El Harem 10: Ultimo dia en Vegas
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por lucius7.
El último día en Las Vegas llegó, Carmen, Ana y Sarita sabían que solo restaba visitar la suite número 3, pero no sabían lo que les esperaba.
Por supuesto, Sara no participaria, pero Ana y Carmen eran las estrellas del viaje y tenían que acudir.
Carlos les ordenó que para esta fiesta en particular tenían que ir solo con una tanga y con los pechos al aire, esta vez, él iría con ellas pues tenía que grabar el acto a petición de los clientes.
Ellas no se negaron pues ya sabían que por grabar se cobraba mucho más lo que indicaba que ellas recibirian muy buena recompensa al regresar a casa.
Sarita se quedó en la Suite 4 con una niñera de confianza, Carlos y las chicas se dirigieron a la suite 3.
Al entrar, Carmen noto que no había nadie ahí, solo había música de fondo, bebidas y varias cámaras sobre trípodes ya instaladas a grabar en distintos ángulos y en diferentes lugares.
Luces especiales iluminaban la sala y las habitaciones.
Acto seguido, Carlos les dijo que tenían que vendarse los ojos porque era sorpresa como lo habían pedido los clientes.
Por obediencia, ellas lo hicieron y esperaron sentadas en medio de la sala.
A los pocos segundos, alguien llamó a la puerta y Carlos abrió.
Carlos: Hola y bienvenidos, son todos? -uno de los hombres asintió con la cabeza- perfecto.
Carmen, Ana, para su despedida de la ciudad del pecado, tienen como última hazaña, 10 clientes, Caballeros ahí tienen a sus putitas.
Comenzamos en 3.
2.
Acción!
Acto seguido, dos hombres tomaron a Anita de la mano y la llevaron hasta un sofá donde inmediatamente la despojaron de su tanga y turnarse a darle sexo oral mientras un tercero le daba a mamar su pene.
Carmen estaba también desnuda con dos hombres pegados a sus pechos, uno metiendo dos de sus dedos en su ano, y mamando a un cuarto hombre.
Los tres hombres restantes se dedicaban a ver el acto.
Carmen y Ana recibían una y otra verga para mamar mientras que las manos de varios hombres tocaban cada centímetro de sus cuerpos y sus dedos invadian sus huecos anales y vaginales sin el más mínimo pudor.
Carmen escucho los gemidos de Ana, quien ya estaba a gatas recibiendo una verga en su vagina y una en su boca mientras que un tercer hombre metia sus dedos en su ano.
Carmen se coloco a gatas también, solo por el instinto de puta que la guiaba en esos momentos.
Al colocarse en posición, sintió como casi de inmediato un pene le entraba en el ano ayudado por la dilatación y la lubricación previa causada por sus verdugos.
Carmen estaba acostumbrada a esto, pero por alguna razon sentia que las embestidas de este hombre eran con más pasión, con más fuerza, como si ese hombre no hubiese tenido sexo en años.
Igual ella seguía mamando mientras Ana ya estaba en medio de dos hombres siendo penetrada por sus dos orificios, de su boca salían los gemidos de placer que solo una nena de su edad podía emitir.
Carmen era ahora penetrada en la vagina por ese mismo hombre y el placer era inmenso lo cual causaba que sus jugos vaginales escurrieran por sus piernas hasta casi llegar al sillón donde estaba.
Carmen seguía bajo la impresión que este hombre tenía algo diferente, la excitación con la cual la penetraba era rara, y eso la hacía sentir diferente pues si bien estaba acostumbrada a disfrutar de las mieles del sexo, el saber que ocasionaba ese nivel de excitación en un hombre la hacía sentirse especial.
Pronto, la tomaron y la hicieron que montar a otro hombre quien la penetro por la vagina; el mismo hombre que la penetró al inicio, decidió ocupar su cavidad anal haciéndole una doble penetración.
Carmen gozaba como loca y su respiración estaba ya super agitada.
De pronto, El hombre detrás de ella, saco su pene de su ano para hacer presión y lentamente se hizo espacio en su vagina.
