El Padrino
Cuando aprendí el arte de pajearse.
Hace varios años cuando estaba entrando en la pubertad. Por ahí de los doce o trece años. Me quede unas vacaciones en casa de mis padrinos. Ellos eran jóvenes aun, mi padrino tenía en aquel tiempo unos veintisiete años y mi madrina veinticuatro. Tenían dos hijas, una de cuatro y otra de dos. Mi padrino siempre quiso tener un hijo pero nunca lo logro. Así que era su consentido, por ello. Los primeros tres días dormía en el cuarto de las niñas. Todo normal. Hasta que mi madrina recibió una llamada de que su madre falleció y tenía que ir al velorio. Mi padrino no podía acompañarla debido a su trabajo. En ese tiempo era cuando más trabajo tenía. Me dijeron que fuera con ella, pero al ser un lugar que no conocía decidí que no. Y mi madrina se fue sola con las niñas. Así que me quede con mi padrino durante esos días.
Yo tenía mucha admiración a mi padrino, en todo lo copiaba y eso a veces molestaba a mis papás que eran muy religiosos. Como el era muy liberal de fumar, escupir donde quisiera, y a veces ser alguien inmaduro que a su edad jugaba vídeo juegos. Me gustaba su forma de ser. Aclaro nunca me han gustado los hombres, era como decía admiración. Mi madrina se fue un día muy temprano en la mañana. Le dejo indicaciones a mi padrino para cuidar la casa. Ella se fue y él me llevo consigo a su trabajo. Dirigía a personas para hacer un trabajo de mantenimiento. Solo trabajaba un rato y se iba. Ese mismo día llegamos a casa en la tarde. Recuerdo que me dijo que se sentía más paz porque no estaban ellas jajaja. Que podíamos hacer lo que quisiéramos pero sin romper las indicaciones de mi madrina. Su rebeldía era algo que yo quería tener, porque mis padres todo lo veían mal. Me reprimían por todo. Jugamos un rato juegos y más tarde me dijo que tenía que ir rápido por alguien. Lo espere en la casa y trajo a una chica que trabajaba con él. Ella estaba más joven que mi madrina y tenía un culazo que sin duda superaba al de mi madrina. Me la presento, charlaron un rato mientras yo jugaba vídeo juegos y entraron al cuarto a hacer lo suyo. En aquel entonces yo era muy ingenuo. No sabía que hacían y que engañaba a mi madrina. Terminaron lo suyo, ella ceno un rato con nosotros. Yo veía su escote que llamaba mucho su atención, pero trataba de que no se diera cuenta porque me daba pena. Más tarde la fue a dejar y regreso. Me dijo que no le diga nada a mi madrina, ni a mis padres de que la chica estuvo en casa. Le prometí que no lo haría. Llego la hora de dormir y me fui a mi cuarto. Jugaba con mi celular cuando entro mi padrino, vestía una camisa sport blanca y una trusa blanca demasiado pegada. Así dormía él pero nunca lo había visto en paños menores como decían antes. Me pregunto que si estaba bien durmiendo solo, si tenía miedo o algo podía ir a dormir con él. No me consideraba un niño aun, y no quería parecer un miedoso, así que dije que estaba bien ahí solo. En eso me dijo Ya entendí estás viendo porno ¿Verdad cabrón? Me reí algo apenado y dije que no. Me dijo que no pasaba nada. Es normal a mi edad. Le confesé que nunca había visto porno, porque era verdad. No lo había hecho, mis papás revisaban el historial de internet y en aquel tiempo no sabía el modo incógnito. Se mostró algo sorprendido y me pregunto si me había pajeado. Cosa que también tuve que negar, porque según en la iglesia que iba era algo malo. Se acerco a la cama, se sentó a mi lado y me dijo que son puras mamadas eso que dice la iglesia. Empezamos a hablar de mujeres, le confesé que había una niña que me gustaba y me pregunto si me he imaginado cosas con ella. Yo estaba muy apenado con esa plática, pero le decía la verdad que sí. En eso me contó cuando cogió la primera vez, el era un poco más grande que yo. Empezó a hablar de las mujeres con las que ha estado, aparte de mi madrina. Y vaya que estuvo con varias. Esa platica me comenzó a calentar y empecé a tener una erección. Solo vestía una pijama pero se notaba. Se dio cuenta, se río un poco y me dijo ¿Ves? Ya quiere acción. Me reí apenado y le dije creo que sí. En eso me hizo una pregunta que me dejo helado y caliente a la vez. Me dijo que si quería que él me enseñara a jalarmela. Recuerdo que me puse nervioso como nunca, no sabía que decir, pero si quería intentarlo. Siempre lo había querido cuando se paraba, pero las ideas de mis papás y la iglesia me hacían pensar lo contrario. Apenado le pregunte si no le iba a decir a mis papás. Se río y dijo que no. Que solo será algo entre nosotros. Le dije que estaba bien.
