Mis deliciosos inicios 2
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Anonimo.
En el relato anterior ( Mis deliciosos inicios 1) les conte como fueron los primeros aprontes de mi vida homosexual. En este sigo con la secuencia logica que se crea, al desear fervientemente ser cogido de una buena vez y por una verga que te reviente las tripitas.
De regreso a Stgo una vez terminado el verano, como es lógico no logramos volver a encontrarnos con aquel chico rubiecito con el cual comparti carpa ( tienda) , besos, caricias desnuditos, refregones y mamadas mutuas; pero eso no hizo que me quedara sumido en la tristeza y la melancolía. Con mas impetu que antes fue descubriendo nuevos placeres en solitario, los que se desarrollaron al evocar mis dias con Josesito ( el rubio crespito) y despues de haber encontrado en un mueble de mi padre una revista sueca de sexo hetero explícito. Muchos se recordarán ( en especial los mas viejos) de esas revistas tamaño libreta, de no mas de 10 hojas y en las cuales los modelos fotografiados distaban mucho de ser los hermosos ejemplares que ahora vemos en las paginas pornos. Esos eran unos delgaduchos cuasi caquecticos ( tanto ellos como ellas) blancos como gusanos de maiz y sin ninguna expresion en los rostros.
Bueno yo encontre una de esas revistas, la que, no obstante no ser de lo mejor ( ademas no tenia con que compararla ) me llevo a descubrir un mundo nuevo de sensaciones al fantasear por ejemplo que yo era la rubia famélica que era follada por dos tipos y por otra parte, a veces era el macho que la follaba a ella y que el semen con que la bañaba provenía de mi enhiesto penecito, o era mia la boca que recibía la descarga de leche.
Una de las fotos que me abrió mas posibilidades de placer, fue una en la cual a la chica de la revista le introducían por el ano un envase metálico de puros, mientras que ella le hacia sexo oral a uno de los modelos y al mismo tiempo que el otro flacucho se la culeaba por su palida concha exageradamente velluda.
Eso me encantó y como sabía que en casa había uno de esos envases, me hice de el y comence a explorar una nueva faceta sexual al introducirmelo sin mayor esfuerzo por mi anito hasta la tapa rosca del tubito de aluminio. En un principio para ser totalmente honesto, el asunto me costó un poco pero despues de bregar un rato y crema de manos mediante, logre metermelo entero y comence a disfrutar de el casi a diario. Se imaginan, un chico de casi 10 años inventando poses sexuales, totalmente desnudito en una cama ( o en el baño, o en el patio, o en un closet) metiendose ese objeto con una mano, mientras que con la otra hojea la revista al mesmo tiempo que se chupa el dedo pulgar en reemplazo del penecito de Josesito. Hubo veces en que me lo dejaba adentro por largo rato y, como estaba en casa solo con mi nana, el te de la 5 de la tarde ( que en Chile se llama hora de onces) lo consumia estando con el tubito metido adentro, sujeto por mis solip y short. Hummm que imagen mas erotica y deliciosa no¿
Bueno el caso es que, despues de un par de meses de usar el tubito en cuestion ( que era poco mas grueso que el dedo medio de un adulto) ya me empezo a "quedar chico " por lo que procure encontra cosas mas gruesas y que me hicieran sentir que mis carnes se abrian con mas dificultad y por ende con mayor placer. El caso es que, despues de unos dias de haber dejado de lado a ese "amante metalico" comence a meterme cuanta cosa pillaba que me hiciera gozar; logrando meterme cepillos de pelo, mangos de martillos, destornilladores, velas, palos de escobas, cecinas, pequeños pepinos y algunos envases de desodorantes platicos o metálicos. nn Me fascinaba oir el "plosh plosh" que hacian mis entrañas al meterme esos objetos con abundante crema y la resistencia que se vencía de ambos esfínteres anales cuando esos juguetitos lograban entrar a fondo. Una deliciosa mezcla de dolor y placer que tuvo su culminacion el dia que estando presa de una calentura irracional, me sente en el encremado gollete de una botella de champán, el que se logró introducir aproximadamente 15 cm. lo que trajo como logica consecuencia que se me escapara un alarido de dolor y placer y un temor de los mil diablos ya que, al salir de adentro el gollete de vidrio exhibía una gran cantidad de materia fecal y sangre. Para que decir que una vez que me mire en un espejo, mi anito me habia quedado abierto y pese a aprietar el esfinter, este volvía a abrirse solito como una ominosa boca hambrienta de carne. Con esa imagen acabe varias veces seguidas y como ya tenia mas de 10 años, me lleve una hermosa sorpresa al notar que desde mi uretra salia un liquido trasparente que formaba una tenue espumita.
A raiz de esa experiencia que podría resultar traumática para otros chicos, deje de tener sexo con "cositas" por unos dias mientras se sanaba mi culito y el dolor que me aparecia incluso al defecar, se iba desvaneciendo sin dejar ningun trauma ni visos de arrepentimiento. Pasada un par de semanas y sintiéndome mas seguro de mis actos, volvi a la carga con mas brios y, no obstante que no volvi a repetir la experiencia de la botella sino hasta los 16 años, continué con mi ajetreada pero solitaria vida sexual descubriendo nuevos objetos y soñando con nuevos amantes al repasar una y otra vez la revista Sueca que ya describí y un par de ejemplares "Play Boy" que le robé a papa. Yo era la chica fotografiada y que era culeada por todos esos guapos modelos que Heffner ponía a mi disposicion. ( jejejejeje)
Fue por esa senda y contando ya con 10 años que un dia no aguante mas y empleando las revistas que había sustraído, seduje al hijo del jardinero y logré que me culeara muy delicoso pero, esos detalles los dejare para el tercer relato.
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