El Incubo del Internado 34
El Morboso secreto del internado podria revelarse, y todo será culpa de Jay a menos que haga algo….
Advertencia: este relato es completamente Ficticio, no tiene nada de real y solo esta para entretener con una buena de dosis de morbo a todos los lectores que gusten…
Capitulo 34
No supe cuanto tiempo había estado cogiéndome a las 2 niñas (Tamy y Sary) mi recompensa por matar a la fiera del bosque, ahora ambas estaban en una colchoneta de la bodega desnudas, sudadas y sus coñitos llenos de mi leche, tenía mis manos sobre ambas, acariciando desde sus hombros hasta los culitos, eran tan suaves, la espera valió la pena, quería seguir jugando con ellas, ambas dormían pero el hambre que tenía era demasiada, así que me vestí para ir por una hamburguesa, o eso esperaba, por suerte el local al que voy cierra tarde, y yo empecé temprano, así que fui a revisar, que suerte, parece que estaba pensando retirarse cuando llegué a pedir algo que valiera la pena, con su buena propina me recibieron contento, aparte que este es amable, una vez que sirvió se dispuso a retirarse, lo mismo por mi parte, volví a la escuela, cuando noté que había un vehículo estacionado, antes ni lo vi por el hambre, y lo reconocía sin problema alguno, era extraño, porque estaría miss kim a esta hora en la escuela, lo ignoraba pero fui a su oficina, al llegar esta se hallaba abierta, aunque las luces apagadas, estaba por retirarme a buscarla por otra parte cuando pude oír algo desde dentro, ahí la encontré, y en qué situación, si no estuviera agotado seguramente me abría puesto tieso una vez más, pues dentro una escena increíble se daba, la cual alcancé a ver gracias a la luz de la luna que entraba por la ventana:
Miss kim estaba dominada sobre la mesa, sus manos atadas tras su espalda, su blusa abierta dejando a la vista sus pequeñas tetas, estas habían sido mordidas, lamidas, chupadas, pero ahora sólo eran masajeadas por unas manos bastante expertas, la mujer trataba de gemir, aunque su boca había sido cerrada gracias a cinta gris, y sólo se escuchaban unos quejidos leves, mientras su entrepiernas era sometida a una mamada intensa que la hacía desfallecer, no sé desde cuando había comenzado esto, pero la pobre directora estaba atrapada en el éxtasis, pues aunque intentaba resistirse, no tenía la fuerza para oponerse a su atacante, quien la hacía perderse en la lujuria, pues el cuarto tenía el mismo olor que antes sentí en la bodega, su vulva chorreaba hasta mojar el suelo, mientras sus piernas abiertas se mantenían en el aire atadas por los cordeles de las cortinas, era violada, pero lejos de dolerle, lo disfrutaba, sus gemidos eran la prueba, de repente dio un grito apagado por la cinta tenía un potente orgasmo que baño el rostro de su agresor, quien se levanto quitándose los restos de fluidos, y por sus formas era otra mujer, quien algo más, lo que parecía una especie de estaca blanca, finamente tallada, la cual fue metiendo en la gruta de Kim, quien nuevamente gemía, aunque sonaba exhausta, pero se entregaba al placer sin más remedio, era sometida de nuevo por esa sensación de placer, pues la otra manipulaba con gracia esa cosa como si realmente la estuvieran penetrando un hombre, hasta que la pobre educadora terminó por correrse quedando fuera de sí, inconsciente, pero con un gesto de satisfacción, siendo liberada, dejándola a su suerte, no sin antes besarle los labios por unos largos segundos y decirle:
No te preocupes, sueña con lo que quieras, mañana sólo será un día más después de una noche de pasión con quien tú desees – dijo la mujer, que reconocí.
Sin más remedio entré con cierta brusquedad, haciéndome resaltar frente a Sheila quien me vio sorprendida, yo al ver a Kim la tomé para dejarla más cómoda en un sofá y cubrirla con una manta que guardaba, después de eso fui con la bruja, quien me esperaba quieta.
