Mirando a mi primo
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Anonimo.
Mi nombre es Lautaro (Laucha para los conocidos), soy de Bs As, delgado, muy lindo de cara, tez blanca y, a pesar de mis 21 años, parezco de 17. Mi primo Pedro tiene 18, es de piel muy tostada, alto, futbolista desde los 14 y gym desde los 16. Tiene un cuerpo de escultura, con un pecho enorme y cuadrado en donde se podría dormir cómodamente jeje, panza chata sin abdominales y unos brazos musculosos que le dan un aire a macho de rugby. La verdad que lo vengo viendo con muchas ganas desde que empezó a crecer en altura, superando 1,8 m, y hace rato que mis pajas son en su honor, pero nunca me había animado a tanto como ese verano que me quede en su casa.
Peter (le dicen los amigos) es de Córdoba, y como siempre nos llevamos bien por la cercanía de edad, suele invitarme a pasar las vacaciones a la casa. El verano pasado fui a pasar una semana. El calor era inaguantable y Peter se paseaba siempre en cuero por toda la casa. Verlo hacia que se me pusiera gomosa, por lo que tenia que taparme bien para que no se me viera la carpa.
La primer noche que pase, Peter me invitó como siempre a compartir habitación. Yo dormía en su cama y él en un colchón en el piso. Por el cansancio del viaje, decidí acostarme temprano. Cuando estaba en la cama leyendo, lo veo venir…. Estaba en cuero, con un short azul oscuro y ojotas. Venia todo mojado de la ducha y se empezó a desvestir para acostarse. No había notado el cuerpo tan hermoso que tiene hasta que empezó a desnudarse… primero se bajó el short dejando a la vista un boxer blanco con una cola redonda y parada apuntando hacia mi cara.
Me quede anonadado ante esa imagen. Pedrito se dio vuelta y pude ver que siguiendo el caminito casi invisible que bajaba desde su ombligo se podía llegar a un bulto perfecto que tendría entre 18/19 cm y con una anchura importante. No pude sacar los ojos de ahí, y mucho menos cuando note esa gotita de humedad en donde debía estar la punta de su chota. Pedro no se dio cuenta de mi vista, sino que se acostó sin taparse, con la pija para arriba y se durmió.
Al verlo asi, no me podia dormir. Su cuerpo de modelo bronceado, su cara de nene, ese pecho cuadrado, el pequeño hilo de cabellos desde el ombligo hasta el boxer y ese bulto ancho y perfecto debajo del boxer blanco me taladraban la vista. La chota se me puso dura de manera casi inmediata. Decidi hacer una pendejada: me tape con la sabana a pesar del calor y me saque el boxer (ya mojado con pre), agarre una media y meti mi pija dentro. Hice eso y empece a verlo… Pedro sudaba, se tocaba, respiraba agitado…. Todo en él parecia una pelicula porno.
Me acomode en la cama para que mi cabeza quedara en el aire, sobre el colchon de él. Acerque mi cara a su pecho. Luego fui bajando hasta su ombligo. El olor a macho hacia que me exite mas. Pedrito tenia un aroma a sudor y huevo que me encantaba. Dentro de mi sabana, con una media como preservativo, mi pija no paraba de tener fricción. Me la apretaba fuerte con la mano derecha y la hacia subir y bajar con un ritmo acelerado. Mi cuerpo no dejaba de sudar y la media hacia ruido de agua por la cantidad de preseminal que sacaba.
Cuando llegué a la pija de Peter, mi exitación era tan grande como ese chorizo encerrado en un boxer blanco. Queria arriesgarme a besarlo, pero temía que se despetara. Así que solo me quede ahi, mirandolo, oliendolo. Ese bulto tenia olor a meo, huevo y mucho semen. Se ve que mi primito se pajeaba con el boxer puesto…. Empece a pajearme más fuerte. Me dolía la pija de tanta fricción. Ya no podía aguantar más!!
Me puse boca arriba en mi cama, mirando de reojo el cuerpo de Adonis de mi primo y mordiéndome el labio, y empece a eyacular. Litros y litros de leche se acumulaban en la media. Entre el calor y el cansancio, mi sudor hacia que el colchón pareciera una pileta, y la media una bombita de agua. Me la saque con cuidado, la enrolle y la guarde hecha una pelota atrás de mi cama.
Esa noche dormí con una felicidad gigante, a tal punto que amanecí mojado por algún sueño húmedo producto de tanta alegría. Ese fue el comienzo de muchas pajas nocturnas pensando en mi "primo querido"
El relato es verídico y espero que les haya gustado. Solo cambié los nombres por seguridad, pero el resto me alegra decir que es verdad jeje
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