Pajas con mi hermano II
Vuelta a casa.
Tras pasar la mejor noche sexual de mi vida, me dispuse a volver a casa el domingo con mi hermano. Tenía ganas de más sexo, pero quería esperar a ver si él me comentaba algo. El sabía que había pasado con Luis los sábados de los últimos años en casa de Carlos, y seguro que tenía curiosidad. Nada más entrar en mi cuarto, mi hermano se presentó a los pocos minutos.
-Que tal Pablo?
-Bien Luisete, y tú?
-Bien… Que tal has pasado la noche
Poco tardaba en intentar saber que había ocurrido con Carlos, pero quería darle largas a ver cómo reaccionaba.
-Naada, una noche más. Y tú?
-Ah… Bueno pues me hice un par de pajas para practicar un poco la técnica, ya sabes… Con los consejos que tú me diste.
-Ah perfecto tío.
Con todo ello le dejé con la palabra en la boca y me fui a duchar. Después de la ducha, Luis estaba sentado en mi cama.
-Me gustaría que me contases que tal anoche de verdad.
Joder con el crío! Que cotilla es…
-Por que tienes tanto interés? Ya sabes lo que hago con Carlos.
-Pues porque… No sé… Le dijiste algo de mi?
-Si, le conté lo que hicimos.
-Ah… Y bien?
-No comentó mucho
-Ah vale…
Luis quería saber más pero ya no sabía cómo insinuarlo.
– Ayer chupé mi primera polla – dije sin rodeos. La cara de Luis se volvió roja y su entrepierna palpitó
-Y… Eso por qué?.
-No sé, Carlos me la chupó la semana pasada y creía que se lo debía. Siempre nos damos placer mutuamente – dije con indiferencia.
-Ah… Y… Como es?
-Pues… Me gustó. Notas la fuerza de la polla en tu lengua y la excitación es máxima.
– Y… Se te…?
-Si, se corrió en mi boca. Sabe raro, pero es excitante sentirlo.
Luis se quedó a cuadros. No sabía que decir.
-Luego me la volvió a chupar y también me corrí en su boca. Menudo placer es que te la chupen.
-Ya… Seguro que es una maravilla…
-Quieres hacerlo? – dije también sin rodeos. No quería tardar en hacer lo que me apeteciese.
-Pues… No sé…
-Estas seguro? A mi me apetece, me quedé con ganas de más.
Luis se quedó mirandome. Estaba empalmadisimo, y no lo disimulaba.
-Em…. Vale, si… Quiero. Pero no sabría hacerlo bien.
-Yo lo hago y tú me imitas, ok?
– Ok…
-Ven, bajate los pantalones y siéntate en la cama.
Luis se quitó toda la ropa y se sentó en la cama. Tenía la polla a tope, incluso parecía más grande. Yo creo que nunca había estado tan excitado en su vida. Tenía la polla muy similar a la mía, y eso me daba morbo. Su físico tambe eres muy parecido, se le comenzaban a marcar ligeramente los abdominales en su abdomen adolescente.
-12 añitos y ya te van a comer el rabo. Siéntete afortunado hermanito…
-Pues si… – dijo temblando de los nervios.
-Relajate, soy tu hermano – dije mientras ponía mi mano izquierda alrededor del tronco de su polla de unos 13 cm. Estaba más dura que una piedra.
-Primero te voy a pajear un poco.
Comencé a manipular su polla y la bajaba y subía lentamente, dejando al aire su glande. El suspiraba de placer. Tras 5-6 sacudidas de polla, acerque mi boca a la punta y la besé. Luis dio un respingo al notar mi boca.
-Preparate, ahora vas a ver las estrellas
A continuación me metí media polla en mi boca, y procuré meterme los 13cm de polla de mi hermano en la boca. Enterita. Que sensación de poderío y de fuerza en mi boca. Se notaba el vigor del rabo de mi hermano, la fiereza de la juventud y de la inexperiencia en su polla. Me la comí como nunca me habría comido la polla de nadie, como si me la chupase a mi mismo. Quería darle más placer que a Carlos. Lamia todo el tronco, la cabeza la chupaba y rechupaba, me la metia entera una y otra y otra vez.