Bien ¿Qué demonios haces? – dije autoritario.
Tranquilo Jay, sólo tuvo placer, más del que pudo aguantar, pensé que no estarías disponible – confeso Sheila inquieta.
Como sea, explícate o quieres que sea malo contigo – amenacé viéndola casi desnuda.
Tranquilo, ahorita te explico, pero tendrás que seguirme, o si no vendrán las otras y creo que no podrás someterlas ahora, te vez cansado – dijo la bruja sexy.
Yo le di la oportunidad de seguir, pues tenía razón, estaba cansado y aunque no me molestaba ir contra las otras brujas creo que mejor sería en otra ocasión, realmente cogerme a esas 2 niñas me agotó, aunque sólo fueron un par de nenas, cogerlas había sido intenso, imagino que era cierto que fueran hijas del incubo, así que me mantuve al lado de Sheila, quien al oler las hamburguesas me pidió un poco, también tenía hambre, así que le compartí y ella entre mordidas me dijo:
Eres nuevo en la ciudad, no tienes ni un año, pero en los meses que has estado, te has hecho de más experiencia que muchos idiotas en toda su vida, la secta te ha vigilado, algunas de mis compañeras querían someterte, luego te diré quienes, porque imagino que iras tras ellas, veo tus ganas de poseer a algunas de las que viste, pero ni te importa, eres el guardia, cuidas el internado, bueno, puede que dentro de poco todo esto se venga abajo, esta ciudad perdida pronto se irá al demonio cuando la gente de fuera se dé cuenta de lo que ocurre, parte de eso es culpa de una revista que ha estado exponiendo los eventos paranormales del día a día, por ello podría volverse popular, atrayendo visitas, con ello autoridades competentes, así que el poder que tengan las familias será insuficiente, y la secta será destruida o en el mejor de los casos convertida en una burla para los ignorantes, si queremos mantener el control sobre el lugar mi grupo quiere el poder del incubo, pues este es más fuerte que la súcubo que mis antecesores invocaron…
En ese momento me di cuenta de algo, bueno casi, Sheila podía darme respuestas que ni la doña o Simón eran capaces, pues conocía la otra versión de la historia, así que aprovechándome de esto la fui interrogando:
Entonces tú sabes que pasó hace años, en los 50s ¿verdad? – cuestioné seguro.
Claro, la secta ha estado presente desde hace siglos, con sus alzas y bajas, la primera generación logró invocar al incubo, pero por un error terrible no lo controló…
El tipo era un idiota, lo sé, lo eh visto, sigue deambulando como pobre fantasma – indiqué.
Ya veo, lo que pasa con la súcubo es que muchos miembros jóvenes de la secta en los años 50s quisieron superar a los ancestros, invocando otro demonio, además que la ultima reliquia está bajo nuestro control, por varias razones no puede ayudarnos a controlar al incubo, pero no somos tan aptos, así que pensaron en traer uno nuevo mucho más débil para someterlo, por ello hubo un fuerte pleito interno, entre miembros de los clanes y los sectarios “plebeyos”, mucha gente murió en un incendio provocado por el conflicto, donde sellaron a la nueva invocación en una botella, que siempre segrega sus jugos de pasión.
Lo sé, la conozco, de hecho la tengo – aclaré con cierta molestia.
¿Tú la tienes? – dijo sorprendida Sheila.
¿Algún problema? – reté sin dejar de verla.
Pero la mujer sólo me miró sorprendida casi mordiéndose el labio excitado, así que le dije que continuara para seguir informándome, a lo que respondió:
Lo siento, bueno tras el pleito, las reliquias se perdieron, el espejo, el medallón, la daga, bueno mientras que nacía la botella, y años después un joven de otras tierras se nos uniría creando el muñeco del esclavo, en un intento por incrementar nuestro poder, sin buenos resultados, pues algunos vecinos molestos por la depravación intentaron frenarnos, sin embargo quien lo tiene ahora es un viejo con el que no podemos, si reunimos todas las cosas, lograremos tener suficiente influencia para que cuando la ciudad cambie podamos mantenernos a salvo, fuera de la vista, o ese es el plan, las viejas artes no pueden enfrentar al “progreso” esa es la verdad – indicó Sheila.
