COMPARTIENDO A MI CHICA EN UN GANG BANG
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Anonimo.
Me tocó comprar su lencería y mi noviecita se encargó de adquirir el atuendo con que haría su ansiado debut.
Tanguita negra de encajes que le resalta perfectamente sus dulces y redondas nalguitas, mientras que delante se dibuja una cadera ancha, delicada aún sin estrías debido a su juventud que termina en un pubis provocante y bien rasuradito para ofrecer una conchita suave y deliciosa, para dormirse chupándola sin descanso.
El sostén le levanta un poco sus pequeños y sabrosos senos pero sin la exageración de las colegialas, etapa que concluyó hace apenas unos años.
Mi Arlyn se compró una blusita ajustada de tirantes angostitos que permitía mostrar la delicada piel de su espalda; la faldita negra, también ajustada que provocaba darle una buena follada al resaltar su trasero y sus ricas piernas, las cuales alargó con unos zapatitos de tacón que exhibían sus deditos pintados de rojo carmín… en fin: la más descarada invitación a cometer ultraje donde quiera que estuviese mi dulce noviecita.
Nunca la había visto tan guapa, ni siquiera en las ocasiones que me provocó a follarla con contundencia porque se encontraba simplemente cachonda y me hizo caer exhausto una vez que satisfizo sus ansias carnales; de hecho me hizo dudar por un momento.
Así que antes de salir, hice que sus labios carnosos y jugosos me dijeran exactamente qué quería.
-Hoy quiero que un grupo de desconocidos me dé la gran cogida de mi vida.
-¿Cuáles son las restricciones, mi amor? Es muy importante saberlo.
-No importa cuántos sean.
Y el límite de tiempo dos horas.
-¿Penetraciones simultáneas?
-Las tres penetraciones habituales, amor… sin golpes ni heridas, sólo follar.
Su mirada me dejó claro que sí se encontraba segura de querer participar un gang bang.
El plan era muy simple; saldríamos de rumba a pescar los hombres que mi novia quisiera y a la media noche en punto, nos iríamos con ellos a una casa de montaña que previamente habíamos rentado, con las suficientes condiciones de seguridad y privacidad.
Arlyn no tomaría licor, con la finalidad de disfrutar plenamente de la experiencia.
Llegamos a una disco muy popular, en las afueras de la ciudad y nomás entrando un grupo de tipos quedaron anonadados mirando el trasero de mi rica novia.
Nos sentamos en una de las pocas mesas libres y ambos ordenamos una soda.
Conforme transcurrieron varios minutos, Arlyn empezó a corresponder más de una sonrisa y al rato, nos metimos a la pista y se puso a mover sensualmente sus caderas, mientras besaba mi cuello y coqueteaba con más de un asistente.
En un momento dado, me dejó solo en la pista y se dirigió a la zona de los baños y uno de los que bailaba la siguió.
Ella fingió esperar a que desocuparan en la sección femenina y él hizo lo mismo en la de varones; mi chica tomó la iniciativa, se dirigió al tipo sin dudar y lo besó fuertemente, él correspondió y ella hizo que su mano la tomara por el talle, poco a poco se fueron apasionando más y él agarró el trasero de mi chica, mientras quienes entraban y salían del wáter se mostraban extrañados y algunos un tanto incómodos.
La arrinconó en un punto de poca iluminación, le metió los dedos bajo la falda y penetró su vagina haciéndola dar un gemido que pronto los delató frente a un pequeño grupo que se encontraba cerca.
Así la tuvo durante más de cinco minutos hasta hacer que mi Arlyncita llegara al orgasmo, quien agradecida le dio un beso de despedida y volvió conmigo a la mesa.
-¿Nos lo llevamos?
-No.
-¿Y eso? ¿Por qué no?
-No me gusta.
Únicamente me interesaba vivir la experiencia, eso sí me gustó pero no lo quiero en el grupo, mi amor.
-Okay.
¿Y quién te ha interesado hasta ahora?