-No voy a tardar en acabar….
En eso que paré repentinamente. No quería que se corriese. Quería que me comiera la polla totalmente cachondo.
-Ahora vas a zamparme la polla entera. Te toca a tí.
Luis estaba desatado. Me empujó contra la silla del ordenador, y me desnudó completamente. Me besó, recordando lo que le conté de Carlos. Nos besamos con lengua como locos. Y agarre su cabeza y l lleve a mi polla, que también media un cm más o dos. Estaba como un mástil.
-Tragatela Luisito. Comete el pollón de tu hermanito. Te voy a regar la boca con mi semen. Te vas a enterar. Vas a ser a partir de ahora mi putito. No habrá día que no nos comamos la polla y nos pajeemos hasta corrernos en nuestros gaznates. Te prohíbo pajearte, lo pienso hacer yo siempre con mi boca.
Luis me miró con una cara de perverso tremenda.
-Tu polla es mía y mi polla es toda tuya Pablo. Gracias por enseñarme que es el sexo.
Me volvió a sentar y se acercó poco a poco a mi polla, que estaba a punto de estallar. Se acercó poco a poco a la punta y sacó su lengua. La pasó por el frenillo y subió al capullo. Barrió todo el capullo con su lengua y de introdujo la cabeza entera en su boquita de adolescente.
-Que delicia de polla…que grande la tienes… Ojalá tenerla yo a si… – dijo mientras recorría todo el tronco con la lengua y me la besaba con amor. Como la chupaba, daba gusto porque lo hacía con cariño y amor, pero con mucha excitación a la vez. Con su mano derecha me masturbaba y me tocaba los huevos.
Trató de metérsela entera pero le daban arcadas.
-Es demasiado grande para mi boca… Pero no me rindo….
Siguió comiendola, aunque solo se la metía hasta la mitad. Me puse de pie y comencé a pajearme como un loco, y de vez en cuando le golpeaba con ella en la boca, lengua y en la cara.
-Dame tu semen, dámelo todo – me suplicaba mi hermano.
-Ya va… – me pajeaba a toda velocidad y coloque mi polla en sus labios. La descarga de semen fue tremenda, le llené toda su carita y su boca. Con mis dedos cogí los restos de semen y se los lleve a la boca.
-chupame los dedos hermano, comete mi néctar.
-Estas delicioso hermano, quiero tu zumito todas las noches – me decís mientras con sus dedos también se llevaba todo el semen a su boca
-Peepara tu polla Luisito. Voy a hacer que te corras. Quiero tu semen también. Tumbate en la cama.
Luis se tumbó y agarre su polla. Le masturbé a tal velocidad que él no se lo esperaba. Mientras ponía mi lengua en su capullo y no paraba de moverla.
-Me vas a dar tu semen como yo a ti. Quiero tragarlo todo.
-Me voy…. Me voy… – suspiraba Luis.
Corriendo metí su polla en mi boca y comencé a masturbarle con la boca a toda velocidad. Un par de sacudidas entraron en mi boca. Era poquito pero era bastante más que la vez anterior
-Ya cada vez sale más Luisito… – dije agarrando y chupando sus huevos
-Bffff…. Quería llenarte la cara como tú a mí…
-Ya lo harás…tenemos muchos años por delante ..
Ambos nos tumbamos en la cama y nos besamos mientras nuestras pollas se hacían poco a poco pequeñas. Luis quiso chuparmela de sorpresa mientras estaba pequeña.
-Asi puede caberme en la boca entera… – dijo entre risas.
– tranquilo, puedes chuparmela cuando tú quieras hermano, dije acariciando su pequeña polla.
-Quiero hacerlo con Carlos y contigo.Quiero chuparos las pollas a ambos.
-Ya veremos Luisito… Ya veremos.
Ojala hubiera tenido un hermano, pero si tuve un primo que desde los 9 años me hacia chuparle la pija. Por favor sigue contando.
Podrías contarlo tú también. Siempre da morbo