Ok, entiendo, y estas aquí ¿por? – cuestioné.
Porque en este lugar, hay una cámara oculta, ahí se invocó al incubo, si consigo entrar y descubrir lo que paso, estoy segura que los miembros de la secta lograran terminar el conjuro, así podremos encontrar las reliquias restantes, y evitar nuestra extinción.
No sé porque, pero al ver a Sheila tan preocupada explicándose, fui entendiendo varias cosas, sin duda los tiempo cambian, la magia del mundo estaba casi en la clandestinidad, ya eran pocos quienes la usaban, era su extinción, de hecho me daba cuenta que yo era en parte responsable de esa situación, seguía sin importarme mucho, no, todo lo contrario, si me la jugaba bien podía hacerles ver a todos su suerte, hasta ahora me mantuve vigilando esperando que algo ocurriera, este era el momento, debía mostrar la casta y poner en su lugar a la secta, así que me reí con malicia, y tomé a Sheila, le di un buen beso francés, logrando con sólo eso que llegara a mojarse, pues su olor a hembra en celo me llegó, luego le dije:
Bien, ultima pregunta y te recompensare ¿Cuál es la última reliquia? – pregunté.
Es un libro maldito, grimorio, con hechizos y rituales, gracias a ese se pudieron hacer las otras reliquias, de todas es la más poderosa, si sabes usarla, pero como los más expertos son de las casas o ancianos que murieron en el incendio los que lo sobrevivimos estamos en problemas, no controlamos todo su poder, aunque si podemos aprovecharlo – dijo la mujer sonrojada.
Muy bien preciosa, mira, aquí yo mando y lo sabes, mejor retírate, puedes decirle a la secta que si quieren ver el lugar del rito, yo los llevo, lo conozco muy bien, en cuanto a las reliquias sé donde están todas, el muñeco del esclavo se lo quité al viejo que todos temen, así que si quieren algo de eso tendrán que negociar conmigo, como lo han hecho las casas, tú dirás – fueron mis palabras.
Creo que en ese momento Sheila se pudo haber corrido, nunca esperó eso, me daba cuenta que a pesar de ser temidos, les faltaban datos, y viceversa, las casas no sabían que hacer contra la secta, porque tenían un objeto muy peligroso, además que sabían cómo manejarlos todos, por suerte al estar afuera del problema pude darme cuenta de la situación y estaba por sacarle provechó, la bella bruja sólo me miró un momento antes de besarme y con cierta malicia me sonrió antes de retirarse, aunque le indiqué que se llevara a Kim, para dejarla en su casa con su niña, así lo hizo, por mi parte, debía ser cuidadoso, ahora sabía perfectamente lo que estaba pasando, con ambos bandos y fuera de la ciudad, era una situación inesperada donde tendría que actuar con cautela, pues de esa manera saldría ganando.
Así que tras ver a ambas partir, fui a dormir, tomando a Tamy y Sary, aún dormidas las aproveché un poco, encaje con gusto mi estaca en sus vulvas, así cuando despertaran sabrían de nuevo quien era su dueño, todo marchaba muy bien.
