El inicio con mi hermano
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Anonimo.
Hola, podría decir que mi hermano abrió las puertas de mi sexualidad a través del cerrojo de la puerta de su habitación.
cuando sucedió lo que les cuento, el tenia 15 años y yo 7, a pesar de la diferencia de edad nos llevábamos muy bien, jugábamos a la lucha, me llevaba a pasear en bicicleta y también me enseñaba a patear la pelota.
Mi cuarto era contiguo al suyo, yo dormia con mi hermana mayor, que casi nunca estaba porque salía con el novio y el dormia solo y tenia televisor en su cuarto.
Ademas en una pieza en el fondo de la casa vivía un primo de 17 años de Cordoba, que lo habían mandado a trabajar a Buenos Aires para ayudar a la familia.
Mis padres eran buenos pero bastante estrictos con los horarios, teníamos que acostarnos no mas alla de las 22 hs, ya que madrugaban por su trabajo, pero mi hermano tenia el privilegio de la tv en su cuarto y aveces se quedaba hasta muy tarde mirando películas solo o con nuestro primo, esa situación me enojaba y a la vez me intrigaba.
Fue una noche de febrero del 66, que mi curiosidad pudo mas que el sueño, espere hasta bien tarde, había dejado previamente la puerta del cuarto entornada, me levante y con sigilo camine hasta la puerta del cuarto y conteniendo la respiración me agache y acerque mi ojo al ojo de la cerradura, un temblor recorrio mi cuerpo, la respiración contenida se transformaba en ahogo sentí calor y un cosquilleo que explotaba en mi panza, no podía creer lo que estaba viendo, mi hermano desnudo jugando con el pito, lo sacudia cadenciosamente con las manos, en cada subida y bajada aparecia y desaparecia la cabeza de ese enorme a abanado pedazo de carne, instintivamente trate de imitarlo, meti la mano derecha dentro de mi calzoncillo y comencé a sacudir mi pequeño miembro que ya estaba erecto, estuve un rato imitandolo hasta que me invadio un cosquilleo en el bajo vientre, una sensación de placer y dolor parecía que mi pene iba a explotar, mi mano se aquieto y sentí alivio pero seguía mirando a mi hermano que sacudia con mas ritmo hasta que tapo la cabeza de su miembro con un pañuelo arqueo el cuerpo y gimio, su mano se desplomo sobre la cama, su hermoso pedazo de carne latia bajo la tela mojada, pude ver su rostro de felicidad.
Y mientras lo miraba como se limpiaba esa vara de carne, seguía descubriendo sensaciones en mi cuerpo acariciando mi pene que seguía duro y caliente, mi mente volaba y mis manos seguían jugando, hasta que tuve que salir de apuro porque mi hermano se estaba levantando para ir al baño, volvi a mi cama y mi mente repetia como una película ese momento, segui tocándome hasta quedar exhausto y me dormi pensando en que llegara la noche para compartir ese jueguito que mi hermano jugaba casi todas las noches.
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