Dulce o Truco XXX 3
El Pueblo II – Tercer Relato ambientado en la fiesta de Halloween.
Advertencia: este relato es completamente Ficticio, no tiene nada de real y solo esta para entretener con una buena de dosis de morbo a todos los lectores que gusten…
El Pueblo II
Raul desde la plática con su tío se había puesto las pilas para gozar de un excelente Halloween, siempre tratando de quedar bien con las nenas, cosa que no resultaba tan difícil, pues se daba cuenta que las niñas de ahí no eran tan problemáticas como las de la ciudad, eran muy inocentes y se creían mucho de lo que este les decían, esa ingenuidad le ayudaba para ser tan coqueto como podía, logrando que varias se sonrojaran, aunque las mamás no lo tomaban del todo bien, pero sólo parecía el juego de un chico amable, o así le apoyaba su tío, quien le facilitaba tanto la situación como podía, pues Raul pensaba en lo que haría en la fiesta, sólo que no tenía asegurado nada, pues les invitaba a una fiesta especial de noche de brujas, pero al decir que era secreta muchas nenas soltaban la voz y tenía que cancelar los planes, era un fastidio, se esforzó consiguiendo las cosas que requería, pues pretendía usar una especie de juego para empezar a gozar a las niñas, escondiendo pequeños retos en el aula de la bodega, donde tendría privacidad, y con esta empezaría a disfrutar de esas pequeñas, aunque por desgracia una vez llegada la fecha todos sus esfuerzos y arreglos resultaron inútiles, o eso pensó al principio.
Había intentado acercarse a varias preciosuras, una de ellas era Lara, una chiquilla de piel clara, cabello castaño, casi siempre lo tenía recogido, de carita linda, aunque al sonreír se notaba un par de dientes chuecos que le daban un aire inocente, aparte, aunque no tenía pechos como todas las nenas de su edad, sus piernitas y en especial su culito lo estaba tanteando como algo excitante, a su par estaba Eva o Evita, otra preciosura de pelo castaño con el copete en línea recta, pero que se notaba un poco mas aventajada en sus tetillas, que ya se estaban destacando en su ropita como 2 pequeñas puntas, aparte de que su culito estaba a la par del de Larita, luego estaba Cesilia, una niña que parecía muñequita, aunque no tenía algún rasgo aparte de una carita dulce que deseaba llenarle de semen, finalmente estaban unas gemelitas, Mariana y Alejandra, las más lindas niñas del pueblo, un par de nenas rubias con ojitos verdes que aparte eran nietas de doña constancia, quien fuera una de las mujeres más guapas de su tiempo, si hasta la fecha se le notaban unas tetas como toronjas, un poco caídas, pero que muchos desearían aún probar pese a sus 60 años, y parecía que ambas niñas heredarían esa talla, pues pese a medir unos 1.3m en físico daba la impresión de estar desarrollándose como señoritas pese a su edad, y es que las 5 pertenecían al grupo de 3-4 grado de la escuela rural.
El cándido de Raul no podía quitar la vista de ninguna de esas hembritas, desde que supo gracias a su tío que podía cortejarlas sin severas consecuencias , estuvo intentando todo tipo de acercamientos, y gracias a su ingenuidad, eso no era tan difícil, si hasta de cierta forma lograba que estas le tuvieran una confianza que deseaba aprovechar para poder llevárselas a lo oscurito y saciar sus instintos, aunque claro no debía ser tan obvio, porque los padres de algunas parecían tipos de cuidado, pero sólo cuando estaba cerca, pues la verdad eran desobligados borrachos, quienes se iban a trabajar pasando la frontera donde se perdían varios días, y al volver solo iba enojados, pero nunca se quedaban mucho como para causar algún problema tan serios, aparte había otro problema, y es que las gemelas, realmente eran preciosas, las más lindas del pueblo, y sobraban quienes estuvieran interesados en hacer algo con ellas, notaba como los viejos de las tiendas o mercado no les quitaban la vista de encima, con regalitos llamaban su atención, era bastante difícil, se notaba como se las comían con la mirada, pues como ya se había fijado sus caritas eran inocentes, muy bonitas, bajitas, pero se notaban que seguramente ya aguantarían una buena verga, pues sus culitos eran grandes y redondos, con el uniforme se podía ver como la falda se alzaba, sus pechitos empezaban a sobresalir, era una deliciosa locura, por lo que Raul siempre estaba tratando de decirles algún cumplido, o hacerse el interesante, apostando por su situación de ser de la ciudad para llamar su atención, cosa que le funcionaba porque nadie más podía hacer eso, y les decía que luego les traería cosas buenas, promesas de regalos que ellas ilusionaban, más que el tipo de asqueroso de la camioneta, pero con suerte se dio cuenta que muchas madres les tenían prohibido acercársele a las nenas.
