Jugando con mi perro
Cuando era chico unos 13 o 14 años luego de descubrir la masturbación con mi primo, un día empecé a disfrutar dejarme penetrar por mi perro.
En mi anterior relato contaba como descubrí la masturbación gracias a mi primo y como comencé a hacerlo de manera diaria hasta llegar a masturbarnos mutuamente, chuparnos la verga o apoyarnos hasta acabar, alguna que otra penetrada.
En esa etapa hacia las cosas por diversión, placer pero jamás pensando que estaba mal o que era indebido ya que no era tan común internet, no existían las redes y demás.
Un día comencé a curiosear con mi perro, tenía un perro rescatado de raza pequeña, cuando nos mandaban a dormir la siesta solía masturbarlo un poco aveces se la chupaba, muy contadas veces. Pero cuando me quedaba solo en casa que mis padres solían salir a hacer algún mandado donde sabía que tardarían me gustaba subirlo a la cama y yo de pie al costado de la cama me acomodaba para que lamiera mi culito. Hasta que se emocionaba y intentaba montarme, por su tamaño y mi posición era facil y cómodo para el, recuerdo que cuando empezaba a intentarlo me pinchaba con la punta de su pija por todos lados, hasta que me acomodaba y entraba de una ves, en ese momento no paraba de cogerme rápido hasta que acababa, la sacaba y me quedaba chorreando su acabada, en esas pausas aprovechaba a masturbarme por qué mientras me penetraba solo me dedicaba a disfrutar, hasta que se reponía y volvía a cogerme podía hacerlo varias veces unas cuatro o 5 veces, como la tenía pequeña entraba fácil y rápido, pero todo era suficiente para que yo quiera más, siempre que podía lo hacía, cuando no tenía la oportunidad me masturbaba metiéndome palos de escobas, destornilladores ( contaré en otro relato como empezó todos eso) y como comenté antes nunca le considere gay ni nada por el estilo solo disfrutaba ignorando que eso los hombres no hacían.
Duro un tiempo aveces salía a la calle y me dirigía solo a un campo cercano a masturbarme y buscaba si había algún perro cerca pero nunca tuve la oportunidad.
Así mi perro me cogía y me llenaba de su leche el culo cada ves que podía. Cuando todos dormían me dedicaba a masturbarlo y chupársela. Un día se enfermo y bueno ahí termino la historia, hoy lo hablo con mi pareja la cual está encantada con la idea pero es complicado siendo padres de pequeños.
Espero les haya gustado.
Dejo un mail de contacto, si quieren compartir experiencias o hablar sobre sexo.
lo de meterme palos de la escoba sí que lo hice yo para masturbarme… soy gay… de niño no lo sabía
Bueno, quizá no tuvísteis peludos grándes al moménto pero decís de vuéstra esposa y estará de acuérdo en pasár buenos rátos éntre Ústedes dos…
Para todo siempre habrá oportunidad y tiempo…
Buen reláto gracias