Por ir en busca de la mascota preferida de mi madre tuve mi primera masturbación.
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Anonimo.
Por buscar la mascota de mi madre aprendí a masturbarme.
En lo que me acuerdo, yo fui un niño normal. En la actualidad tengo 30 años y aún recuerdo la primera masturbación la cual fue a los 15 años.
Nunca tuve sueños mojados y mi preferencia eran los juegos electrónicos, porque mis padres me daban gusto ellos nunca querían que fuera un niño callejero; jugaba con mis amigos de mi misma edad a la guerra y todos aquellos juegos tradicionales de la escuela pero nunca por mi mente pasaba ideas sobre pajas o masturbación. Fui muy tímido y aunque me juntaba a platicar con chicas nunca hablaba de sexo. En mi familia poco teníamos tiempo para dialogar por el trabajo de mis padres y el de mis dos hermanos mayores.
Los domingos siempre íbamos a misa porque mis padres siempre han sido católicos, cuando llegábamos a casa se servía el almuerzo y todos luego a ver tv, mis hermanos se iban para sus cuartos mis padres se acostaban a dormir y yo me encerraba con mis juegos electrónicos el resto de domingo.
Fui muy aplicado y puntual en mis tareas de colegio, nadie de mi familia me podía ganar en eso y menos criticar. Un día sin querer salí a la ventana de mi cuarto la cual comunica el solar de mi casa con los solares de las casas vecinas y sin querer vi un chico orinando al otro lado, el chico lo tenía parado, yo me quedé mirándole tras de la cortina para evitar ser visto, el bajó el pellejito de su pene y apuntaba con su chorro a lo lejos. Terminó lo sacudió, lo guardó dentro de su bóxer y se entró para su casa. Yo quedé pensativo y hasta pensé qué bueno sería haberlo tenido más cerca. Aunque me llamó la atención aquella escena, al poco tiempo ya no le di importancia, pese a que solo había visto mi pene y el de algunos niños cuando los bañaban. El chico era de mi misma edad y tenía un pene como de 16 centímetros, porque igual yo saque el mío e hice comparaciones porque el mío cuando se paraba era como del mismo tamaño.
En mi familia nunca se hablaba de sexo y cuando se hacían comentarios acerca del ello, mi madre decía: No hablen esas cochinadas delante del niño. Así, que el sexo era para mí algo sucio y de poca importancia. En el colegio oía muchas cosas pero cuando eran de sexo esquivaba por considerarlas sucias. El día que la profesora de religión, una monja por cierto, nos habló de sexo ni importancia le di, sin embargo cuando salimos de la clase chicas y chicos me preguntaban con malicia a lo que respondía si; corroboraba respondiendo que el tema había estado muy importante. Para mi primero estaban mis tareas de colegio y luego el juego electrónico, de lo cual llegué a ser campeón en el barrio y luego en todo el pueblo. Siempre me buscaban otros chicos porque era el que primero estrenaba los juegos que estaban de moda, yo hasta les vendía discos cuando ya comenzaron a llegar en Cd y DVD
La verdad mis erecciones eran muy escasas porque no tenía tiempo para pensar en nada de sexo. Los domingos que me levantaba tarde antes de ir a misa, si me sentía con una erección brutal por lo que cogía mi pene como palanca de cambios de un auto pero nunca con el jueguito del sube y baja o la mala intención, luego todos al llamado de mi madre íbamos a bañarnos desayunar y para misa de 10 de la mañana.
Cuando fui a hacer la primera comunión me tocó confesarme y el cura me hizo muchas preguntas que me dejaron pensativo sobre la homosexualidad, la masturbación, relaciones sexuales entre otras, y creo que igual nos pasó a muchos de los habíamos sido preparados para la primera comunión, nos sentimos como extraños por tanta preguntadera del padrecito. Hasta pensé que el sexo era un pecado o una enfermedad. Todo pasó lo mismo que la fiesta de mi primera comunión a la que vinieron muchos amigos; yo estaba cerca de cumplir los 15 años, siempre invitaba a los amigos a jugar a mi cuarto pues ya tenía varios equipos, además mis padres no me prohibían llevarlos, solo me decían: Hijo, pon cuidado a quien traes al cuarto para que no te hagan daños ni te roben. Igual solo invitaba chicos sanos. Así que ellos nunca me robaron nada de mis pertenencias y tan poco se hablaba de sexo.