Durante los siguientes días a su plática Raul comenzaría a acercarse a todas las niñas, pero al menos vería como Lara quien era bien juguetona saltando sin mucho cuidado llegaba a verle bajo su faldita, sus calzoncitos eran viejos y gastados, en varias ocasiones pudo ver con cierto cuidado su rayita por lo holgado de su ropa interior, y eso le haría decirle: ten cuidado Larita, que no vez que se te ve todo, y el que sea tu novio no ha de querer que todos los viejos le vean a su mujer, así que pórtate bien. Por suerte aquellas palabras le servirían un poco, pues en su inocencia la niña creería que este se estaba fijando en ella, y por suerte cuando contara eso a su madre, la mujer agradecería por los cuidados prestados, un gran triunfo a sus planes futuros.
Con Eva por otro lado, ella era un poco más coqueta, siempre jugando con una muñeca muy gastada, una que seguro ya tenía muchos años, pero como su familia era pobre, no podía conseguir una mejor, este tendría su oportunidad cuando un niño odioso, al que de seguro le gustaba la niña pero no sabía más que molestarla, le quito el juguete para llamar su atención, pero con suerte vería que la cría tratando de recuperarla, se subiría a un árbol, y como traía falda, podría ver con toda claridad sus nalguitas, aunque también lo harían otros niños, quienes terminarían con un regaño y unas nalgadas de sus madres, mientras que Raul por suerte quedaría bien frente a la nena por ayudarla, por lo que Eva se mostraría más a gusto jugando cerca de él.
Por su parte Cesilia, siendo la sexta hija de la familia, la única hembrita entre un grupo de chamacos peleoneros o escandalosos, se notaba que era una niña solitaria, se la pasaba en un rinconcito, pues era una niña muy introvertida, pues sus hermanos siempre la molestaban, lo cual le haría fácil para Raul acercársele para pasar el rato, pues era de esas chiquillas que les urgía el cariño, y como este había estado consiguiendo dulces para siempre estárselos regalando a todas las nenas que le gustaban, eso le fue ayudando en sus planes, pero no del todo.
Como no iba con certeza de nada, trataba de ver a quien podía engatusar, muchas preciosidades se veían interesadas, pero cuando intentaba algo, la misma ingenuidad de las chiquillas servía de poco ya que no sabían guardar secretos, por lo que sus “sorpresas” se volvían en su contra y al menos no se metió en problemas serios gracias a las cuartadas que tenía listas, como bolsas de dulces y mentiras listas, que le evitaban dar explicaciones de mas, pero arruinaban muchas oportunidades, así cuando llegó el día, realmente no tenía nada listo, muchas niñas arruinaron lo que pensaba, y eso que había arreglado el aula para llevar a cabo su plan, si hasta escondió una cámara para grabarlo todo en video, pero creía que fue un esfuerzo en vano, todo quedó mal, o eso fue cuando llegó su tío con una nena, la pequeña Cesilia, la cual tenía su disfraz manchado:
Muchacho, cuida a esta criatura, se terminó peleando con un chamaco sangrón, ahora su disfraz está manchado de sangre falsa, y el crio, ah, no quiero ni decir que pasa con él – dijo su tío mientras dejaba a la cría con él.
