CORNEADOS POR UN NEGRO
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Anonimo.
Siguimos como digo como dos parejas amigas, hasta que un dia casualmente, conoci, a Raimundo uno de sus inquilinos, y comence a preguntarle, por,el, me dijo que llevaba muchos años en Epaña primero vivia con compañeros ahora solo en aquel piso, habia hecho distintos trabajos, y comence yo a tratarlo, cda vez mas asiduamente, junto con Carmelo, y comence a darle vueltas a aqullo y obsesionarme, pero dandome, cuenta que jugaba en el filo y Carmelo no estaba muy de acuerdo, pero lo convencia diciendole que era morbo y no podriamos pasar de mas alla era un juego caliente.
Una tarde, fuimos a tomar, un refresco los cuatro Carmelo y Lola su esposa, y Concha y yo, pero ellas no sabian que habiamos citado a Raimundo, y este estuvo alli, verlos a todos juntos nos calento a Carmelo y a mi muchisimo sin saberlo ninguno de ellos de los tres, pensar el y yo que ese negro se follaba a las dos, nos puso mucho mas de lo que creimos, cuando termino y nos levantamos del bar dos horas despues y pudimos hablar los dos aparte, ibamos malisimo de la calentura tanto el como yo.
Pero como llegar a que se la follara el, comenzamos a tantearlo, Carmelo y yo pero sin dar el ultimo paso, como mas confianza entre hombres, el es mas joven que nosotros, bastante mas, tiene 34 años, Carmelo y yo pasamos de los 50 y mi esposa, y la suya esta al borde de ellos, pero aun deseables, el interrogatorio a Raimundo, de meses nos dio la conclusion de que follaba poquisimo, mal, y que se mataba a pajas, un tipo, de esa edad, y actividad sexual.
Mi esposa, no estaba por la labor al principio pero Lola la esposa de Carmelo, empezaba a flaquear, segun el, cuando, nos surgio, de forma, casual, una oportunidad, que debiamos aprovechar, al maximo.
Ellos tenian una pequeña casa en la sierra, y fuimos como otras veces a pasar el fin de semana los 4 nosotros le dabamos mil vueltas de como, poner la oportunidad, y ella sola surgio, cuando llegamos, se nos averio la bomba de agua dulce y ni el ni yo sabemos de aquello, la hra y dia que era, nuestro unico auxilio era, Raimundo, el era un manitas, y volvi solo a buscarlo en el camino de ida hable con Carmelo por telefono le dije que teniamos que aprovechar aquello, y fuimos poniendonos de acuerdo, estabamos, deseoso hasta limites insospechados, de ser cornudos, y recogi a Raimundo, comence titubeante, en el coche, si le iba las mujeres, maduras, y sobre mujeres, durante el primer cuarto de hora, hasta que le dije tu debes follar poco, me dijo que asin era, que solo se le ponia a tiro maricones, y que el le iba las mujeres, solo, y me lance me temblo, las manos, al decirlo pero lo hice, le dije que deseaba se follara a mi esposa y a Lola solo que ellas, no estaban seguras que opinaba el, y el dijo que deseando, le dije que si lo conseguia era para algo, fijo no esporadico, y la discreccion, el me prometio mil cosas, pero le dije, que o estaba nada claro, y asin llegamos a la casa.
Era ya de noche, aparque el coche y con linternas, comenzamos a trabajar, Raimundo era un manitas y pronto, supo areglarlo, era una idiotez, pero para nosotros que no entendiamos pues nada.
entramos en la casa, ya habia agua y ellas se metieron en la ducha primero una despues otra, y nosotros, dijmos que Raimundo se fuera por la mañana por supuesto aceptaron, pero Carmelo y yo estabamos nerviosos pero sin saber, que hacer, terminamos de cenar en la misma circustancias, y terminamos marchandonos a la cama, y el negro pensaria vaya unos, rollistas, el durmio en el sofa.
