amos y putitas

Esta serie trata de varios pijudos que se cogen a putitos para dominarlos como los verdaderos dioses pijudos que son..
Amos y putitas.

Advertencia: esta serie de relatos trata de sexo brutal, violaciones a menores y sadismo. Así que si eres una de esas personas que no les gusta este tipo de relatos, tienes libertad de salir ahora.

Sin duda los más fuertes son los que deben dominar el mundo y ser los amos. La escala evolutiva se regula para esto: para darle placer a los verdaderos machos, los vergudos, quienes deben ser los que dominen el mundo con sus genes.

Danielito: 10 años. 1.45. culoncito. Cabello castaño, ojos color miel.

Felipito: Amigo de Danielito: ojos y cabello negro. 1.43. 11 años. Culón. Bastante afeminado y le gustaría ser mujer.

Alejandro: Yo: 16 años. 1.75. 19cm de pija por 15 de gruesa. Delgado pero piernón. Medio moreno.

Andrés: Mi mejor amigo. Blanco. 17 años. 1.77. 78kg. Delgado pero piernón. 21cm por 16 de gruesa.

David: Mi primo. Trigueño. 25 años. 1.85 cm. 83kg. Bastante ejercitado. Es del ejército. 23cm de larga por 19 cm de gruesa. Voz grave del ejército y bastante mandón.

Nicolás: El tío de Danielito. 27cm por 21 de gruesa. 1.75. cara de malo. Jefe de una banda. Musculoso, rapado y tatuado. Es moreno y dicen que ha violado a muchas chicas de la ciudad de las que no se ha sabido nada.

Sebastián: el amigo del tío de Danielito. Un moreno de 1.95. igual que su amigo rapado, musculoso y bastante tatuado. Se dice que entre Nicolás y Sebastián encularon a un puto de 20 años en una doble, y lo dejaron casi un mes en el hospital. Este hombre tiene una verga de 25 cm por 18 cm de gruesa y bastante venuda.

Santiago: El amigo de mi primo. 25 años. Soldado. 1.81. 22cm por 18 cm de gruesa.

Vivíamos en una comuna de acá de Medellín por ese entonces. El barrio era muy apartado, y por lo general nuestros padres trabajaban a hora y media de acá, y entonces había muy pocos adultos. Mi madre era muy amiga de la señora María, quien tenía un hijo llamado Danielito; Un niño como de unos 10 años de edad, cabello castaño, y ojos cafés, bastante culón y medio amanerado.

Un día ambos (mamá e hijo) se encontraban en mi casa. El putito estaba  jugando con mis cosas, algo que siempre le reclame a mi mamá, pero ella insistía que era un nene que lo dejara en paz.

Varios meses después, la señora Marta y su esposo hicieron una parrillada y como siempre no podíamos faltar, ya que mi madre y maría eran tan amigas.

Yo estaba molesto porque mi mejor amigo, Andrés, vendría a mi casa a jugar videojuegos: mi amigo tenía en ese entonces 17 años. Él es blanco, alto, como de la 1.77 de altura, con buen cuerpo (ya que juega en el equipo de fútbol de nuestro colegio), y una verga que más de una chica que la ha probado quiere comerse todos los días. nunca lo vi como algo más, solo como mi mejor amigo, pero ese día pasó algo muy raro, jamás me había pasado algo similar. Estaba en la edad en la que uno empieza a sentir curiosidad por el sexo y cosas de ese tipo.

Ese día Danielito estaba en la piscina, pero en una de esas se descuidó y al salir traía ya el bañador a media nalga, cosa que me dejó ver su hermoso y blanco culito a flor de piel. Me arreché tanto que no tardo mi pene en ponerse erecto de solo imaginar en tenerlo entre mis manos, tocarlo, acariciarlo y sobre todo darle una verguiza que en su puta vida se le vuelva a pasar andar de ofrecido. Traté de sacar esa imagen de mi mente, pero por más que lo intentaba se me venía a la memoria ese culo redondo de puta de barrio y más me ponía erecto. No me contuve más, así que fui al baño a hacerme una buena paja. Danielito se dio cuenta y me preguntó que a donde iba, mientras me miraba el bulto. Le respondí que iría al baño, con lo cual me suplicó que lo dejase acompañarme. Le dije que no con fastidio, pero luego de tanta insistencia por parte del niño acepté llevarlo.

Le dije que pasara primero él, y que después yo pasaría, pero él insistió en que entráramos juntos. Al entrar se bajó el bañador y no podía creer lo que me pasaba, estaba tan excitado que me mordía los labios para evitar coger esas ricas nalguitas que tenía enfrente.

Después de un rato de estarlo viendo me preguntó si no pensaba mear, y cuando reaccioné, veo que Danielito se quedaba viendo mi bulto con las babas cayendo de su boca. Mi verga crecía y crecía dentro del pantalón, pero no quería mostrársela, por que pensaba que se me lanzaría a querérsela comer, y fuera estaba mi familia, así que no era el momento, por lo que le pedí que saliera del baño para mear tranquilo, y luego de su negación casi lo tuve que sacar arrastrado. Parece que al putito le encantaba la verga y estaba sediento de comerse una que le dejara el culo abierto a más no poder.

nos salimos del baño y como sabía que vendría a jugar mi amigo Andrés, decidí irme a casa. Cuando llegue a la puerta, ahí estaba sentado afuera esperando, le dije: perdón, me tardé por culpa de mi mamá que me llevó a casa de los vecinos… él de un modo algo cortante me paró diciendo que daba igual, “no eres mi vieja para andarte controlando”: Nos soltamos a reír. Entramos y empezamos a hacernos bromas como siempre. Me preguntó si tardaría mi mamá en llegar? Porque tenía ganas de contarme lo que había pasado unos días atrás. Cuenta que mi madre llegará hasta la noche!, le dije curioso. Entonces se tumbó en el suelo en lo que yo prendía la consola me empezó diciendo que había conocido a una hembra de 17, que habían ido al cine y que al salir de ahí  la llevó a su casa. Se veía que la chica era bien putita, porque cuando iban pasando por un terreno baldío le dijo ¿te la han mamado ya? Mi amigo a su corta edad ya había tenido muchas experiencias con varias chicas de diferentes edades, no era nuevo para él hablar de sexo y cosas de ese tipo! Por eso le respondió: ahuevo, claro que ya… me fascina que se tomen toda mi leche. Acaso quieres que te culee? en seguida se fueron al terreno donde le dio una culiada de campeonato. Y aunque mi amigo es súper vergón, la puta apenas gritó cuando se la estaban enterrando. La puse contra la pared y le di por su vagina por detrás como a rata. Mientras le veía el culo, dijo mi amigo. Se notaba que lo tenía bien abierto, pero la putita no quiso que me la cogiera por ahí. A medida que me relataba esto la verga de mi amigo  estaba bien parada. Hice como si no hubiera visto nada, pero cuando me voltee mi amigo se estaba agarrando su bulto por encima de su Bermuda. Se le podía apreciar una verga bastante grande y gruesa. Luego me dice: verga, la tengo al full, quiero comerme un culito ya, necesito un culito, deseo follar por ahí; esa vieja solo me dejó con ganas de sentir algo así.

me dijo gritando: ¡hay que hacer un pacto! Yo, algo sorprendido y medio sacado de onda, le pregunté: un pacto?

– si, un pacto. Mira, me dice, el que encuentre un culito jugoso, virgen y con un hoyito espectacular, lo comparte, pero que sea de vieja eh! Se río un poco diciendo: es que no soy puto jajaja.

-Vale, le dije. Luego nos escupimos la mano y cerramos el trato, y seguimos jugando…