Obviamente todo era plan con maña, así que Raul la dejó pasar, y dentro había todo lo que este había arreglado, dejando a la niña sorprendida por ver una enorme mesa con muchos dulces en el fondo y demás cosas para Halloween, perfecto para una fiesta, aunque no había nadie, y con una ligera explicación, diría:
Era la fiesta oculta de Halloween de la escuela, la organicé yo, pero muchos compañeritos tuyos se soltaron hablando de esta y por eso mentimos de que se canceló, o porque crees que es la fiesta secreta, si se cuenta se arruina la sorpresa, por eso no se debe de decir nada – dijo con malicia Raul mientras veía a la nena.
Que linda estaba la chiquilla, usaba un vestido blanco muy vistoso, de esos antiguos para verse como fantasma, pero eso le resaltaba su carita como de muñeca, el chico ya quería verla agachada enseñando sus calzones, o jugando pues era sencillo lo que tenía que hacer era entrar al aula que había sido arreglada de manera especial fingiendo ser una especie de cementerio, habían muchos papeles por todas partes de distintos colores y ella debía tomarlos mientras estaba vendada de los ojos, todos tendrían o un premio o castigo, así que eso lo aprovecharía, para meter mano de ellas, si lo había pensado bien, al oírle Cesilia pronto quiso jugar, pero antes la suerte volvería a sonreírle a Raul pues se les uniría la pequeña Lara quien llegaba con una ropita más tradicional pero manchada de sangre, un truco barato, pero le serviría para no verse mal, pues la comunidad era muy pobre para costear disfraces caros.
Hice una pequeña travesura para venir a ver – dijo la niña, pero su sonrisa sería grande si mostraría un dientecito chueco que le hacía ver adorable.
De esta forma ambas niñas se adentraron, Raul les puso una venda en los ojos y empezaron a moverse a tientas, mientras este no les quitaba la vista de encima, por sus faldas pronto tuvieron problemas para moverse, cuando este les sugirió que se las subieran un poco, en su inocencia ambas aceptaron dejando ver sus piernitas, había varios papeles, y cuando los agarraban estos tenían escrito en su mayoría de premio un dulce, emocionándose para seguir con aquella prueba, dejándole a este pasarse entre ellas, restregándose un poco en sus culitos cuando lo hacía, fue tomando parte y con bolsitas que tenía listas les fue “premiando” mientras ellas seguían revisando entusiasmadas, así al pasearse cerca de ellas podía verlas mejor, notando que la ropa de Larita era algo holgada y se le alcanzaba a ver un poco sus tetillas, una visión excelente, pues ya quería saborearlas, aunque debía ser paciente, pero antes de que pudiera pasar eso, tuvo la gran fortuna, su tío llegó con otra traviesa Eva, aparte de 2 niñas se escaparon de su clase para llegar, siendo las gemelas (mariana y alejandra), quienes al ver todo el juego se emocionaron, en especial por la gran cantidad de dulces que el chico reunió para la festividad y demás, pues las gemelitas una iba con un vestido rojo Alejandra, mientras que Mariana usaba uno negro, ambas con diademas con cuernitos mal hechos, demasiado caseros, tratando de imitar a unos diablitos, pero en la mesa había verdaderas diademas de juguete, por lo que pronto se adelantaron para conseguirlas, sin imaginar que eran parte de un premio especial, de igual forma Eva se les uniría, pues reconocería un chocolate de una marca que deseaba probar, la veía en la camioneta del viejo pervertido, pero jamás le dejaron acercarse, y cuando su madre preguntó, se le hizo demasiado cara, otra cosa que aprovecharía Raul, quien veía a una niña calaverita, pues a un vestidito viejo negro le habrían pintado con blanco unos huesitos, aun así distinguía las formas precoces de la niña. Antes de irse el viejo le preguntaría si estaría bien, pues no imaginó que pudieran reunir a 5 niñas, parecía alguna clase de tontería, pero el chico aunque ansioso tenía un plan, y a diferencia de su tío, no podía tenerlas solas, así que había ideado algo bastante inteligente, por lo que pronto empezó.
