Otra Historia Con Ulises – by Jack Smith
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por JackSmith.
Como les conté hace un tiempo.
Ulises empezó con nuestros juegos cuando yo tenía 8 años y el 12.
Durante esa época nuestros juegos eran muy a lo "desentendido".
O sea, parecía que no pasaba nada, aunque sabíamos perfectamente la excitación que nos provocaba.
Pero todo era como un juego que no terminábamos de concretar.
Con él eyacule recién a los 12 años.
Y era cuando nuestros juegos empezaban a ser más aceptados por ambos.
En los 4 años previos eran más manoseos o toqueteos a lo tonto.
Sin embargo me acuerdo de algo sobresaliente que pasó cuando tenía unos 10 años más o menos.
No estoy seguro de mi edad pero recuerdo que tenía un par de pelitos en mis huevitos.
Ulises tendría unos 14.
Ese día fuimos a casa de nuestra tía abuela.
O sea, tía de nuestros padres y hermana de nuestra abuela.
Íbamos ahí de vez en cuando, como su cumpleaños.
Pero por lo general ella venía a vernos a nosotros.
Ese día fuimos a verla por alguna razón que ya no recuerdo.
Solo recuerdo que era en las vacaciones y en verano.
Por alguna razón estaba Ulises en casa y mi mamá nos pidió acompañarla.
Mi viejo no estaba para llevarnos y fuimos caminando, estaba lindo el día.
Pero a 5 cuadras de la casa de mi tía abuela se largo un chaparrón, como esos de verano en zona tropical.
Y nos quedamos bajo el techo de una carnicería.
Esperando que parara.
Cuando paro un poco salimos corriendo bajo los aleros de las casas.
La lluvia volvió con todo de nuevo, no nos detuvimos hasta llegar a casa de mi tía.
Completamente empapados, en casa de nuestra tía nos atendieron bien.
Nos dieron toallas y a mi mamá le prestaron algo de ropa.
Pero nosotros tuvimos que esperar sin ropa.
La idea era secar la ropa en el secarropas y luego con la plancha terminar de secarlas.
Ulises tenía un toallon en la cintura y el torso al aire.
Yo tenía puesto una bata o salida de baño, grande y rosada que me llegaba casi hasta los tobillos.
Nuestra tía abuela nos dió chocolatada y pan porque estábamos helados y con hambre.
Mi mamá agarró nuestra ropa y se dispuso a secarla.
Mi tía abuela nos invitó a su habitación a ver tele mientras esperábamos.
Abrió su cama de dos plazas y nos invitó a taparnos si es que teníamos frío.
Pero yo solo me subí a la cama y en el medio de la misma me senté arrodillado sobre mis pies.
Mi primo vino y se acostó de costado cerca de la cabecera de la cama.
Apoyado sobre su codo izquierdo.
Estábamos viendo "los padrinos mágicos" que estaban de moda en esa época.
Estaba tranquilo hasta que Ulises, que estaba detrás mío, tocó mi pie.
En señal de que estaba queriendo empezar nuestros juegos obscenos.
Mi mamá y tía cuchichiaban a lo lejos.
Así que estaba más que perfecta la oportunidad de empezar a portarnos mal.
Les detallaré todo cómo fue así van imaginandose la situación.
Como les dije, estaba arrodillado, sentado sobre mis pies, la bata obviamente entre mis piernas.
Y Ulises luego de tocarme los pies delicadamente empezó a tironear de la bata para levantarla.
Estaba difícil para él, y tiraba de un lado y del otro tratando de liberarme de los pliegues de toalla.
Yo lo ayudé disimuladamente como hacíamos en esa época: con un movimiento distraído mientras me reía o fingía "acomodarme" me levanté un poco como para que Ulises corriera un poco la bata y luego me senté en mis pies nuevamente.
Ya con más movilidad mi primo terminó de acomodar la bata de manera que termine con mis nalgas apoyadas directamente sobre mis piernas y pies desnudos, sin tela de toalla en medio, pero obvio tapado sin que nada se viera en caso de que alguien entrará.
Nuevamente mientras nos reíamos con Bob Esponja Ulises empezó por tocarme los pies y metiendo su mano por debajo de la bata empezó a tocar mis nalgas.
Yo me enderecé un poco y con un glúteo sobre cada talón abrí un poco mis pies y mis piernas.
De manera que le daba más acceso a mis partes.
Automáticamente mi primo metió su mano por debajo de mi culo y me empezó a masajear los testículos.
Luego paso su otra mano por delante y me tocó mi pene erecto.
Que ya estaba erecto desde el principio cuando tocó mi pie.
Así estuvimos un rato.
Él me masturbaba y me ponía como loco cada vez que pasaba su dedo por los bordes de la cabecita de mi verga.
Sabía cómo hacerlo y me produjo un orgasmo muy intenso.
Luego lo detuve porque ya sentía que estaba satisfecho y húmedo, aunque no eyaculaba aún.
Pero mi primo ahora estaba caliente porque se corrió un poco el toallon y dejó su verga a mí vista.
Yo de rato en rato mientras nos reíamos con los dibujitos le miraba el pene erecto y no me atrevía a tocarsela pero el tampoco me lo pedía.
Mi mamá luego nos llamó para que nos pusiéramos la ropa y hasta ahí quedó el relato desde mi punto de vista.
Años después con Ulises hablamos de esa ocasión.
Y el me contó lo siguiente:
"¿Te acordás de esa vez en casa de la tía Irma? Estuvo bueno, y estaba muy caliente yo.
Pero no me atrevía a decirte que me masturbaras o agarrarte la mano y llevártela hasta mi pene.
Yo esperaba que fueras vos el que tomara la determinación de tocarme pero no lo hacías.
Luego entendí que también tenías vergüenza.
Pero yo te mostraba la pija todo un rato para que me ayudarás a bajarme la calentura.
Aunque lo mismo me calentaba cada vez que me mirabas.
Cuando fui al baño a cambiarme tenía el pene re mojado y pegajoso y ahí mismo me senté en el inodoro y me masturbe pensando en vos.
Cuando me masturbaba pensando en vos siempre eran las mejores pajas.
Y eran pajas de mucha intensidad.
Con mucha leche de por medio, jajaja.
Que recuerdos primo.
"
Continuará.
?
Bueno, espero que les haya gustado! Y les pido algo.
COMENTEN porque si hay más de 3 comentarios publicaré más, si no, todo quedará aquí.
Cuenten qué hacían con sus primos! Que hacían para no ser descubiertos! Que juegos creativos tenían! Etc, etc, etc.
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