Pajas y algo más con Carlos y mi hermano
Continuación de pajas con mi hermano y pajas con Carlos.
Tras la experiencia entre ambos hermanos, que habían chupado sus respectivos rabos, Pablo pensó en invitar a Luis a pasar la noche del siguiente sábado en casa de Carlos.
Mientras duraba la semana, ambos hermanos no dejaron de pajearse juntos y chuparse sus pollas. Habían descubierto un vicio tremendo. Los dos hermanos disfrutaban tragándose la polla del otro. El semen no se desperdiciaba ni una gota. Cada hermano era adicto al néctar del otro, pero sobre todo Pablo, quién disfrutaba chupando la pequeña polla de su hermano, que parecía que crecía más por momentos. Le encantaba meterla entera en su boca y mover la cabeza a toda velocidad. Su lechita calentita le entraba directa en la garganta. Se pajeaban todos los días el uno al otro. Después de comer y a la hora de dormir, acostándose a las 2 de la mañana todos los días. Ese momento era mágico, pues ambos dormían en la buardilla de la casa, y nadie les molestaba. Cerraban la puerta con pestillo y se desnudaban completamente. Empezaban besándose con lujuria, chupando con sus lenguas los labios de cada uno. Se habían también vuelto adictos a sus cuerpos. Besaban y chupaban sus pezones y bajaban la lengua por sus tabletas, cada vez más desarrolladas con el ejercicio que hacian en sus respectivos equipos de fútbol. Besaban y degustaba cada cm de la polla del otro. El capullo acababa rojo de tantos lametazos y besos. Amaban esa relación de incesto por encima de todo.
Tras una semana en la que ambos estaban casi exhaustos, Pablo decidió hablar con Luis tras chuparle su joven polla.
-Hermanito, he decidido que este sábado quiero que vengas a casa de Carlos.
-En serio? Eso me excitaria mucho – la polla de Luis ya había despertado de nuevo y se había puesto morcillona. Pablo decidió interrumpir la conversación para volver a chuparsela entera lentamente. Le pajeo bien fuerte hasta que se volvió a correr (muy poquito) en su lengua. Tras tragar la leche de su hermanito, la conversación siguió.
-Si, este sábado vamos a pasar la mejor noche de nuestras vidas.
Ya en dicho día, Luis y Pablo acudieron totalmente depilados a casa de Carlos. Ambos habían estado sin hacerse pajas ese viernes para estar descansados para el asalto. Luis estaba muy nervioso por conocer a Carlos en esa nueva faceta, y poder probar su rabo.
Cuando entraron a su habitación, todos se desnudaron. Carlos tenía un auténtico cuerpazo. No tenía un gramo de grasa y su cuerpo de quinceañero estaba muy definido, con unos preciosos abdominales.
Los tres estaban súper cachondos y con los rabos bien tiesos.
-Vaya polla tienes Carlos… – dijo Luis observando con vergüenza el miembro del mejor amigo de su hermano.
-Luis, la tuya es más pequeña pero es bastante bonita también. Ya te crecerá, no te preocupes.
– Ven aquí hermanito… – dijo Pablo agarrando a su hermano de la polla. Carlos y Pablo se sentaron en la cama y colocaron a Luis de rodillas enfrente de ella.
-Ahora vas a comerte nuestras pollas. Hoy mandamos nosotros y tú vas a ser nuestro putito.
-Encantado… – dijo Luis
Luis dirijo sus manos a los empalmados miembros de Pablo y Carlos. Estaban súper duros. Escupió en ambas manos y comenzó a masturbarles. Fue de menos a más, sobando bien el capullo de su hermano con el dedo gordo, cosa que sabía que le volvía loco. Era increíble tener a dos tíos como ellos con esas pollas en su mano.
-Venga chiquitín, comenos nuestras pollas. Queremos ver cómo se portan los pequeñitos como tú… – dijo Carlos.
Luis dirijo su boca hacia la polla de Carlos. Chupó su capullo mientras miraba a los ojos verdes del chaval. Tras ello, empezó a meterse el tronco de la polla de Carlos, mientras no soltaba el rabo de su hermano.
Después, alternó su boquita entre ambas pollas, mientras ellos trataban de follarle la boca y de retener su boquita en sus pollas.
Tras más de 20 minutos, ambos se pusieron de pie
-Ahora vas a tragarte toda nuestras lechita Pablo y Carlos empezaron a pajearse a toda velocidad mientras abrían la boca de Luis.
-Saca toda tu lengua. No vas a desperdiciar ni un poquito de leche.
Ambos quinceañeros, desnudos con sus cuerpos sudados y sus brillantes abdominales, masturbándose con fiereza sus pollas adolescentes buscando derramar sus nectares en la boca de un chaval de doce años. El primero en correrse fue Pablo, el cual inundó la boca de su hermanito.
-Ahi tienes… Toda para ti. Te toca a ti Carlitos.
Carlos continuaba machacando su pedazo de polla y golpeaba de vez en cuando su capullo en la lengua del chavalín.
-Alla va niño…. Prepárate, llevo una semana sin pajas por esto.
La ola de semen fue brutal. Toda la cara de Luis estaba llena del semen de Carlos. Ambos amigos comenzaron a lamer la cara de Luis y llevando su semen a sus bocas. Los tres se besaban alternadamente con el semen de Carlos en sus bocas
-Esto es alucinantenente excitante… Toda mi lechita compartida por nosotros – dijo Carlos.
-Ven aquí pequeñín.
Carlos sentó a Luis en su cama y se metió todo su joven polla en la boca. No paraba de escupirla para tener una mayor velocidad a la hora de pajearle y chuparle su pequeña polla
– Que gusto tener toda una polla en mi boca…
Los huevos tamvieb los degustaba con mucho gusto.
-venga ahora vas a correrte en nuestra cara – dijo Pablo
El chavalín se puso en pie. Y comenzó a pajearse. Ambos amigos sacaron sus lenguas y lase juntaron para recibir la leche del niño. Fue sorprendente, pues su corrida fue bastante abundante, cosa que no había ocurrido nunca antes.
– ahhhhhhhhh – grito Luis mientras tiraba su leche y se exprimia el rabo hasta la última gota en la boca de su hermano y de Carlos.
-Bf… Esa pollita me vuelve loco Luisito. Buen fichaje hemos hecho con tu hermanito eh Pablo….
-Este sábado va a repetirse siempre a partir de ahora. Estas tres pollas tienen dueños…
comos igue
Uff que rica saga, por favor sigue escribiendo. Sería muy rico leer cómo desvirgan a Luisito o leer como el padre de ellos los descubre y decide unirse al juego. Saludos!!!
Carlos me encantan tus relatos son los que más disfruto y me han prendido me encantaría saber si sigue otra parte de este relato muchas gracias