Javier IV: Ivett, Felipe y yo, aprendiendo a darnos placer.
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por HeteroBi89.
Felipe: Wey ya me dijeron que Ivett y tu son novios, eso es todo cabron, ya nada más te falta que la enamores bien para que suelte algo no?
Yo: Jajaja simon, ella casi casi me pidió que fuéramos novios, se nota que le gustó mucho a ver si la neta afloja algo.
F: Pues si surge algo rico, cuentas no? Jajajaja ya sabes que de aquí no sale, oye wey al rato puedo ir a tu casa? Es que tengo unos DVD que le robe a mi carnal, y pues tú tienes DVD ahí los podemos ver, qué dices?
Yo: Y de qué son? Si se ven y si puedes ir wey ya sabes…
Felipe y yo llevamos alrededor de 6 años de conocernos, éramos amigos desde la primaria y en la secundaria las cosas habían cambiado mucho entre él y yo.
Para empezar hablábamos de sexo todo el tiempo, siempre de cómo nos masturbábamos y de cómo nuestras vergas eran más grandes y más desarrolladas que las de nuestros otros amigos Jail y Roberto con quienes nos juntábamos para jalárnosla en grupo.
Yo era un “amante” secreto de la verga de Felipe, en aquel entonces no lo entendía y lo veía como morbo, pero la realidad era que me encantaba verle la verga a mi amigo y como no; Felipe había sido bendecido con una verga grande, gruesa, entre morena y blanca, de esas que tienen el tronco moreno, los huevos morenos pero la punta de la verga parece la gloria, era una punta gorda y blanquilla, al mirarla lo único que querías hacer era jalarla o tocarla al menos, le medía unos 17 cm y apenas teníamos 12 años por lo que iba a crecer y vaya que así fue, debe medirle unos 20 cm hoy en día con sus 30 años.
Yo no me quedaba atrás y supongo que por eso le llamaba la atención a mi amigo, mi verga es ligeramente curva hacía abajo con 15 cm de riata por aquel entonces y 18cm hoy en día, eso sí unos huevos que le herede a mi padre y de los que halagos no me faltan, son grandes y cuelgan, muy parecidos a los del actor porno Antonio Biaggi.
En fin, por aquel entonces yo comencé una relación con una niña de mi edad, llamada Ivett que tenía unas piernas grandes y unas caderas que le hacían juego, pechos de buen tamaño pero no era guapa; eso le restaba mucho pero a mí eso de la cara linda, no era impedimento cuando de coger se trataba, Arturo el chofer de mi padre me había enseñado para aquel entonces que la mujeres había que complacerlas como fuera y como vinieran.
Así que cuando supe que Ivett quería conmigo, de inmediato le pregunte si quería ser mi novia, y la “relación” rápidamente tomó el camino que yo esperaba.
Nuestra primera “cita” decidí llevarla por un helado y a caminar un rato, yo sabía que Ivett no era una chava timida, lenta o seria, todo lo contrario era aventada y ya se le miraba lo cachonda desde aquella edad.
Salimos por el helado, caminamos de la mano de regreso y cuando parecía la cita de “manita sudada” estaba por terminar….
Ivett: Y…eso es todo? Ya nos vamos cada quién a su casa? Por qué no entramos a esa plaza a ver un rato.
Una plaza comercial casi abandonada con pocos locales ocupados, y la mayoría de ellos oficinas nada transitadas, de inmediato entendí que Ivett quería un faje y yo no era nadie para negárselo, era mi primera vez en todo, cita, novia y faje pero me sentía ciertamente seguro de mí, Arturo me había dicho que yo era guapeton y que tenía buen cuerpo (practicaba futbol americano) que por las niñas no me preocupara porque solitas iban a caer y así era.
Entramos a la plaza en cuestión de minutos dimos con los baños de dicha plaza, ahí totalmente inexpertos comenzamos a besarnos, pero claro todo buen pervertido sabe que se llega hasta donde a uno lo dejen llegar, yo comencé a tocarle los pechos y ella solo dio un pequeño suspiro, seguí tocando más duro, ella no dijo nada; proseguí a besar su cuello, ella solo gemía un poco, baje a su pecho y finalmente a sus pechos, le intente quitar el bra, ella me ayudo y se lo desabrocho sola; yo no daba crédito a todo!! Me estaba fajando a una niña de 12 años, en nuestra primera cita, y se estaba dejando hacer de todo!!! Era demasiado fácil y rico…Comencé a besar esos pechos tan suaves de niña, le mamé sus pezones marrones que no habían sido tocados por nadie más que ella.
Me di un gran atascon y mientras eso ocurría, yo no me quede atrás, saque mi verga como pude del pantalón, la deje afuera colgando esperando que ella tomara iniciativa, pero claro eso era algo demasiado atrevido para ella aún y con todo.
Después de dejarle los pezones rojos de tanto mamarlos y los pechos bien ensalivados me erguí y fue cuando Ivett logro ver mi verga y huevos en todo su esplendor.
