Mi primera masturbación
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Anonimo.
En eso, cuando empezamos a dibujar en la cartulina el desarrollo del niño, se le ocurrió a un chavo preguntar quien se ha masturbado, todos dijeron que ya se masturbaban y que les salía semen, pero yo nunca me había masturbado, entonces me pregunto un chavo que si yo me había masturbado, yo dude un poco y le dije que no, que solo eyaculaba en las noches manchando mi bóxer de semen, pero nunca había sentido eyacular ni menos masturbarme. Todos se quedaron con la cara de asombro. Pero el chavo de la casa (lo llamaré Eduardo) me dijo, haber yo te enseño como se hace. Me tomo del brazo y me llevo al baño, entonces me bajo el bóxer y empezó a tocarme el pene, lo tenia flácido pero su toqueteo y las suaves manos que tiene me hicieron excitarme y empezó a pararse mi pene. El entonces tomo mi pene ya erecto y acaricio mi glande, luego, empezó a subir y bajar su mano en todo mi pene, acariciaba mi prepucio y me masturbaba, yo solo hacia la cabeza para atrás y dejaba que hiciera lo suyo, me excitaba mucho su mano suave. Entonces empecé a gemir y el decía, que lo tenia muy grande, que se veía rico, que iba a echar mecos con abundancia. En eso, después de casi quince minutos de masturbada, empecé a sentir cosquilleos en mis testículos y a gemir con mas fuerza, hasta que sentí que mi pene se endurecía mas y se contraía mi cintura, en eso, empecé a eyacular, fueron como seis disparos de semen, sentía muy rico a cada contracción, mi semen se disparo con fuerza y era mucho, tanto que le salpique la cara a Eduardo y le manche la mano, sentía una sensación rica y el empezó a masturbarse debajo de su bóxer. Pude ver que el se quito el bóxer y eyaculó.
Después, salimos del baño, no sin antes lavarnos las manos y de secarnos nuestros penes con papel. Cuando salimos, los demás nos esperaban y nos dirigieron unas miradas de espera. Eduardo les dijo que eyaculo mucho que se me veía rica la verga y que de paso el también se masturbó porque lo excité. Todos empezaron a sacar sus penes y a masturbarse, yo me sentía en la gloria porque por fin pude verles los penes a todos ellos (ellos son rubios, de ojos claros y güeritos, con unos cuerpos bien proporcionados, en cambio yo soy de cabello castaño y güero también). Cuando eyacularon, solo olía a semen y costo mucho trabajo borrar las manchas de semen de la alfombra, como no pudimos quitarlo todo, Eduardo les inventó a sus padres cuando regresaron que por accidente tiramos pegamento en la alfombra pero íbamos a cooperar para limpiarla.
Esa fue la primera vez que me masturbé, bueno, que me masturbaron. Más adelante les contaré como una chava de quince años también me masturbó.
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