Carmen lanzo un gemido de placer que la hizo estremecerse y vino su primer orgasmo de la noche.
Lentamente, aquel segundo pene entraba en su vagina mientras el hombre que estaba debajo de ella se quedó quieto esperando a que la penetración llegara a su fin.
Segundos después, una verga salía mientras la otra entraba alternadas al ritmo de los jadeos de Carmen, ella por su parte se sentía llena, el placer era inigualable.
Así pasaron unos minutos hasta que la voz de Carlos la sacó de concentración.
Carlos: Carmen, quieres ver los rostros de tus clientes?
Sin esperar una respuesta, Carlos retiro la venda de los ojos de Carmen, una imagen borrosa que poco a poco se fue aclarando le dio al final una gran sorpresa.
Carmen quedó congelada al ver el rostro del hombre que estaba debajo de ella, su hermano Arturo la miró con una sonrisa en los labios, habían pasado varios años desde la última vez que tuvieron sexo, y también desde la última vez que se vieron.
Carmen sintió algo dentro de ella que no sabía cómo explicar, si bien ya había tenido sexo con su hermano, esto era una gran sorpresa.
Lo peor vino cuando decidió mirar alrededor de la habitación, todos los rostros le eran familiares, pudo ver como uno de sus primos era quien penetraba a Ana por el ano mientras uno de sus tíos le llenaba la vagina.
El papá de Ana estaba viendo como su hija era usada por sus familiares.
Dos de sus hermanos formaban parte del grupo también, y viendo esto Carmen no pudo resistir para ver quien era el otro hombre que la penetraba y quien la sostenía por los pechos.
Al girar su rostro, vio la imagen del hombre que le dio la vida, Pedro, su padre.
Un sentimiento de confusión y vergüenza invadió a Carmen desde su interior al saber que su padre y su hermano estaban compartiendo su cavidad vaginal disfrutandola como si se tratara de cualquier otra mujer.
Los segundos que pasaban se hacian eternos y no podía encontrar explicación a lo que veía.
No pudo decir ni una sola palabra, todo a su alrededor parecía haberse congelado, para ella, a partir de ese momento su vida había dado un giro y toda su vida pasó por sus ojos en segundos.
Su padre, solo respondió apretando sus senos y sin perder tiempo siguió con sus movimientos entrando y saliendo de la vagina de su hija alternado con su hijo Arturo.
A pesar de saber que eran su padre y su hermano quienes la penetraban, algo dentro de Carmen nació, algo que le quitó los tapujos y el tabú a lo que hacía, y una excitación como nunca antes la invadió por completo.
El choque del pubis de su padre con sus glúteos empezó a inundar la sala y el sudor comenzo a fluir de nuevo, su vagina estaba súper mojada por los jugos que emanaban y mojaban el vientre de su hermano.
Arturo sostenía a Carmen de la cintura jalandola hacia él para penetrarla con mayor facilidad mientras su padre se desvivía por estrujarle los sabrosos pechos que le adornaban.
Pronto, otro de sus primos se le acercó ofreciéndole su pene para llenarle así la boca ahogando los gemidos que se unían en una armonía perfecta con los de Ana quien ahora estaba montando a su propio padre mientras mamaba el pene de su tío.
Por su propia cuenta, Ana retiro la venda de sus ojos para poder ver lo que pasaba, sus ojos se abrieron como platos al ver a su padre desnudo delante de ella masturbandose.
Miró al hombre al que montaba y era su tío, y su otro tío estaba detrás de ella penetrando su culo.
La nena no supo que decir y cuando quiso decir algo, la verga de su papá le lleno la boca para evitar que dijera algo.
Su papá le cogia la boca como si fuera una adulta, su pene le llegaba hasta la garganta haciéndole dar arcadas, Ana solo se dejo llevar, la puta que tenía dentro salió, y vio como Carmen disfrutaba en medio de su papá y su hermano, así que ella decidió hacer lo mismo.
