EL BENEFACTOR II
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por pipau.
EL BENEFACTOR II
Jorge se pasó viernes, sábado y domingo cogiendo con las niñas.
Ellas siempre lo sorprendían.
El viernes se disfrazaron de princesitas de Disney así que se cogió a Bella, la Sirenita, Blanca Nieves y a Cenicienta.
El domingo se vistieron de putitas con ligueros y corsés, lo que lo tuvo todo el día con la verga dura, y se la pasaron desnudos en la pileta y cogiendo a todas partes.
La verga le dolía tremendamente, pero él quería más.
El mismo domingo en la noche las regresó al hospicio llevándole a la directora un “donativo” especial para ella.
Ahí mismo se pusieron de acuerdo y Jorge decidió llevarse a vivir a su departamento a Anita y otra “instructora” de 16 años llamada Alicia.
Ellas se encargarían de escoger a las niñas y mantener limpia la casa.
Alicia era una jovencita completamente desarrollada con buenas tetas y un delicioso culo.
Aguantaba toda la verga de Jorge y no le hacía ascos a nada.
A partir de entonces y durante casi 2 meses Jorge prácticamente se fue a vivir al departamento.
Cada semana Anita y Alicia le traían niñas entre 8 y 10 años para su disfrute, y cada semana Jorge le daba un “donativo personal” a la directora.
Un día ella lo mando llamar y él se presentó con ella.
-Don Jorge, usted ha sido muy generoso con nosotros por lo que queremos corresponderle.
Quiero hacerle un obsequio especial pero será necesario que yo supervise la situación.
-¿de qué se trata?
-bueno, normalmente iniciamos a las niñas sexualmente alrededor de los 7 años, pero tenemos varias niñas de 5 y 6 añitos y nos gustaría que usted las iniciara, por lo que se usted es un hombre controlado que no lastima a las niñas.
La idea es que nos vean teniendo sexo y después iniciarlas poco a poco.
Quedaron de acuerdo y el lunes en la tarde ahí estaban.
Eran dos niñas de 6 años y una de 5, las mayores se llamaban juanita y Lolita, la menor Karen.
Eran tres niñas que ya habían sido iniciadas por sus “instructoras” pero que aun no conocían la verga de un hombre.
Iban vestidas con vestiditos de cuello infantil, moños en las trenzas y zapatitos de trabilla, parecían niñas de kínder.
La directora traía un vestido entallado que adivinaba sus maravillosas formas.
Primero dejaron a las niñas jugando mientras Jorge se ganaba su confianza regalándoles dulces y juguetes, poco a poco las niñas entraron en confianza con el, mientras tanto Anita, Alicia y la directora empezaron a acariciarse delante de ellas.
Así estuvieron un buen rato hasta que Jorge ya no aguanto la erección que traía y le pidió a Alicia que le mamara la verga.
Alicia se hinco ante el y ante el asombro de las niñas le saco la verga y empezó a mamarla.
La directora les decía que era normal, que les iba a gustar mucho, que todas la niñas en un momento tenían que sacarle la leche a los hombres, etc.
las niñas, al fin inocentes le creían todo lo que les decía y cuando Alicia les dijo -¡A ver quién quiere probar! -las tres se ofrecieron.
La primera fue Karen, la menor.
Apenas le cabía la cabeza de la verga en la boca, pero hizo su mejor esfuerzo, después siguió Juanita y al final probó Lolita.
La directora estaba muy cachonda y se puso en cuatro patas para que Jorge se la metiera por el culo, el le dio gusto y ante el asombro de las niñas su pene desapareció entre las nalgas de ella.
Así estuvieron unos minutos hasta que ella quedó satisfecha.
Después de esto Jorge se sentó en un sofá y la directora llevó a las niñas ante el, saco un tubo de crema y les aplicó en sus culitos.
Luego levantó a Lolita y la fue deslizando sobre la verga de Jorge que entraba por su culito.
De pronto la niña se quejo y se detuvieron quedándose quietos por unos minutos.
Apretaba tanto que a Jorge le dolía la verga.
Le saco la verga y ahora le toco a Juanita que recibió un poco más de verga, aunque también se quejó un poco.
Karen a pesar de ser la mas chiquita de las tres fue la que mas aguantó la verga y Jorge pudo moverse un poco dentro de su anito y venirse a chorros.
Después de esto la directora les aplicó una pomada contra el dolor.
Durante toda la semana las tuvo a todas en la casa y disfruto de todas.
Las niñas poco a poco se acostumbraron a la verga de Jorge y se prestaban a todos sus deseos.
El les compraba juguetes y ropa lo que las hacia felices.
Al regresar a las niñas al hospicio hablo con la directora y llegaron a el acuerdo de que el tendría su propia “institución” que ella regentearía y desde entonces así están las cosas.
Este relato es pura fantasía del autor.
Nada es verdad.
Pipau.
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