Yo estaba nerviosisimo, sin poder dormir hacia 5 minutos, que nos metimos en la cama, y termine calentando ami esposa y esta a estar bien receptiva, y hice o hicimos algo increible, pero que ahi empezo todo, yo sabia que tarde o temprano a mitad se me bajaria mi polla, y ella tambien, la folle la calente bien diciendole al oido que si le gustaria la follara el negro, ella me decia que si, si, y pare, encendi la luz, y me fui ella quedo alli y vine con el negro, este cortado, mi esposa, igual, no era capaz de decir nada le dije tras pasar ven , el tenia, solo los slip y enorme bulto, que mi esposa nada mas entrar poso sus ojos alli, me fui a ella y la bese besandola la deje destapada de nuevo desnuda, y me puse a su lado, besandola y mi mano en su coño y el negro por fin se acerco, comenzo comiendole las tetas, pero le hice bajar la cabeza a su coño y alli, se acabo mi esposa y me quite de la cama, cuando sono, mi movil, un mensaje, ellos ni se enteraron, el seguia comiendole el coño pero ya con mi esposa, quitandole la verga, negra, como el carbon, y gorda y dura, y empezo a comersela, lei el mensaje, sentado, viendo aquello, era Carmelo, donde esta Raimundo, rei, y le conteste follandose a mi esposa, escuche el movil de carmelo reciiendo el mensaje, ahora el negro estaba estirado, y mi esposa, comiendole, la polla gusto cogiendola con una mano aquella enorme pieza y la boca, tragando el glande, cuando entraron, Carmelo y Lola, y todo paso, natural, Carmelo se acerco Lola miraba y mi esposa ni miro, solo comia, y el negro pasaba de todo como mi esposa, y me dijo llevatelos, al salon, aqui, no cabemos todos, el salon tenia el sofa abierto, en cama y el pequeño, cerrado, y la alfombra, la mesa, le dije cuando salieron ellos, veniros, al salon, y me fui.
Nos sentamos Carmelo y yo, en el sofa, pero Lola, ella se arrodillo y se adueño de nuestrs dos pollitas, pues comparadas con la del negro eran eso, y se las comio, entro mi esposa, y el negro este la acomodo en el sofa cama la puso a 4 patas y la clavo, me corri como un loco, mientras me la meneaba Lola, mi esposa gritaba como una posesa agarada, por el negro este la tenia ensartada sin soltarla, follandola, como un loco las tetas de mi esposa se bamboleaan a los golpes de riñon de el hasta que se corrio ella entre gritos y tras ella el.
Yo me habia corrido antes, pero Carmelo, aguanto queria ver a su esposa como yo habia visto a la ia, y el negro estaba ya en su salsa, dejo a mi esposa alli toda abierta bocabajo y se levanto se puso de pie frente a nosotros, su rabo caido recien corrido todo rpingoso del chocho de mi esposa, y giro la cara de Lola dandose esta con el vergajo colgante se lo trago, y pronto aquello comenzo a crecer mas y endurecerse ahora lo veiamos Carmelo y yo bien cerca aquella verga, y comprendi que le importara poco a lola o mi esposa, que la vieramos una vez se vieran frente a semejante, pollon, duro, joven y con aguante, se sento en el suelo y cogio a lola, y la hizo montarse en su polla, esta cabalgo como una loca pero carmelo Crmelo grito como un loco pajeandose, y diciendo que se follara a aquella putita, que buenos cuernos que ricos, decia mientras se corria, y tras el se corrio, Lola, mi esposa de lado veia la follada estirada en el sofa cuando este la hizo bajarse tras quitarse a Lola y la hizo cabalgar a ella, y se me puso de nuevo dura.
Se habian cambiado y veia a mi esposa su espalda, veia su coño muy abierto con aquella tranca dentro, entrandole y saliendole, y como gritaba ella como movia su culito, que termine haciendome una nueva paja, me levante, y fui a meterle la polla en la boca, y el negro me dijo sin rusquedades se un buen cornudo, y deja que se folle un buen macho a tu mujer, tu solo a ver y hacerte pajas, mientras yo este me la follo yo y me la come a mi, aquello, en vez de enfadarme me puso mas y a mi esposa, la hizo correrse rapidamente, pero el negro, se movio y puso alas dos a 4 patas frente a nosotros, y las dos sumisas, se quedaron asin aquello, me excito, como la obedecian, y me hice ua esplendida paja viendo a las dos zorras folladas como perras, por Raimundo, Carmelo, se corrio tras de mi, y ya no pudimos pasar de ahi los dos, ellos follaron, bastante mas aquel negro es incansable, y echo 6 polvos como el que se bebe seis vasos de agua, pero a nuestras mujeres las dejo secas, estuvieron durmiendo las dos, hasta despues de la comida molidas, mientras nosotros nos llevabamos a Raimundo a casa.
Desde entoncesRaimundo es nuestro corneador, un follador incansable, donde a terminado sus problemas de astinencia y tiene a dos zorritas para el, y a dos cornudos contentisimos, con el.
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