Conocí la masturbación entre dos machos con mi primo
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Anonimo.
Mi hermano a los 15 años, era un hermoso adolescente, cabello castaño claro, ojos verdosos, ya tenía el cuerpo de un hombre, alto y con una formidable verga de 20 cm que se paraba en un toque, su cuerpo ya poblado de vello, yo a los 9 años lo envidiaba porque el ya era un hombre y yo un pendejito que ansiaba que mi pequeña verga también se adornara con una tupida selva de pendejos oscuros como tenía mi hermano, pero todo llega a su tiempo, yo también me desarrollé como el y a los 15 tenía los mismos atributos que el, a los 18 mi verga ya había alcanzado la envidiable medida de 22 cm, es esta la mejor herencia que recibimos de mi padre a quien conocíamos por bañarnos juntos, el viejo tenía una matraca como no he visto otra, nunca se la vi parada totalmente, pero en verano cuando se enjabonaba en el baño y se lavaba con movimientos de masturbación la solía tener semi parada, yo lo miraba y el me decía riendo -¿Que miras pendejo de mierda, acaso te gusta esta?, No sea que me salgas puto carajo.jajajaja.
Como decía al principio, cuando yo tenía 9 años comencé a pajearme con mi hermano de 15, eran unas sesiones de paja fabulosas, los dos en pelotas, yo envidiaba todo lo que era el al momento de pajearse, el tamaño de su pija parada y esos chorros de leche que le saltaban hasta la cara y yo nada, solo sentía ese maravilloso cosquilleo en todo el cuerpo cuando acababa, pero no me salía nada y eso me acomplejaba, pero a los 13 todo ya había cambiado todo, había crecido bastante, tenía una buena pija coronada por una abundante mata de pendejos y me saltaban los chorros de leche cuando me la hacía, mi hermano tenía 19 años y cuando nos pajeábamos competíamos en quién duraba mas sin eyacular jajajaja, a veces estábamos como 10 minutos hasta que uno de los dos decía -¡¡Haaaaaaaaa!! ¡¡¡Haaaaaaa!! ¡¡Ayyyyyy….Ayyyyy!! y los chorros de leche saltaban, esa fue una época maravillosa entre los dos, en adelante ya no nos pajeamos mas juntos, pero siempre hablamos del tema, el se casó pero me dice que nunca abandonó del todo, la maravillosa costumbre de hacerse una buena paja de vez en cuando.
Asi llegué a los 15 años, tenía un primo a quien yo quería entrañablemente y el me quería a mi, un día fuimos a pescar a un arroyo no muy lejos del pueblo, era un hermoso día de verano, no había pique, los peces se había ido y mi primo me dijo -¿Que tal si nos bañamos? por supuesto nos bañamos los dos en pelotas y entonces comprobé porque a mi primo le decían El Burro, la pija flácida le llegaba a la mitad de la pierna, ante mi sorpresa me dijo, -¿Sabes como se logra un tamaño asi, le dije no se y el me dijo -Una buena sesión de masaje diario y la buena costumbre de hacerme la paja, yo le dije -Te felicito Marco, pero supongo que por tu tamaño tendrás que culiar con una yegua jajajajaja y el me dijo que cuando trabajaba en el campo se culiaba una yegua y que cuando se la mandaba hasta los cojones la yegua reculaba para atras para ensartarse mas en su pija y los dos nos cagamos de risa un buen rato.