Me emocione de vivir mi primera paja. Estaba nervioso pero a la vez quería hacerlo. Él se mostró igual animado, me dijo que íbamos a buscar una buena porno antes para estimularme. Fue por una laptop a su cuarto. La trajo, la puso en la cama y comenzó a buscar un video. Lo reprodujo, recuerdo que era de una chica rubia que estaba siendo penetrada fuertemente por un wey altisimo con una polla enorme. Nunca había visto otra polla aparte que la mía. Se empezaba a notar en la trusa de mi padrino que se le estaba poniendo dura. Por ratos llevaba su mano a su trusa tocándose encima. No sé que sucedió conmigo que empecé a sentirme demasiado excitado. Él me dijo que para empezar a convertirme en un hombrecito, primero tenía que quitarme esas pinches pijamas para hacerme bien la paja. Me la bajo un poco pero me gano la verguenza y lo detuve. Me dejo que no tuviera pena, de pequeño me vio desnudo varias veces. Que era normal entre hombres. Se levanto de la cama, dijo mira para que no te de pena y se bajo toda la trusa dejando al aire su polla, que era enorme o al menos eso creía yo esa vez. Ya que era la primera que veía en vivo. No era como la del vídeo pero si lo doble o triple de la mía. Me sorprendí al verla. Estaba parada y algo mojada ya. Me dijo que igual lo hiciera para que lo disfrute más. Con algo de pena pero lo hice me quite la parte de abajo de la pijama y deje salir mi pene erecto que en ese momento era una burla comparado con el suyo. Me felicito y se sentó al lado mío, lo que me dio algo de nervios al tener tremendo pene cerca de mí. Retraso el vídeo y comenzaba la lección. Me dijo que observará atento y haga lo que el hace. Tomo con su mano derecha el pene y comenzó a mover su mano de arriba para abajo. En eso comenzó a gemir, estaba demasiado excitado, al igual que yo. Pero tenía una pena enorme. Me volteó a ver y me dijo que lo haga. Nervioso tome mi mano y trate de imitarlo, al tocarme de esa manera por vez primera me sentí en la gloria. Recuerda esa sensación y ese momento y pfff. Estaba en un éxtasis total y él me decía eso campeón, muy bien. Seguí así un rato, igual sentía que empecé a gemir, sentía el pene durísimo como si fuera a explotar. No aguante más y salieron mis primeros chorros de semen. Escurierron en mi mano y parte de mi cuerpo, al igual que a mi padrino le cayeron un poco de mis chorros en su pierna. Me sentía demasiado agitado, pero a la vez con una satisfacción enorme. Me felicito y él siguió haciéndose su paja. Veía fijamente su pena y también su rostro orgasmeado, ninguno presto atención al vídeo. Paso un poco más de tiempo y el al igual que yo, lanzo un pequeño grito de alivio y empezó a salir su semen, era más que lo que me salió a mí, me bateo toda la pierna al igual que a él. También agitado, se calmo, tomo aire y me pregunto como estuvo, le dije la verdad que estuvo muy rico. Estaba feliz en ese momento de mi primera paja, como era muy nervioso le pregunte que haríamos con las sabanas Me dijo que las dejáramos así. Mañana las cambiábamos. Se levantó de la cama y me dijo que nos fuéramos a bañar para limpiarnos todo el semen. Ya no tenía nada de pena con él, así que nos metimos a bañar juntos. Durante el baño me dijo que estaba orgulloso de mí. Y me explico más sobre las pajas y él sexo con mujeres. Después de bañarme nos fuimos a su cuarto a dormir, me iba a poner la pijama pero me dijo que ya no use esas cosas. Que ya era un hombre. Que los hombres no usamos cosas infantiles. Así que el se puso solo una camisa y me dijo que mejor durmieramos encuerados. Me puse una camisa igual y ambos nos dormimos así. Los días siguientes que no estaba mi madrina, me pajeaba diario y dormía desnudo. Desde aquella vez tuve una enorme relación con mi padrino. Él fue quien me enseño a disfrutar de mi sexualidad sin importar lo que pensaran mis padres. Viví más cosas con él. A los dieciocho años me llevo a un putero para perder mi virginidad. Él me enseñó todo lo que sé sobre las mujeres y el sexo. Como me ha dicho soy el hijo que siempre quiso y para mí es no solo como mi padre, sino mi maestro. Sin duda sigue siendo la persona que más admiro y no me arrepiento.
wow buen relato amigo… saludos… 🙂 😉 🙂 😉 🙂 😉