Con 12 años vi a mi mamá con 7 hombres
Mi nombre es Mara. Tengo 12 años y quiero contar mis vivencias..
Primer Relato
Mi padre siempre fue un perdedor. Trabajo inestable, borracho, mal hablado, sucio, maloliente y es mas, ni se lavaba los dientes. Nunca tuvimos buena vida, ni ropas nuevas, ni zapatillas caras. La ropa nueva que nos ha llegado, es porque nos la regalaban ya usada, obvio.
No se si lo dije, somos 5 hermanos. Brían 20, el mayor, preso. Carla, hoy tiene 18 pero se fugó de casa cuando tenia 16. (Quedo embarazada y se fue a vivir con hoy su pareja). Yo con 13 años y me siguen Mirko con 4 y Taní con 3. Todos hijos de mismo padre y misma madre… que dicho sea de paso, mi mamá se quedó embarazada de mi hermano mayor (su primer hijo) a los 14 y mi papá con 23, luego de que la violara y como mis abuelos no le perdonaron haber quedado embarazada la echaron de la casa y fue a vivir con mi papá, que la siguió violando, según cuenta mi mamá, todas las mañanas, tardes y noches. A veces no solo era mi padre, como él se gastaba todo lo que ganaba en alcohol, vino y cerveza, luego le pedía al carnicero carne a cambio de cojerse a mi madre. También con el de la despensa, que le daba el vino y con el del boleto de lotería. Mi madre ya tenia rutina: Lunes con el carnicero, Miércoles, con el de la despensa, viernes con el de la lotería… ya era una prostiputa que no había terminado la escuela ni la iba a terminar. Pero también estaban mis 2 tíos que venían a ver fútbol los domingos y ahí estaban nuevamente, cojiendosela entre mis tíos y mi padre, durante horas, se turnaban y acababan en ella hasta dejarla tan cansada que perdía el conocimiento. Luego, al despertarse, notaba que no solo tenia semen en la cara, en la espalda y en el pelo, también la habían orinado y hasta a veces defecaban sobre su cuerpo dormido.
No tenia tiempo de llorar, puesto iba a bañarse, algún vecino le pagaba a mi padre para cojérsela. Y allí estaba ella, nuevamente entregando su cuerpo, dejándose penetrar la vagina, el culo, sobre todo el culo, a los hombres les gusta mucho, no se por que, penetrarnos por el culo, dejarlo rojo, y con el ano bien abierto y agrandando. Así que aprovechaban el jabón, para hacer que el pene entre con mas facilidad sobre el agujero del culo, que en un principio es cerrado, hasta que se dan las primeras embestidas.
A pesar de todo vivíamos felices. Mi mamá siempre feliz, sonriente, amable, cariñosa. Muchas veces apestaba a semen, pero nos acostumbramos. No sabíamos siempre quienes eran los que venían. La veíamos cabalgando en el sofá, gimiendo en el baño, gritando desde la cocina, en 4 patas en el dormitorio, chupando penes, de a uno de a dos o tres en la sala de estar, que nunca se inmutaban al vernos a mi o mis hermanos en la casa.
Lo que no me gustaba es cuando en la merienda, a veces, nos la daban y notaba que la leche no era homogénea y habían cosas flotando, posiblemente sea semen, que mientras mi mamá preparaba la merienda, los hombres acaban dentro de las tazas a propósito, porque muchas veces, veía como se llevaban la manos a la boca o sonreían lascivamente con placer a vernos beber la chocolatada o lo que fuera que tomáramos. A veces, hay que decirlo, estos mismos hombres nos ayudaban con las tareas. Siempre teníamos la casa llena de hombres, desnudos y transpirados. Mi mamá gimiendo desde alguna pieza. Mi papá a veces no estaba. Y estos hombres nos ayudaban. A veces también me tocaban, las piernas, el pelo, la cola; pero siempre bien, sin sobrepasarse… hasta que fui creciendo.
