Mi vecinito de 11 le encanta que lo vean
Cuando yo tenía 12 y mi vecinito 11 descubrí que le gustaba exhebirse y a mí me encantaba verlo.
Actualmente tengo 20 años, esto sucedió cuando yo tenía 12 años, apenas empezaba a despertar mi sexualidad. Soy un chico de piel clara, cabello negro, delgado y estatura promedio, en ese entonces apenas estaba descubriendo mi sexualidad. Mi vecinito en ese entonces tenía 11 años de nombre Axel, de piel morena clara, chaparrito, de pelo rizadito castaño, vivía atrás de mi casa, la ventana de mi cuarto deba al balcón de su cuarto, él tenía una enorme ventana de cristal que permitía que yo viera todo su cuarto si estaba abierta la cortina.
Normalmente yo no prestaba mucha atenció a su cuarto, pero todo empezó a mis 12 años cuando estaba haciendo mi tarea en mi escritorio que está pegado a la ventana de mi cuarto que tiene vista directa a la ventana y balcón del cuarto de Axel, me percaté que tenía la cortina abierta y que él estaba en su cuarto en toalla, al parecer acababa de terminar de bañarse, acto seguido se quita la toalla de espaldas, dejando ver su lindo culito morenito, me dió un poco de pena y me alejé de la ventana, pero después regresé a mirar discretamente cómo se colocaba su trusita azul, en eso me pareció que volteó y yo me escondí para que no se diera cuenta que yo estaba mirando, le verdad me excitó mucho esa situación, tanto que me dieron ganas de jalarme mi verguita que en ese momento apenas medía como 12cm. erecta. Después de ese día yo trataba de estar en la ventana «haciendo tarea según» a esa hora con la esperanza de verlo nuevamente, aunque pasaron algunos días y no me tocó verlo así nuevamente, a veces salía a su balcón y se percataba que yo estaba «haciendo tarea» u observándolo, en ocasiones cruzábamos mirada y él me agitaba la mano para saludarme, la verdad para ese entonces no hablábamos mucho, solo un par de veces que habíamos cruzado palabras al ser vecinos y tener amigos en común de la colonia, y a veces nos veíamos en las maquinitas que había en la tienda de la cuadra.
Un día, estaba yo en mi ventana, cuando de repente veo que sale de su baño en toalla, cubriendo solo de su cintura para abajo, la verdad me excité mucho, para mi sorpresa salió así a su balcón, su torso y dorse morenitos de piel que se veía muy suave y se antojaba tocar, yo estaba super nervioso y hacía como que no lo veía, cuando de repente veo que se quita la toalla dejando al descubierto su pajarito, estaba larguito y delgatito como unos 8cm. flácido y lo empieza a menear aparentando secarse con la toalla, para eso yo todavía hacía como que no lo veía, luego se puso de espaldas y abrió las piernas dejando ver su culito morenito, se agachó disque para secar sus pies, lo cual me dejó ver su culito bien lindo y sus huevitos morenitos, después me volteó a ver, yo no sabía que hacer, me quité de la ventana y me escondí tras la pared de mi cuarto, y mi reacción fue quitarme la ropa y quedarme en truza para que el también pudiera verme, estaba yo super cachondo, nunca había visto a otro chico de mi edad encueradito, y así lo hice, volví a la ventana y ahí estaba él jugueteando su penecito, me volteó a ver y siguió jugando su pilin, yo estaba que reventaba de excitación, así que me empecé a tocar subre la trusa el pene super parado, después se oyó que su mamá lo llamaba, Axel se puso la toalla y se metió a su cuarto cerrando la cortina, me dejó super exitado, pero no se iba a quedar así.
Días después me lo encontré en la tiendita de la esquina de mi calle jugando maquinitas, lo saludé y le dije que si quería ir a mi casa a jugar nintendo, él me dijo que iba a pedir permiso, así que lo acompañé a su casa, y como su mamá conocía a la mía, sí le dieron permiso pero su madre dijo que solo un ratito porque tenía que hacer tarea. Al llegar a mi casa, solo estaba mi hermana mayor en la sala, yo me dirigí a mi cuarto con Axel y puse seguro para que nadie nos molestara, le mostré a Axel mis juegos y le pregunté que cuál quería jugar, a lo que él me respondió que el de Mario Kart, jugamos unas partidas, y en la última le pregunté que si le gustaba salir así a su balcón, el me contestó ¿Así cómo?, yo le dije «Así sin ropita, el otro día ví que saliste así a tu balcón y sin querer te vi», él se rió, seguro porque ya lo sabía, «¿Te gustó verme?» me preguntó, yo me sonrojé, le dije que se veía muy bien, y le dije que si lo podía ver de nuevo, a lo que él me contestó «Solo si tu me enseñas también», eso me excitó más así que le puse pausa al juego y me empecé a desvestir, primero me quité la camisa y luego el short, quedando solo en trusa (en ese entonces solo me compraban de esas, no tenía boxers), él hizo lo mismo, Axel traía una trusa roja algo ajustada y dejaba ver su bultito), «tu primero» me dijo, así que me bajé la trusa quedando todo expuesto ante él, mi pilin bien paradito, «asu ya lo traes super parado» me dijo, él se lo quitó después, dejando ver un pilin morenito delgado pero larguito todavía algo flácido ¿Y ya te sale lechita? me preguntó, me sorprendió que supiera tanto de eso, siendo un año menor que yo, le confesé que sí, «A mi todavía no me sale» me dijo, él se empezó a tocar su pichito morenito y ví como empezó a crecer, estaba incluso más largo que le mío, «wow que grande se te pone» le dije, «sí verdad?» me contestó, yo estaba tan excitado que me acerqué y le dije, «vamos a ver a quien le crece más», el aceptó diciendo «si, pero el que pierda tiene un castigo», yo acepté, así que me la empecé a jalar igual, se me acercó y pegamos pitos para comparar, el de él era más grande y morenito «mira te gano jaja» me dijo, yo no podía con la excitación, que cuando pegó su pilin al mío se me escurrían gotitas de precum del prepucio ya que mi pichito tenía algo de fimosis en ese entonces y no bajaba todo. «¿Cuál será mi castigo?» le pregunté, «Lo voy a pensar y te aviso, sale» respondió Axel, en eso escuché a mi hermana afuera de mi cuarto decir que ya habían llegado a buscar a Axel, a lo cual nos vestimos super rápido, yo aún la tenía bien paradito pero tuve que aguantarme. Antes de irse Axel me susurró «queda pendiente tu castigo», eso me dejó bien excitado… pero eso será para la parte dos.
Espero que les haya gustado mi anécdota de la infancia, si quieren que les cuente el resto, por favor déjenme un comentario de qué les pareció esta historia. Gracias por leer.
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