Ivett: HHIIIII!!! Qué cosota! Jajaja no sabía que estaban así de grandes.
Yo: Qué? No habías visto así?
Ivett: Pues no, bueno una vez se la vi a mi papá pero no está así…
Yo: bueno pues si no quieres no la agarres…
Ivett no lo dudo dos veces y torpemente comenzó a jalármela, yo por mi parte no aguante más y le metí mano en la entrepierna, comencé a tocarla y a sentir por primera vez el calor de una mujer, en este caso una niña de 12 años.
La sensación era increíble y más porque al tocar Ivett comenzó a torcerse de gusto y placer, de desabrocho el pantalón de mezclilla dándome acceso así a la gloria!!! Le sobe lo más suave que pude, mientras sentía como su calzoncito se mojaba lentamente mientras más tocaba…pronto metí la mano y me lleve una grata sorpresa, Ivett estaba empapada, en ese momento me pareció lo más delicioso del mundo, así que proseguí a tocar más sin saber qué o dónde exactamente tocar.
Ivett comenzó a gemir mientras jugaba con mi verga, entonces algo perverso llego a mi mente, saque mi mano llena de líquidos de ella y le me los unté en la verga, “Ahora si ya está lubricada, juega con ella”, le susurré al oído, ella siguió jalándola y yo seguí tocándola… todo iba excelente hasta que alguien entró al baño!! Nosotros estábamos en un cubículo pero aun así tuvimos que subirnos a la tasa para no ser vistos; luego de dicho susto decidimos dejar de “fajar” e irnos a casa…
…Todo parecía que iba a terminar en eso, pero ya había calentado a Ivett y al parecer ella no iba a quedarse de brazos cruzados, llegamos al parque de mi pueblo, que por aquel entonces estaba lleno de árboles y bancas debajo de estos, Ivett me pidió tomar un descanso ahí, era noche así que en las bancas no se miraba nada si uno pasaba a los lejos, solo acercándose podrías ver quién estaba en la banca, el árbol ayudaba mucho ya que no era muy alto pero si muy abundante.
Nos sentamos e inmediatamente comenzamos a besarnos, la calentura y la sangre volvieron a mi verga que se endureció de inmediato, Ivett la sintió e inmediatamente la liberó de mi pantalón (No suelo usar ropa interior) yo la detuve un segundo ya que estábamos en un parque y a metros de distancia había familias y gente pasando, pero la calentura de Ivett parecía impedirle pensar bien, ella lo único que deseaba era verga, “No pasa nada, no nos verán así…” se MONTÓ en mí, como si sentará en mis piernas pero dejando la zona de su sexo en donde estaba mi verga, se desabrocho el pantalón y literalmente se lo bajo, para poder rozar su sexo con mi verga!! UUFFF eso era la gloria para mí, sentía sus fluidos caer entre mis piernas, en mis huevos que estaban más colgados que nunca y si no me engañaba, más grandes; Ivett me tomo del cuello, me beso y me dijo al oído “Métemela!” yo no pensaba en nada más que en eso…pero! Fue justo cuando nos intentábamos acomodar para hacerlo que se me ocurrió mirar al otro lado de donde nos posicionamos; había un señor, de unos 40 años aproximadamente, moreno, con bigote y un short deportivo, nos miraba mientras se tocaba la verga, tenía la mano metida por la pierna y se masajeaba la verga mientras nos miraba.
No tenía idea de cuánto tiempo llevaba observándonos, pero estaba en una banca frente a nosotros a unos metros en la oscuridad igual que nosotros pero con una bicicleta frente a él que impedía un poco la vista, yo lo mire y sentí como la sangre hirviendo corría por mi venas, de pronto Ivett dejó de ser el centro de atención, era ese señor, maduro quién más me excitaba, alguien se la estaba jalando mirando lo que hacíamos y para mí eso, por alguna razón, era la gloria! Con mucha emoción seguí besando a Ivett y decidí montar un buen show para el don que tenía en frente, así que gire un poco a mi “noviecita” para que su sexo, su dulce papaya que chorreaba de deseo diera prácticamente de frente al señor, así podría observar lo que yo tenía a mi disposición, en esa posición comencé a dedearla, le metía los dedos y fue ahí en esa posición que por alguna razón di con el clítoris de mi novia, lo toqué, lo rocé o lo manosee, no sabía bien pero Ivett se retorció cuando lo toque, así continué tocando mientras más lo tocaba ella más se retorcía y más gemía, comencé a notar que a Ivett el asunto de estar en el parque estaba olvidándosele ya que comenzaba a gemir más y a moverse más.
Decidí parar, mi verga era otro volcán de baba cuando paré, estaba llena de preseminal y mis huevos escurrían de mis fluidos y los de ella.
