El niño del callejón
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por sebasstian28.
Es éstas vacaciones de Verano 2015 la ciudad se queda un poco vacía y el gobierno comienza a restaurar las calles y casonas del centro histórico. Como todas las tardes salí a pasear en bicicleta después del trabajo y vi que la calle de abajo estaba cerrada por esas restauraciones. Entonces Javier (un niño de 13 años, moreno y de cabello negro risado, ojos oscuros, muy flaquito y de aproximadamente 1.40 metros, casi siempre con mirada de enojado) se acercó para decirme sobre esos trabajos y que la gente usaba el callejón de 2 calles más abajo para salir rumbo al parque. Me pareció muy amable y le agradecí no sin antes presentarme y preguntarle su nombre (pues ese día apenas lo conocía). Y tal como dijo la gente usaba ese callejón para evitar usar la avenida y llegar de una manera corta al parque. El callejón estaba lleno de niños que juegan futbol y niñas con sus muñecas gritando, pero cuando pasa una persona ellos paran el balón en lo que pasa, hay 2 casas abandonadas en la que los niños brincan, entran y salen. Era común ver el callejón lleno de niños ya que estaban de vacaciones sin embargo hubo temporada de lluvias en casi todo México y en la ciudad en que vivo nos tocó mucha lluvia.
Cada que pasaba por el callejón observaba a Javier, siempre sentado en los escalones de una de las casas abandonadas mientras que los demás niños (todos mucho menores que él) se la pasaban corriendo y jugando decidí voltear a verlo y sonreírle pero al distraerme una niña salió al fondo del callejón y por no atropellarla terminé chocando en la pared de una casa, todos rieron al verme y él se acercó a mí diciendo que la niña había tenido la culpa y yo le dije que realmente la culpa era mía por atravesar el callejón montado en bici cuando debí hacerlo caminando.
Debido a la fuerte lluvia, me regrese del parque. Cuando iba por el callejón y quedaba una leve brisa vi que Javier estaba con 3 niños más muy atentos al teléfono celular y al acercarme escuché esos gemidos que tanto salen en las pelis pornos. Estaban tan emocionados de ver ese video que ni se percataron que yo estaba muy cerca de ellos “adiós Javier, estás muy entretenido esta tarde” le dije al pasar por el callejón medio vacío, la lluvia hacía que la mayoría de los niños permanecieran en casa, todos menos los vagos que aprovechan para hacer otras cosas mientras creen que están solos. Javier trató de esconder el video y los otros niños fingían no pasaba nada.
Al día siguiente andaba muy caliente después de salir de trabajar que decidí caminar un poco e ir a los baños públicos a hacer un poco de cruising, me encontré unas revistas pornos y comencé a masturbarme, desafortunadamente no entró gente pero decidí llevarme la revista. Al pasar por el callejón vi que estaba solo y aproveche para dejar la revista junto a las piedras que usan los niños como portería de futbol con la intención de que la encontraran y observar que hacían. Subí a la azotea de mi casa y desde ahí se alcanza a ver gran parte del callejón. Nada pasaba más que el tiempo pero recordé una buena regla de los fotógrafos la cual consiste en ser muy paciente y esperar el tiempo que sea necesario para capturar una imagen y ahí estaba yo en lo alto de las casas desde mi azotea esperando hasta que por fin llegó el momento. Llegó un niño y al mover las piedras encontró la revista, la hojeó y algunas páginas volvía a ver, luego la escondió bajo su ropa y poco después apareció Javier con los otros dos niños. Se fijaron que no hubiera gente y se pusieron a ver la revista, luego se fueron a unas escaleras y ya ahí era imposible observar lo que hacían pero supuse que veían la revista porno. Unos minutos después se movieron de las escaleras y ya podía verlos, reían con nervios y cada que podían veían una hoja, Javier no dejaba de frotarse y se le notaba su erección en el short, cada que podía se turnaban para darle unos arrimones a el nene más pequeño, cuando veían que alguien se aproximaba al callejón se hacían disimulados y Javier se agachaba como atándose las agujetas para así poder ocultar su erección, luego se iba la persona y ellos se reunían a ver más y frotarse, yo de inmediato tuve una erección y con toda tranquilidad me saqué la verga, estando en la azotea de mi casa de dos pisos es poco probable que me vean los vecinos masturbándome. Me imaginaba lo rico que sentían al frotarse y recordé, al ver a Javier, cuando yo tenía esa edad y descubría el placer de masturbarme y tener sexo, esas ganas de experimentarlo todo. Después de unos minutos aventé muchos chorros de semen y me fui a descansar.