Qué buena idea tuvo el chico antes de que se dieran cuenta las 5 nenas estaban revisando con los ojos vendados, el chico se paseaba de un lado a otro restregando su verga en sus culitos o en veces pasándoselas frente a la cara, fantaseando con metérselas en sus boquitas, mientras decía: voy pasando, revisando que no hagan trampa, pero sólo eran palabras para ir soltando papelitos especiales que pudieran recoger las niñas, quienes estaban emocionadas porque en veces sacaban un dulce, o en ocasiones algo distinto, era un deleite, aunque siempre les recordaba: están en la fiesta privada de Halloween, así que todo debe ser secreto, o quieren que sus amigos se enojen por celos; y por ser tan inocentes aceptaban todo lo que les decía Raul, quien incluso tomaba video con su celular de sus culitos o pechitos, hasta notaba como es que la pantaletas de las gemelas se les pegaban tanto que no escondían las formas de sus gordas conchitas, o en el caso de Eva, su ropita estaba tan holgada que se le llegaba a ver su cuevita lampiña, también le veía un poco las tetitas a Lara, sólo la que no podía hacerle algo era a Cesilia, por lo que empezaría con ella su plan, pasándole cerca y dejando un papelito especial.
Cada que encontraban un papel lo guardaban, pero los especiales tenían otro tacto, lo cual llamó la atención de la nena que al notarlo se acercó a Raul, viéndose emocionada:
Joven Raul, dígame, que es esto, no se parece a los papelitos – decía la nena sorprendida viendo el papel plastificado.
Felicidades, salió el primer premio especial, por una prueba especial te ganas un chocolate caro – dijo emocionado Raul.
Quien sacaría una “pócima” para dársela, aunque realmente no era la gran cosa, si la niña al verlo se reiría pues era evidente que se trataba de soda de uvas, y lo era, pero también le habían puesto licor recién destilado, muy fuerte pero también muy dulce, tanto así que la niña ni se dio cuenta, y se tomó un vaso completo sin problemas, disfrutando del sabor, luego de eso regresaría a la búsqueda de premios, mientras Raul ponía música, una alegre de fiesta, sólo para que nadie escuchara fuera, aunque eso no hacía falta, pues en cada salón tenían canciones a todo volumen, pero también se estaba viendo como una fuerte lluvia comenzaba, una de esas tormentas de temporada que a nadie sorprendía, si sabían que esta les alargaría la fiesta por al menos 3 o 4 horas. Así continuó el juego, en menos de 15 minutos cada una de las nenas ya tenía un chocolate fino en sus bolsitas, todas estaban un poco “alegres”, tanto así que al irse pasando Raul podía tocarles sus redondos culitos diciéndoles “cosquillas” con esa escusa les sobaba más, incluso le pellizcaría las tetitas a Larita y a Eva, quienes se reían, además no fue el único trago que les dio, en 20 minutos más ya habían probado al menos cada una otros 2 vasitos, por lo que se hallaban ligeramente ebrias, dejándose sobar con más libertad, mientras decían ellas mismas “ataque de cosquillas” pero esta vez llegaba a tomarlas para darles ligeros fajecitos, las levantaba para sobar sus cuerpitos, descubriendo como eran de grandes las tetitas de las gemelas que prácticamente podía manosear a su entero gusto. Las sentaba en su pierna para tocarlas con libertad, ellas se retorcían de placer mientras manoseaba sus pechitos o su vulvita, logrando sacarles un par de gemidos, se estaban calentando con esos juego, tal como quería, las veía incluso abrir las piernitas para que pudiera tocarlas mejor, siendo el caso más recalcable el de Cesilia quien pese a ser tan tímida, se dejaba hacer, si hasta le besaría el cuello sacándole los primeros gemidos, lo que le aseguraba que las tenía donde quería. Así continuo haciendo sus juegos logrando sacarles unos suspiros, esperando verlas a tono, y cuando lo creyó pertinente iba a comenzar a dejar otros papeles cuando desafortunadamente una de las niñas se cansaría de estar buscando, y tras quejarse las otras le seguirían, pero eso aunque le sacó de balance, le daría otra idea a Raul quien rápido idearía algo para seguir con el juego, de hecho lo aprovecharía para hacer una de las ideas que tuvo pero pensó imposibles, y les dijo:
Bien, vamos a seguir jugando, pero otra cosa, vamos a ver si adivinan sabores, si las 5 lo hacen ganaran un chocolate especial mas, pero recuerden estos juegos nada de compartir fuera, porque prácticamente las estoy consintiendo – decía Raul con malicia.
