Las hijas de los alemanes

Historia de como me comí a las niñas de mis jefes.
Recuerdo que hace años trabaje para unos alemanes que tenían como 5 hijos adoptados de varios países del mundo.

Yo normalmente no llegaba a la casa de ellos mas que por pequeñas cosas y esas veces había puesto mis ojos en una niña que al parecer la habían adoptado de Ucrania, ella tendría como 8 años en ese entonces, también había una negrita que al parecer la rescataron de Haití (en la cual se centrará este relato) de unos 6 años y otra más que al parecer la adoptaron en México o Colombia, no recuerdo bien, de unos 10 años.

Siempre que llegaba a casa solia verlas o andando en calzón o algunas veces desnudas, cosa que les permitían andar así, en varias ocasiones las niñas y los niños jugaron alrededor mío, mientras mi miembro explotaba por penetrar a cualquiera si se me hubiera puesto en flor.

Un día me hablo mi jefe que si podía llegar a arreglar un website que estábamos haciendo y que los servidores estaban en Alemania. Llegue como a las 8 de la mañana pues era un trabajo intenso y me tenia que conectar con unos técnicos alemanes.

Cuando llegue me recibió mi jefe y nos conectamos con los técnicos, tome nota de las cosas que tenia que me indicaron y por la diferencia de horario, ellos se desconectaron alrededor de las 9:30 de la mañana.

Mi jefe me invito a desayunar, al reto bajo la esposa del jefe y la mayoría de los niños. Mi jefa me indica que ellos tendrán que salir a la Ciudad de la cual estábamos a mas o menos 2 horas de distancia y que se irían todos menos la negrita, ya que la noche anterior estuvo un poco enferma y el viaje sería todo el día.

Yo aunque pensé en hacer algo con la nena, era una época en que aun me daba miedo hacer algo directo.

Ellos partieron como a las 10 de la mañana, yo me quede trabajando al principio con la nena en mi cabeza, pero no me atreví a ir a su habitación y empecé a hacer lo que tenia que hacer, y fue lo más correcto porque a los 10 minutos mis jefes regresaron, no se si para asegurarse que yo no estaba cogiendo a la niña o de verdad porque se les había olvidado algo.

Yo para todo esto, estaba metido en lo que estaba haciendo que ni cuenta me di que mi jefe entro, me indico que se le había olvidado algo, me indico que había comida en la nevera y se volvió a ir. No subió a la habitación de la niña y tampoco pregunto por ella, solo entro y se fue.

Paso mas o menos una hora, a mi ya se me había olvidado y por la tranquilidad del lugar, había avanzado mas del 50% de lo que tenia que hacer, cuando escuche a la nena bajar las escaleras, venia solo en calzón blanco con figuras de Disney.

Ella me saludo y pregunto por sus padres y le indique que se habían ido a la Ciudad, me pidió si podía darle cereales mientras se echaba sobre el sillón boca abajo, dejando ver sus nalgas deliciosas, su cuerpo moreno brilloso con un culo que solo tienen las negras caribeñas, su pelo crespo que le llegaba a los hombros y una espalda que invitaba a pasar la lengua en ella.

Mi verga no tardo en reaccionar, pero solo me quede viéndola sin hacer nada; me fui a preparar su cereal, se lo serví y se lo di en donde estaba sentada.

Seguí trabajando pero no sacaba de mi mente es cuerpo rico, el cual quería que fuera mío, de pronto volteo a ver al sillón y la nena estaba sin calzón, se lo había quitado para limpiarse la leche que se le había derramado, vi sus piernas abiertas mostrando su entrada y la verdad es que ya no me pude contener y me desnude del todo y me puse frente a ella, solo se me quedo viendo a la cara y sin decir nada, tomo mi verga y empezó a chuparla (como ninguna mujer lo había hecho hasta ese momento). Esa niña era una experta mamando verga, se metía todo y más de lo que le cabía en la boca, chupaba mi tronco y luego mis bolas. Yo permanecía en silencio sin saber si era un sueño o era real, la nena salivaba a montones mi verga, mientras yo sobaba su pelo ella me miraba con cara de lujuria y sensualidad. Baje mi mano y masajeaba su vagina de niña de 6 años, la cual ya se había mojado y mis dedos ya penetraban su pequeño orificio, ella empezó a pajarme mientras dejaba la cabeza de mi verga en su boca, como presintiendo que estaba a punto de derramar mi leche, cuando empecé a derramarme ella se la echo toda en la cara, bebía de la misma verga y sobaba todo mi tronco en su cara, le llene la cara llegando a caer en su pecho, no se cuantos chorros saldrían, pero fue bastante (mi edad ayudaba).

Ella con el semen que salió y cayo en su pecho lo esparcía hasta su vagina, metiendo sus pequeños dedos en su pequeña pepa.

Ella siguió prendida mamando mi verga sacando hasta lo último de mis fluidos, mientras yo la tome y la puse de cabeza con sus piernas abiertas, dejando su pepita en mi cara, en ese momento se vio un olor a vagina y culo sucio (ella no se había bañado aun).

Yo metía mi lengua tanto en su culo como en su chochita, ella apretaba mi cabeza con sus piernas hasta que acabo junto a un chorro de orines.

Ella se acomodo de espalda a mí y se sentó en mi verga empezando a bajar lentamente y a su ritmo, echando su cabeza sobre mi hombro mientras gemía al principio bajo y de a poco subía la voz, entre mas gemía era porque mas adentro entraba mi miembro, yo aproveche que su carita estaba cerca mío para empezar a meter mi lengua en su boca, cruzando nuestras lenguas.

Ella empezó a acelerar el ritmo y sus gemidos, hasta que su cuerpo bajo de un solo dejando mi verga en su útero, temblando como que hubiera tenido fiebre, sabiendo que con esto había llegado a su orgasmo.

Le di vuelta y plante mi boca en la de ella y puse mi verga en la entrada de su culito y ella sola empezó a bajar y subir, sin que nuestros labios se separarán.

Ella volvió a lo mismo, acelerando el paso y mi pene exploto dentro de su culo derramando la leche que se había recargado en mis bolas de nuevo.

Ella me abrazo fuertemente y me planto un beso muy rico y lleno de su saliva, me quede con la verga dentro de su culo hasta que se puso flácida, saliendo sola de por sus nalgas.

Al final, termine mi trabajo no sin cogerme unas 4 veces más. Nos pusimos a ver televisión hasta que llegaron todos de regreso. Me despedí y me fui pensando en lo que había pasado, aunque no fue la única vez que me la cogí a ella y a las hermanitas.

Pero eso será para otra vez.