Una noche de verano
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por taofreak.
Hola amigos, este es mi primer relato, no sabía por dónde empezar o cual de todas mis experiencias contar (no son tantas tampoco) Espero les guste.
Esta es la primera de 3 partes.
Se trata de como fui descubriendo una relación especial con el esposo de mi prima.
Mi nombre es Octavio, ahora tengo 35 años, pero la historia transcurre cuando tenía como 22.
Era verano y mis primos se fueron de vacaciones al norte por lo que me pidieron que les cuidara la casa mientras ellos no estaban.
Como a mí me quedaba el trabajo cerca, no tuve problemas en hacerlo.
Mis primos son un matrimonio joven, ambos bordeaban los 30 años, con un hijo pequeño.
Ella es bien buena moza y él era uniformado, alto 1,80 aprox. , tez blanca, pelo castaño, ojos claros (súper feo jaja) Por ser militar tenía muy buena figura, espalda ancha, brazos fuertes, se mantenía bien a pesar de que trabajaba en oficina (supongo que no harán tanta actividad física como en un regimiento)
Normalmente, como mi trabajo quedaba cerca, yo iba a su casa a visitarlos y podía notar que Carlos (esposo de mi prima) era muy de piel con las personas, al saludar siempre con un abrazo apretado, muy querendon, era mucho más simpático y accesible que muchos de mis otros primos (hasta a veces era un poco ingenuo, al menos eso creía) Innegablemente sentía atracción por Carlos, sin embargo, sabía que nada iba a ocurrir ahí, así que solo me conformaba con esos abrazos al saludar cuando sentía su aroma tan particular que me calentaba por dentro.
En ese tiempo nadie sospechaba que me atrajeran los hombres.
Además proviniendo de familia conservadora, ni pensar en decirlo.
Yo por mi parte era más chico de estatura 1,70, tez clara, si bien no hacía mucho ejercicio me mantenía bien.
Bueno, mientras estaban ellos de vacaciones yo disfrute de su casa como nunca.
Esta era grande con piscina, cada vez que llegaba temprano de mi trabajo me metía al agua completamente desnudo, ya que era súper privado alrededor con árboles y panderetas altas donde ninguna vecina mirona podría ver (vecino mirón si estaba permitido, pero esa es otra historia jaja) y además siempre me ha gustado el nudismo.
Casi estaban por terminar esos días de cuasi relajo para mí también, cuando recibo el llamado de mi prima, diciendo que Carlos debía volver antes por asuntos de trabajo, pero que me quedara en la casa hasta cuando quisiera.
Igual me dio un poco de lata, saber que se acababan esos días de estar a mis anchas, pero que le íbamos a hacer.
Cuando Carlos llegó se veía aún más espectacular.
Su piel clara normalmente, ahora dejaba ver un bronceado como que hubiese ido al caribe.
– Como te va hombre!!.
Me dice abrazándome fuerte, ahí pude sentir aun la mezcla de bloqueador solar y ese aroma particular a hombre del que les hablaba.
Cuando lo abracé lo hice solo acercándome con la parte superior del cuerpo para evitar que se notara una probable erección (que obviamente la tuve)
– Espero no te hayas aburrido acá solo estos días.
– No, le dije, la verdad entre la piscina y la televisión no me aburrí para nada.
– Ha hecho calor estos días, y por allá ni te cuento.
Agregó.
– Quieres algo? Queda Coca Cola en el refri.
– No, gracias después vamos a comprar un vinito supongo que no te iras aún?
– Bueno si no te incomoda? Le dije tratando de disimular que me moría de ganas de seguir ahí, pero ya no sería lo mismo si había alguien más en la casa.
– Naaaa pa na! Si yo mañana tengo que ir a la pega así que tienes toda la casa para ti.
Me dijo Yo pensaba, seguro? Ah entonces me empeloto y sigo en lo mío jaja, pero no.
– Gracias le dije podré disfrutar de unos días más en la piscina.
Como ya era casi de noche fuimos a comprar el vinito para tomar después de comer algo, por lo que compro unas pizzas para no estar cocinando.
Cenamos y despues nos sentamos a ver un poco de televisión.
Hablamos de muchas cosas, de la vida, de trabajo, en fin.
En un minuto de silencio en la conversación:
– Hace calor, dijo y se fue a su habitación yo pensé que iría al baño, no sé, incluso pensé que no volvería y casi me voy a mi pieza.
Cuando vuelve al living tenía puesta una camiseta sin mangas y solo unos slips blancos, además venía a pies descalzos.
Yo quede helado (en un principio jaja) nunca había visto más de esas piernas de lo que se veía entre el bermuda y los calcetines.
Ahora veía unas piernas peludas, bronceadas, muslos gruesos fuertes, casi marcados y un bulto en ese slip que se asomaba bajo la camiseta que aún algo tapaba.
