Pajas con Carlos
Continuación del relato pajas con mi hermano I.
Al día siguiente Pablo fue a casa de Carlos y le comento lo ocurrido con Luis.
-Me dió me dio mucho morbo tocarle la polla a mi hermano quiero que lo hagamos en los tres juntos.
-no sé Pablo yo de momento estoy cómodo contigo solo. Y bueno aún hay que hablar de aquello…
Carlos era el mejor amigo de Pablo desde los 3 años. Tenía una polla de 17 centímetros actualmente. Era fina y larga, totalmente depilada siempre. Con 13 años se pajearon por primera vez juntos. Ambos se consideraban heterosexuales pero les ponía muy cachondo masturbarse juntos.
Todo comenzó con una charla sobre la medida de la polla de ambos. Los dos acabaron desnudos enfrente del otro sentados cada uno con su polla en la mano. La experiencia fue tan excitante que no deja nunca de hacerlo. Cada fin de semana se juntaban en casa de Carlos y se pajeaban hasta tres veces. Si conocían los cuerpos y las pollas a la perfección. No necesitaban porno simplemente se mirarse mutuamente. No lo sabían a ciencia cierta, pero sus cuerpos y sus pollas les excitaban muchísimo. Se pajeaban durante toda la semana esperando el sábado para hacerlo juntos. Eran como hermanos. Los sudores y la excitación llenaban la habitación cada sábado.
El anterior había pasado algo diferente. Carlos había besado a Pablo y había bajado directamente a chupar la polla de su mejor amigo. Había sido como un auto reflejo. Había lamido su capullo y había introducido casi todo el rabo en su boca. Había lamido su polla entera, con una excitación enorme. Pablo no entendía nada, pero su polla si quería ser mamada. Se corrió fuera, salpicando sus abdominales. No hablaron del tema después. No sabían que ocurríria.
Por ello, ese sábado Pablo intento hablar de su hermano para distraer la conversación.
-Si… Bueno he pensado un poco. Creo que no es nada diferente a lo que hacíamos antes.
-Si… Es diferente. Te bese y te chupé la polla. No se porque lo hice. Me estaba encantando la paja que me hacias y…. No se porque salté así.
-si te quedas más tranquilo te la chupo yo… Y fin de la historia.
Ambos estaba como siempre desnudos, sentados en la cama uno frente a otro. Una vez entraban por la puerta se desnudaban y se ponían en la cama. Ambos estaban empalmados, no sabían verse de otra forma las pollas.
-Bueno…. No te mentiré si te digo que me encantó chupartela. Y que me encantaría que lo hicieses ..
– A mí también me encantó. Quiero hacerlo por ti. Ya sabes, somos como hermanos y siempre nos hacemos disfrutar el uno al otro. Me parece injusto no hacerlo por ti.
-De acuerdo…
Ambos comenzaron a pajearse como hacían siempre. Carlos se escupió en la mano y se lanzó a por la polla de Pablo. Este fue también y agarró la polla de Carlos, acariciando el capullo. Se miraron a los ojos y comenzaron a sacudirse las pollas. Pablo miraba el cuerpo de Carlos. Era realmente perfecto. Estaba bastante definido, se vislumbraba un pecho firme y unos abdominales bastante marcados. Pablo también tenía abdominales, pero se apreciaban menos. Le gustaba el cuerpo de su amigo y también su polla larga y fina.
Pablo se separó de Carlos y lo tumbo en la cama. Le devolvió aquel beso que le dio Carlos, aunque fue breve.
Bajo mirando su cuerpo y vio su polla. Estaba durísima y el precum asomaba en su punta. Pablo bajo la piel del capullo y se introdujo la punta en la boca. Carlos dio un espasmo de placer. El sabor era extraño, pero no le disgustaba. Pablo sacó la lengua y la pasó por toda la punta de su amigo, que había enmudecido. Tantos años de pajas y aquí estaban, haciendo la primera felación mutua. Pablo introdujo media polla en la boca, buscando su límite. Cuando tocó su garganta retrocedió un poco. Así comenzó el mete saca de la polla en su boca. Carlos respiraba alteradamente con la polla dentro de la boca de Pablo. No tardaría mucho en acabar.
-Pablo me voy a correr…
Pero Pablo continuaba a más velocidad. Parecía que le estaba gustando más de lo que pensaba
-Pablo….voy a…
-Calla y sigue.
Pablo siguió y Carlos acabó derramando toda su corrida, intensa y en grandes cantidades en la boca de su mejor amigo.
-Ahhhhhh…… Bfffffffff
Pablo continuaba con toda la polla dentro de la boca. Se incorporó y el semen se deslizaba por sus labios.
-Me lo he tragado. Me ha encantado. Quiero chupartela todos los sábados.
-Y yo a ti…. Ven….
Alternaron la posición y Carlos bajo besando el cuerpo de Pablo. Devoró la polla de su amigo. Estaba realmente enamorado de esa polla. 16 cm de carne masculina en su boca. La tragaba a toda velocidad.
-Dame tu leche hermano… Yo quiero saber cómo sabe la leche de mi mejor amigo.
-La tuya sabe a gloria Carlitos… Te voy a dar la mía. La has tenido en tu pecho, en tus abdominales y en tu mano. Solo falta en tu boca….
-Damela damela joder
Los dos adolescentes estaban a mil. Uno tragando todo el rabo de su amigo. El otro cogiendo la cabeza del que era como su hermano, hundiéndole el rabo en la garganta.
– Ya va…ya va….
Y boom toda la leche acabó en la boca de Carlos. Este se la enseño a Pablo y al segundo la tragó. Ambos repelaron sus pollas para no dejar ni un rastro de semen. Tras ello, se besaron, saboreando los sabores de sus pollas. Se lamieron las lenguas y las bocas. Y allí acabo la noche.
Pablo pensó en que al día siguiente su hermano querría saber esa anécdota.
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