Un día mis dos hermanos mayores y mis padres decidieron irse a otra ciudad a pasear donde unos familiares y sortearon quien quedaría cuidando la casa, como yo vi mucho interés de los cuatro en el viaje, dije que me quedaría ese sábado y domingo al cuidado, además tenía muchas tareas. La verdad hice rápido las tareas y hacia las 3 de la tarde ya estaba desocupado y dándole a mis nuevos juegos, pues mis hermanos como regalo antes de irse de paseo me habían regalado uno para estrenar. Luego que mis padres se fueron aseguré todas las puertas y ventanas para poder concentrarme en los video juegos. Además, tenía que cuidar la mascota preferida de mi madre, una hermosa gata raza angora. Dejé abierta solo la ventana de mi cuarto, la que comunica al solar con los demás vecinos y por mi obsesión al juego no me percaté y la gata se había salido, entrándose a un solar vecino y lo noté porque el perro de esa familia estaba que se la devoraba con sus ladridos.
De una salté por la ventana en bermudas, descalzo y sin camisa tal como estaba. A esa gata no le podía pasar nada puesto que era la consentida de mi madre por lo que me vería en serios problemas si algo le pasaba al animal. La gata saltó a otra casa contigua, liberándose del perro. La casa donde ella se internó tenía una pared en construcción como de de 1,80 de altura, el animal saltó y al perderla de vista me subí al muro. Del otro lado estaba el chico que un día había visto orinando todo enfurecido. El chico al ver la gata ensayó puntería lanzándole los controles de un video juego que estaba supuestamente malo, el estaba enfurecido porque su videojuego se le había dañado. Yo de inmediato le grité, ¡no le vaya pegar a la gata! o tiene problemas conmigo, me miró con asombro. La gata estaba asustada y arrinconada en el patio de su casa yo estaba en lo alto del muro observándole. Luego de maldecir, tiró los controles contra el piso y me dijo usted de que casa es? Subiéndose al andamio de donde se podían ver ambos solares. Luego de indicarle le dije que yo andaba era en busca de la gata porque era la mascota preferida de mi madre y a ese animal no le podía pasar nada, porque tras su ausencia estaba bajo mis cuidados.
Dijo: Entra por ella o se la paso, le dije: pásamela tú hazme el favor, el chico fue por la gata y esta por lo asustada todavía, no se le dejó coger. El chico me dijo: Entra por ella porque no se deja coger. Dijo: Pásate al andamio y ven por ella. Me subí al andamio junto al muro esperando me ayudara a bajar a su solar, en esas la madre del chico salió y dijo: ¿Qué pasa que está ayudando a pasar ese chico de la vecindad para nuestra casa. El dijo: mamá es que viene por su mascota. Yo me quedé sentado sobre el andamio decepcionado. La madre del chico fue a coger la gata para pasármela y evitar que yo entrara, pero esta no se dejó coger de ninguno de los dos, a lo que ella dijo: Ven bájate de ahí, entra por ella y vete rápido a casa. Yo salté y fui por mi mascota la cual no opuso resistencia. Al entrar por ella tropecé con los controles del video juego que estaban reventados y l e dije ¿qué le pasó a los controles?, el me dijo: Esa vaina se dañó y los quebré de la rabia que me dio y no hay dinero para comprar unos nuevos.
