Con Miguel Angel comenzamos masturbándonos y terminamos culeando
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Anonimo.
Tengo 35 años, soy soltero, Miguel Angel 38 años, divorciado y con dos hijos varones, uno de 16 años y el otro de 14, los dos trabajamos en una empresa muy importante, yo soy encargado de ventas y el es el contador que tiene a su cargo toda la parte contable, (valga la redundancia), somos de Argentina y vivimos en la provincia de Buenos Aires.
Nos conocemos desde hace años por compartir las jornadas de trabajo, siempre un café y una animada plática los dos sentados solos, en el mismo bar y en la misma mesa, somos los clientes habituales que ya no piden nada, el dueño del bar nos trae lo que el ya sabe que consumimos, tenemos gustos muy afines, ninguno de los dos fuma ni toma alcohol.
Miguel Angel se separó de su mujer hace dos años, yo sabía que tuvo algunas relaciones después de su separación, salía a bailar los fines de semana y nunca le faltaron mujeres ya que el es un tipo al que le sobra pinta y sabe aprovechar todo eso muy bien, además una situación económica que le permite disfrutar y darse todos los gustos.
Cuando llegó el momento de salir ambos de vacaciones, estuvimos hablando de lo que cada uno tenía planeado para hacer, de repente Miguel me dijo.
_ ¿Porqué no nos tomamos estas vacaciones los dos juntos y nos vamos a la Patagonia? Mi sueño siempre postergado es el de ir a esquiar, subir a alguna montaña, navegar por lo lagos, contemplar los glaciares, darme un tiempo para gozar a pleno de la belleza de nuestra tierra y salir de la monotonía de nuestra ciudad, de la misma gente.
Con mis hijos no puedo hacerlo, ellos ya tienen su vida propia, sus salidas con amigos, ambos ya tienen sus noviecitas y salen a bailar todos los fines de semana, ¿Me acompañarías en este plan?.
Al principio dudé un poco y le dije que lo pensaría, nunca había salidos de vacaciones con otro hombre, no sabía como sería convivir con otro en la misma habitación, sabía que Miguel Angel es un tipo de muy buen carácter, muy correcto en todo, casi demasiado ordenado para todo, pensé que no tendríamos roces por opiniones diferentes y finalmente acepté su propuesta, fuimos a una agencia de viajes para contratar el tour, viajaríamos en avión hasta el destino, ninguno de los dos quería conducir por trayectos tan largos y llegar fatigados a destino, el plan era llegar y recorrer todo lo que mas se podía y disfrutar a pleno de todas los rincones del lugar elegido.
Preparé todas mis cosas y el día de la partida nos llevaron al aeropuerto, ya en el viaje Miguel se quedó dormido, yo no puedo hacerlo ya que la turbulencia que hay por momentos, me pone muy nervioso, llegamos a destino, fuimos en taxi hasta el hotel que estaba fuera de la ciudad, en un maravilloso lugar rodeado de montañas, era tiempo invernal y las montañas estaban nevadas, un lugar de ensueño, por las noches nos quedábamos en una sala inmensa cerca de un hogar donde ardían unos leños que daban una temperatura ideal, afuera, de a ratos, nevaba copiosamente.
Fue en ese lugar del hotel, donde comenzamos a hablar de nuestras intimidades, nunca lo habíamos hecho antes, hablamos sin omitir nada y como se dice aquí (a calzón quitado), como no podía ser de otro modo, comenzamos por reconocer que ambos nos habíamos pajeado mucho en la pre-adolescencia y que lo seguíamos haciendo cuando la ocasión lo ameritaba, de que forma lo hacíamos y lo mucho que ambos lo disfrutábamos, pero coincidimos en que los dos lo hacíamos en solitario, nunca en grupos ya que los hay.
Miguel Angel me contó que el tenía una forma de hacerse la paja que consistía en desnudarse y sentarse en cuclillas sobre sus talones, con ambos talones apoyados en sus nalgas, estando ya con la pija bien parada y con una generosa capa de vaselina, luego se tiraba hacia atras y apoyaba parte la espalda sobre el piso, luego abría sus piernas lo mas que podía, lo mas que sus piernas pudieran abrirse y elevaba sus caderas hasta donde podía y comenzaba a pajearse, disfrutando del sonido que hacía su verga cubierta de vaselina y que al llegar el momento de eyacular, ya no se apoyaba sobre los talones, directamente elevaba el cuerpo hacia arriba y abría lo que mas podia las piernas y entonces le llegaba un orgasmo tan largo y que su esperma salpicaba su cara.
