El primer pajazo del día se llamó Solange
No sé si lo que me motivó fue un sueño…el hecho es que eyaculé riquísimo viendo el culo y la gran vulva de la quinceañera….
Hoy, al despertarme, tenía la pinga (verga) húmeda…varias gotas de pre cum mojaban mi pantalón de pijama…me levanté, fui al baño a orinar, pero me picaba mucho y comencé a frotar el cuerpo de mi pinga y mis huevos…de pronto, me detuve y dije que no acostumbro masturbarme sin un motivo real…un buen culo, una carita arrecha, una foto, un video…fui a la ventana a ver si había alguna vecinita…y la vi…
Solange, la hija de 15 años de la señora a cuya cafetería voy a diario a tomar un buen café, mientras admiro su delicioso culo, redondo, grande, envuelto en shorts apretados que no dejan nada a la imaginación, regresaba de hacer alguna compra, al pasar frente al edificio en el que vivo, levantó la vista, me miró, sonrió y me saludó levantando y moviendo su manito derecha… la mía, luego de contestar su saludo, se dirigió rápidamente a mi pinga, ya dura y goteando…
Me acordé del comentario de Topitopi, un compañero de esta comunidad, en uno de mis relatos sobre Lizette, en el que dijo que mi narración le había hecho ponerse un condón, para no manchar nada, mientras se masturbaba con el relato. Fui a mi dormitorio, saqué un condón del cajón de mi cómoda, me lo puse y lo fijé con cinta adhesiva transparente, me puse mi pantalón deportivo (buzo se llama en mi país), una camiseta y, sin afeitarme ni bañarme, fui a la cafetería…
Entré, me senté en la que llamo “mi mesa”; Solange me saludó con una sonrisa, me dijo si iba a tomar lo de siempre, pues tienen diferentes tipos de café, le dije que sí; lo preparó detrás del mostrador y me lo trajo caminando lentamente, lo que me permitió ver la arrechante escena diaria: dentro del short apretado que normalmente usa, sobresale una vulva hinchada, en el centro de la cual se aprecia la inmensidad de sus labios vaginales…arriba, sus senos no son grandes, diría más bien, pequeños, pero la blusita que usa, usualmente sin nada abajo, hace resaltar dos pezones siempre erectos; su cabello, largo y suelto, lo coloca hacia adelante a los costados de su carita, lo que hace la escena más caliente, pues, al caminar se mueve y va dejando expuestos los pezones por fracciones de segundo, detrás de la blusa…luego, se sienta justo frente a mí, cruza las fabulosas piernas y comienza a ver su celular, mientras que, con una mano, se frota suavemente las piernas y, muchas veces el bajo vientre…ufff…yo pienso que está viendo porno o leyendo alguna de mis narraciones… Normalmente, al regresar a mi casa, me pajeo rico con ese espectáculo en mente…pero, hoy era diferente
No sabía cómo hacer…metí la mano izquierda en el bolsillo de mi pantalón y comencé a sobarme la pinga, que ya estaba totalmente erecta…no sentía mucho, por lo que junté las piernas, con la pinga entre ellas, le pedí a Solange que me traiga un vaso con agua; apreté las piernas, levanté los tobillos, dejé las puntas de los pies en el piso y comencé a subir y bajar un pie cada vez, una especie de pedaleo, con lo que se inició una maravillosa picazón en mi pinga y mis huevos… Solange se acercó, viéndola, la sensación aumentó, puso el vaso sobre la mesa y, como siempre, me preguntó cómo estaba, porque no había ido los últimos tres días…le dije que yo también la había extrañado… miró mis piernas en movimiento y le dije que era un ejercicio para que no se duerman por la vejez y porque me pasaba el día sentado…se sonrió, su sonrisa es entre inocente y sensual y se regresó a su silla; al darme la espalda y alejarse lentamente, moviendo rítmicamente su anhelado culo, aumente la velocidad del “ejercicio”, la picazón aumentó a grados ya imparables…y mirándola fijamente y aguantando las ganas de gemir…inundé el condón con espeso semen…un chorro, dos, tres…agradecí que fuera el primer pajazo de la mañana, pues me masturbo, por lo menos tres veces al día…rico, calentito, toda mi pinga se llenó de mi leche…seguí con el movimiento…sintiendo placer, real placer, mucho placer…al escribir esto ya me está picando al recordar…
Me quedé sentado un buen rato, disfrutando la sensación y la visión…ella, levantaba la vista, me miraba, sentía mi mirada fija, se sonreía y seguía en su actividad…yo, pensando en que ya está cercano el momento en que la voy a tener en mi cama, para gozar plenamente de sus redondeces y ella, de lo que queda de mi viejo cuerpo y, hasta el momento, activa pinga…estoy seguro de eso, pues la mamá siempre me dice que soy el único hombre con el que Solange conversa y sonríe; incluso, en los momentos en que están cenando, por ejemplo, ella pregunta: -¿Qué estará haciendo don Ricky? (Seguramente masturbándome o sintiendo la mamada de una de mis nietecitas sexuales…pero, pronto sabrás en persona lo que hago, bebita).
Me acerqué a pagar y, al despedirme, como lo hago desde hace un tiempo, le dije:
- Cuídate mucho, bebita, pero, si no quieres cuidarte…
Ella me interrumpió:
- Ya sé, lo voy a buscar para que usted me cuide mucho, don Ricky…no se preocupe, lo tengo siempre presente…
Esas palabras fueron para mí un acelerador…Caminé rápidamente a mi casa, me saqué el pantalón, fui al baño, despegué la cinta con que había afirmado el condón, me dolió jalarme algunos pendejos, tragué el semen que había en el condón, comencé a sobar mi pinga para lamer mi mano untada de semen, pero ya no me aguanté y le di con fuerza, hasta que la segunda eyaculación del día se adelantó varias horas…no tuve tiempo de traer mi recipiente de semen por lo que puse mi mano y saboreé mi deliciosa leche, pensando en que ya era el tiempo de perforar los agujeritos de Solange…
Ricky
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