Por la noche salí a pasear los perros y Javier aún estaba en el callejón aprovechando sus vacaciones, cuando me vio pasar se acercó a mí para justificarse y decirme que no era una porno lo que veían, yo me reí y le dije que si quería caminar un rato y ayudarme a pasear los perros, dijo que iba a pedir permiso a sus papás. Ellos salieron, desconfiados, como todos padres. Me presenté ante ellos y los saludé, son unas personas humildes y dijeron haberme visto pasar algunas veces con los perros o en bici y su papá recordó que yo le había comprado frutas en el mercado, yo no sabía que el papá de Javier era el señor de donde compro las frutas. Así que lo dejaron acompañarme y me dijeron que si había alguna cosa en la que pudiera trabajar su hijo mientras estaba de vacaciones que porque no hacía nada más que jugar y le caería bien un poco de dinero para comprar sus cuadernos de regreso a clases. Les dije que un niño no debe de trabajar sino de disfrutar su juventud y que si sabía de algo les avisaría.
Llegando al parque había varías personas corriendo en una de las canchas de basketball, no usaban los senderos debido al lodo que dejo las lluvias. Pasó una conocida que se llama Elizabeth y me saludó, se detuvo un poco para decirme que ya tenía tiempo sin verme y le dije que era debido al trabajo pero que la siguiente semana me darían una semana libre y que la invitaría a cenar. Después de que se fue Javier me preguntó sobre ella, le dije que no era mi novia nomas mi amiga y me preguntó mi edad, le dije que tenía 33 años y le pregunté si a él ella le parecía bonita a lo cual me respondío “con toda confianza Don Sebas pero aparte de bonita está bien buenota, que culo tiene y esas chichis como le brincan al caorrer”. Yo pensé que Javier no se fijaba en eso pero era imposible ya que mi amiga usa esos pantalones deportivos tan pegados y una blusa de tirantes que hace que todo su cuerpo se le marque. “Y tú ¿no tienes novia?” le pregunté a Javier y rápidamente me dijo que sí, que tenía no una sino 3. Yo sonreí un poco al notar que me mentía y Javier se dio cuenta por lo que sinceramente me dijo la verdad y aclarando que le gustaría tener una y coger mucho con ella. Me sorprendí un poco y sin dudarlo le pregunté “¿te gustaron las mujeres de la revista que te dejé junto a las piedras?”, él se puso nervioso y no supo como responder; yo le dije que sabía que veía pornos en su cel y que era de lo más normal a su edad que incluso yo, a pesar de ser un adulto, seguía viéndolas en mi casa todas las noches y que me gustaba masturbarme y que no se sintiera avergonzado de eso. Cuando me di cuenta tenía una erección en mi short y le dije que si no le importaba llenarse de lodo camináramos por los senderos aprovechando que los corredores no andaban ahí y poder soltar los perros y él aceptó. Cuando nos metimos un poco más entre los árboles y seguro que ya no había gente observándonos me detuve y le dije que tenía ganas de orinar y de lo más natural me baje el short a media pierna (no llevaba bóxer intencionalmente porque me gusta como se me marca la verga así) y dejé salir mi verga de 19 cm peluda y con una erección a full. Javier quedó muy sorprendido al verme la verga y le dije “creo que no podré orinar si te me quedas viendo” y él de inmediato se giró a otro lado “¿o te gustaría poder verla bien?” le pregunté y él, tímidamente, volteó hacia mí, yo escupí un poco sobre mi verga y empecé a masturbarme lentamente.
Le dije que no podía hacer pipí con la verga tan dura y que camináramos para alcanzar los perros, metí mi verga debajo del short pero aún se notaba mucho la erección y Javier me preguntó que por qué la traía tan dura y le dije “viendo a Elizabeth es imposible que no se ponga así” aunque en realidad lo que me la había puesto dura era tener a Javier tan cerca y el hecho de masturbarme y que él me observara y si se podía verlo masturbar a él también. Al voltear a verlo vi su erección
-Se te puso dura ¿verdad?- le pregunté a Javier y el trataba de taparse con sus manos
-Que no te de pena Javier, esto es una reacción del cuerpo no hay porque avergonzarnos, además nadie nos puede ver aquí. ¿No te gusta jalártela?- le pregunté dándole confianza-
-‘pos sí me gusta, me gusta mucho jalármela pero en la casa no puedo, en mi cuarto duermen mis dos hermanitos y si me voy al baño mi ama siempre va a preguntarme que por qué tardo tanto y como no tiene puerta el baño mas que una cortina ‘pos así no se puede- me dijo Javier un poco molesto.