La situación que me contó Sheila fue tal cual, con la secta me pude dar cuenta estaba hecha por una gran cantidad de pobres diablos, que al estar acorralados serían peligrosos, pero eso no era importante, por ello seguí con mis labores como guardia de seguridad y a veces como trabajador de la escuela, esperando algo, pero a media semana salí para hacer unas compras, buscaba materiales del evento deportivo, un torneo local se estaba por realizarse, cuando note 2 cosas, primero, una camioneta con el logo de la revista donde mandaba las grabaciones del internado, no quise acercarme, pues no pensé que fuera correcto, seguramente querrían ir a ver la escuela para hacer grabaciones, después los vería, y por otra parte, me topé con una de las exquisitas brujas compañeras de Sheila, una exuberante chica morena clara, con el cabello que le llegaba hasta los hombros, ahora estaba vestida, pero su delicioso cuerpo no podía ocultarse, aunque usara una blusa algo holgada y una falda hasta las rodillas, unas zapatillas sin tacón, nada fuera de lo usual, pero estaba acompañada de un tipo alto, algo robusto y bastante feo, parecía un ogro de juego de roll, se veía que este deseaba coquetearle, pero la mujer ni caso hacia, los seguí con la mirada, viéndoles entrar a un edificio juntos, vaya sorpresa, era una academia rival, ya sabía dónde encontrarla, o eso pensaba cuando otra llegó por detrás, para hablarme:
Disculpe usted trabaja en el internado ¿verdad? – decía la bruja con un gesto seductor.
Si, en que le puedo servir – respondí mientras me daba la vuelta.
Era la exquisita rubia de cabello largo y cuerpo exuberante, usaba una camisa que de seguro no soportaría el poder de sus tetas, esta me pidió que entregara unos papeles a la dirección, todo parecía bastante normal, para cualquiera que nos viera, yo estaba por retirarme cuando ella me tomó de la mano y con una voz que sonaba extraña me dijo:
Devuelve el muñeco, regresa la botella – decía la mujer con un tono que me daba a entender que intentaba algo raro.
No pueden con un pobre viejo que a mí me hace los mandados, intenten algo más, preciosa – me burlé de la mujer soltándome.
Ella me miró sorprendida, supongo que trato de embrujarme o parecido, y el hecho de que le fallara fue una gran sorpresa, por eso ella no sabía qué hacer mientras me estaba alejando, cuando finalmente agregó con una voz sensual:
Oye, estarás libre este viernes – decía con un toque seductor irresistible.
No, tengo una cita con mi novia – corté con firmeza sin doblegarme.
Ja, su rostro se paralizó nuevamente, fue divertido verla, seguramente muchos se morirían por ella, pero sabía que no debía dejarme llevar, así que continúe mi camino, pero antes le dije para no cerrarle la puerta a la mujer:
Por cierto cualquier duda conmigo puedes contactarme, Sheila tiene mi numero – indiqué como si lo que pasara fuera algo diferente y me retiré.
La mujer estaba sorprendida totalmente, de seguro muy pocos podrían soportar el influjo porque ahora nadie sabe cómo enfrentarlos, y que se topara justamente con alguien así, sería un shock, pero así era, en ese momento un sujeto gordo se me acercó, usaba un chaleco y me aplaudió, mientras me decía:
Hombre, que cojones para resistirte a una vieja así, yo hubiera caído redondito, con gusto practicaba el kamasutra con ella, espero que tu novia valga la pena – dijo sonriente.
Lo vale y más cuando trae su uniforme de colegio – asegure confiado.
¿Colegiala? Esas me matan, oye hablando de escuelas, dime conoces el internado – me dijo casi suplicante mostrándome un mapa.