Yo le confesé que no soy tan artista como el para pajearme, que a veces me despierto con la pija parada, me desnudo y me pajeo frente al espejo y lo salpico con esperma o muchas veces cuando me baño se me para bien la pija y me pajeo bajo el agua, también en Verano me gusta estar en el patio en la oscuridad en pelotas y así se me para y me pajeo bien.
También le conté que una noche pasó algo muy inesperado, mi vecino tiene una perra boxer que siempre se mete en mi casa, yo estaba en pelotas sentado con la pija dura y de repente llegó la perra, se acomodó entre mis pernas abiertas y comenzó a olerme la pija, yo caliente como estaba, se la arrimé al ocico y la perra comenzó a mamármela, lo hacía con una maestría que así descubrí, que su dueño no solo se la hacía mamar, también se la culeaba.
Le conté que esa noche, la perra me mamó la pija como nadie lo hizo hasta ahora, se la tragaba a toda y yo sentía que le llegaba hasta la garganta y así le volqué toda la leche adentro, pero como todo en la vida es oportunidad, en otra ocasión, entró la perra al patio y yo estaba en pelotas en la oscuridad y esta vez me la culie y a partir de ese día me la seguí culeando, asi suspendí la paja por un tiempo, pero ahora todavía lo hago cada vez el animal me viene a buscar.
Esta vez, Miguel Angel se rió de buena gana por mi confidencia y como ya era tarde nos fuimos a dormir, el antes de dormir, acostumbraba en ese lugar tan frio, a darse un baño bien caliente antes de acostarse, se desnudó y se fue al baño en calzoncillo, al regresar para acostarse estaba desnudo y se quedó parado como para mostrarse ante mi, yo me quedé pasmado por el tamaño de su pija, asi sin estar parada le llegaba casi a la mitad de su pierna, yo nunca vi una barreta de ese tamaño (de todas las que vi cuando nos bañábamos desnudos en los vestuarios del club, después de jugar al basquet).
Miguel Angel estaba ahí y yo no podía quitar mi vista de esa hermosa pija, aparte de eso el cuerpo de Miguel es casi perfecto, el es muy alto, muy bien formado, concurre al gimnasio, hace pesas, es un tipo de piel muy blanca y ese color contrasta con su abundante vello, en piernas, brazos, muy abundante su vello en su pecho, pero lo que mas sorprende es
la maraña de pendejos desde donde nace esa poderosa verga que tiene.
Miguel Angel seguía de pie como esperando una opinión de mi parte, entonces yo le dije.
¡Miguel Angel! ¡¡Si yo fuera mujer, me caso con vos!!
El se rió de buena gana y vino caminando hasta mi cama, se sentó en el borde y me dijo.
-Después de todo lo que hablamos, ¿Que tal si nos pajeamos los dos? Te confieso que estoy caliente y quiero que me veas hacer lo que te conté en la sala.
A lo que yo le dije,
-Será un placer para mi verte en acción Miguel, toda una fiesta para mis ojos, ¡Adelante pues!
Miguel Angel, ya tenía la pija bien parada, se sentó sobre sus talones, se tiro hacia atrás, elevó la pelvis todo lo que pudo, abrió las piernas hasta mas no poder y comenzó a pajearse suavemente, pasaron unos eternos segundos, después empezó a ritmo mas fuerte, cada tanto un ¡¡¡Aaaaassssss!! y un hondo suspiro de placer, luego entró en un ritmo frenético y ya sus quejidos de placer aumentaban, se apoyo ahora en sus pies, curvó su cuerpo hacia arriba quedando su poderosa verga en lo mas alto, solo se escuchaban sus poderosos quejidos de placer y de pronto un fuerte ¡¡¡Aaaaaaaa!!
y los chorros de semen saltaron hacia adelante de su cabeza, luego se desplomó, estuvo unos segundos en silencio y luego, se largó a reir, feliz como un chico.
Se levantó y se vino a mi cama, me abrazó y me dijo.
-Dejame quedarme aquí en tu cama, esta noche no quiero dormir solo.