Arlyn miraba con cierta coquetería a un hombre, mientras yo le preguntaba y de hecho él también había estado mirando a mi chica desde que llegamos.
-Él.
Me levanté de inmediato y mientras me dirigía hacia él, quien se encontraba con otros dos hombres y una chica que parecía ser novia de uno de ellos, el pobre se puso algo nervioso, quizás esperando algún tipo de reproche o amenaza de parte mía.
Le hice un gesto amistoso y le hablé quedamente para que sus acompañantes no supieran de qué iba la cosa.
-Mi nombre es Miguel y mi chica se llama Arlyn –poniendo mi mano sobre su hombro-, ¿y tú cómo te llamas?
-Mauricio.
-Pues, Mauricio, eres un tipo con suerte.
Mi novia y yo tenemos una relación abierta y dentro de un rato saldremos con algunos de los asistentes y ella quiere que nos la cojamos entre todos.
Si te parece, puedes formar parte del grupo; ella misma me lo pidió.
El hombre volteó hacia mi novia, quien continuaba mirándolo coquetamente.
-Pos claro.
Nomás tú me avisas.
Esta vez ella fue sola a la pista y volvió a moverse con sensualidad.
Pronto se le acercaron dos hombres y bailaron con ella, poco a poco acercándosele más hasta aprisionarla entre ambos y tocarle nalguitas y senos, a lo cual no se resistió, más bien les correspondió con gestos de placer y tocándoles indistintamente trasero y entrepierna.
-¿Ven aquel hombre que está allá? Es mi novio.
Los hombres se rieron y no dejaron de manosear a mi chica.
-Somos de mente abierta y hoy estamos organizando un gang bang, chicos.
-Yo me apunto, nena.
-Yo también, ricura.
¿Cómo te llamas?
-Arlyn.
Él se llama Miguel.
-Yo soy Minor.
-Y yo William.
-Un placer conocerlos, chicos.
Vamos.
Saludé a William y a Minor, me levanté de la mesa y le hice una seña a Mauricio, quien se nos unió sin chistar.
Llegamos a un bar y los tres chicos bebieron algo de tequila y vodka, mientras Arlyn y yo ordenamos un par de limonadas.
Nos pusimos a conversar animadamente y pronto varios tipos empezaron a admirar las piernas de Arlyn y toda su belleza.
En la barra había uno muy alto que atrapó su atención, así que le indiqué que se nos acercara.
Al principio dudó pero ante mi insistencia, vino hacia nosotros mientras Arlyn no paraba de mirarlo con lujuria.
-Hola.
-Hola, ellos son Minor, William y Mauricio.
Esta guapa nena es mi novia Arlyn y yo soy Miguel; lo que pasa es que tenemos una relación abierta y adivina qué.
-No sé.
-Pregúntales a ellos hace cuánto los conocemos.
-Pues… ¿hace cuánto?
-Apenas unos minutos.
Todos reímos a carcajadas, con una complicidad ahora más arraigada.
-Bueno, me llamo Óscar y de verdad es un gusto conocerlos.
-El gusto es nuestro.
¿Y qué tal si le contamos a Óscar, cada uno al oído, qué es lo que haremos esta noche?
Óscar aceptó participar del juego improvisado y pasó donde cada uno de nosotros, acercando su oído para escuchar lo que quedamente le íbamos a decir.
-Vamos a cogernos a su novia.
-Nos follaremos a Arlyn entre todos.
-Vamos a cogernos a ella entre todos.
-Estamos organizando un gang bang; yo sólo miraré mientras se cogen a mi Arlyncita entre todos y tú puedes participar si quieres.
-Me van a coger entre ellos y otros desconocidos que vamos a enrolar pero además quiero que tú me penetres por los tres orificios y disfrutarlo mucho, nene.
Para rematar, Arlyn le dio un buen beso a Óscar y se puso a acariciar su bulto que ya se había puesto duro como piedra.
Obviamente, el tipo aceptó y acordamos pasar a otra disco que quedaba cerca de allí.
