Amor por mi padre
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por frannsalazaress.
Mi padre es oficial de policía, lleva esa profesional hace 10 años, pero recientemente tuvo que tomarse una licencia por problemas de salud.
En esa época yo rondaba los 15/16 años, como todo adolescente de esa edad tenia alguna que otra fantasía pero las mías eran distintas solía tenerlas con hombre, hombres adultos.
Era un viernes por la noche y estábamos cenando en familia; Mi madre, mi padre y mi hermano menor.
Algo inusual ya que mi padre siempre llega tarde del trabajo.
Al terminar de comer me tocaba limpiar los platos, algo que odiaba.
Mientras yo fregaba la vajilla mi madre acostaba a mi hermano pequeño y mi padre estaba acostado en el sofá viendo televisión
Desde pequeño soy algo metido, siempre andaba escuchado conversaciones ajenas.
Mis padres hablaban acerca de un viaje de fin de semana para ir a ver a mi abuela, pero mi padre le decía a mama que el no podría ir por que tenia una cita al doctor.
Deje de darle importancia al tema y finalmente me fui a acostar.
Eran al rededor de las 2:30 de la mañana y tenia muchas ganas de ir baño, me pare de la cama y fui a orinar.
Cuando estaba saliendo del baño note una luz en la sala así que pensé que se había quedado accidentalmente encendida y fui a apagara pero cuando llegue ahí vi la puerta de la oficina de papa entre abierta y con la luz encendida.
Me acerque y trate de ver por la pequeña abertura entre la puerta y el marco, alcance a distinguir a papa sentado en su silla sin camisa frente al ordenador.
Pude solo ver su cara y su velludo pecho, una mota de pelo negro con una que otra cana.
Esa escena marco el comienzo de una atracción hacia mi padre, jamas lo había visto con estos ojos.
A esas alturas ya tenia una gran erección entre mis piernas así que corrí a mi cuarto a pajearme pensando en el.
A la mañana siguiente mi madre me levanto diciéndome que iríamos a visitar a mi abuela, era un viaje largo así que debíamos salir en unas horas.
– Hola, ¿te ayudo en algo? -pregunto papa pasándome una remera.
– No, ya casi termino de guardar todo.
-conteste- ¿Donde habías ido?
– Estaba en el medico, me examinaron y me iban a recetar unas pastillas.
– Ahhh -exclame acompañado de un movimiento con mi cabeza
– Apúrate Nico, ya nos vamos -grito mama desde la sala.
– Dale, cerra todo que tu mama se va a volver loca.
– Si ya voy, ¿vos venís con nosotros? -pregunte
– No, me voy a quedar, hoy tengo que volver al medico para buscar las pastillas.
-contesto papa saliendo de mi cuarto.
Me puse a pensar en la situación, si no iba a ese viaje podría quedarme a solas con mi padre y tal vez podría espiarlo mientras esta en su oficina.
Muy convincente le dije a mi madre de que me sentía mal y que no podría ir con ellos.
Luego de que mi madre y mi hermano se fueron me acosté en la cama y fingí que me dolía la cabeza.
– ¿Nico te sentís mejor? pregunto papa entrando a mi cuarto.
– No, me duele la cabeza todavía.
-dije frotando mi frente.
– Bueno, tengo que salir ahora ¿vas a estar bien? -pregunto poniendo su mano en mi frente- ¿me queres acompañar y te compro algo para el dolor?
– Si, dale.
-conteste con un hilo de voz fingiendo dolor.
Papa y yo salimos a la clínica y compramos algo para el dolor de cabeza.
Luego fuimos hasta su doctor para que le diera su medicina.
– Son bastante fuertes, mareos y nauseas son muy comunes, una de esta y a la cama.
Te aseguro que con ellas vas a dormir muy bien.
-añadió el doctor luego de indicar la frecuencia con la que las debía tomar.
Luego de eso fuimos a tomar un helado y volvimos a casa.
Papa preparo pizza y nos pusimos a ver una película, papa me hablaba de lo mucho que extrañaba su trabajo, ya me estaba dando sueño así que le dije que me iba a ir a dormir.
– ¿Me traes agua? -pregunto sacando de su bolsillo la caja de pastillas.
Le lleve agua para que se tomara su pastilla y me fui al baño a cepillar los dientes y luego a la cama.
Me quede un rato de mas con el celular hablando con mis amigos y cuando finalmente decidí dormirme un ruido me molestaba; los ronquidos de papa, por lo general el nunca ronca y estaba vez lo estaba haciendo muy fuerte.
Tome la almohada y la puse sobre mi cabeza para silenciar sus ronquidos pero antes de que me durmiera se me ocurrió algo bastante loco.
Sali de mi cama y camine hasta la habitación de mi papa, abrí la puerta y ahí se encontraba dormido, esas pastillas si le hicieron efecto.
Lo llame por su nombre varias veces, incluso golpee su cara para verificar si estaba dormido.
Por mi mente pasaban muchas cosas y realmente estaba muy asustado, estaba sudando y temblando.
Con mis dedos suavemente quite las sabanas que lo cubrían, solo llevaba una camiseta de tirantes y sus slips.
Su cuerpo es normal, es algo robusto y fibroso pero no llega a ser gordito, algo que me llama la atención de su físico es los vellos que lo cubren, tanto sus pectorales como su estomago están llenos de pelo.
Levante se camiseta y me encontré con esos vellos que tanto me gustan, pase mi mano por su estomago, se sentía cálido, a continuación roce sus pectorales y senti sus bíceps.
La cara de papa enmarcada por una barba de 3 días expresaba felicidad, en todo momento lo miraba de reojo para ver si seguía dormido.
Realmente se me hacia agua la boca, saque mi lengua y lamí su pecho, me gusto tanto que seguí con sus pezones y trate de lamer su cuello pero me resulto algo difícil por su posición, tome su brazo derecho y lo levante exhibiendo sus axilas igual de velludas que el resto de su cuerpo, las olí y de inmediato me enamore de ese olor a masculinidad, no me prive de pasar mi lengua por ellas.
Con mi mano frotaba mi entrepierna, estaba choreando liquido pre seminal como nunca antes.
Finalmente me decidí a dar un paso mas, me arme de valor y levante sus slips, me asombre por la cantidad de vello púbico que tenia, su pene desaparecía entre sus vellos, le quite su ropa interior dejando caer sus bolas grandes y redondas.
Tenia mucho miedo de despertarlo así que suavemente tome su pene y lo lamí por primera vez, me excito tanto que mi pene se contrajo, un par de vellos púbicos se pegaron en mi lengua, los quite y volví a lamer su glande cubierto por su prepucio.
Su verga empezaba a cobrar consistencia, estaba maciza y un poco erecta, succione sus bolas mientras lo masturbaba.
Papa empezó a moverse un poco y me dio miedo así que volví a vestirle y lo tape.
Estaba muy caliente así que me masturbe viéndolo, nunca había eyaculado tanta cantidad de semen, mis manos goteaban ese liquido.
Con mi dedo indice roce los labios de papa llenándolos con mi semen, le di un beso y me fui a la cama
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