En ese momento noté que usaba un chaleco donde tenía bordado el logo de la revista de misterios y hechos paranormales, demonios eso no me gustaba, pero tuve que asentir, era el único internado en toda la ciudad, así que rápido me pidió que le dijera como llegar, cuando agregué que trabajaba ahí de guardia, pues mi camisa tenía el logo, me suplicó le guiara para llevar a su equipo, no me gustaba la idea, pero tenían un papel firmado oficial, permitiéndoles grabar en las instalaciones, donde según decían era para un articulo histórico, o algo así, no me gustaba la idea, pero les tuve que llevar, mi único consuelo era que no pagaría taxi. De camino me quisieron promocionar la revista, les dije que la conocía y tenía algunos números, cosa que era verdad, una vez que llegamos les dejé pasar y fui con miss Hall para entregar los materiales, pues era una de las encargadas de todo el evento deportivo, cabe decir que no perdió tiempo para sugerirme algo, luego tendría que cogérmela como me suplicaba, estaba usando una licra deliciosa que dejaba ver sus formas, en serio era una delicia esa mujer, seguro la iba a terminar preñando. Mientras tanto, los de la revista fueron con Kim para valer su permiso de filmación, obviamente la directora se puso feliz, pues ignoraba la situación, decidieron hacer una prueba de luz ese mismo día, haciendo tomas en distintos lugares, por suerte el frio mantenía a las alumnas recatadas, porque él tipo se las comía con la mirada, buscando ver mejor sus tetas o culitos redondos de carne joven tersa, tan deliciosa a la vista, no le culpo de nada, muchas de las estudiantes están preciosas, puso especial atención a Elisa, quien tan tímida como suele ser se alejaba pese a sus halagos, buscaba quedarse a mi lado, se veía tan tierna, por otra parte Tamy y Sary, jugueteaban seductoras por lo que el equipo se daría un buen espectáculo, seguro las querían penetrar, aunque al darse cuenta de la situación se retiraban cuidando la falda, ambas sabían a quien le pertenecían, Lexi también estuvo en la vista, pero se mantuvo con actitud cortada, incluso mis hermanas se mostraron algo distantes, aunque algo me inquieto de su actitud, por lo que fueron tras las maestras, quienes no podían ser manipuladas como las adolecentes. Después, un detalle que me dio risa seria cuando abordaron a Tea, pues esta rápido diría: quieren que salga, primero hablen con mi representante; se portó como una diva, luego me buscó para besarme, pero también llamaron la atención Michelle y Drew, pero estas se negaron a seguirles, sin duda el tipo a cargo buscaba a las estudiantes más guapas, pero muchas de ellas estaban conmigo, así que lo cortaban sin dudar y luego se retiraban, aún así hicieron su trabajo, aunque notaria algo bastante cuestionable, una vez que terminaron las clases. El grupo de la revista se retiró, pero no se marchó muy lejos, se quedaron en el motel al frente, yo hice mis labores de guardia como de costumbre, también mis sesiones de sexo con las maestras, quienes se entregaban con especial ardor, iba trabajando en todo eso, y por ello me di cuenta que por eso de las 11 de la noche un grupito de estudiantes salieron del internado, pensaron seguramente que me había burlado, pero no fue así, fueron como me imaginé, directo al motel donde entraron a un cuarto, eran 5 chicas de bachillerato, todas muy lindas, una era del tipo asiático, no muy alta, pero bella, de cabello negro; otra rubia alta de peinado corto un tanto delgada; una castaña de cuerpo voluptuoso en comparación de las otras; una morena clara de cabello arriba de los hombros y una de pelo largo café hasta media cintura de esbelta figura, era obvio a lo que iban, el tipo las había engatusado, no necesitaba imaginar lo que ocurriría:
