Mi primera eyaculación

Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Anonimo.
(Está historia me la contó mi amigo.
Él es gay.
Y crecí escuchando sus historias.
)

Cuando tenia 8 años volvimos de una salida al campo.
Habíamos ido con primos y tíos.
Yo me metí al río con calzoncillos por ende luego me puse el pantalón sin calzones.
Era un pantalón corto de fútbol.

A la vuelta nos quedamos en casa de mi tío un rato.
Ahí los adultos se pusieron a tomar mate y a charlar en el patio.
Los chicos estábamos en el comedor viendo dibujitos en la tele.
Eramos 4 con mis hermanos y mi primo Ulises de 12 años.

Yo estaba sentado con las piernas separadas y con mi cabeza apoyada en mis brazos que reposaban sobre la mesa.
Todo estaba tranquilo hasta que sentí que mi primo Ulises, que estaba a mi lado, puso su mano sobre mi pierna.
Yo ni me inmuté, solo pensé que lo hacía a modo de cariño.

Ahí estuvo su mano un rato hasta que la empezó a mover hacia mi entrepierna.
Metió su mano por el costado de mi pantalón y me tocó mis pequeños huevos y pene.
No me molestó, todo lo contrario, me gustó.

Pero cuando se empezó a poner dura la pija, giré la cabeza lo miré sonriendo y el se quedó helando y sacó la mano.
Pero yo no dije nada solo sonreí como invitándolo a seguir.
Al ratito siguió metiendo su mano y yo disfrutaba de eso.
Ninguno de mis hermanos se daba cuenta.

De ahí eran frecuentes nuestros juegos.
Pero lo que les quería contar era mi primera eyaculación.
Fue cuando tenía 12 años más o menos.
Mi primo tendría 16.

Volvíamos en la cúpula de la camioneta de mi viejo.
Está prohibido llevar gente ahí, por eso veníamos agachados.
Ulises me empezó a tocar y yo a él.
En un momento mientras nos masturbabamos empecé a sentir una presión en mi abdomen y mis piernas se aflojaron y ahí con un pequeño gemido acabe en los pantalones de mi primo.
Él se alegró y chocamos las palmas.

Y así fue mi primera eyaculación.
Pero no la última ni tampoco la única paja con mi primo.

(Si este relato corto tiene apoyo, haré historias más largas.
Hay más historias que me contó mi amigo.
Así que no se preocupen.
Comenten y sigo contando.
Saludos)