Yo le dije: Si quiere vaya más rato a casa pero no por el solar, yo le regalo unos que me sobran, si quiere lleve el aparato y se los ensayamos. Fue mucha la alegría del chico al oír mis palabras que me ayudó a coger de nuevo la mascota. Comentó a su madre de los controles a lo que ella le dio permiso para ir por ellos, pero antes me investigó y constatar no fueran robados, a lo que di la dirección de mi casa y el nombre de mis padres. El chico me ayudó a subir al andamio por lo que me tomó una de mis piernas para hacerme dar susto pero yo no sentí susto sino algo agradable lo miré y él me sonrió. Cogí su mano para que me soltara y poder subir. El subió al muro conmigo me pasó la gata y nos despedimos. Yo me fui a casa. Al domingo cerca de las 10 yo no fui a la misa como de costumbre porque mi responsabilidad era la casa y la gata. De pronto sonó el timbre; yo salí en una corta pantaloneta descalzo y sin camiseta, miré por el visor de la puerta y era él con su aparato, que venía para que yo le cumpliera la promesa de recuperar su videojuego. Le abrí y a pesar de la distracción y la sorpresa yo estaba un poco erecto. Le hice pasar. Me dijo: ¿Qué pena y sus padres no le dicen nada? Le dije: Ellos vienen mañana lunes festivo así que pasa con confianza. Me dio las gracias y entró, pero antes de hacerlo note que me observó de pies a cabeza de manera disimulada hizo una pequeña presión sobre su parte íntima, como si se fuera a estirarse el bóxer. Yo no lo tome mal porque no era misterioso por mi inocencia.
Entramos le di jugo y pasamos a mi cuarto donde tenía todo mi arsenal de juegos donde quedo atónito ante tanta tecnología pues él a duras penas tenía el aparato que traía haber como se desvaraba. De inmediato se dio un chance sobre los diferentes juegos que yo tenía y estaba lleno de la dicha. Busqué el control y se lo instalé a su equipo el cual funcionó de una, para su plena alegría me dijo: ¿Cuánto vale?, dije: Lo prometido es deuda no te vale nada; Es un regalo por lo de la gata, favor paga favor.
Contento y lleno de alegría llamo desde mi teléfono a su madre la cual vino de inmediato. Ella quedo impresionada de mi casa y de mis juegos, que hasta echamos una partida los 3 y se las gane. Se despidió dándome las gracias y se fue a hacer el almuerzo junto con su hijo, quien me insinuó: ¿puedo volver? yo dije: Si cuando quieras.
Dijo: Puedo volver más rato?, yo le dije: ¡ listo!, su madre dijo: Pero primero haces las tareas. Creo que ni almorzó tranquilo e hizo sus tareas como flash porque hacia las 2 de la tarde ya estaba tocando a la puerta. Entró de nuevo a mi casa vestido de pantalón corto, camisa ajustada y tenis deportivos. Cenamos sándwich con café en leche y nos fuimos al cuarto a jugar como locos en los videos juegos.
Había un juego nuevo para usar dos controles algo nuevo para él y nos pusimos a echar una partida sentados en el suelo sobre la alfombra nos quitamos los zapatos por el calor, luego yo me quité la camiseta y prendí el ventilador, yo noté que él me miraba por el espejo grande que hay en mi cuarto. Pero no hice caso. De pronto me dice: Que tal si jugamos de otra forma, dije: Proponga. Dijo: Siéntate recostado a la pared, toma el control y yo me siento en medio de tus piernas mientras vamos jugando. No había nada malo así que acepté porque aun era yo el chico inocente. El juego se tornó interesante, nunca lo había jugado así menos con amigos. Le llevé la corriente y después de un rato así, noté que él se sentía incomodo respiraba entrelazado y se movía constantemente mientras jugábamos, era una incomodidad como si algo le estorbara.
Le dije: Se siente mal, dijo no. De nuevo volvió a decir: Qué tal si cambiamos, yo me hago atrás y tú te sientas entre mis piernas, a lo que accedí de una, pues era un juego decente hasta el momento.