-¿Has caminado con la verga de fuera en algún lugar?- le dije mientras me sacaba la verga y los huevos del short y caminaba llamándole a los perros para que no se alejaran más y se acercaran
-Se siente muy bien Javier, tener esa libertad, la gente se espanta si nos ven desnudos pero ¿No andan ellos desnudos en sus casas? ¿No ven porno en alguna hora de su vida? ¿No se frotan cuando están solos? ¿No cogen con quien sea cuando tienen la oportunidad? Y qué decir de la imaginación si eso hacen cuando están solos y no los ven qué no harán en sus mentes que ahí si es imposible verlos-
-¿Usted anda encuerado en su casa? ¿Su esposa no se enoja? ¿Coge mucho con tu esposa?- me preguntaba Javier mientras caminábamos sin dejar de verme la verga dura que tenía.
-Me hiciste muchas preguntas ¡pareces policía!- me acerqué a él dejando muy poco espacio entre los dos, la tensión sexual que sentía era inmensa pero no quería aventurarme más, creo que ya me estaba arriesgando mucho aunque el parecía estar cómodo.
-Nunca he andado con la verga de fuera…bueno…a veces, cuando se queda solo, me la saco en el callejón o al medio día me apuro a comer y como ya sé que no hay casi nadie me meto a la casa abandonada y me la jalo ahí o veo un video, tengo poquitos porque mi celular no tiene internet y en la casa tampoco tenemos pero en la escuela me los pasa Manuel, él tiene muchos y computadora con internet- me dijo Javier ya con toda confianza y se bajó su short y trusa para sacar su verga, una verga oscura y muy peluda, sus vellos eran muy risados y la tenía muy lubricada, él ya se sentía muy cómodo, confiado y seguro a mi lado. Agarré mi teléfono celular y le prendí el flash, luego apunté hacia su verga.
-Wow Javier, la tienes peludita. Yo realmente a tu edad no tenía pelos pero si la tenía grande y bien lechosa, me gustaba mucho masturbarme. La tuya está cafesita y cabezona, aunque un poco flaca ¿si se te pela la cabezita?- le pregunte a Javier mientras se la observaba bien y él me dijo –sí se me pela, vea, oiga ¿No me va a decir lo que le pregunté? ¿La tiene peluda?- aparte la luz sobre su verga y la puse sobre la mía(ya estaba oscuro), volví a escupir y me masturbaba lentamente –Yo no tengo esposa, sé que los hombres de mi edad ya están casados y con hijos- y me interrumpió -¿Cuántos años tiene?-
-Ya te dije que 33- le dije –pero no pienso casarme por ahora, me gusta estar solo, tal vez algún día tenga un hijo o me junte con una mujer que tenga hijos o… tal vez nunca haga eso y siempre viviré recogiendo perros callejeros que han abandonado-
– ¿Entonces vive solo?- me preguntó Javier- en la calle también hay niños que los abandonan ¿va a recoger alguno?-
Yo reí un poco al oír eso, sin dejar de masturbarme, y apagué la luz de mi teléfono –Los niños no son como los perritos, un perrito callejero puedo recogerlo y llevarlo a casa, nadie se molestará, los baño, los llevo al veterinario y ahí les ponen vacunas o los curan si están enfermos de algo y les cortan el pelo y las uñas, pero es difícil porque no agarran confianza tan pronto y aparte se sienten un poco inseguros al estar con los otros perritos. Pero una vez que pasa todo eso te dan mucho amor y se adaptan, aprenden a olerte, a convivir con los demás perritos aunque siempre serán celosos, aprenden a hacer del baño en una sóla área… un niño no va a confiar tanto en un adulto, si vive en la calle es porque lo abandonaron o porque tuvo que huir de su casa y lo más probable es que se sienta bien en la calle junto con sus amigos que ya son su familia o no sé, la verdad no sé qué sientan ni qué es lo que quieran, quieren comida eso es seguro y dinero, tal vez algún regalo pero quizá no quieran obedecer las reglas de una casa y cosas así, además se deben hacer trámites para legalmente poderlo tener en casa, yo creo que es complicado…- le fui diciendo en lo que llegaron los perros y ya me había metido la verga al short aunque seguía dura.
