El teléfono
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Vic1969.
Os contaré el día que descubrí que me gusta más ver el placer ajeno que el mio propio. Es más correcto decir que me produce mucho placer ver el de los demás. Sobre todo de mi pareja. Soy un voyeur convencido.
En aquellos días estábamos más o menos separados. Aún vivíamos juntos, pero no dormíamos en la misma habitación. Aún estuvimos algún tiempo más comenzando de nuevo y dejándolo hasta que yo me cansé y me marché. Una relación así puede ser muy agotadora.
Como digo dormíamos en habitaciones separadas. Aunque algunas noches no podíamos reprimirnos y follábamos en cualquier sitio. Esa noche no podía dormir y me levanté a beber agua y picar algo de la nevera. Estuve un rato en la cocina con la luz apagada mirando por la ventana.
Entonces oí ruido en la otra habitación. Pensé que ella vendría y esa noche no estaba para líos, así que me escabullí a mi habitación en silencio. Pero la curiosidad es muy mala consejera. Escuchaba que hablaba en voz baja, no entendía que decía pero si oía su voz. Ella no salía de la habitación, supuse que hablaba con alguien por teléfono. Entonces la oí gemir.
No pude contenerme y me acerqué hasta la puerta y acerqué el oído, ella gemía y susurraba como si estuviera follando. Follaba con alguien por teléfono. Mi corazón empezó a latir a toda velocidad, se me paraba la respiración, estaba más excitado que nunca. Eso me encantaba. Sin embargo mi polla no se puso dura. Solo notaba una sensación de calor y placer que no puedo explicar.
Ella aumentó sus gemidos y se acercaba al orgasmo. Yo me cogí la flácida polla y casi al instante mi semen voló hacia la puerta en uno de los orgasmos más intensos que he tenido en mi vida. Me tuve que apoyar en la pared para no caerme y creo que hice algo de ruido. Ella paró. Yo volví a mi cama y me cubrí con la sabana. Ella apareció en la puerta para ver si dormía y como no me moví supuso que así era.
Se volvió a su cama y yo me quedé tumbado un buen rato. Me pregunté si ella habría visto el semen. Me levanté otra vez para comprobar y allí seguía. Lo limpié lo mejor que pude y me volví a la cama.
Desde ese día me interesaba más espiarla que hacer el amor con ella. Pero no volví a pillarla en una historia parecida. Solo me masturbaba imaginándola, o buscando su ropa interior sucia.
Finalmente esa relación se desvaneció. Lo que siempre da pié a que otra historia aparezca en tu vida y alguien con gustos similares a los tuyos te permita desarrollarte. ¿Es mejor? ¿Peor?
Dejar un comentario
¿Quieres unirte a la conversación?Siéntete libre de contribuir!