Y como se esperaba les sentaría todas en sillas juntas, aún estaban con los ojos vendados, pero haría algo inesperado, sacaría caramelo para untar, mantequilla de maní, mermelada de fresa y chabacano, chocolate para untar, betún y luego se iría embarrando en su verga cada una de esas cosas, les diría que saborearan sin morder, siendo parte de la prueba, quien mordiera perdía, y así fue metiéndoles el pene en sus boquitas para que se la chuparan, sintiendo un verdadero gozo en cada oportunidad, pues las niñas hacían bien su trabajo, fue gozando ese truco logrando unas buenas mamadas, aguantando dar gemidos mientras las niñas pasaban su lengüita por aquel pedazo de carne mientras la dejaban limpia, pero al final todas fueron acertando con una excepción, la mermelada de chabacano en la cual todas fallaron porque no la conocían, por ello procedió a darles un castigo muy especial: las coloco acostadas sobre una mesa levantando sus cinturas, aprovechando que seguían un poco ebrias, las hizo ponerse en cuatro muy fácilmente y les subió sus faldas, quedando sus 5 culitos a la vista, este las miraba con un placer sin igual, si hasta les tomó unas fotos llegando a captar sus conchitas, su plan seguía, hacerlas gozar tanto como pudiera, pues igual que su tío quería volverlas sus amantes, pero lejos de lo que todas esperaban, unas nalgadas como les llegaron a dar este sacó un juguetito especial, una máquina para dar masajes la cual les daría justo en sus vulvas dándoles un gustito que no imaginaron, pues todo eso era demasiado nuevo para esas nenas que empezaron a despertar su gusto por el sexo, a tal grado que se empezaron a excitar diciendo: hay joven Raúl que rico se siente, no se detenga por favor, esas cosquillas me gustan mucho, por favor continúe esto se siente demasiado bien, hay me siento que me orino, pero siga…
Miren preciosas, estas cosquillas que les estoy haciendo son especiales, parte de los secretos de la fiesta, no deben hablar de estas fuera o les van a regañar muy feo, porque sólo se hacen por lo general entre novios, pero como es Halloween, una noche para hacer travesuras, se permite, aunque si quieren seguirlas sintiendo, pueden venir conmigo después, pero debe ser secreto – les dijo una vez que acabó al hacerlas correrse en seco.
Las niñas aceptaron con sonrisas picaras, y como premio por ser tan obedientes les dio un poco más de la pócima secreta para que agarraran fuerza, aunque esta era en realidad soda de fresa con el licor destilado para seguir teniéndolas algo ebrias, pero funcionaria porque las veía listas para empezar a cogérselas, aunque antes debía seguir con los juegos, así que les mostraría una pintura para hacerles entender otra cosa, y nuevamente las niñas caerían redonditas en el engaño gracias a su ingenuidad así como el licor, pues estaban confundidas, muy alegres por la gaseosa así que no pensaban con claridad, justo como quería Raul, quien ya tenía la verga un tanto parada, lista para desflorarlas, pero antes les dijo:
Bien niñas, sólo falta la ultima parte de todo el juego, pero para eso deben jugar a que son verdaderas brujas, estas se reunían para hacer reuniones, les llamaban Aquelarres y hacían muchas cosas especiales, así que jugaré con ustedes, seré el amo, me obedecerán, si consiguen pasar mis 3 retos cada una se ganaran la entrada al gran banquete.