Nos metimos de una vez a la pista y entre los cinco nos pusimos a manosear a mi noviecita; de vez en cuando alguno de ellos le manoseaba el trasero o las tetas, incluso su conchita por dentro.
Cerca había dos parejas bailando y Arlyn les hizo la seña a los varones de que participaran del juego.
Increíblemente, se incorporaron junto a sus acompañantes, quienes no parecían incómodas de lo que pasaba.
-Hola, linda.
¿Cómo te llamas?
-Arlyn, guapo.
-Verdadero placer.
Soy Carlos.
-Y yo soy Daniel.
Qué buena que estás, Arlyn.
Por alguna razón, Arlyn no quiso que Daniel participara en el gang bang pero eso me puso más cachondo, así que coordiné con él y Carlos para que en un momento dado, Daniel pudiera ingresar a la cabaña por la puerta de atrás.
-Yo también quiero.
-Y yo también.
No estaba preparado para incorporar a otras chicas, así que se lo consulté a Arlyn y me dijo que no había problema mientras le dieran a ella todo el placer que buscaba.
Ninguno de ellos, Mauricio, Minor, William, Óscar ni Carlos se iban a quedar sin darle buena verga a mi sabrosa novia.
-¿Cómo te llamas?
-Zaida.
-¿Y tú?
-Josseline.
La verdad, yo tenía ganas de cogerme a Zaida y la oportunidad cayó de perlas.
Cada quien en su auto, nos fuimos hacia la cabaña los cinco chicos seleccionados por Arlyn, las dos chicas, ella y yo.
Una vez en la cabaña, pusimos algo de música y los siete desconocidos bebieron algo de cerveza, vodka y whiskey.
Las tres chicas fueron objeto del manoseo de los demás incluyéndome.
Sentamos a las tres nenas en un sofá y los seis hombres las pusimos a chupar verga, uno tras otro aproximadamente un minuto cada uno.
Pude notar que William, Carlos y Mauricio duraron más con mi Arlyn y de hecho pasaron dos veces donde ella.
Ante tal circunstancia, convinimos en continuar un poco más con esa parte.
Según mi parecer, Josseline disfrutó más mamando a Carlos
y a Mauricio, Zaida lo gozó conmigo y yo también –me puso duro como piedra su lengua y sus labios húmedos- y también con Óscar, mientras que mi novia pareció gozarlo chupando la verga de William, la de Minor y la de Mauricio.
Estaba realmente sedienta de pene mi rica Arlyn.
En un momento dado, acostamos a las tres a continuar mamando mientras nos turnábamos a chuparles la concha; primeramente Minor metiéndole la verga a Josseline mientras Óscar se puso a lamerle la vaginita; así William se la metió en la boca a Zaidita, mientras yo me comía su conchita con toda gana y mi novia lamía la verga de Carlos al tiempo que Mauricio le pasaba la lengua en su dulce y húmeda vaginita; así estuvimos durante un par de minutos y luego fuimos turnándonos pero fue muy evidente que todos a quien quería cogerse era a mi novia, mientras Zaidita y yo ya teníamos claro que nos lo íbamos a pasar a lo grande.
Colocamos a las tres sobre la cama y pronto William se trepó sobre mi Arlyncita y la penetró haciéndola gemir de placer, yo tomé a Zaida por los tobillos y me puse a darle bien duro mientras jadeaba como perra y Óscar empezó a cogerse a Josseline de muy buena gana, entonces Carlos y Mauricio pusieron a mi novia a chupárselas mientras William se la follaba riquísimo y Minor se la metió a Zaida en la boca bien profundo, hasta hacerla toser mientras yo me la cogía a lo grande y en un momento dado, sólo se escuchaban los gemidos de las tres perras disfrutándolo como buenas putas.
De pronto, Mauricio no aguantó más y apartó a todos para tomar en brazos a Arlyn y sentarla en un sillón.
-¡Lo único que quiero ahora es cogerte por la boca hasta venírmele dentro! ¿Está bien?
Mi novia asintió dócilmente; parecía niña regañada pero yo me la conozco: lo estaba gozando la gran puta.