Nos metimos al agua los dos y estuvimos disfrutando del día de calor y del agua fresca del arroyo, salimos y nos tiramos en el pasto como estábamos los dos en pelotas a tomar sol, el encendió un cigarrillo y después de un rato de silencio me preguntó -Pepe, ¿Vos te pajeas? y yo le dije -Por supuesto, no hay nada mejor que hacerse una buena paja, el me preguntó ¿Alguna vez le hiciste la paja a otro macho? -No jajajajaja siempre me la hice yo, nunca tuve una mano amiga jajajaja ¡Que bueno que hubiera sido jajajaja! entonces el me dijo ¿Que tal si compartimos una? y yo le dije -Marco, para la tuya hacen falta dos manos jajajaja, y el me dijo -Pepe, con una mano tuya, me alcanza y me sobra, a todo esto ya vi que su fabulosa pija se estaba parando muy bien, me agarró una mano y se la llevó a su pija y me dijo -Hacémela que estoy ansioso de gozar una buena paja con vos, yo le agarré la pija y sentí por primera vez el contacto de una pija en mi mano, esa pija ya estaba bien parada, sentí una sensación única por tener semejante pija dura en mi mano, yo me había excitado mucho y también la tenía bien parada y la mano de mi primo me la acariciaba, me la pasaba también por los huevos y con un dedo me acariciaba la puerta del culo, comencé a pajearlo muy suave al principio y fui aumentando la velocidad, mi primo se quejaba de placer, yo estaba acostado al lado suyo con mi mano derecha lo pajeaba y el con su derecha me pajeaba a mi
De repente se dio vuelta un poco hacia mi y me besó en la boca, sentí la maravillosa sensación de su lengua jugando con la mia, su bigote que me producía una sensación unica al besarme, sus profundos suspiros cada vez mas fuertes y de repente comenzó a quejarse mas y mas y un ¡¡Haaaaaa¡¡ ¡¡Haaaaaaaa!! que fue casi un grito en esa soledad en la que estábamos los dos y esa fabulosa pija comenzó a botar poderosos chorros de leche que le salpicaron hasta la cara y quedó todavía quejándose lentamente hasta que se calmó totalmente, solo entonces me preguntó -Pepe, ¿Acabaste? y yo -No, todavía no, entonces el volvió a besarme mientras me pajeaba y asi tuve la acabada mas larga, mas especial, mas gozada por mi, sentir que me besaba mi primo querido y me hacía la paja fué la gloria y a partir de ese día lo repetimos infinidad de veces, lo hice con otros, lo hice con un cura en un campamento, era el párroco del pueblo, un tio muy grandote, corpulento, rubio de ojos celestes y también tenía una fabulosa pija y con el probé otra cosa maravillosa esa noche, estábamos desnudos los dos, me besó apasionadamente, me puso con las piernas sobre sus hombros y suavemente me hizo entrar la pija en el culo y me echó un polvazo que me dejo sitiéndome el mas feliz de los mortales, cuando me metió la pija hasta los pelos me hizo eyacular de placer, a partir de esa noche supe que me gustaba la pija de un macho mas que el pan de cada día, también me di cuenta que esto había comenzado a sentirlo sin darme cuenta, cuando le miraba la pija semiparada a mi papa cuando nos bañábamos juntos.
Para terminar les cuento que con la experiencia vivida con el cura, busque a mi querido a mi amado primo y lo invité para ir a pescar y le prometí hacerle una flor de paja hallá en la soledad del arroyo donde lo había pajeado por primera vez y el muy feliz me abrazó, me beso y me dijo -Pepe querido, soy todo tuyo, te amo primo, y asi nos fuimos al arroyo y lo llevé bien lejos entre unos altos matorrales, nos desnudamos, lo abrace colgándome de su cuello y le dije -Marco, te amo, sos mi primo pero te amo, te quiero como mi macho, el muy sorprendido porque pensó que solo lo iba a pajear, el ya tenía la pija bien dura, yo me arrodille delante de el y le di flor de mamada, me acosté en el pasto y abrí las piernas y le dije -Meteme esa hermosa pija parada que tenes, el no lo dudo un instante, se ensalivó bien ese pedazote de verga, me la hizo jugar largamente en la puerta del culo y me la fué haciendo deslizar suavemente hasta que la tuve a toda adentro, nunca crei que yo podría tener semejante trozo de verga en mi culo, pero ya el cura que me culio primero me había dilatado bien el orto y mi primo adorado no tuvo mucho trabajo para metérmela a toda hasta los huevos y esa tarde en medio de esa soledad me culio dos veces, después seguimos haciéndolo y asi fue como me transforme en puto, actualmente tengo la certeza de que el hecho de haber mirado muchas veces la fabulosa pija de mi padre casi parada en el baño, fue el detonante de mi actual condición de puto.
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