Y sacando un par de cosas se fue por un pastel que tenía escondido, así como los juguetes restantes, así las niñas que por fin les dejaban ver, pudieron notar cómo se podrían ganar los cuernitos, ilusionando a las gemelas que aceptaron de inmediato, y motivadas por ellas, las demás aceptaron, con aquello dicho, Raul se lamio la boca listo para comenzar, y jaló a Cesilia, quería comenzar con ella. Así que puso la música, pero le preguntó:
Eres Cecilia, serás mi brujita esta noche, di que sí para empezar el reto, si no quedas fuera, pero hazlo solo si estas dispuesta a llegar al final y obedecerme en todo – dijo Raul haciendo la voz, viendo que asentía con la cabeza, pues era muy tímida.
Ni que decir que la tomó de cerca y como con las cosquillas la levantó un poco, ella se calmó porque nuevamente hacían algo que le divertía, pero también le dieron más soda, dejándola muy mareada, al notar eso Raul aprovecharía para besarle el cuello e irle sacando el vestido, dejando a la vista sus calcetas lizas y zapatillas, luego le besaría metiéndole la lengua, y por tanto licor es que no se daría queja alguna, dócil se entregaba a esos toques, si hasta le podría quitar el calzón con toda facilidad, revelando una conchita regordeta y lampiña que empezó a masajear, realmente era algo increíble, mientras la niña era ausente de todo eso, empezaba a suspirar, pues el chico la tenía bien controlada, así comenzaría a meterle los dedos logrando que se humedeciera, al grado que chorreaba, por todos los juegos realmente estaba muy caliente la nena, y gracias a estos él estaba igual, así que por si acaso se colocó un poco de vaselina, antes de acomodar bien a Cesilia para empezar a metérsela así como iba sentado, eso detuvo un poco a la pequeña del juego, pues sus padres eran algo recatados, pero nuevamente recordaba que era un juego de travesuras, así que podía hacerlo, y ella quería ser una brujita, así que se dejó meter la verga, y gracias al cuidado del chico que era prudente, jugando con su cuerpo, diciéndole cosas bonitas, para que esta se fuera relajando, eso al tiempo que volvía a metérsela, pero solo hasta donde pudo, emitiendo un ligero gritito que se perdía en la diversión de fuera, dejando que Raul pudiera empezar a cogérsela con toda libertad, mientras recordaba como una cámara lo grababa. Una vez que se sintió confiado, viendo a la nena perdida, haciéndola incluso gemir un poco, este empezó a embestirla con sumo cuidado, logrando en ese momento tomar su virginidad, asustándola un poco, pero en segundos eso cambiaria, tras el ardor empezaría el placer, además quería hacerlo de tal forma que ella le gustara, aunque al estar dentro de ella, casi se estaba muriendo por el placer, aquella conchita estaba demasiado rica como para tomarse las cosas con calma, le apretaba de tal forma y su calorcito le era vicioso, lo mejor que había sentido, la besaba, y al sentir su boquita, jugando con su lengua no podía detenerse, así que antes de darse cuenta se corrió en su interior, y la dejó reposar mientras le dejaba comer algunos dulces, pero le prohibía vestirse.
Eres Larita y serás mi brujita esta noche, di que sí para empezar el reto, si no quedas fuera, pero hazlo solo si estas dispuesta a llegar al final y obedecer todo – dijo Raul haciendo la voz de diablo, a lo que ella saltó emocionada.
