¡Mi primera Masturbada!

Como un amigo, mas grande que yo, me enseño lo rico de la masturbacion y si es de a dos mejor..
Adán tenía 10 años, hijo de padres a los que les gustan las cosas aburridas del gobierno. Mamá era la tesorera del pueblo que trabajaba en la oficina del alcalde, mientras que papá era un abogado que trabajaba en el tribunal. A Adán le encantaba andar en bicicleta por la ciudad y fue sábado por la mañana cuando se fue a uno de sus paseos. Salió de su calle y giró a la derecha para tomar la ruta panorámica a través del bosque a lo largo de la tranquila y desierta carretera rural.

Hacía calor, incluso para tan temprano en la mañana, pero cabalgando por la carretera rodeada por el espeso bosque y los árboles colgantes, se desprendía una suave brisa que estaba refrescando. Llego hasta el rio, y del rio al puente y alli, apoyada contra la pared donde estaba Adán, había una bicicleta. No fue la bicicleta que estaba allí lo que trajo una mirada extrañamente confusa al rostro de Adán. Era el hecho de que al lado de la bicicleta en el suelo había un par de zapatos y encima un par de pantalones cortos, ropa interior y una camisa apilados. Adán miró a su alrededor y no vio a nadie a lo largo o arriba de la pared, y mirando hacia atrás hacia el lago, no había nadie nadando. No fue hasta que Adán dio un paso adelante más allá de uno de los pilares y miró hacia el otro lado, que se congeló en seco.

Adán vio a su mejor amigo de 12 años, Kevin: Kevin tenía el pelo largo y rubio sucio y ojos color avellana, una oreja en la oreja derecha, un cuerpo tonificado y bronceado. Tenía los pies enterrados en el barro frío y estaba apoyado contra la pared inclinada. Adán estaba viendo a su amigo de una manera que nunca antes había visto. Allí, frente a él, estaba Kevin, totalmente desnudo, con los ojos cerrados y usando una mano para jugar o hacer cosas con su pequeño pene erecto de 4 pulgadas de corte. Adán realmente no sabía qué hacer con eso, ni entendía por qué estaba haciendo lo que estaba haciendo. Adán – sin darse cuenta – comenzaba a dar pequeños pasos hacia adelante viendo a su amigo jugar, frotar y acariciar su pene. Se estaba acercando cada vez más … hasta que el chasquido de una rama que pisó rompió el trance fascinante en el que se encontraba, y también sobresaltó a Kevin, quien abrió los ojos y se sentó rápidamente.

«¡Hola Adán! No tengas miedo, ven aquí», dijo Kevin.

Adán vaciló un momento y luego se acercó lentamente mientras pasaba por encima del agua en el centro. Ahora de pie muy cerca Adán pudo ver mucho más de cómo se veía el cuerpo desnudo de su amigo Kevin, dejando vagar sus ojos. Adán se encontró constantemente mirando hacia abajo y algo hipnotizado por lo que Kevin todavía se estaba haciendo a sí mismo y la apariencia de su niñez.

«¿No le haces esto a tu pene Adán, cuando estás en la cama o en el baño?» jadeó Kevin, mientras su respiración se aceleraba.

«Umm – ¡YO! No, no hago eso que estás haciendo», dijo Adán, mientras su rostro se ponía rojo brillante.

Mientras los dos hablaban, Kevin notó cómo Adán fijaba sus ojos en su cuerpo desnudo de 12 años y completamente erguido 4 pulgadas. Kevin se acercó a la pared inclinada y se recostó.

«Por cierto, se llama masturbación y todo el mundo lo hace», explicó. Kevin. «Quítate la ropa y acuéstate a mi lado y te lo puedo mostrar y luego puedes probarlo». Adán no movió un músculo, tal vez temía que los atraparan, que posiblemente no escuchó lo que se le acababa de pedir, o que … tal vez le gustaría. Kevin dio unas palmaditas en el cemento para indicarle a Adán que se sentara a su lado … y lentamente se movió. Adán se sentó y movió los ojos y la cabeza como si estuviera siendo un detective y estuviera buscando alguna pista … o en este caso, ojos de observación. Estaba tan nervioso que podía sentir su estómago gruñir por dentro y su cuerpo temblar y temblar suavemente. Lo único que Adán no pudo evitar hacer mientras miraba a su alrededor, fue echar un vistazo a Kevin, todavía frotando su muy, muy rígida niñez, de pie directamente en atención.

«Bueno, ¿te vas a quitar la ropa o quieres que te ayude?» cuestionó Kevin

Adán se quitó lentamente las sandalias y se agarró a la parte inferior de la camisa para levantarla y quitársela. Pero, no antes, echó un rápido vistazo a las 4 esquinas para ver si alguien iba a bajar.

«¡Adán! Es sábado por la mañana temprano y la feria está en el otro extremo de la ciudad, y también las únicas personas que usan este camino en este momento son los ancianos que van a hacer compras al otro pueblo», dijo Kevin, ahora acariciando un un poco más rápido.

Adán se levantó la camisa por encima de la cabeza, lo que le permitió a Kevin captar las imágenes de un estómago y un pecho tonificados y bronceados, de esta hermosa de 10 años frente a él. Una vez más, Adán vaciló al colocar sus manos en la cintura de sus pantalones cortos, echando un rápido vistazo a su alrededor … entonces. Se puso de pie y Kevin se sentó, mirando como Adán lentamente comenzaba a bajar sus pantalones cortos … en realidad su bañador, con la ropa interior incorporada. Bajándolos, el elástico descansaba sobre el pene de Adán, que ahora comenzaba a endurecerse y se podía ver simplemente descansando debajo del elástico. Adán se detuvo por un breve momento, lo que le permitió a Kevin estirarse y agarrar la parte inferior de los pantalones cortos en las piernas. Con un tirón constante, Adán miró hacia abajo y observó, al igual que Kevin, cuyos ojos se agrandaron con deleite y anticipación de algo sensualmente impresionante. Los pantalones cortos se deslizaron por la niñez de Adán, y una vez que la banda llegó al final … salió el pene semi-erecto de Adán, moviéndose hacia arriba y hacia abajo como un trampolín.