Las luces iluminaban perfectamente los cuerpos de todos los que se encontraban en la sala y las cámaras captaban muy bien los ángulos de cada una de ellas grabando a perfección el momento de la penetración de las dos y las caras que hacian al sentir el placer que esto causaba.
El padre de Carmen ahora ocupaba su ano y otro de sus primos su vagina mientras su hermano se masturbaba al verla.
Pedro sacó su pene del ano de Carmen para darle lugar a otro de sus familiares y observar cómo su hija quien justo acababa de cumplir sus 18 años, recibia a sus familiares como una verdadera puta.
La cerveza de pronto apareció en las manos de los invitados e incluso Carmen y Ana participaban bebiendo sorbos cada que sus padres, tíos y primos les ofrecían.
Obviamente, el alcohol hizo su efecto y los los cuerpos ebrios de Carmen y Ana pasaban de un sillón al otro y de una verga a la otra como si fueran muñecas.
El ano de Anita ya estaba rojo por el uso que no solo sus familiares, sino que sus clientes pasado le habían dado en los dias previos.
Pero el hecho que bebía alcohol la hacía casi inmune al dolor o ardor que esto podría ocasionarle más adelante.
Carmen llegó a un nivel de embriaguez que le permitía poder terminar con todos sus tapujos y tomando la mano de su hermano y su papá, los llevó al sofá.
Hizo que su hermano se acostara para poder ella montarlo y con sus propias manos llevar su pene hasta su ano, se recostó sobre su pecho arqueando su espalda.
Llevó sus manos hacia sus nalgas y las separo lo mas que pudo y con una cara casi angelical le pidió un favor a su padre.
Carmen: Papi, quieres meterme tu verga en mi culito por favor?
La cara de Pedro se iluminó por completo, no podía dar pie a lo que sus oídos escuchaban, la imagen que tenía frente de si era extremadamente suculenta.
Su hijo penetrando el ano de su hija y aparte ella pidiéndole que la penetrara también.
Parecia un sueño, no podia creer que su hija de 18 años pudiera ser capaz de soportar una doble penetración anal.
Como si su cuerpo se mandara a sí mismo, camino con paso lento hasta llegar a donde estaba su hija ensartada de la verga de su hijo, tomó su pene y lo dirigió hasta la entrada trasera de Carmen y con mucho morbo miro como su pene toco el de Arturo.
Presiono un poco y cual fue su sorpresa al ver que la punta de su miembro se abrió paso casi sin dificultad para entrar al recto de Carmen.
Ella solo lanzo un gemido de placer que le dio luz verde para seguir entrando.
Pedro sintio la presion que el esfinter de Carmen ejercia sobre los dos penes que tenía dentro, no podia creer lo que estaba haciendo, si bien, lo habían hecho ya por la vagina, el penetrar con dos penes el ano de una mujer es cosa que incluso en películas profesionales es raro ver.
Su hija, su niña, Carmen, estaba siendo sometida a una doble penetración anal y eso era solo un motivo más para seguir cogiendo.
Para este entonces, Ana estaba de rodillas sobre una mesita y recibía las embestidas de su padre quien disfrutaba de su blanco culo.
Su pene entraba y salía sin dificultad alguna mientras su nenita mamaba las vergas de los hombres que estaba frente de ella como si se tratara de una fila para algún carnaval.
Y que carnaval más interesante que el de dos mujercitas siendo gozadas sexualmente por 10 hombres que podían ser sus padres, y que este caso, dos de ellos eran literalmente eran sus padres.
Mientras que Pedro y Arturo gozaban del culo de Carmen, todos los demás hombres pusieron su atención en Ana quien seguía a gatas sobre la mesita recibiendo sus vergas por el ano o por la vagina, casi todos optaron por su agujero trasero, pues les causaba morbo la nena de 12 añitos y su culito blanco que hacía resaltar la irritación del ano de la nena.
El papá de Ana decidió tomarla y cargarla para quedar frente a frente mientras la penetraba por la vagina, uno de su hermanos se coloco detrás de la nena y dirigió su pene hacia su irritado y abierto culo.
Con un poco de saliva se ayudó para lubricar la punta de su miembro y lo introdujo lentamente disfrutando de cada centímetro de esa cuevita anal que les daba tanto placer.