No sé si estaba excitado o no, pero si no lo estaba, ya me imaginaba como podría ser su herramienta dura, Me quede congelado viéndole.
– Qué pasó? Me dijo supongo que por el silencio y mi cara de sorpresa.
– No, nada… trate de evitar la mirada
– Ahhh! Así está más fresco si quieres ponte cómodo, sácate los zapatos, no sé.
Si se trata de comodidad pensé mejor nos hubiésemos desnudado y listo, eso es comodidad y frescura para mí.
Para no decir que no, solo me saque las zapatillas y calcetines, no me iba a sacar los shorts para no dejar notar la tremenda erección que ya tenía al ver esas piernas y ese paquete, además ya sentía el bóxer medio húmedo.
En eso se pone de pie para ir a buscar más vino y puedo ver su culo que era como los dioses, bien formado, redondito (no sé porque los culos se ven tan hermosos en ropa interior blanca) antes de que regresara a su asiento, voltee la mirada y seguí viendo la película.
Se acerca a mí, yo haciéndome el concentrado en la película y me ofrece más vino, me gire como prestando atención y veo su paquete casi frente a mi cara.
– Quieres más vino? Volvió a preguntar, como me había hecho el concentrado en la película
– Ya vale gracias! Subí la mirada para no levantar sospecha, pero esa fracción de segundo que vi de cerca su paquete me dejó más encendido.
Seguimos conversando y a ratos podía notar como se sobaba disimuladamente el paquete.
“este hueito querra sal?” como se dice acá jaja.
Hicimos zapping para ver si había algo interesante que ver, pero nada, ni siquiera una porno para ver si se relajaba más el ambiente y pasaba algo entretenido, pero no nada.
– Ya es tarde y mañana tengo pega, dijo.
Yo me voy a acostar y tu?
– Yo también me voy, le dije.
Prefería estar en mi pieza así podía buscar en el cable algún porno y además estar en bolas más fresco.
– Vale hasta mañana entonces.
– Dale buenas noches.
Subí a mi pieza y sin pensarlo me desnude y me hice la gran paja imaginando como sería ese gran pene y esos huevos.
Igual no dejaba de pensar si eran realmente provocaciones o no.
Como dije antes lo encontraba ingenuo, a veces hacia cosas sin pensarlo y parecía cabro chico.
En fin, con todo y la paja me dieron ganas de ir al baño, salí del baño y veo una luz tenue bajo las escaleras.
Pensé que algo se había quedado encendido, cuando bajo hasta el descanso de la escalera, puedo notar que Carlos está sentado en el sofá, con la TV encendida, totalmente desnudo, viendo una porno pero en silencio y haciéndose la tremenda paja.
Por Dios que herramienta, media unos 23 cm, gruesa con la cabeza en punta.
La mía también es gruesa pero normal, erecta mide como 20 cm.
Sus piernas separadas dejaban ver esas bolas depiladas que saltaban como en cámara lenta, su ingle se veía preciosa con poco pelo a su alrededor (se notaba que se rebajaba) Su pecho peludo estaba ya sudado y podía notar esas tetillas paradisimas que pedían a gritos unas mordidas.
Mientras él se masturbaba como nunca, yo, que había bajado en pelota, me quede ahí escondido, y estaba totalmente erecto, así que también aproveche de hacerme una paja, menos mal la escalera tenía alfombra por lo que no hice ruido.
Ahí estaba él, escondido como un niño inocente, viendo porno a escondidas de sus padres; me podría haber invitado, le habría ayudado a descargar su placer.
Era genial sentir esos golpeteos de su puño con su ingle, se notaba que estaba muy caliente, igual que yo.
Al poco rato sentí un gemido casi ahogado en el silencio, y comenzó a lanzar chorros de semen que cayeron en su estómago, pecho, diría que alguno hasta cayó en su rostro por lo que podía ver ya que estaba de espaldas a mí.
No sé si durante sus vacaciones habrá tenido sexo con mi prima pero o estaba acumulado o era muy lechero el hombre.
Al ver esto no pude aguantar y también me vine pero en mi mano, salió tanto semen que hasta cayó en la alfombra de la escalera.
Para que no me viera, subí rápidamente al baño a limpiarme.
Cuando salí nuevamente, ya estaba todo apagado y en silencio.
Al día siguiente, cuando me levante para ir a trabajar, él ya se había ido, por lo que me quede con ganas de verle o intentar algo.
Pensé todo el día que había desperdiciado esa oportunidad, quizás por no atreverme o por que no dijera algo.
Si quizás él no se atrevía a hacer algo más, y tenía que ser yo el que tomara la iniciativa.
Nada hacía presagiar lo que vendría el día después….
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