Javier I: Eramos cuatro niños calientes y ansiosos.
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por HeteroBi89.
Me encontré finalmente masturbando a mi padre y él a mí, después de tantos años de añorar algo así, finalmente cumplía otra de mis tantas fantasías, tocar y sentir el calor de la verga de mi padre.
Nos masturbamos mientras la mesera se tocaba en la cama de la habitación que habíamos rentado, mi papá estaba ebrio y yo casi tanto como él.
Antes de continuar con este relato, será mejor que les explique cómo es que llegue a realizar dicha fantasía con mi padre, y lo haré a través de todos los relatos que publicaré en esta página.
Conocerán, si leen todos los relatos, todas las escenas, fantasías y locuras sexuales que un joven de buen ver y un físico musculoso, puede llegar a realizar, porque efectivamente, estos atributos te abren muchas puertas en el mundo del sexo y poco a poco las confesare aquí.
Soy de México, del estado de Morelos soy un joven de 30 años actualmente y todo comenzó así.
A mis apenas 8 años de edad comencé a jugar con una prima de aproximadamente unos 6 años, a "La mamá y el papá", la cuestión es que cuando comenzamos con este juego ella pidió que como "esposo", debía darle besos en la boca, a esa edad eso era algo raro pero lo hicimos, al inicio sin el morbo que se espera tengan dos niños de 6 y 8 años, sin embargo yo comencé a experimentar sensaciones diferentes cada que la besaba en la boca, me surgían unas ganas enormes por no solo besar a mi prima de 6 años, también de tocarla y eso hice, pronto el juego de la mamá y el papá, se convirtió en el favorito; poco tiempo después de los besos vinieron cosas más perversas a nuestra mente, no sé cómo ni de dónde pero le pedí a mi prima "esposa" que me permitiera tocarle su vagina, aún tengo en la mente todas las veces que la toque, como le metía mis deditos en su pequeña vagina sin vello, pero que sin embargo, tras tocarla lo suficiente, comenzaba a lubricar mucho, mientras yo le pedía que me tocará mi verga, recuerdo que ambos gemíamos de placer a pesar de tener tan solo 8 y 6 años de edad.
Fue ahí que descubrí el placer.
Poco tiempo después deje jugar con mi prima, ya fuera porque ambos nos aburríamos o porque al ser niños todo se olvida rápido y te distraes con otras cosas.
Sin embargo al llegar mis 9 años comencé a experimentar el morbo, mi padre de quien les hablaré más a fondo en otro relato, tenía mucha pornografía en casa, regada por todas partes aunque oculta, pero para un niño lleno de curiosidad y morbo, fácil de encontrar, total comencé a encontrar revistas llenas de escenas con sexo y mujeres (maduras, mi padre ama el sexo con maduras) desnudas; yo con apenas 9 años no tenía idea de que hacer conmigo, miraba las revistas, se me paraba la verga, se me ponía roja y lo único que sabía o podía hacer era con la punta de mis dedos rozar mi cabeza, nunca llegaba al orgasmo, porque solo sentía un cosquilleo y cuando sentía que llevaba rato haciendo esto, me venía una sensación de querer orinar.
paraba! y esto provocaba que anduviera caliente todo el día y todo el tiempo, queriendo repetir dicha acción y buscando más y más pornografía de mi padre.
Así transcurrieron los años, sin saber cómo masturbarme y en muchas ocasiones lo hacía una vez o dos por semana y lo dejaba para jugar y entretenerme en otras actividades de niño.
Pero al llegar a mis 11 años en la escuela nos dieron nuestra primera plática de sexo a todos, de mi salón yo solía ser del grupo de los más aventados y juguetones, sin embargo el más reservado entre todos mis amigos: Felipe, Jail, Roberto, Joel y Javier o sea yo.
Solíamos salir a jugar futbol y a perdernos en las colonias todo el día descubriendo de todo, pero al llegar nuestros 11 años comenzamos a descubrir cosas más excitantes e interesantes.
Felipe fue el primero en confesar una tarde mientras veíamos una película en casa de Roberto, que a él ya le habían salido pelos en la verga, la realidad es que a mí también me habían salido, pero prefería no hablar de eso con nadie, hasta ese día.
