AMIGAS TRIUNFADORAS

Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Anonimo.
Dias enteros de abstinencia absoluta en pos de llegar al día tan esperado repletos de ardor total, nos habían puesto a nosotros los diez varones como a diez verdaderos potros sementales poseídos en una sobreexcitación mas equina que humana, y así, en ese estado y esperando el triunfo final para por fin descargar en ellas toda la foribundia de nuestro lujurioso ardor, así…salimos con ellas hacia el parque.

Ellas, riendo optimistas, también gozaban en el deseo de un triunfo que les daría todo el derecho a humillarnos en la más gorda y desvergonzada caravana de una y mil cosas que todas irían a hacernos. Ardiendo como bestias, por fin…¡al parque llegamos! Las muy cerdas se habian ido aquella tarde vistiendo unas escandalosas minifaldas como para encendernos infernalmente más en calenturas de bestias, lográndolo las muy guarras de manera absoluta. ¡ Cochinas! Por fin, a jugar…¡comenzamos! Tratábase de un juego como de niños, pero donde todo el ingenio y la astucia deberían jugar su papel a la perfección, si no se quería arriesgar el caer en manos del bando contrincante. Si: un sólo error o equivocación, podría resultar…fatal. Poseídos nosotros y ellas en un ardor de eroticidad adolescente, jugábamos poniendo en el juego todas nuestras luces y la vitalidad al servicio del triunfo final. Una lujuriosa mezcla de nervios y deseos, risas y gritos alentándonos los varones entre sí y entre sí las mujeres, jugábamos en medio de un trámite ardorosamente parejo pero expuestos a cualquier traspié fatal.

De pronto…una de las chicas que hace una jugada sorprendentemente magistral, hace que rápidamente aquel juego todo cobre un brusco y rápido viragedejándonos a todos los varones en incomodísima situación en la cual sólo algún raro milagro podría tal vez salvarnos. Ahora, las risas de ellas…tornáronse en carcajadas. Las nuestras…en risas desesperadas…matizadas ya con gritos de espanto que más aún aumentaban las carcajadas de todas. Un cosquilléo erótico nos inundó por entero como advirtiéndonos de nuestra suerte en lujurioso peligro, y arriesgando una osadísima acción en el juego que nos permitiría con muchísima suerte tal vez descontar algo de lo ya terriblemente perdido, osamos ese verdadero manotazo de ahogado ante un inmenso riezgo de que ellas nos diesen un ahora sí aplastante "toque final" que ahí sí resultaría ya lapidario , y llevando adelante esa jugada…caímos en el vacío de un error irreversible para verlas instantáneamente a las diez explotar en una triunfal algarabía de carcajadas y gritos en medio del frenesí de sus saltos y festejos a la obtención del aplastante triunfo.

Como por asalto una oleada lujuriosamente erótica nos envolvió a los diez varones , que ya perdidos y encendidos en una calentura indescriptiblemente atróz, nos hizo desnudarnos como enloquecidos en un masoquista deseo, y nuestras triunfantes amigas se nos abalanzaron cayendo sobre nuestras desnudeces como plagas hambrientas para comenzar en nosotros la más impúdica dominación haciéndonos todo tipo de manoseos y revolcándose en nosotros desnudos para tener nosotros que soportar el hacer de ellas sin el derecho de oponer la más mínima resistencia. Entregados y cómplices…gritábamos de desesperación y placer.

Electrizantes orgasmos producto del bestial estado en el que habíamos quedado , nos mostraba como locos sexuales que estallaban en torrentosas eyaculaciones que hacían las jocosas delicias de aquellas muchachas que largaban las mñas socarronas y estridentes carcajadas viendonos largar así pija afuera aquellos despampanantes chorros de leche como interminables y enloquecedores para nosotros. Si: era aquello recién el comienzo, de una estupenda orgía a cielo abierto ahí en la hermosa soledad de aquel parque en donde una dominación femenina había logrado imponer su indiscutible imposición por la justa y merecida justicia de la femenina victoria lograda. Ya , diez mujeres comenzaban su fiesta sobre los desnudos y calientes cuerpos de sus diez viriles y calientes varones ahora ya de ellas esclavos , y gozosos cómplices que irían a vivir la mas gorda de las lujuriosas fechorías de …AMIGAS TRIUNFADORAS. (Axel)