Todavía no me han desflorado
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Anonimo.
Empecé a masturbarme desde los 12 años introduciéndome primero el dedo, luego una vela.
Me gustan los chicos adolescentes, pero también algunos adultos de cualquier edad pero morenos y de buen cuerpo.
Hasta ahora he podido aguantarme las ganas de franquearme con alguno, porque tengo miedo a ser rechazado, por eso mi trasero está virgen.
Soy blanquito un poco gordito pero no mucho, sólo un poco.
Cuando estoy en mi habitación cierro la puerta con llave, me desnudo, y saco del cajón un consolador que me he comprado, se llama "mulato", parece real, tiene 16 cm.
de largo y 3.5 de ancho, se llama mulato por el color chocolate que tiene, la cabeza es más rosada, y por la mitad es lo más grueso como de 4 cm.
Tiene huevos que parecen reales, y en la base tiene una ventosa para pegarse sobre una silla o una pared, yo lo pego a una silla porque en la pared es incómodo, me pongo medias nylon negras y un hilo dental también negro.
Como tengo el pene pequeñito como el de un niño de 8 años, y los huevitos también son chiquitos, mi cuerpo parece el de una hembrita, los pezones me han crecido por tanto sobármelos porque siento mucho placer haciéndome eso.
Cuando pego el consolador sobre la silla, lo rodeo de un blue jean para que parezca que un chico está sentado con el pene parado, también pongo un calzoncillo a la vista para verlo como si se lo hubiera quitado con la parte de adelante un poco aglobada.
Luego camino por el cuarto moviendo el culito, imaginándome que el muchacho de la silla me lo está viendo y está deseando penetrarme.
Me miro el culo en el espejo y me bajo lentamente el hilo dental.
Luego me sobo los pezones para excitarme y desear la penetración.
Me doy nalgadas fuertes que quisiera que el muchacho me las dé.
Las nalgas se me ponen rojas, y como mi culo es blanco, se me pone como una manzana.
Me imagino que el muchacho me dice "ven quiero que me lo chupes".
Me gusta sentir que el muchacho me ordene y yo le obedezca como una putita.
Me acerco a la silla, me arrodillo y primero se lo lamo, también los huevos y luego se lo mamo mojándolo bien con saliva.
Me imagino que me dice "ya voltéate, quiero darte por el culo".
Me volteo sensualmente, me unto saliva alrededor de mi ano, y sobándome los pezones y dándome de nalgadas me siento sobre su pene.
Siento que se me introduce poco a poco hasta sentir que me entró todo.
Me muevo de arriba para abajo, de arriba para abajo, de arriba para abajo sintiendo sumo placer hasta sentir el orgasmo.
Con las nalgas temblándome y ajustando el ano para hacerme la idea de que el semen del chico no se me chorree, me paro, despego el consolador y lo lavo como si fuera real, con agua tibia, lo seco y lo guardo.
Hago eso unas dos veces por semana, a veces tres.
Pero ya no aguanto más, quiero que sea real, que un mulato fuerte y de pene grueso me trate como putita, que me dé por el culo con fuerza, que me lo rompa de verdad, que se lo haga mamar, que me haga tragar se leche, que me dé nalgadas para sentir que me somete, que me diga "que rico culo tienes" .
Quiero sentir las nalgas mojadas y pegajosas con su semen, quisiera sentir como si me estuviera preñando cuando sienta su eyaculación ¿cómo será?, quisiera sentir el sabor al semen.
La vez pasada vi en la playa a un chico de unos 13 o 14 años muy atractivo, sé que a esa edad ya les sale semen.
Casi casi le digo que se lo podía chupar para que termine en mi boca pero no lo hice, sólo le miré el bulto, las piernas, los brazos , la espalada, todo su cuerpo bronceado por el sol.
Yo echado en la arena, mirándolo sin que él se de cuenta, me sobé los pezones hasta llegar al orgasmo.
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