Con mi perra Liz en el campo
Esa noch no aguantamos más las ganas y tuvimos que irnos a un lugar solo a pegarnos.
Hola mi nombre es Kevin. Ya les había contado anteriormente que me cojo a mi perra Liz, siempre que está en celos, pueden ver el relato en el perfil. Nunca había estado con mi perra fuera del apartamento, hasta esto que m paso.
Yo sentía que mi hermosa Liz estaba a punto de entrar en calor, yo esperaba el momento con gran emoción ya llevaba varios meses sin montar a mi hembra y ya la quería sentir por dentro, yo nunca quise hacerlo a la fuerza sin que ella no quisiera, ni llegar a mal tratarla siempre me esperaba paciente hasta que mi hembra me daba su delicioso huequito caliente. Yo había notado que ella aproximadamente cada 4 a 5 meses entrena en celo. Yo contaba los días porque sabía que estaba cerca.
Cuando de repente ese día me llama mi hermana que estaba en la ciudad, que si podía quedar unos días conmigo, ya que tenía que hacer unas diligencias, y bueno como decirle que no, me dijo que estaría aproximadamente 8 días, yo deseando que Liz no entrará en celos hasta después que ella se fuera. Mi hermana llego en la noche, al día siguiente me fui a trabajar, al llegar en la noche Liz ya había entrado en celos y mi hermana ahí, no sabía qué hacer, ella me dijo Liz está caliente, le dije si eso veo, yo me metí al cuarto y Liz se fue atrás y me meneaba su colita, y se ponía de espaldas como diciéndome ven quiero macho, mi verga de una se me paro, cerré la puerta y me saque la verga Liz de una empezó a lamerla, pero claro no podía penetrarla, pues siempre que lo hacía Liz daba unos gemidos y mi hermana escucharía, decidí sacarla de la habitación para calmarme y pensar que hacer, ahí estaba mi hembra ganosa y su macho no se la podía coger me desesperaba, me asome a la ventana de mi habitación y la unidad residencial donde yo vivo, está cerca a una zona verde, y pensé y si espero mas tarde y sacó a pasear a Liz.
Así hice a eso de las diez de la noche le dije a mi hermana que iría a comprobar algo para el desayuno y que aprovecharía de sacar a Liz a pasear, ella me dijo la vas a sacar así, tendrás perros detrás, le dije pues por aquí no es que haya mucho perro callejero, y le dije que además le colocaba esto, un pantaloncito grueso que evitaba mucho que los perros la cogieran, salimos y ya cuando me aleje un poco de los edificios vi que había una entrada a la zona verde, así que mire hacia varios lados que no hubiese nadie y decidí entrar con Liz, empecé a caminar hasta que ya no se veía el camino, alumbre con mi celular y seguí un angosto caminito que se fue perdiendo con la hierba que crecía, llegue hasta un lugar donde había muchos arbustos y me entre hacia ellos vi que no se veía nada y entramos, ya la arrechera me consumía y a mí Liz también la cual se veía que pedía verga de su macho a gritos, ahí le quite el pantaloncito y ella empezó a mover su colita, mi verga estaba durísima fui con una pantaloneta para que me fuera más fácil, y sin bóxer, me la baje y Liz de una empezó a lamer toda mi verga y mis huevos, la cual estaba muy babosa y a ella le gustaba, yo de una me agache y empecé a lamer su delicioso chochito, ya no aguantábamos más las ganas de estar pegados, la cuca de mi Liz babeaba tanto pidiendo a grito la verga de un macho que le entrara, Liz se acomodó debajo de mí como diciéndome ya clávame por favor, yo como buen macho al ver que su hembra lo desea me acomode enseguida y empecé a buscar con la punta de mi verga su deliciosa entrada, al sentirla, vuelvo y digo que es distinto lo que sentía cuando nos lamíamos o le tocaba su cuca con mis manos a cuando nuestros sexos se unían una conexión única, algo que me recorre desde la punta de mi verga al sentir su humedad cálida y sube por mi médula espinal, y que se que Liz también sentía al sentir mi falo tan duro queriendo entrar en ella, ya que de una le entraba un desespero moviéndose hacia a tras para que le entrara toda, la acaricie y le dije ya amor ya te voy a montar y empuje mi verga y empezó a entrar hasta llegar a ese anillo rico, y yo empezaba a golpear mi glande ahí hasta que me daba paso y la penetraba más y podía sentir como su deliciosa chuchita, apretaba mi verga, como diciendo es mía y no la saques, y yo le decía mi verga es tuya mi reina, me tenias deseándote, y empecé a montarla bien rico, Liz chillaba suavecito señal que quería, sus contracciones empezaron a succionar mi verga, pidiendo semen, le decía ya mi amor dentro de un rato te lleno, mis bolas tenían una carga de leche de muchos días, las cuales las tenía duras y toda se la iba a depositar a mi hembra, le decía sigue succionando hembra mía que ya casi viene tu carga, hoy te preño le decía, y a los minutos se me vino toda la leche, chorros y más chorros la invadían, ellas los recibía con una emoción, sabía lo que estaba recibiendo. Así nos quedamos un rato pegados hasta que mi verga se bajó un poco y salió, viendo que le deje la leche bien adentro pues no se boto mucha, ella de una empezó a limpiar mi verga y mis huevos, me repose por unos 15 minutos y nos fuimos, sentía que olía a sexo, llegue a la portería corriendo con Liz para que pensaran que estábamos trotando y al llegar al apartamento mi hermana ya estaba dormida, deje a Liz afuera y me fui a bañar y dormir, pues sabía que si la metía al cuarto, la volvería a montar y mi hermana podía escuchar. Al día siguiente me levante y Liz me movía la cola, con esa chucha tan hinchada mi verga de una reaccionó, la lleve al cuarto y me la empezó a lamer me empecé a pajear hasta que me vine y desde mi mano ella se trago toda mi leche, pero ella seguía con las ganas, al fin ella quería era que la montará, m fui a trabajar, al regresar en la noche, volví a salir con Liz a Correr supuestamente nos fuimos al lugar y la volví a montar allí, sentir esa sensación cuando nos uníamos era lo mejor, al llegar mi hermana estaba despierta y me dijo que pensaba quedarse más, pero que mañana debía viajar temprano, que se iría a las 5 de la mañana, me gustaba la compañía de mi hermana, pero también tenía una hembra que atender, así que por ese lado me alegro. Me fui a bañarme y dormir, al día siguiente mi hermana se fue muy temprano como había dicho, al acompañarla al taxi, me regrese corriendo al apartamento, ahí estaba mi Liz con su vulva delliciosa súper hinchada, me quite mi pijama ahí en la sala qu dando desnudó totalmente y empezamos a lamernos, a las 5:15 de la mañana ya Liz estaba con mi verga adentro feliz, ahí teniéndola clavada le dije prepárate mi hembra que lo que vas a llevar es picha hoy, me conseguí una excusa médica por tres días, y esos días no las pasamos pegados, a cada rato. Es lo mejor.
A ustedes mis parceros que les guste esto, no sientas penas con ustedes mismos, puede decir lo que sea pero es una sensación única, más así cuando es tu perra solo tuya, ella tienes sus necesidades de macho y uno se las quita, ambos nos necesitamos ella quiere picha y nosotros chucha.
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