MASAJE CACHONDO EN EL VAPOR
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Anonimo.
Sucedió un día que decidí acudir a unos baños de vapor que se encuentran cerca de mi casa.
Había ido a correr por la mañana y me dispuse a ir a conocer esos baños por lo que arregle mis cosas para irme a bañar.
Pagué mi entrada para el vapor general y me desvestí en uno de los cuartos en los que uno deja sus cosas, me envolví en una sabana y entre a las regaderas.
Al entrar se encontraba uno de los masajistas y me dijo que si iba a querer masaje a lo que le conteste que sí pero que primero me iba a meter un rato al vapor y que yo le avisaba.
Después de estar como media hora descansando en el turco salí y le dije que ya estaba listo, por lo que me coloque boca arriba en la plancha y el me tapó la cara con una sabana.
Me empezó a enjabonar todo el cuerpo y luego me masajeó los hombros y los brazos, el vientre y luego siguió por mis muslos, rozando de vez en cuando mi verga que se empezó a parar, me estaba calentando poco a poco, luego me empezó a acariciar suavemente la parte superior de la entrepierna, rozando mis testículos y mi verga que para ese entonces ya estaba completamente parada, y mas con la emoción de oír a las personas que estaban cerca viendo como me estaban cachondeando y viendo mi verga completamente parada, luego alzo mis piernas y me empezó a dar masaje en las nalgas, ya estaba calientísimo con ganas de venirme, de sacar toda la leche que me traía inquieto y sentir un rico orgasmo y que todos vieran como me venía, deseaba que me masturbara el masajista pero el seguía acariciando ahora mi vientre, en fin yo ya estaba al 1000.
Al terminar de masajearme me dijo que ahora me pusiera boca abajo y me empezó a acariciar las nalgas y de vez en cuando me metía el dedo por el ano, con lo que me puse super caliente , asi siguió un buen rato hasta que despues me levanto una pierna y me dio masaje en mis muslos, yo me alzaba para que pudiera agarrarme la verga que seguia bien parada, queria que me hiciera una chaqueta y venirme a la vista de todos, luego me levantó la otra pierna y lo mismo me dio masaje en el muslo y ya luego de plano me agarró la verga y los testículos, me subió agarrandome los dos pies y piernas y me empezo a masturbar, yo me aguantaba las ganas para no venirme y asi siguió ya masturbándome sin parar, hasta que por fin sentí como nunca, una rica oleada de placer por todo mi cuerpo y empecé a venirme a chorros, derramando el semen sobre la plancha, el siguió con su mano exprimiendo mi verga hasta que salió la última gota de leche, con lo que terminó el masaje y yo me sentía pleno, muy satisfecho de haber gozado tanto y pensé que ya nunca podría dejar de disfrutar de esos ricos masajes que me ponían tan cachondo.
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