Pero recuerdo una vez puntual que no voy a olvidar jamas. Eran las 7pm, mi papá estaba ansioso porque iba a jugar su equipo de fútbol un partido transcendental, no se cual ni me interesa. Así que preparo todo. Mucha cerveza, mucho vino y mucho pero mucho alcohol. Hizo que me madre se pusiera un vestido delantal muy coqueto de sirvienta que solo la tapaba delante y muy poco, mientras que por detrás, solo tenia el moño de la cintura de las tiras del delantal. Mi padre nos ordeno a todo que subiéramos arriba, solo que ninguno hicimos caso y nos quedamos observando desde la ventanita que tenia la puerta de las escaleras. Y ahí estaba mi mamá llevando botellas al grito de “Putita” “eh putita“ “putita mas vino” “putita mas cerveza” “putita queremos servilletas” “puta de mierda, tráeme hielo” y mi mamá llevaba todo. A veces de a uno o de a dos hombres la acompañaban a la cocina y volvían al rato sin camisa o con el cinto desabrochado y mi mamá con semen en la boca o tomándose de la cintura. Y otros dos se la llevaban nuevamente a la cocina. Cada vez tardaba mas tiempo en volver a aparecer a la sala de estar. En ese tiempo, no había nacido mis dos hermanos mas peques. Y yo observaba parada desde un banquillo pero también miraba como mi hermano tocaba y obligaba a mi hermana a que le chupe el pito. Pero la imagen fuerte estaba en el salón. El partido no se en que minuto iba pero terminó 2 a 0 y todos en la casa saltaron de alegría. Parece que salieron campeones y toooodos saltaron sobre mi madre. El delantal de sirvienta se lo arrancaron y empezaron a chuparle las tetas. Tenia a dos hombres chupándoselas. Otros le agarraron las manos para que les masturbara los penes. Otro quería levantarla para chuparle el culo. Otro quería mandarle mano. Al grito de “puuuta” “puuuta” “puuuta” y en un momento uno de ellos grita “Pongámosla en la mesa” y así tiraron todo lo que había en la mesa, arrojaron todo al piso y a ella la levantaron y la pusieron panza para arriba. Creo que conté 7 hombres y por lo tanto 14 manos. Todos tocándola, metiéndole mano en la concha ya abierta penetrada previamente, manoseándole las tetas, sacudiéndole las vergas en la piel. 7 cuerpos todos sudados usando otro cuerpo que no podía satisfacer a todos a la vez. Había uno grandote, no gordo sino morrudo que dijo “Yo le acerté al marcador, así que me la voy a cojer primero ahora” y se acomodo para penetrarla, aunque ya lo había sido durante 90 minutos atrás por algunos que se la habían llevado a la cocina. Así que el grandote empezó a penetrarla, tenia una verga respetable, pero sobre todo, bien gorda. Y allí comenzó su mete-saca. Mi mamá quería gemir, pero otra verga que tenia en la boca le atoraba el gemido y éste le penetraba la garganta con fuerza… se la metía toda, se le veía como la garganta se ensanchaba cada vez que le empujaba la verga adentro. Y el grandote, aguanto mucho. Estuvo harto rato cojiendosela y a veces le escupía en la concha para que se lubrique, aunque también le escupía en la cara. Al acabar pego un grito y dijo “dios nos envió un ángel, pero vos no sos, porque sos una puta que le gusta la verga” y le siguió otro, que ni lerdo ni perezoso ya se acomodo para seguir penetrándola. No dejo siquiera que saliera el semen que le descargo el grandote en la vagina de mi mamá. Yo no podía creer la escena. A todo esto, mi papá miraba sentado en el sofá, sin decir ni hacer nada, solo sonreía y contaba dinero, mucho dinero (así que sabíamos que pronto se iba a emborrachar feo).
Y uno tras otro le acababa en la vagina. Estuvieron así horas y horas, ya que cuando terminaban unos, otros ya estaban repuestos para volver a cojérsela. Mi mamá chupaba, bebía, masturbaba, y recibía pijazos por la vagina y por el culo. A veces en 4 en el piso, usándole todos los agujeros entre 5, y 2 descansaban. A veces se turnaban de a 1 y la ponían patas para arriba… patas al hombro. La hacían que cabalgue hacia delante, que cabalgue hacia atrás. La tiraban de nuevo en la mesa y le usaban el culo. Le agitaban el pene en la cara, se la sacudían para que le golpee en la boca y que saque la lengua y se la sacudían hacia la lengua, se la metían sacaban, volvían a meter. Mi mamá gemía de placer, creo que le gustaba estar en ese lugar, en ese instante, en esa parte del mundo y en esa casa. Y así se hizo de día, mis hermanos ya se habían retirado y yo ya me estaba por ir a mi pieza también. Algunos ya se habían ido, otros se despertaban y se iban también. El grandote se reponía rápido hasta que se canso. Se hicieron las 7 de la mañana. Y cuando se fue el ultimo, mi mamá totalmente inconsciente en el piso, el ultimo despertó a mi papá. Éste se despertó, trabo la puerta, se desabrocho el cinturón, se abrió la cremallera del pantalón, metió la mano por el cierre, saco su verga y la miraba a mi mamá con una expresión de orgullo y poder, y comenzó a orinarle la cara que en ese punto estaba descubierta… y no hizo nada, no se movió ni se despertó, estaba tumbada, con los brazos abiertos, cubierta de semen, saliva y ahora también orina. Mi papá subió las escaleras y al verme prendida en la ventana, me advirtió que iba a abrir la puerta así me daba tiempo de correr el banquito en donde estaba parada. Abrió la puerta, la cerro, me miro al rostro y suspirando me dijo “algún día, algún día vos también”. Yo le sonreí y el me extendió la mano tome la mano invitándome a dormir a su cama y juntos nos dirigimos a su habitación, mientras el sol ya entraba por cada rincón de la casa… HASTA MAÑANA CHICOS!!!
que paso despues
Espero sus comentarios chiquis jeje
Excelente relato, me eencanta que pongas muchos detalles, espero la continuación
Estuvo genial este relato.
sigue contando que paso, me dejaste con ganas de mas
uff q chido neta
Que buen relato…ojala haya 2 parte para saber de tus padre y de tu vida..saludos desde chile