Quizá Javier se sintió incómodo al ver que mi verga la había guardado y guardó la de él, se quedó pensativo y yo le puse la cadena a 2 perritos, el otro era muy obediente así que no necesitaba cadena, llegamos a un estanque que está en el parque y los até en la banca, el otro se puso al lado de ellos y se quedaron tranquilos.
-¿Dije algo que le molestó Don Sebas?- me preguntó Javier.
-No, nada de eso…aunque… a decir verdad cuando me hablas de Usted y no de tú sí me molesta ¿Vamos a ser amigos?- el asintió con la cabeza- Entonces si vamos a ser amigos lo mejor es que me hables de tú, tal como les hablas a tus amigos. Todos insisten en hablarle de usted a los mayores pero si me hablas de tú nos sentiremos en confianza- le fui diciendo.
Él tenía tantas preguntas por hacerme y era tan poco el tiempo que nos quedaba porque ya debíamos regresar, el parque estaba muy oscuro y solitario, aún así se podía ver el bulto entre mi short el cual Javier no dejaba de mirar, yo cada que podía me lo movía para que el volteara a ver y funcionada, Javier no apartaba la vista cada que lo hacía, se notaba desesperado, en sus ojos se veían las ganas y el deseo de que yo tuviera mi vergota de fuera.
-Don Sebas- me dijo Javier con cierta duda y le respondí “no me digas Don Sebas, solo dime Sebastian o Sebas”
-¿Entonces vives solo?- me preguntó y le dije que –sí, bueno no tan solo…siempre que llego a casa están mis perros. Ellos pueden olerme desde que voy bajando del auto y apenas abro la puerta y están brincando y moviendo la colita. Tengo quien me reciba en casa, un humano no pero mis mascotas sí-
-¿Y andas encuerado en tu casa?- me preguntaba Javier muy inquieto.
– Sí, puedo andar libremente en casa, desnudo y nadie me ve, subo a la azotea desnudo y tampoco me ven, me gusta estar desnudo en la azotea para poder broncearme un poco- le dije y el comenzó a reír fuertemente –pero si estás bien güero Sebas ¿por qué los pelos de tu cuerpo están güeros si tienes el cabello negro?- me preguntaba Javier confundido y yo le dije –Porque el cabello me lo pinto de negro, nunca me ha gustado ser güero, la barba y ceja es fácil de pintar pero las pestañas no se pueden pintar, me quedaría ciego si lo intentara y bueno los “pelos” del cuerpo tampoco. Pero a mí me gusta verme frente al espejo con el cabello negro, me siento más normal, la mayoría tienen el cabello negro y así me veo igual a casi todos-
Lo tome del hombro y lo hice que se sentara a mi lado en la banca, yo estaba del lado de los perros y él en el otro, saque mi teléfono y en safari abrí una página porno y le subí un poco el volumen, no creía que hubiera gente por ahí. Los perritos se acercaban y él también
-Wow tienes porno en tu celular- me decía Javier emocionado y le dije –no tengo pornospero si internet en el teléfono. No ocupo pasarle videos, así está mejor por si revisan mi celular nadie los verá. Entonces si me siento caliente pongo un video en internet y me la jalo- y me saqué la verga y los huevos, dejé el resorte justo debajo de mis huevos así siento más rico cuando me masturbo, una perrita que es un poco traviesa al ver que tenía la verga de fuera se acercó y me dio un par de lamidas en la punta de mi verga que ya estaba muy lubricada, ganas no me faltaban de que me lamiera los huevos, me puse de pie y me paré a la orilla del estanque no sin antes gritarle al perrito sin cadena que se quedara sentado y le dije a Javier que viniera, le pedí que se pusiera el short como yo y lo hizo sin dudarlo, le di el teléfono advirtiéndole que no lo fuera a dejar caer en el estanque y había puesto un video de Piper Perri con Jmac que me calienta demasiado y Javier no paraba de asombro al ver esa verga enorme de Jmac clavándose duro en la pequeña puchita de Piper. Me preguntó si ella era una niña y le dije que sí pero que le gustaba coger, me imagino que me creyó todo sin saber quién era esa actriz, él tenía tan lubricada su verga que no necesitaba escupirle, yo en cambio la tenía un poco seca, si lubrico peor no mucho y ahí estábamos los dos masturbándonos, cada uno sin tocarnos pero con unas miradas que no podían esconder nuestros deseos. Yo me frotaba los pezones con una mano y con la izquierda me masturbaba, Javier me imitaba porque cuando bajaba mi mano derecha para acariciarme el escroto él de inmediato lo hacía, igual se escupía sobre su verga cuando me veía hacerlo y de pronto, cerrando los ojos, dejó salir chorros y chorros de semen que fueron a parar al estanque y fue tanta su excitación que dejo caer mi teléfono, por fortuna no cayó al agua pero si sobre una pequeñita roca la cual estrelló una pequeña parte de la pantalla. Yo ni siquiera lo había notado hasta que él me interrumpió muy angustiado, casi llorando.