Ante esa reacción se acercó y como una especie de juego le hizo acomodarse, levantándole una pierna hasta que pudo, sorprendiéndose porque era muy flexible la niña, subiéndosela hasta arriba del hombro con una facilidad tan excitante, le encantaba esa imagen porque se le marcaba bien la conchita en su ropa, luego se la fue a quitar mientras la besaba, dejando a la vista ese lindo cuerpito que sin demora empezó a disfrutar lamiéndoselo con un cuidado sensual, no quería ir como un desesperado, sabía que eso asustaría a la preciosa nena (consejo de su tio), trataba de ir sintiendo esa regordeta concha que pronto comenzó a soltar sus jugos, pues la niña pese a lo previsto empezó a jadear, aunque nadie lo notaria por la música, sentía un gusto tan grande que no perdió el tiempo y la desvistió completamente dejándole solo las zapatillas, tratando de tenerla contenta, así cuando la sintió lo suficientemente húmeda, igual que con la anterior le empezó a meter la verga, y aunque en un principio pensó que ella no sería virgen se equivocó, un hilillo de sangre saldría para asegurarle que era el primero en la vida de esa nena, pero luego se enteraría que un primo ya la estaba rondando, solo que al mudarse se quedó con la ganas, dejándosela lista a Raul que le encajaba la verga con total libertad, sujetándole de las nalgas mientras disfrutaba de ese pequeño cuerpo, aunque intentaba hacer que ella se corriera, si hasta le metió un dedo en el culito carnoso para que se retorciera mas, logrando que se calentara de una manera como no esperaba si aullaría un poco la nena que se retorcería de placer, era de esas nenas nacidas para el sexo, disfrutando de aquella acción mientras se besaban, restregando su pequeño cuerpo con toda la libertad del mundo sabiendo el joven que ella lo disfrutaba, pues decía cosas entre su ebriedad, que le hacía darse cuenta, esa nena sería suya desde ese momento, al final lo logró, corriéndose dentro de ella y Larita quedó desfalleciendo después de aquel orgasmo con el pene encajado, aunque eso si le daría un par de besitos extra, dándole la impresión de que la niña se había enamorado, pero igual la dejó descansando con los dulces a su alcance.
Te llamas Eva, serás mi brujita esta noche, di que sí para empezar el reto, si no quedas fuera, pero hazlo solo si estas dispuesta a llegar al final y obedecer todo – dijo Raul haciendo la voz de diablo, y la nena dio un si pasando al frente.
Eso le emocionó y lo primero que izo fue sacarle la parte superior del vestido para chuparle los pechitos, eran pequeños realmente, pero se notaban puntiagudos, gruesos, además que le supieron a gloria, por lo que pudo saborearles tocándoles con la punta de la lengua, haciendo que la niña se mordiera el labio de una forma muy erótica que hizo que se recuperara del esfuerzo anterior, la fue manejando de tal forma como a una amante más que una mini puta, pero ella diría: hay Raul ¿Qué me está haciendo? – quiero que sientas rico, tranquila, vas a aullar de gusto; le diría mientras usaba su cuerpito masajeándole de tal forma que la nena se deshacía en sus manos, comenzando a sentirse acalorada, sus mejillas se ruborizaban, suspiraba perdida por aquel tacto, dejándole que este le hiciera de todo, masajeando su pequeño cuerpo con total libertad, jugando con cada centímetro, provocando que Evita se dejara hacer, y con esto empezaría a bajar la falda para tenerla casi desnuda a no ser por las zapatillas, así la fue sintiendo mientras su verga se acomodaba entre los cachetes de sus nalgas, finalmente la acomodo como si la fuera a penetrar de a 4, apoyándola en la mesa, le empezaría a metérsela lentamente, y por suerte no tenía un miembro tan grande, pues pudo encajarla hasta el fondo, logrando que por momentos pujara, pero no se quejaba, una vez que la metió respiró tranquila, con gusto notaba un hilillo de sangre, también era virgen, pensó que siendo tan linda ya tendría experiencia, pero no era el caso, lo cual le hizo besarla apasionadamente, tratando de hacer que esta se quedara atada de corazón, y se la fue metiendo en un vaivén muy ameno, sintiendo ese cuerpecito en especial sus pequeñas tetas que disfrutaba demasiado, era un placer sin igual, la nena suspiraba mordiéndose el labio para no gemir como puta en celo, pues el chico había aprendido muchas cosas de su tío para cogerse a las nenas, y ahora estaba sacándole provecho, consiguiendo sacar de estas, el placer necesario, aunque no deseaba que acabase nunca, realmente era delicioso, aunque no era probable que fuera a correrse, pero eso no era necesario, frotaba con su miembro la cuevita de la nena, para qué esta se enviciara, y decía: hay que rico siento, AH; lo estaba logrando, y antes de poder sacar su leche, ella se correría emitiendo un fuerte gemido, antes de quedar adormilada.