Entonces Mauricio se trepó sobre ella, tomó su cabeza y le metió la polla con toda gana y se puso a empujarla con mucha ansiedad y así la tuvo hasta hacerla babear; con las dos manos tomó su cabeza y le dio más y más fuerte por la boca a mi pobre noviecita.
-¡Toma puta! ¡Toma! ¡Toma! ¡Toma! ¡Toma! ¡Toma! ¡Toma puta!
Mientras esto sucedía, puse a Zaidita de cuatro patitas y se la metí por el orto, la tomé por las caderas y poco a poco le fui dando por el culo más y más duro, mientras disfrutaba cómo tenía Mauricio a mi Arlyn.
-¡Hace rato que quería cogerme esta boquita! ¿Te gusta cómo te tengo, puta?
-Hujummmmmmh…
Mauricio se puso como un loco, soltó la cabecita de mi chica y se sostuvo contra la pared mientras se contorsionaba para seguir follando su boca.
-¡Ah! ¡Ah! ¡Ah! ¡Ah! ¡Ah! ¡Ah! ¡Ah! ¡Ah! ¡Ah! ¡Ah! ¡Ah! ¡Aaaaaaaaaaaaaaaah.
!
El tipo se vino completamente en la boca de mi noviecita y la hizo toser.
-¡Trágatelo todo, puta! ¡Todo todo!
Yo me vacié dentro del culo de Zaidita; sentí que todo marchaba de maravilla y que lo mejor estaba por llegar, mientras Óscar se cogía a Josseline por el culo y Minor por la boca, al tiempo
que los demás acariciaban a Arlyn para darle aire y continuar follándosela.
Dado que Josseline estaba a la altura del reto, la puse sobre mí y penetré su suave vaginita mientras William se la zampaba por el culo y la pusimos a sentir lo que es bueno por un buen rato; Minor agarró a Zaida por los tobillos y se puso a darle con todo mientras Mauricio le metía la polla en toda la boca poniéndola a chupar como diosa y por otra parte, Carlos puso a mi noviecita a cuatro patas y se la empujó por el culo en tanto que Óscar la ponía a chupar verga.
Durante unos diez a quince minutos, las tres demostraron de qué están hechas porque se comportaron como unas verdaderas putas.
-¡Ah! ¡Ah! ¡Ah! ¡Ah! ¡Ah! ¡Ah! ¡Ah! ¡Ah! ¡Ah! ¡Ah! ¡Ah! ¡Ah! ¡Ah! ¡Ah!
El asunto fue así: todos excepto yo se cogieron a mi novia dos veces, culo y vagina; todos nos cogimos a Zaidita y de hecho yo dos veces, mientras que la boca de Josseline fue la gozada de todos.
-Okay, chicas, en esta parte ustedes tienen descanso que bien se lo han ganado.
Mi amor: ¿aceptarías follar a ciegas individualmente con tres de ellos, para que escojas de esa forma a quién verás nuevamente cuando quieras?
La muy puta se relamía mientras yo le formulaba la pregunta.
-Pues… claro, bebé.
-¿Y quiénes sería los tres afortunados?
-Carlos, William y Mauricio.
La gran perra no dudó ni un segundo.
Josseline y Zaida se sentaron a observar; lo mismo Óscar y Minor.
Puse una venda sobre los ojos de Arlyn y la senté en el sofá.
El primero en acercarse fue William, puso su pene en la boca de mi niña y la puso a lamer hasta tenerla bien dura.
Luego la puso a cuatro patitas y se la metió por la conchita, primero despacito, muy despacito haciéndola suspirar de gozo y poco a poco le fue dando más duro, mientras la sostenía por las caderas.
Así la tuvo buen rato y en ocasiones se la sacaba para metérsela tantito y luego arreciar nuevamente… hasta que mi novia se vino como perra en celo; por lo que William pasó a metérsela en el ano, la agarró del cabello y le dio por el culo con todo hasta quedar cerca de la eyaculación, se la sacó para pajearse y finalmente le dejo ir la leche sobre las nalguitas de mi chica.
