a cas de Magda
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por sayago19.
“¿les apetece una copa en mi departamento?” pregunta Magda desde el asiento del copiloto con un brillo especial en los ojos, mientras circulo lentamente por Puente de Alvarado.
La idea me parece atractiva, además estoy mojado, “por mi parte encantado, ¿qué dices Tania?”, “Como gustes, con que me vayas a dejar a mi casa me doy por bien servida” responde desde la parte de atrás del coche.
Después de varios minutos tomo la salida hacia Tlalpan, creo que es la ruta más directa, la lluvia ha cesado y poco a poco los noctámbulos regresan a sus actividades; las cercanías de metro chabacano, villa de cortés y Nativitas se engalanan con cuerpos semi perfectos y casi desnudos.
Con el pretexto de cargar gasolina y pasar al baño me detengo en la estación de Romero, donde sé que hay transexuales, la mayoría exuberantes y escasamente vestidas, esperando ver a Luisa (una trans con la que tuve sexo dentro de su camioneta) pero sin éxito.
Una vez que las damas pasaron al baño y el tanque se hubo llenado, seguimos en marcha; con la salvedad que me habían relegado a la función de chofer, en el asiento de atrás Magda y Tania comenzaban a besarse.
Por el retrovisor veía como Magda se deleitaba acariciando, por encima de la ropa, los perfectos senos de Tania, mientras la morena acariciaba la pierna de su compañera de asiento.
Mi mirada saltaba del tablero (cuidando la velocidad), a los laterales (por si alguna patrulla nos veía sospechosos) y al retrovisor (que muestra a Tania despojando de la blusa a Magda, la cual acaricia sobre el vestido el duro bulto de la morena).
Antes de legar a metro ermita, bajo el puente vehicular, una sexoservidora se abre el abrigo para mostrarme que debajo solo trae una tanga negra; Tania se percata de ello y con un gesto de picardía me dice “detente”, cuchichea al oído de Magda la cual baja el cristal de la ventana y mostrando sus senos desnudos grita “Chichis pa´ la banda” a la sexoservidora que se aproxima (pensando que quizá tendría un cliente).
Ambas mujeres estallan en risas, seguidas de las mentadas de la prostituta del abrigo, arranco antes de que las cosas se pongan complejas.
“Compórtense,” les dio; “si nos cacha una patrulla no tengo dinero para salir del problema”, Tania me muestra la lengua y va a contestarme pero Magda cierra su boca con un beso voraz.
Tania pasa de la sorpresa al deseo, sus manos se posan en los senos de su compañera de asiento; la cual comienza a explorar bajo la falda de ella hasta encontrar su firme y notoria erección.
“espera” dice Tania con el deseo en su voz, se levanta un poco el vestido y con rapidez se deshace de la tanga (húmeda de líquido pre-seminal).
Magda comienza a chupar el grueso miembro de la morena, mientras Ella se baja los tirantes del vestido y se acaricia los pechos, pellizcándose los pezones; “Que rico lo haces Magdita, hmmmmm, pásame la lengüita por las bolas; por favor mamacita”
Circulaba a baja velocidad, moví el retrovisor para tratar de observar mejor lo que hacían en el asiento de atrás; Magda se arrodilla en el asiento para dedicarse con mayor comodidad a su labor, mientras tanto Tania le acaricia las nalgas por debajo de la falda que el viento levanta, la ventanilla del coche no está cerrada, a pesar de no poder estar observándolas al 100% las miradas furtivas me han excitado.
Mi pene erecto se abulta dentro de mi pantalón, tomo el paso a desnivel para abandonar Tlalpan y tomar Taxqueña, si mi memoria no me falla debo pasar Miramontes y casi frente al “Jarocho” doblar a la izquierda y pedir nuevas instrucciones.
Dejo atrás la calzada Taxqueña y enfilo por Cerro del Cubilete; “ahora ¿por dónde Magda?”
Ella deja de atender el miembro de Tania (el cual luce brillante por su saliva y el líquido lubricante que comienza a salir de el y que lentamente escurre por el tronco venoso y enrojecido) “en la esquina a la izquierda y después en la segunda a la dereeeecha”.
Tania con un toque de travesura y malicia le introduce el pulgar en el ano, “menos plática y más chupadas mamita; tienes una boquita mamadora muy rica” le dice mientras muerde su oído.
Magda obedece y nuevamente su boca se cierras sobre el firme pene de Tania, doy vuelta al lugar que indicó nuestra anfitriona y me detengo, a mi izquierda hay un parque casi en penumbras y mi derecha un edificio de departamentos.
La mano derecha de Magda sube y baja por el miembro de su compañera, mientras su lengua recorre con suave lentitud los testículos depilados y llenos; la izquierda juega con la puerta trasera de la morena.
Tania gruñe como animal herido y un chorro de semen sale expulsado manchando la cara de su pareja.
“sucia, ¿por qué no me avisaste? Para recibirlos en mi boca” le reprocha juguetonamente Magda.
“para la otra, pero creo que nuestro chofer necesita un premio por traernos con bien” dice Tania, “pásate atrás, con nosotras” se dirige a mi “seguro necesitas deslecharte también”; sin dudarlo me paso hacia el asiento trasero (por fortuna la ecosport de mi compadre es lo suficientemente amplia).
Me siento entre ambas y mientras Tania me baja el cierre y comienza a devorar mi erecta lanza de carne, Magda recoje el semen de su cara con la mano y comienza a lamerlo con la avidez de una gatita hambrienta.
Le tomo la mano y terminó de limpiarla a langüetazos, Ella sonríe y me besa depositando con su lengua un poco más de la leche de Tania en mi boca.
Se recarga en la portezuela y se acaricia los pechos, endureciendo sus pezones; es una invitación que no puedo rechazar y me prendo de ellos, alternando lamidas, besos y pequeñas mordidas en ellos; a la par que mi mano comienza a explorar la depilada y mojada cueva de Magda.
“que rico, no te detengas, por favor” me dice con los ojos cerrados y la voz enronquecida; tres dedos se alojan en ese delicioso refugio y a los pocos segundos sienten las contracciones rítmicas que delatan el orgasmo de ella.
Como si fuera una señal de mi pequeño cohete sale disparado el semen caliente que se aloja en la garganta de Tania; la cual con cierta dificultad exclama “hmmm, delicioso, dale más leche a tu perrita papi; tengo sed”.
Otra explosión de semen es recibida por Tania, los tres estamos en las nubes del placer cuando unos golpes en la ventanilla nos regresan a la realidad.
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