Con temor me senté, me pareció algo chévere. Igual se disculpó y se quitó también la camisa. Se sentó en medio de mis piernas y mientras jugábamos lo noté de nuevo nervioso, su piel se sentía agradable, la verdad no había experimentado algo así jamás yo nunca había rozado ni tocado el cuerpo de alguien. El juego seguía su curso, paró un momento y yo notanaba que tras de mí un bulto crecía y sintiéndome con pena quise retirarme y él me tomó por el abdomen diciéndome: No se pare, sigamos el juego. La verdad no me disgustaba pero tenía temor; igual el roce de su piel era muy agradable y estuve a punto de ponerme erecto pero controlaba porque lo sentía anormal para mí. El estaba caliente, su piel lo dejaba notar. Me dice: Qué tal si nos quedamos en bóxer? es que hace mucho calor. Le dije: ¡Dale, a la final estamos solos! Cuando él se quitó los pantalones lo noté algo mojado y erecto. Le dije: ¿Te orinaste? Ve al baño, le dio pena y de inmediato entró al baño que hay en mi cuarto y salió rápido y ya no estaba erecto. Pero igual estaba mojado un poco su bóxer. Le dije: Que te pasó y m e dijo: Es que estoy muy caliente. Dije yo será por el calor del cuarto. El sonrió mientras me miraba de pies a cabeza. Yo estaba en bóxer y de pie junto al tv jugando.
Luego me acosté boca abajo en la alfombra y seguimos jugando. Me dice: que bonita espalda tienes y me la rozó del cuello a la cintura con su mano y eso me hizo vibrar. A mí jamás me habían tocado así con tanta sutileza.
Quedamos de nuevo sentados en la alfombra y él me miró con deseo pero yo no conocía ese tipo de gesto hasta ese día. Me levanté para darle gaseosa y mientras le servía en un vaso me toco uno de los muslos cerca a la ingle, por lo que sentí una sensación extraña subir por mi cuerpo e intento mi pene ponerse erecto por un momento. Me dijo enseguida: ¿Ud. se hace la paja? yo no supe responder le dije sí, creo que una vez, yo creía que la paja era hacer recocha o decir mentiras piadosas como yo solía hacerlo.
Y para desgracia en ese momento timbro el tel. era mi padre que llamaba para verificar como estaba todo en casa, al que además le comente que estaba en los video juegos con un chico vecino.
Mientras yo hablaba por cel. El aprovecho y me toco de nuevo los muslos subiendo hasta mi pene que estaba flácido. Sin embargo sentí un escalofrío recorrer todo mi cuerpo.
Terminada la llamada le dije: ¡usted es muy oportunista porque aprovechó que estaba ocupado para tocármelo. Le dio risa y m e guiño el ojo diciéndome: Era una tentación que tenia hacía rato de tocártelo jajajaj.
Quedé pensativo: ¿y éste man que es lo que busca o quiere? y por un momento me intentó dar mal humor. Luego me dijo: tranquilo no fue nada, discúlpame.
La verdad no me aguanté, paré el juego fui al lavamanos y tome agua. El se acostó en la alfombra a mirar hacia el techo y se le notaba una buena erección. Comencé a pensar por qué a mí se me ponía así por las mañanas y por que el estaba así si era tarde. Decidí salir de la duda y sin pensarlo mande mi mano a ese bulto tocándolo suavemente, voltio a verme, no dijo nada y rápidamente cogió mi mano y junto con la de él toco su pene que se puso como roca y daba como salticos e iba creciendo. Me asombré porque nunca había vivido una escena así con alguien diferente a mí y menos tocar sus genitales.
No lo pensó dos veces, yo estaba de rodillas junto a él y de inmediato mando su mano hasta mi bóxer tocando mi pene el cual al instante como por arte de magia comenzó a ponerse duro sin saber por qué. Pero todo cambio de tono cuando el metió su mano dentro de mi box lo cual disparo todas mis alarmas. Su pene estaba a reventar, me dijo toca el mío para q se anime. La verdad yo sin saber cómo, toque por encima de su box aquella cosa que parecía un hierro duro y caliente. El muy animado cogió mi mano y la introdujo en su bóxer, ya mi pene estaba en su mano. Yo hervía ya sin saber y me sentía raro. Le dije paremos que esto está muy maluco.