Felipe: A mí ya me salieron pelos en la verga, mi hermano Cris dice que es normal y que cuando eso pasa ya puede coger y jalártela y te salen mecos.
Todos guardaron silencio ante su comentario, menos yo que por alguna extraña razón deseaba que los demás también supieran la verdad.
Javier: Yo también tengo pelos.
Felipe: No te creo wey, seguro te salieron pero bien poquitos.
Javier: Pues no son poquitos.
tengo todo lleno
Felipe: Chismoso wey, no te creo, a ver si es verdad.
enséñame
Todos comenzaron a retarme pero obviamente me daba algo de pena, finalmente dije que le enseñaba pero solo a Felipe, quien acepto.
Nos metimos al baño
Felipe: A ver enséñame pues.
Javier: Va pero yo también quiero ver si tú tienes chismoso.
Mi último comentario lo hice por retarlo, pero cuando Felipe se bajó el short para jugar futbol que siempre usaba, por primera vez en mi vida, sentí como se me calentaba la sangre, algo muy caliente recorrió todo mi cuerpo al ver ese miembro.
Mi amigo tenía un pito grotesco, era como esas vergas que uno ve y piensa.
Wow! se mira que huele a macho y que taladra sin piedad.
tenía una verga entre morena y blanca, con vello al rededor y unos huevos que le colgaban grandes.
De inmediato me pidió que yo hiciera lo mismo y lo hice.
Baje mi short y entonces Felipe se acercó a verme la verga, en ese momento la tenía medio dura y los huevos, más grandes que los de él.
Felipe: Verga wey.
La tienes chingona, y tienes.
tienes los huevos bien grandes.
Yo: Ya ves te dije, tú igual tienes un chingo de pelos.
Felipe: Wey y sabes cómo jalártela? ve es así
En ese instante Felipe comenzó a jalarse la verga en frente de mí, su verga creció rápido y en cuestión de segundo tenía frente a mí una verga de aproximadamente unos 17 cm!!! 17 cm de carne cuando mi amigo tenía apenas 11 años.
Yo lo imité y fue entonces que conocí lo que era masturbarse.
esa ocasión nos tocaron la puerta a Felipe y a mí, nos interrumpieron y no terminamos.
Poco tiempo después en el salón de clases, mis amigos comenzaron a cuchichear, hablar sobre mi pero sin que yo pudiera escuchar.
y uno de ellos Joel me dijo: oye acompáñame al baño no? es que te quiero enseñar algo.
Fui con él y cuál fue mi sorpresa al entrar, me dijo que Felipe les había contado sobre mi verga, que tenía unos huevos bien grandes y que él y todos mis amigos querían vernos a mí y a Felipe.
Yo ni lento ni perezoso y tras el halago que había recibido le dije que sí y que si así lo quería le podía enseñar en ese momento.
Pero me dijo que no, que habían acordado ir a casa de Roberto nuevamente a ver una película y que ahí íbamos a hacerlo.
Al salir de clases nos dirigimos a casa de Roberto los 5 Roberto, Jail, Joel, Felipe y yo.
Recuerdo que iba muy nervioso e incluso llegue a poner dos o tres pretextos para no ir, pero éramos casi adolescentes y mis amigos querían ver una verga semi madura.
Al llegar a casa de Roberto, escogíamos esta casa porque sabíamos que sus papas no llegaban hasta en la noche y que su abuela nunca nos prestaba atención, además de todos era el único que no compartía recamara con nadie más y podía encerrase sin problemas.
Al llegar prácticamente de inmediato comenzamos hablar del tema y pidieron que les enseñáramos nuestras vergas, yo me cohibí y deje que Felipe lo hiciera primero, quien parecía muy feliz presumiendo su riata a todos.
Se bajó el pantalón del uniforme y AHHH!! Ahí estaba de nuevo esa verga gorda, larga, a pesar de estar en reposo, con un olor a macho que ya desde esa edad tenía y sus huevos colgando pero no demasiado debido al calor, y claro los vellos púbicos que nadie veía por estar observando su riatota.
