Las Clases De Regularización
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Anonimo.
Hola soy Alex y les traigo mi segundo relato, espero que les guste.
Como dije en mi anterior relato, soy muy bueno en la escuela y en las vacaciones de navidad me salió la oportunidad de ser maestro. Un día me llamó mi amigo Gilberto, tiene 17 años, es chaparrito, un poco llenito, pelo lacio y negro y un culo… mmmm de antojo.
El punto es que me llamó para preguntarme si saldría de vacaciones o de lo contrario si podía darle clases de regularización porque se había llevado al extra matemáticas y química, yo le dije que si podía venir a mi casa y el aceptó.
Las clases comenzaron el lunes de la semana siguiente, los primeros días transcurrían con normalidad, pero un día el me dijo que si le hacía un masaje porque le dolía la espalda, yo le dije que sí que al terminar las clases subieramos a mi cuarto.
Así lo hizo, entró, se acostó y comencé con el masaje. Empecé a masajear su espalda, su cuello y bajé un poco hasta sus nalgas, mientras yo hacía eso, a la vez platicaba con Gil y me platicaba cosas de su vida. Me dijo que le gustó el masaje y que se sentía un poco mejor, me pagó y se fue.
Las clases siguieron normales pero a mi me había dejado prendido el masaje del otro día. Un sábado Gil llegó un poco tarde, me dijo que se había desvelado porque había ido a un partido de futbol y estaba crudo; era mi oportunidad. Le dije que si le parecía que al final de la clase le hiciera un masaje y el aceptó.
Al terminar la clase subimos a mi habitación y le dije que antes de que se acostara se quitara la playera, se la quitó y se acostó. Comencé a masajear su cuello, baje a sus hombros, su espalda y llegué a su culo. Me moví un poco y descubrí que se había quedado dormido, seguí masajeando sus deliciosas nalgas por encima del pantalón y fue cuando apliqué la segunda parte de mi plan: lo desperté y le pedí que se quitara el pantalón. Entre la cruda y el sueño aceptó sin reparos, le ayudé a quitarse los tenis, los calcetines y el pantalón. Se veía tan sexy solo en boxers, ese bulto y ese culito me llamaban.
Se volvió a acostar y empecé de nuevo desde arriba, cuello, espalda y nalgas. Pero en esta ocasión comencé a bajar su boxer poco a poco, afortunadamente de nuevo estaba dormido. Comencé entonces yo a disfrutar, esas hermosas nalgas estaban a mi alcance, las masajeaba, las besaba e incluso metí mis dedos en su rayita.
Bajé a sus velludas piernas que también masajeé, besé, y seguí con sus pies.
Una vez que terminé con su parte posterior ahora seguía con el frente. Lo giré y quedó boca arriba. Masajeé su cuello y bajé a su pecho, me acerqué delicadamente y le dí un beso en la boca y cuello, chupé sus pezones y el vello de sus axilas (ese vello es mi fetiche). Comencé con el masaje de su abdomen y de ahí me salté a sus piernas, las besé y subí lentamente por sus muslos. Él seguía profundamente dormido y tomé el resorte de sus boxers. Los fui bajando y quedo descubierta una hermosa verga semierecta, circuncidada de unos 15 cm cubierta de un espeso y lacio vello púbico negro. Su polla ya tenía un poco de líquido preseminal, la besé, lamí su líquido y empecé a pajearlo lentamente, luego aumenté la velocidad y la mamé un poco, seguí con la paja y tocaba sus pelotas peludas. Al poco tiempo empecé a ver que venía. Fue una corrida interesante, parecía que tenía tiempo sin hacer nada.
Lamí su semen y limpié lo que quedaba con un boxer de mi cajón. Le subí el boxer, lo desperté y le dije que ya había terminado con el masaje, se vistió, me pagó, lo acompañé a la puerta y se fue.
Nunca hablamos de eso y la verdad no sé si se habrá hecho el dormido o en serio lo estaba.
Esto es todo, espero q les haya gustado y se hayan corrido. Besos 😀
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