Me dijo cálmate estamos solos. No es nada malo espera y veras.
Volvió y me dijo te has llegado a masturbar alguna vez? y eso q es? dijo como así que no sabe de eso tan rico , se ha perdido lo mejor, eso es como uno comerse una chocolatina.
Me imagine dulces y de todo menos eso en el momento.
Verdad no sabes? y como hipnotizado le dije no. La verdad no sabía de eso por la castidad de mi familia.
Así que me dijo le enseño: pues dije hágale si no es malo y que tengo que traer. Dijo nada. La verdad yo iba a ir por unos chocolates a la tienda.
Para mi sorpresa bajo mis bx y agarró mi pene el cual se levantó de una y mientras lo tocaba con suavidad mis bolas este comenzó a ponerse más y mas duro. Se levantó de la alfombra y su bóxer estaba húmedo le dije te measte y m e dijo no ve que es el precum, precum, dije yo?. Dijo sí, eso que le sale a uno antes de eyacular. De eyacular? Hash Ud. si no. Deja yo te explico de lo que se está perdiendo. Bajó sus bx y su pene de unos 17 estaba rosadito, su cabeza brillante y muy mojada de precum. Pasaron unos pocos minutos para que yo estuviera más erecto q nunca y súper mojado ante esas caricias en mi abdomen, mis huevos y mi pene.
Gozaba viendo mi pene erecto por primera vez de una forma brutal y viendo el de él. Luego cogió mi mano y dijo hazle así para arriba y para abajo a su pene yo le hago al mío.
Pues la verdad eso me ponía como loco y cuando tocaba su pene Me ponía a mil. Luego comenzó a masturbarme y yo sin saber lo hacia él. Hasta que de repente el chico se retorcía se mordía los labios gemía y me apretaba como loco y hasta paré pensando que le estaba ocurriendo algo malo y el dijo sigue sigue, hasta que de un momento a otro su pene convulsionó y comenzaron a salir grande s chorros de semen que cayeron en mi abdomen y en la alfombra, se veía como desmayado y yo me sentía culpable estaba sudoroso y como pálido. Te pasa algo dije, dijo no, estoy bien.
Suspiró un rato y luego tomo mi pene haciendo su sube y baja mientas tocaba mis huevos y yo hervía estaba como loco, todo mi cuerpo estaba desesperado y lleno de una sensación que a mis 15años jamás había experimentado. Seguía y mi pene estaba súper lubricadísimo rojo como el de él, brillante y a punto de explotar. De pronto algo dentro de mi me hizo pasar un escalofrío y mi pene se agitó y por primera vez en mi vida comenzaron a salir inmenso chorros de esperma blanca mucho más transparente que la de él puesto que la de él era como grumosa. Sentí un placer de gloria y me tiré al suelo como desmayado.
Descansamos un rato tomamos algo y nos volvimos a masturbar mutuamente logrando yo los dos orgasmos mas maravillosos de mi vida en los que descubrí por primera vez la masturbación. Luego de que él se fue por la noche me volví a masturbar y logré sentir algo glorioso para mi edad. Después de ese día volvimos a jugar muchas veces video juegos los cuales siempre al terminar tenían un premio especial; una masturbación mutua. Luego terminé mi bachillerato me fui a trabajar a Bogotá y me olvidé de los juegos, del chico y a mis 20 años soy universitario y tengo una linda nena con la que hago el amor cada rato sin olvidar que lo primero que conocí fue la masturbación por no dejar perder la mascota preferida de mi madre.
Que rico es masturbarse con un amigo, me gustó tu relato y claro que te ayudo con tu sexualidad.