-Sebas se me quebró tu teléfono- me decía con una gran tristeza creyendo que se lo iba a cobrar, vi sus ojos húmedos con las lágrimas a punto de brotar y lo abracé junto a mí para consolarlo, que más quisiera poder aprovechar esa situación para sobornarlo y decirle que me pagara el teléfono con varias sesiones de sexo:oral y anal. Hacerlo que se entregara a mí a cambio de no cobrárselo pero no sería justo incluso hasta podría provocar que ya no lo viera seguido. Pero aproveché para acercarle mi verga bien dura, lo abracé fuerte y le sobé su espalda, le dije que no pasaba nada que esos teléfonos eran muy frágiles de la pantalla y que además necesitaba cambiarlo por un iPhone resiente, que yo no le diría nada a sus padres si el no mencionaba el accidente y así nadie sabría que se le quebró mi celular.
Pero de favor le pedí que me dejara terminar de jalármela, él se fue a sentar en la banca junto a los perros y yo me masturbaba recordando ese pequeño momento en que mi verga rosó un poco su brazo. Hasta que por fin solté un par de gemidos muy fuertes y mis chorros de semen que también llegaron al estanque, estaba muy agitado y sudado, vi como me salía demasiada leche. Así me sale cuando algo realmente me excita. Tenía muchos motivos para estar muy excitado. 1 Mi verga había rozado la piel de Javier. 2 Caminar libremente con la verga de fuera en un lugar público. 3 el video de Piper esa nena me prende mucho. 4 Masturbarme mientras me observan y 5. Javier, Javier, Javier. Justo cuando terminé de vacearme lo llamé, se acercó aún angustiado y le dije que se enjuagara la verga con un poco de agua del estanque, que si no la lavábamos olería feo, lo hizo sin dudarlo pero seguía angustiado por lo del celular. Tomé a un perro y él al otro y mientras caminábamos lo consolé.
– No te preocupes Javie- le dije ya con más confianza- mañana voy a la compañía del cel a que me den otro, será muy poco lo que me cobren por el cambio de equipo pero ¿Sabes que será lo mejor? Si me permiten quedarme con éste celular lo mandaré a reparar de la pantalla y será tuyo. El gerente de ahí es buen amigo y lo más probable es que me eche la mano con eso para podérmelo quedar. En verdad no te preocupes, yo sé que fue un accidente y ya te dije mientras tú no lo menciones nadie lo sabrá. – Javier se tranquilizó un poco y prometió no decir nada sobre el teléfono, no le dije que no dijera nada sobre que nos masturbamos o que yo le mostré porno en mi teléfono, confiaba en que él no mencionaría nada de eso puesto que era algo que a él le gusta hacer y en ningún momento lo vi incomodo cuando me saque la verga sino todo lo contrario lo veía muy contento y con deseos de tocarla, pero no podía intentar meter home run. Lo principal era haber llegado a primera base y poco a poco avanzar. Sabía muy bien que Javier no diría nada y que sería nuestro secreto. Confiaba en él y él en mí pese a conocernos un poco. Aunque ya nos habíamos visto mucho.