Quien debía seguir era Carlos pero ya había acordado en secreto con todos ellos el siguiente cambio: por alguna razón que nunca me aclaró, en todo momento Arlyn rechazó a Daniel y si hay algo que me pone cachondo, es que mi niña sea follada por alguien a quien ha rechazado, aunque no se dé cuenta de la trampa en que ha caído.
Daniel había llegado por la puerta de atrás y había sido testigo de todo desde el principio, oculto tras una ventana pero ahora es su oportunidad de cogerse a Arlyn sin que ella sepa que es él quien la goza.
Le metió la verga en la boca y la pudo a mamar como diosa durante buen rato hasta tenerla bien dura y hacerla babear a mi linda novia, incluso creo que ella lo disfrutó porque en un momento
que Daniel se la sacó, ella movió su cabeza con la boca abierta buscando polla.
El tipo jadeaba ansioso y antes de penetrar a mi chica, le pasó la verga por las mejillas y pude escuchar sus suspiros, como si ella creyera que se trataba de alguno de sus tres elegidos.
El hombre la puso de cuatro patas pero su enorme verga fue directo hacia el ano de mi Arlyncita, se la zampó de una, la tomó por las caderas y se puso a darle bien duro desde el principio.
¡Ah! ¡Ah! Ay! ¡Ay! ¡Ay! ¡Ay! ¡Ay! ¡Ah! ¡Ah!
Las nalgas de mi bebé saltaban mientras eran penetradas por la polla del rechazado Daniel, quien se puso cada vez más loco y en un momento dado haló el cabello de Arlyncita y le castigó con todas sus fuerzas, así durante largo rato hasta hacerla venirse la gran perra.
-¡Aaaaaaaaaaay Dios! ¡Ufffff!
Mi nena cayó rendida sobre el sofá, mientras Daniel seguía dándole por el culo hasta sentir que estaba por venirse, entonces se la sacó y corrió a tomar su mejilla, la hizo abrir su boca y le dejó ir todos los chorros dentro.
Finalmente se volvió a retirar atrás y dimos un chance a mi chica para que recuperara fuerzas.
Ya habían pasado más de dos horas pero ella estaba dispuesta a terminar el reto.
Teníamos los números telefónicos de los tres y en privado ella me diría a quién elegía.
Faltaba Mauricio.
Él se recostó boca arriba en el sofá y dejó que mi Arlyn, todavía con los ojos vendados, se sentara sobre su cara para que él la estimulara a punta de lengua.
Su semblante era inconfundible: nuevamente mi bebé se estaba poniendo bien cachonda y jadeaba cada vez con más ansiedad, hasta que decidió ella misma buscar la verga de Mauricio y metérsela en su conchita; se animó a contornearse para sentir la polla entrando y saliendo mientras ella se sostenía a la pared.
En un momento dado, mi noviecita se levantó un poco y movió su culo como puta en celo cada vez más y más rápido.
-¡Uy Dios! ¡Ah! ¡Ah! ¡Ah! ¡Ah! ¡Aaaaaaaaaaaay qué ríiiiiiicoooooooooo!
Así estuvo mi nena durante cerca de diez minutos cogiéndose a Mauricio hasta que se vino intensamente, abrió su boquita para exhalar un enorme suspiro y cayó rendida sobre él, quien acarició su cabello un ratito, se levantó y continuó masturbándose con Arlyn descansando boca arriba y finalmente, le dejó ir toda la leche en la carita de mi novia, quien cayó rendida y terminó durmiéndose.
Me despedí de todos, prometiendo que mi Arlyn llamaría para encontrarse con aquel de los tres que se la follaron mientras ella estuvo con los ojos vendados.
Yo estaba convencido de que el elegido sería Mauricio, quien a mi parecer fue quien más rico se cogió a mi novia a lo largo de la noche.
-Mi amor: ¿cuál de los tres te gustó más?
-El segundo, bebé.
Fue el que más rico me cogió.
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