Los 3 Roberto, Jail y Joel comenzaron a reír y entre bromas pidieron que yo mostrará la mía, fue entonces cuando Felipe dijo: ese wey la tiene más chingona y tiene huevos de toro! jajajaaja mi hermano dijo eso cuando le conté.
Su hermano de Felipe era 8 años mayor así tenía más conocimiento en todo el tema.
Finalmente saque mi verga y todos se sorprendieron, una situación llevo a otra y finalmente Felipe me convenció de jalármela ahí mismo frente a los demás, yo no estaba muy convencido, pero cuando nos encerramos todos en el baño y quedamos más cerca, algo en mi me dijo: hazlo! esto esta riquísimo.
hazlo!! Y listo, ya estaba yo jalándomela verga con Felipe a mi lado jalándosela también, pronto y sin darme cuenta tenía a Joel y Jail con el pantalón abajo imitándonos, me puse más caliente.
Mi verga a diferencia de la de Felipe estaba ligeramente curva hacía abajo, la de Felipe apuntaba ligeramente hacía arriba y la de Joel y Jail miraba hacía el frente.
La verga más larga y gruesa era sin duda la de Felipe, luego la mía con unos 16 cm pero no tan gorda como la de Felipe, después Joel y Jail que les medía unos 14 cm a cada uno.
Nos la jalamos y cuando Jail y Joel le dijeron a Felipe que tenían ganas de orinar este les dijo: Nooo! sigue! jálatela más porque así te salen los mocos.
Nadie de nosotros le creía pero lo seguimos haciendo.
y fue entonces que Jail, el primero de los 4 comenzó a venirse, lanzo dos o tres chorros de leche, uno de ellos me llego al zapato y otro le llego a Felipe directamente a su pierna y un disparo cayó sobre su mano, la mano que estaba usando para jalársela.
Yo vi perfectamente como se le lleno la mano de leche pero los demás no, porque estaba como idiotas mirando la verga de Jail, quien en ese momento ahogaba un grito de placer y se retorcía de gusto.
Yo por mi parte me calenté muchísimo al ver que Felipe no se inmuto y continuo jalándose la verga con todo y la leche de Jail en su mano, usándola de alguna manera como lubricante.
Me pareció asqueroso y muy morboso al mismo tiempo así que anuncie que me iba a venir: Me voy a venir también.
sssssss aaaaaah!! sssssss aaaaaah.
oooohhh.
Tire por primera vez mi leche y fue al suelo del baño y mis zapatos y pantalón del uniforme.
Fue una sensación espectacular y justo cuando eso ocurría, Felipe dijo: Ay voy yo también.
aaaaah!! ay ay aaaah!! Soltó varios chorros de leche y mientras se corría como animal en celo.
Me tomo de la cintura y recargo su rostro sobre mí como apoyo.
Yo me sentí más caliente aún pero al mismo tiempo me llegaron unas ganas de orinar inmensas.
Joel fue el último en venirse y prácticamente lo hizo solo.
Roberto jamás logro poner dura su verga y termino saliéndose del baño para ver Tv.
Salí del área de la regadera para ir a la tasa a orinar y al llegar ahí Felipe me dijo: Wey déjame orinar también me dieron ganas.
Yo: Ahorita aguántame es que.
Felipe se acomodó a mi lado y puso su verga muy cerca de la mía, se limpió el poco semen que tenía y se exprimió la cabeza de la verga para sacar la última gota de semen y dijo
Felipe: Verga wey mi leche huele un chingo a pescado, o algo así mira
Me puso el dedo en la nariz y yo por primera vez olí la esencia de un macho cabron.
En ese instante solo le dije: Ah sí pues, creo que la mía huele igual.
tome mi mano y se la di a oler, Felipe la olio y dijo: Si pues, jajaja que chingon wey, vamos a repetir esto no?.
Y fue así como la primera de varias ocasiones tomamos la costumbre de masturbarnos en grupo y posteriormente, yo con Felipe, quien se convirtió en uno de mis mejores amigos, ya les contaré más sobre nuestra relación homo-erótica.
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