-Oye Sebas el teléfono funciona bien ¿verda? Y aparte es solo de la esquina no se ve tan quebrada la pantalla, si te lo dejan no le mandes cambiar la pantalla así me lo das ¿Si me lo darás verda?- me preguntaba Javi ya no preocupado por el accidente sino porque se lo diera y yo le dije que sí se lo daría, luego se quedó callado y me preguntó
-¿Pero cómo le diré a mis papás que me regalaste el cel? Se les hará sospechoso o lo peor van a creer que te lo robé ¡ya sé! Les diré que me lo encontré tirado. Bueno pero… creo que tampoco eso funcionaría mi papá siempre dice que lo que nos encontremos tirado lo debemos devolver- Me decía Javi muy triste mientras parecía que se le iban sus ilusiones – y ¿si les dices que te ayude a pasear a los perros y que me pagas con el teléfono? Así te ayudaría a pasearlos todas las noches y si venimos al parque sirve que vemos más pornos-
-Javi ese teléfono es un poco caro, tus papás van a decirme que que mal que te pague con un celular cuando ellos quieren que con el dinero compres tus cuadernos- le dije
-Entonces ¿No me lo vas a regalar?- me preguntó al interrumpirme –Sí te lo voy a regalar pero no hoy. Mira tengo que llevarlo a la compañía, ahí me dirán si el seguro cubre el accidente o no, cuánto tengo que pagar y cosas así, va a tardar un poco pero qué te parece si le digo a tus papás que no puedo encontrarte un trabajo pero que a mí puedes ayudarme a pasear a los perros ¿te parece?-
-¿Y el celular? ¿No me lo vas a regalar? Yo quería ver pornos y que tuviera internet.-
-¿Te gusta ver pornos Javie? ¿Mucho? ¿Masturbarte?-
-Ya sabes que sí Sebas hasta me cachaste viéndolas en el callejón-
-Mira si no me puedo quedar con el teléfono buscaremos otro para tí ¿te parece? Hay unos de pre-pago ahí podrás ver pornos en inernet pero lo más recomendable es que los veas en zona wifi ¿tus papás saben de internet? –
-No, ellos ya están muy grandes y no saben de eso, mis hermanos más grande no me ayudan yo les digo que ocupo para la escuela pero ellos dicen que en sus tiempos ni se usaba para las tareas y dicen que no-
-Entonces ya sea este teléfono u otro le ponemos internet, pero ya te dije es mejor verlos en zona wifi así la factura no me llega grande, le diremos a tus papás que si te dejan trabajar paseando los perros o ayudándome en la casa con algunos mandados o podando el césped, regando las plantas cosas así, si aceptan les diré que el teléfono te lo estoy prestando para podernos comunicar y que las llamadas son gratis de ese teléfono al mío y que por eso es preferible lo tengas tú. Cuando ocupes tareas por internet puedes ir a casa si estoy ahí y aunque no tengas tareas vas y puedes ver pornos ¿todos tenemos secretos no?-
Y así Javie ya estaba muy emocionado de todo. Tanto que tuvo otra erección, que se puede esperar si a esa edad todos fuimos así de calientes. Le dije que se controlara. Llegamos a su casa y sus papás me ofrecieron un poco de leche y pan, les dije que era imposible pasar a la casa con estos perritos traviesos y que si me veían comer iban a querer comer también, me quedé afuera y les pedí un vaso de agua. La señora fue a traerlo mientras que Don Javier (se llamaban igual padre e hijo) sacaba un cigarrillo para fumar y platicar. Cuando llegó la señora les dije que no podía conseguirle un trabajo, que era imposible siendo tan chico que una empresa lo contrate pero que se me había ocurrido que Javi podría ayudarme a pasear los perros y cuidar el jardín, que era un trabajo muy pesado y ocuparía algunas horas al día pero que le pagaría muy bien. Los señores se pusieron contentos aunque insistían en que no le pagara mucho que ocupaban lo de los cuadernos para la escuela. Quedamos en trato y le dije que empezaba el fin de semana. Apenas era Martes y él decía que ya pero yo insistía en que podía hasta el fin de semana para limpiar el patio. La verdad me moría de ganas pero cuando las cosas van saliendo bien y todo es seguro no hay por qué arriesgarse más. Mejor todo tranquilo y sin cometer errores, que las cosas fluyan solas.
Sólo les adelanto que Javi ha comenzado a ayudarme a pasear los perros y limpiar el patio
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