Son Mariana y Alejandra, serán mis brujitas esta noche, digan que sí para empezar el reto, si no quedan fuera, pero háganlo solo si están dispuestas a llegar al final y obedecerme en todo – dijo Raul haciendo la voz de diablo, mientras las nenas le seguían convencidas.
Era el ultimo y aunque habría querido guardar su leche para este momento, ya se había corrido un poco, sin embargo, seguía puesto a tomar a ambas, aún así veía a las nenas, cogidas, apenas se estaban recuperando, aunque por el tiempo no era aliado, revisando su reloj al menos una hora antes de que llegara su tío, su consuelo era que la lluvia afuera les daba la privacidad que tanto quería, aún así les daría una orden y se desvestirían, dejando a la vista sus lindos cuerpitos, ambas gemelas estaban muy bien formadas, un poco precoces para su edad, ideales para sus planes, las acostó en una colchoneta, dejando a la vista sus coñitos, en los que restregaría su miembro. Por suerte el licor hacía bien su trabajo, así podía comenzar su faena con toda libertad, y empezaría con sólo sobarlas a calentarlas, logrando en poco que ambas se humedecieran, hasta ver sus juguitos escurrir abundantes mientras empezaban a suspirar contentas, así mientras las iba cogiendo, una primera penetración, esta se hiciera con mucha facilidad, escuchando así varios gemidos de ambas nenas que se perdían ante aquello, lentamente se la metió a una, pero una vez que pudo desvirgarla se paso al otro coño, para hace lo mismo, empezando un juego en donde las tuvo a todas al borde del orgasmo, pero se detenía poco antes, enviciándolas en esas sensaciones que pronto comenzarían a darles un gusto adictivo, también las dejó acostadas una sobre otras, las niñas sentían sus cuerpitos entre sí, sobadas por el joven quien las penetraba un poco, pero no terminaba, solo las incitaba, pero eso pronto acabaría, pues ya mas repuesto empezaría a cogerlas con más fuerza, reclamándolas como suyas, embistiéndolas con ganas, llegando tan profundo como podía, logrando que se perdieran en sus deseos carnales, mientras satisfacía todos sus instintos, esto por largos minutos donde las crías estaban disfrutándolo enormemente entre las embestidas, y finalmente se correría dentro de Mariana, pero antes de perder firmeza, seguiría jugando pasándose con Alejandra quien no sabía que ocurría, sólo sentía como le estaban dando duro por su conchita hasta que se pudo correr mientras la nena se veía vencida por el placer que sentía, hasta que acabó desfalleciendo.
Ahora son mis brujitas, y pueden disfrutar del festín, pero si quieren seguir jugando deben decirlo – diría finalmente Raul, logrando que las nenas respondieran mientras se recuperaban de aquella faena sexual.
Al final cuando llegó el tío con los padres de un par de niñas, encontrarían a las 5 con sus bolsas llenas de dulces comiendo pastel, una escena de lo más normal, si hasta se ventilo el cuarto para quitar los rastros de sexo, sin imaginar todo lo que había pasado, dejando libre a Raul para sus siguientes aventuras.
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