Yo estaba en calzoncillo y Miguel Angel desnudo y abrazado a mi y se quedó dormido, asi quedamos con la luz prendida, pasaron mas o menos 40 minutos, yo no estaba dormido, Miguel se despertó, tenía su cabeza pegada a la mía, esa proximidad de su cuerpo desnudo pegado al mio, me producían una sensación de ternura, de desear que durmiéramos así pegados toda la noche, me dijo al oído.
_¿Que tal si nos pajeamos los dos? Nunca lo hice con otro, quiero hacerlo con vos, vamos.
dale.
quiero sentir ese placer con vos.
Me saque el calzoncillo y ante lo que se venía ya, se me había parado la pija, entonces le dije a Miguel.
-Me gustaría una paja cruzada, yo te pajeo a vos y vos me pajeas a mi, ante eso Miguel me dijo.
-Genial, amigo querido.
Dicho esto, cruzamos nuestros brazos, mi derecho sobre su panza.
sentí el placer de agarrar esa pija enorme y comenzar a acariciarla, la sentía caliente entre mi mano, comence a subir y bajar mi mano, ese pedazo de carne estaba como piedra, el hacía otro tanto conmigo, el placer era mutuo, lo prologamos todo lo que pudimos, me pidió que acelerara, que lo pajeara mas rápido, se quejaba suave y respiraba hondo, me dijo que mas fuerte y mas y mas y mas.
me dijo.
-¡¡¡Ya estoy por acabar!!!! .
dale.
mas,mas,mas.
¡¡Aaaaaaaa.
Aaaaaa.
!!!Aaaaaaaaaaaaassssssssss¡¡¡¡
Saltaron sus chorros de semen al aire y otro poco quedó en mi mano y se detuvo un poco en la paja que me estaba haciendo a mi, luego prosiguió y me hizo acabar a mi, luego nos quedamos dormidos profundamente.
Al amanecer, se sentía ya el canto de los pajaros, me desperté estando de espaldas hacia Miguel, tuve la maravillosa sorpresa de sentir que el me había puesto la pija parada en la puerta de mi culo, la tenía mojada y cada tanto presionaba para metérmela, luego jugaba con ella en el orificio de mi culo y empujaba y algo de la cabeza de esa maravillosa verga entraba, yo me hacía el dormido, el empujaba otro poco y ya la cabeza estaba entrando en mi culo, se quedo quieto unos segundos, me abrazó y empujo mas, ya tenía la cabeza adentro, esa verga latía, podía sentir sus espasmos, me abrazó mas fuerte y me preguntó, mientras me la hacía entrar mas.
-¿Estas dormido mi amor? .
Me estas sintiendo?
Yo le dije.
-No Miguel Angel.
yo estoy soñando mi amor.
estoy soñando.
no me despiertes.
sequí .
seguí.
Y Miguel Angel siguió.
siguió haciéndome entrar ese pedazo de pija parada, el dolor que sentía era fuerte, pero nada comparado con el placer de sentirla como entraba hasta que al fin, esa espesura de pendejos me acariciaban la puerta del culo, ya me lo había abierto y esa pija latía dentro de mi, me abrazo fuerte como para que no se saliera, se deslizó sobre mi y así comenzó el mete saca, suave muy suave al principio, me besaba la nuca, me mordía suavemente el cuello mientras me bombeaba, yo sentía como esa poderosa verga me llegaba hasta lo mas profundo, por momentos se detenía y me decía cosas al oído, palabras de amor brotadas de la calentura que el tenía mientras me follaba.
Fue una culeada genial la que me dió, aceleró las metidas y sacadas, me embestía con fuerza, se movía de todas las formas hasta que aceleró con todo el ritmo, me apretó con fuerzas, me la hizo entrar hasta el fondo y largo casi un grito y pude sentir como los chorros de su semen caliente me inundaban y eso me provocó a mi una acabada genial como no había sentido antes, eyacular sin tocarme para nada mientras un macho me culeaba fue para mi, el universo del placer.
Asi estamos hoy Miguel Angel y yo, comenzamos como conocidos apenas, en el trabajo, luego algún café y una charla en el bar, luego amigos confidentes y después el me convirtió en su puta, quien le da placer, lo hace gozar, lo mismo puedo decir yo, el me compró con esa hermosisima pija que tiene la que me da un placer que antes no conocía.
Eso somos ahora Miguel Angel y yo, dos personas que no demuestran nada en su vida cotidiana, pero cuando estamos en la cama, siento que el es el macho total, el que yo no sabía que existía, el macho que el destino me tenía reservado
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