Masturbarse, ¿que es eso?
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Anonimo.
Tengo actualmente 25 años, y recuerdo esto porque fue cuando di el paso a ser adolescente sin planearlo.
Una noche mi amigo Ricardo y yo nos fuimos a su casa mientras nuestros padres asistían a una fiesta, en ese entonces yo tendría 11 años y el 12.
Sus padres nos dejaron advertidos que nada de comer mucho ni hacer travesuras en su casa mientras regresaban y planeamos ver televisión toda la noche en lo que regresaban para después llevarme a mi casa.
Ricardo era moreno, alto así como yo para nuestra edad, algo robusto mas no gordo, pelo negro corto y muy simpático mientras yo era un chaval flaco, igual de alto, pelo castaño y pelo corto.
Mientras nos servíamos botanas para ver televisión el se puso cómodo y se cambio el pantalón de la escuela por un pantalones holgados, mientras yo ya iba ya cambiado con una playera y unos jeans.
Prendimos la televisión mientras platicábamos sobre temas de la escuela: tareas, maestros, chistes y entre otras tonterías hasta que llegamos al tema de las chicas, ambos siempre fuimos poco afortunados en eso de tener novias.
R – Y que? Como vas con Diana (una chica que me gustaba)
Yo – Pues como siempre, solo es mi amiga, ya sabes.
R – Si caray, nada más no tenemos suerte.
Yo – Si, ya quiero besar a una chica de menos, o tocarle algo aunque sea jaja
R – Jajaja, tienes razón. Yo ya quiero cojerme a una
Yo – Jajaja te pasas, aún somos muy chicos – dije ingenuamente.
R – Que? Apoco aún no tienes sueños humedos
Yo – Pues la verdad no, pero siempre amanezco con erecciones jaja
R – Si jaja, mi amigo ya me pide a cada rato penetrar una vagina
Yo – En serio que si.
En eso mi amigo se mete la mano dentro de su pantalon y se comienza a tocar su pene y yo me le quede viendo como entre sorprendido y desconcertado.
R – Que no te has hecho una chaqueta aún? – refierendose a si ya me masturbaba
Yo – Chaqueta? Que es eso – dije confundido
Tocandose mas sugestivamente el pene me responde – Pues te meneas tu pito hasta escupir mecos –
Yo – ¿Eso se puede, ya lo has hecho?
R – Si wey, ya puedo embarazar a una vieja si quiero.
Yo no podía dar crédito a lo que escuchaba, yo tenia 11 años y desconocía muchas cosas del sexo. Vaya solo me tocaba cuando tenia erecciones pero ni siquiera había visto pornografía en mi vida, todo eso era muy nuevo para mi y me sorprendía ver que mi amigo estuviera tan informado.
Yo – Y ya te sale semen? – pregunte intrigrado
R – Si, me enseño un primo, me dijo que era como cojerse a una vieja pero con tu mano. Tu mano es como una vagina
Seguía sorprendido y como iba contándome, mi pene comenzaba a cobrar vida.
R – Tienes que hacerte una chaqueta wey, es rico
Yo – Y no duele?
R – Para nada, se siente de huevos, es mas mira, voy a tratar de enseñarte.
Sin pensarlo dos veces mi amigo dejo salir su pene semi erecto y para mi sorpresa era enorme para su edad, unos 15 cm yo me imagino,, gruesa y morena y con algunas muestras ya de vello pubico. Yo estaba como hipnotizado pero trate de disimular.
R – Checa, te jalas el cuero y lo vuelves a subir así
Me mostró la técnica y comenzó a masturbarse torpemente, supongo que se sentía excitado con la situación y su pene ya mostraba gotas de precum
Yo – hey, te estas meando, mira.
R – Jjajaaj no wey, esto te sale como lubricante, toca.
Puso una gota de precum en su dedo y me dio a tocar. Sentí asco pero a la vez curiosidad.
Yo – Orale, y te tardas mucho
R – Depende que tanto me exite, ahorita pienso que se la meto a Andrea (una compañera muy tetona de la escuela)
Yo – Quiero intentarlo
R – Deberías wey y me cuentas que te parece.
En eso sin esperarlo salieron volando dos chorros de semen seguidos de un gemido de mi amigo, yo estaba atónito, queria intentar hacer eso.
R – Vez, te dije – me decía con voz entrecortada.
Yo – Wow!
Ese día mi amigo me dijo que lo intentara y que incluso había material en internet, pero lo que decidí esa noche fue hacerlo en base a mi imaginación.
Llegue a casa y esperando que mis padres durmieran, con la luz apagada me acomode y me desvestí por completo mientras la luz de la farola de la calle me alumbraba.
Comencé a tocar la cabeza de mi pene circuncidado mientras acariciaba mi pecho y mis pezones, y comencé a imaginar mil situaciones y cosas, pechos de mujeres, vaginas, nalgas e incluso lo excitante que fue ver a mi amigo masturbarse.
Poco a poco fui tocándome, acariciando el tronco de mi pene, presionando mi glande y comenzando ese va y ven. Sentía como mi pene se hinchaba de la tremenda erección que marcaban mis 11 cm de largo y notando que mi pene era muy gordo. Lo sobaba, me acariciaba las nalgas, volvía a tomar el tronco y hacia movimientos acelerados, luego lentos, cerraba los ojos imaginando fantasías sexuales.
Mi pene palpitaba, sudaba y estaba caliente de todo el cuerpo, como disfrutaba la sensación de sentir mi mano tocando cada centímetro de mi pene y mis testículos pequeño aún sin una muestra de vello púbico aún.
Sentía mi respiración agitada y cada vez como se me entumecían las piernas y esa sensibilidad de la punta de mi pene a mis testículos hasta que de pronto sentí como un liquido blanco salia directo a mi vientre. Mi primer orgasmo, mi primera eyaculación, la experiencia que no me haría parar en un buen rato de autocomplacerme.
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