Lo que parecieron horas, pero fueron solo segundos. Kevin estaba en puro deleite, mirando apasionAdánente todo este asombroso deseo en su vista. Kevin le indicó a Adán que se diera la vuelta, y así lo hizo, mientras Kevin observaba cada curva, hoyuelo y hendidura del pequeño, apretado y suave trasero de su joven amigo. Kevin luego tomó a Adán del brazo y le indicó que se sentara, y se sentaron uno al lado del otro, con las piernas dobladas, los pies apoyados en la pared y apoyados en los codos. Kevin con su mano izquierda todavía estaba trabajando en su erección muy rígida y palpitante. Kevin luego se acostó mientras Adán lo seguía y luego observó un poco cómo Kevin se frotaba y acariciaba su propio pene.

«Solo mírame y haz lo que hago, será divertido y te gustará mucho». Mencionó Kevin

Adán tomó su pulgar y su dedo índice y los colocó en el eje de su endurecida infancia. En el mismo segundo que movió los dedos a lo largo de él … arriba y abajo, una sacudida de sensación erótica lo atravesó de la cabeza a los pies. Adán vio que todo a su alrededor se había detenido o disminuido, como las alas de los pájaros moviéndose en cámara lenta. Kevin se había congelado y estaba Adán solo en su nuevo ‘Momento Auto Erotico’. La realidad retrocedió, y justo a tiempo también, cuando el éxtasis de Adán se intensificó. Kevin se acercó y tomó el pene de Adáns en su mano, envolviéndolo alrededor de todo el eje y lo acarició cada vez más rápido. Todo lo que Adán pudo hacer fue disfrutar de esta nueva sensualidad, sintiendo que su espalda comenzaba a arquearse, su corazón se aceleraba, como si estuviera saliendo de su pecho.

Kevin se acercó y tomó la mano de Adán colocándola en su pene y consiguió que Adán, con toda su mano, acariciara la erección de Kevin. Había pasado algún tiempo y Kevin sentía que la pasión llegaba a su punto de liberación. Para Adán, no sabía qué era esta nueva sensación ardiente en su rostro y en su cuerpo, por qué respiraba con tanta fuerza y dejaba escapar ruidos, como un suave gemido. Todo lo que sabía era que realmente le gustaba y que estaba obteniendo la emoción, el disfrute y el placer de su amigo que tal vez había soñado y deseado durante tanto tiempo. Sintió como si necesitara dejar escapar un gran pipí, sin saber cuál sería en realidad el clímax de su orgasmo y, finalmente, la eyaculación.

Kevin sabía que él y Adán se estaban acercando y necesitaba su propia mano para terminarlo, así que quitó su mano del pene de Adáns y la puso en la suya. Adán lo siguió y ambos chicos estaban trabajando más duro y más rápido. Debido al intenso placer en el que estaban los niños, junto con el calor extremo del sol brillando sobre ellos, los cuerpos de los niños estaban empapados de sudor, llenando cada parte de sus cuerpos, axilas, muslos internos, nalgas y derramando sus caras. Adán, en cuestión de segundos, arqueó más la espalda, inclinó la cabeza hacia atrás y puso los ojos en blanco detrás de los párpados. Adán dejó escapar un gruñido muy fuerte y echó a chorros por primera vez, el pre-semen de Adán, cumpliendo la erótica, sensual y euforia de su primer orgasmo. Adán tenía solo 10 años, por lo que aún no había madurado por completo para dejar salir lo que Kevin de 12 años estaba a solo unos segundos de hacer.

Adán se permitió tiempo para relajarse y disfrutar de los placeres que experimentó. Todavía estaba jadeando pesAdánente, mirando hacia abajo a las cosas que estaban por toda su mano y goteando de su pequeño pene ahora suave. Kevin estaba listo y sus gemidos se intensificaban con cada golpe mientras doblaba los dedos de los pies, arqueaba la espalda y gritaba. Adán miró hacia arriba para ver como Kevin disparaba su carga sobre su estómago y pecho hasta la mejilla derecha del mentón. Adán lo miró con total asombro, preguntándose por qué el suyo no se parecía al de Kevin. Los niños se quedaron allí un rato dejando que los jugos de sus niños se asentaran donde cayeron, aunque debido al calor, se secaron y se volvieron pegajosos rápidamente.

Adán miró a Kevin.

«¡Ey Kevin! ¿Por qué mi baba no se ve como la tuya?»

“Primero que nada se llama ESPERMA o ACABADA, y como solo tienes 10 años y eres joven, aún no has pasado por la pubertad”, explicó Kevin. Sin saber realmente la razón correcta, pero sonaba genial e inteligente. «¡Entonces! ¿Qué piensas? ¿No fue divertido y ni siquiera dolió o nada de lo que tener miedo?», Agregó Kevin.

«¡Sí! Fue genial y quiero hacer más», dijo Adán, con la mayor sonrisa en su rostro. «¿Haces esto … me refiero a masturbarte mucho debajo de este puente, Kevin? Realmente me gustaría venir aquí y hacerlo de nuevo, si tú también vienes aquí».

«¡Sí! Lo hago principalmente en mi habitación, pero vengo aquí casi todos los sábados y domingos, si quieres, también puedes».

«¡ABSOLUTAMENTE!» gritó Adán

¡FIN!

ByADAN
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