polla en su coño, y me la follé ante Luisa, me corrí antes que Laura, pero aguante, mientras esta seguía dando gritos culeando llena de mi leche, y se corrió.
Salimos, de allí, dejando a Luisa meada sin ducharse, y pinzada, fuimos al baño de arriba nos dimos una ducha rápida, tras soltar a Pedro, este, calentó la comida ya la teníamos hecha de la mañana, y la sirvió, bajamos en albornoz los dos, y comimos, tras terminar, Pedro, preparó el salón, mientras yo volvi al baño, y cambie a Luisa, ahora le meti la cabeza en el wáter, diciéndole que en esa postura, y marché.
Volví unos 5 minutos después, pues ya todo estaba preparado, lleve a Luisa, y la coloque en la pequeña mesa la que antes estaba en la mazmorra la ate, colocamos, bajo su sexo un recipiente con agua templada, y Laura, comenzó a echarle espuma para afeitarla, cuando al poco de tocarla, Luisa gemia, fue rasurandola, sabiendo que cuando rozaba su sexo, Luisa exhalaba gemidos, y la fue martirizando sutilmente, hasta rasurar su sexo por completo, ahora quede yo frente a ella, mis dedos se movieron suaves, vaya como a quedado este chochito, Luisa comenzó, poco a poco a retorcerse a mi contacto cada vez mas y mas, seguí, suave, lentamente, y termino teniendo una corrida, tan grande que se meo literalmente de gusto, sin poder contenerse, vi aquel coñito correrse y a su vez mearse, en mis dedos, sus muslos lo único que podía mover no sus pies se retorcían lo que podían junto a sus nalgas, a la vez que meaba y meaba, entre gritos, Laura miraba a un metro fascinada, finalmente, Luisa se relajo, casi, perdido el conocimiento, la tuvimos unos minutos de esa forma, por la intensidad del orgasmo pensé que aquello había acabado y era mi intención,la desate, la levante, y quedo su espalda pegada a mi, sobe sus grandes tetas, mi mano bajo a su sexo, entonces, ella comenzó de nuevo a dar pequeños gemidos, y eso me hizo proseguir, hasta arrancarle pronto un nuevo orgasmo esta vez tuve que aguantarla y me emplee a fondo, es pesada, como dije, era un fardo en mis brazos, la puse como pude en el sofá, y Pedro, bajo mis ordenes trajo, un pequeño colchón viejo de la mazmorra all termine colocándola.
Laura y yo nos fuimos al dormitorio mientras Pedro recogia todo, y limpiaba, follamos, un buen rato, los dos, hasta dormirnos, nos despertó Pedro, bajé, Luisa ahora estaba al verme de rodillas en posición sumisa, aun no había bajado, Laura, todo estaba recogido perfectamente, entonces, le dije a Pedro que había acabado por hoy, y a Luisa, tenían mi permiso para vestirse, ambos se ducharon y vistieron, salimos finalmente los cuatro a cenar, como dos parejas, y Luisa, quiso, repetir, había quedado satisfecha.
Comenzamos, de esa forma a ampliar la perrera, pronto Laura consintió me follara a Luisa, pero lo mas que saque, sobre ellas, en ese primer año los cuatro fue que Luisa le comiera el coño a veces a Laura.
En menos de dos años, habíamos pasado de unos amargados desconocidos, a ser unas personas felices, sin hacer daño a nadie disfrutando, nosotros, a nuestro gusto, y viviendo una nueva vida, de nuevo, y creíamos nos quedaríamos, ya de esa forma, a Luisa la fuimos conociendo, y yo educándola a mi gusto, termine haciendo que se tatuara mis iniciales en una nalga, y lo mismo Pedro, a Luisa, solo la podíamos tener uno de cada dos fines de semana, salvo excepciones, hasta que quedó sola, y mas independiente, al marchar su hija a la universidad, pasando, a venir todos los fines, de semana.
En la ultima época, ya había conseguido que Laura diera, azotes, a ella pero no como yo quería y sigue prefieriendo verlos, aun menos castigos, si la lluvias que le lamiera los pies, y pasear a los dos, como perros, y que su vestuario fuera mas acorde, mas domina, aunque no lo fuera ella, todo ello los cuatro durante mas de dos, años.
Así llegamos a la ultima de las historias.
continuara
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