Así de pie, los dos comenzaron un movimiento que hacía que Ana saltara ensartandose en las dos vergas ayudada por la gravedad y el peso de su propio cuerpo.
Ya habían pasado casi tres horas y Ana estaba empezando a sentir el cansancio, ya era el tercer día de sexo consecutivo, y esta vez había atendido a muchos clientes y casi no había descansado.
Su padre noto esto y solo la coloco en el sillón boca abajo y puso unos cojines debajo de su vientre para que su culito quedara elevado.
Dejando a la nena casi inconsciente, siguió penetrándola por el ano hasta que con un gemido que invadió la sala, le lleno de semen el recto.
Retirando su pene, invitó a los demás a hacer lo mismo, cosa a la que ninguno se negó.
Uno tras otro, todos los familiares pasaron a meter su miembro en el ano de Ana hasta que se vaciaban alojando chorros de semen en el recto de la niña.
En total, recibio el semen de sus 8 familiares, los únicos que faltaron fueron Pedro y Arturo quienes al ver como Anita había quedado en el sofá con el culo abierto chorreando semen, se unieron en un orgasmo sincronizado llenando el culo de Carmen de semen al mismo tiempo.
Carmen sintió chorros de semen llenarle por completo y fue mayor su excitación al saber que era el semen de su padre y su hermano mezclados para aliviar esa calentura.
Fue así como ella también llegó al orgasmo mojando el vientre de su hermano quien disfrutaba de los últimos espasmos de su propio clímax.
Todos quedaron super cansados, tres horas duró la faena, las cámaras dejaron de grabar y una sesión de fotos por parte de Carlos le siguió.
Con la ayuda de los presentes, Carlos les tomo fotos a Carmen y a Ana.
El papá de Ana le abrió las nalgas lo mas que pudo a la nena quien estaba totalmente cansada, para dejar al descubierto su rojo e irritado culito.
El ano de Ana estaba tan dilatado que un hueco de caso tres centímetros de diámetro de podía ver entre esos blancos glúteos.
El semen escurría a chorros llegandole hasta la vagina la cual estaba también muy dilatada y alojaba en su interior el semen escurrido del culo de la nena.
Por su lado Carmen aún tenía fuerzas para una sesión de fotos en las cuales mostraba sus cualidades sexuales.
Varias fotos con su padre y su hermano quedaron para el recuerdo.
Varias donde los dos penetraban su vagina, otras donde los dos le daban por el culo, y el resultado era el hueco en el culo de Carmen que dejaba ver su interior de una manera casi grotesca.
Obvio el morbo de los demás llegó al punto máximo cuando uno de sus primos decidió tomar la botella de una cerveza y embarrandola de aceite para cocinar, la introdujo en el culo de Carmen quien no se resistió al acto, es más, lo disfruto.
Todos quedaron impresionados ante la hazaña de Carmen y su culo, nuevamente las vergas de todos se pusieron como garrotes así que la colocaron a manera que su culo quedara hacia arriba y se masturbaron todos alrededor de ella, justo cuando todos estaban por terminar, retiraron la botella del culo de Carmen y aprovechando lo abierto que había quedado, le llenaron entre todos el recto de semen.
Como toda una experta, Carmen lo recibio hasta que no quedaba una sola gota.
Salio de la suite con Carlos a su lado quien traía a Ana en brazos, el suelo del pasillo quedó lleno de semen que emanaba del culo de Carmen, escurriendo por sus piernas.
Gotas caían hasta el piso, así llegó a su suite, se bañó, baño a Ana y se fueron a dormir.
Al día siguiente, Pedro, Arturo, el padre de Ana y los demás, salieron de su suite para retirarse cada quien a su casa.
La gerente del hotel, los despedía a todos con una bolsita de regalo como agradecimiento de su estadía.
Pedro subió a su auto y al ver dentro de la bolsa, había un DVD y un álbum de fotos, ambos con una nota que decía: Recuerdo de nuestras vacaciones en Las Vegas.
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