Justo cuando me detuve, mi verga actuó sola y un gran chorro de leche salió disparado a las piernas de Ivett, yo solo suspire fuerte y solté un gemido en el segundo chorro, supongo que por caliente, ella tomo mi verga y comenzó a jalármela toda llena de leche, uso sus dedos para estimular la punta, yo me retorcía y comencé a pedirle que parara, gemí nuevamente y mire de inmediato a mi “invitado” quien seguía en lo suyo se tocaba más la verga, misma que ya había dejado escapar por un lado de su pierna y yo podía verla!! Era gruesa, morena y de cabeza gorda, tomó su mano y se la lleno de saliva para continuar masajeándola; Ivett no se había percatado del señor aun, pero fue justo cuando le dije “Ya no podemos seguir, nos van a ver”, en ese momento Ivett giro y se topó casi frente a frente con el señor, ella regreso de inmediato la mirada hacía mí y dijo “Que pena!! Llévame a mi casa”.
Dos días después saliendo de la secundaria, iba camino a casa cuando llegue al parque donde pasó lo que ocurrió con Ivett, miraba la banca muy atento y solo de recordar la verga se me lleno de sangre y ganas de jalármela, pero cuando me alejaba de dicho lugar un “Hey! Chavo, oye…” Giré y me encontré con un puesto de revistas, el señor que atendía era quien me gritaba y buscaba, yo me acerque y cuando estuve en dicho puesto…
Señor: Qué onda? Cuándo vas a traer a la morrita de nuevo al parque?
Era él!!! El señor que nos estaba espiando aquella noche, era el dueño del puesto de revistas del parque, su bicicleta estaba a un lado de dicho puesto y yo no lo reconocía por que aquella noche lo único que le mire fijamente fue la verga…
Yo: jajaja era usted? Pues no sé, es mi novia pero no creo que vengamos aquí de nuevo, esta peligroso.
Señor: JA estos cabrones, cuántos años tienen?
Yo: 12 años los dos, por qué?
Señor: Nada más; oye mira te voy a regalar estas revistas, por el paro que me hiciste ese día, me dejaste ver bien chingon todo…
Me dio 5 revistas de “cuentos vaqueros” eróticos, que agradecí mucho ya que ese material en aquel entonces era oro puro para mí.
Señor: Ahora que si lo que quieres es donde platicar y echar el cotorreo con tu morra…tu dime, yo tengo un lugar bien cerca de aquí donde puedes ir y estar a solas sin broncas.
Ya sabes que yo nada más vería, me entiendes?
Me cerró un ojo y yo pretendí que había entendido, me di la vuelta y me fui a casa con mis revistas…
Felipe: No mames wey! Con todo respeto la neta que rica está Ivett y luego me cuentas eso, no mames wey quién como tú! Para la otra invita…
Yo: JA! Ahorita te invito aja…pues ya sabes wey pura suerte la mía.
Bueno y que pedo wey que traes en la bolsa esa?
F: Ah! Si a lo que vine wey, no hay nadie en tu casa?
Yo: no ahorita no, por qué? Qué es?
Le había contado la historia con todos los detalles a mi amigo Felipe, y afortunadamente traía uno de sus shorts con los que jugaba futbol, porque estos me permitieron ver que su verga se había despertado, yo quería ver más, pero sabía que tenía que esperar.
Felipe: Son unas películas XXX que le chingue a mi hermano, pero no te vayas a escamar va?
Yo: No, como crees, a ver pon una a ver qué tal
Yo nunca había visto una película porno hasta ese día, estaba nervioso pero caliente; Felipe puso la primera, era una orgía, aún recuerdo a un personaje muy particular en dicha película que me recordaba al chofer Arturo por la fisonomía y el tipo de cuerpo, el actor Ron Jeremy, aparecía en dicha orgía y me recordó a Arturo, me calenté de inmediato y como un iman mi mano llegó a mi verga y comencé a tocarme, Felipe hizo lo mismo.
Felipe: Oye aquí me la puedo jalar? Me la puedo sacar y jalármela?
Yo: Pues…si.
Felipe se levantó y antes de bajarse los shorts se levantó la playera y me dijo
F: Mira wey! Jajajaja no mames como ando ya!
Tenía la punta de su verga saliendo de la parte más alta de su short que casi le llegaba al ombligo, esa cabeza medio blanca que parecía crecer más cada que la miraba estaba babeando un poco.
Felipe se bajó el short, se sentó en la mesa de centro de la sala de mi casa, donde estábamos sentados los dos (Decidí sentarlo ahí para que pudiéramos estar más cerca) se llenó de saliva la mano y comenzó a sobarse la cabeza de su verga; era un show indescriptible, esa verga era una cosa que imponía, era grande, gruesa, medio morena, con dos o tres venas saliendo.
Yo puse menos atención a la película en cuanto la vi en todo su esplendor y sobre todo, tan cerca de mí; nuestras piernas estaba pegadas y nuestro calor era casi palpable, con forme la película avanzaba la calentura en los dos aumentaba, yo no paraba de jalarme la verga y Felipe tampoco.
Mire un momento su verga y cuando subí la mirada, Felipe me estaba viendo
Felipe: Y si…y si nos la jalamos? Tu a mí y yo a ti?
….
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