Una vez entrado en el cuarto del motel, las 5 quedaron a merced del tipo, este siendo algo bajito y rechoncho se lamio los labios al ver a las estudiantes llegar, mientras que el conductor así como el camarógrafo, ambos más altos con mejor físico, desde los lados miraron ansiosos por comenzar, claro está que el jefe tenía el derecho a elegir, y este tomó a la castaña hermosa, la morena clara y la de cabello café, dejando a la rubia en manos del chofer mientras la asiática quedaría en manos del camarógrafo; ambos tipos no perderían tiempo, siendo el conductor quien comenzara, llevándose al baño a la chica, esta se dejaría guiar, sin saber de los fetiches raros de este, la metería a la pobre tina del lugar donde se sacaría la ropa, el lo haría rápido, mientras que la muchacha con nervios miraría como el tipo quedaría expuesto, al tiempo que su herramienta se iría elevando, la estudiante, de poco mas de 16 años, estaría nerviosa, sin saber que hacer o decir, sólo se queda mirando, trae un pants y una sudadera, una vestimenta poco excitante, por lo que estas prendas pronto salen volando, el tipo está desesperado por saborearla, pero en cuanto queda con sólo la playera, panti, calcetas y tenis, comienza a darse más tiempo, se calma para disfrutarla, la besa metiendo su lengua, la chica siendo conocedora, corresponde a este con su propio juego, sorprendiendo al tratar de tomar el control, mientras sus manos acarician el pecho sobre la ropa, apenas tiene un par de montes modestos, los cuales al ser sobados con cierta gracia empiezan a hincharse, logrando que sobresalieran sobre la ropa, los acariciaba con ansias, antes de sacarle la prenda, dejándolos al aire libre, la chica no traía sujetador, así que sus tetillas pronto son devoradas, lamidas, con gran ansias, a pesar de lo pequeñas que son, el sujeto tiene un fetiche por las tetas así, por lo que mientras la chupa con una gracias como deseando jalarla, por otra parte la pellizca con la misma intención, logrando que la pobre muchacha diera unos quejido de placer mezcla con dolor que llenan el baño, pronto su otra mano alcanza el elástico de su ropa interior, sobándolo con lentitud, logrando con ese roce sacarle sus jugos, mojando su vulva, así sus pantis se manchan, logrando al sacarla que se pegue un momento, antes que suelte su olor de hembra en celo que llena el ambiente, pronto la prenda cae, y la chica queda casi desnuda si no es por sus tenis, los cuales no tardan en salir de un tirón, ahora si desnuda, el tipo abre la regadera para disfrutar del sabor adolecente, saboreando aquella gruta con un deseo poco común, mientras con las manos sujeta a la chica de sus nalgas como si deseara mantenerla fija, aunque esta no podría huir, aquel contacto la tiene fuera de sí, púes esa lengua es tan habilidosa, que le resulta difícil mantenerse en pie, siente como un fuerte orgasmo la va a sacudir, así que pone sus manos sobre los hombros del chofer, mientras gime con fuerza, en lo que siente como su primer orgasmo sale casi a presión, ella se relaja un poco, pero era lo que el tipo esperaba, así la acomoda contra la pared, le alza un poco el culo, y se lo abre para ver su agujero rosa, saca una crema que tenía a un lado para esta situación, con esta acaricia un poco para que pueda resbalar fácil, y lo acomoda en el ano, ella al darse cuenta quiere quejarse pero es demasiado tarde, sin tentarse el corazón mete todo de un solo movimiento, logrando que la chica se queje, pero la crema tenía 2 fines, uno era lubricar, el otro anestesiar, de esta forma el chofer comienza a embestirla con fuerza mientras la estudiante apenas se da cuenta de cómo la verga de casi 20 cm le entra sin problema alguno, además este la abraza de manera dominante, pero más con la intensión de sentir aquel joven cuerpo estremeciéndose con cada golpe, agitando sus pechos, es para fijarla contra su cuerpo mientras acaricia nuevamente los pechos, que eran jalados como si de esta forma fueran a crecer.
Por otra parte el camarógrafo, un tipo moreno de cuerpo tonificado tomó a la asiática, esta chica traía una blusa blanca y un pantalón ajustados con zapatillas, pero prácticamente su ropa salió volando por el hombre, quien la sacó para lanzarla a la cama, donde se situó a su lado, ahí la fue masajeando, pues este también tenía su fetiche, pero aprovecharía una loción que solía comprar para comenzar a rosarle el cuerpo, con movimientos suaves, eróticos, logrando que la piel de la chica brillara, mientras esta se calentaba, emitiendo gemidos muy fuertes que no salieron fuera del cuarto porque el jefe de estos puso música e hizo que las chicas bailaran para él, pero mientras eso ocurría, el camarógrafo fue masturbando a la chica, con sus dedos hurgaban en su vulva, pero el tipo era vicioso, traía un juguetito guardado, un vibrador que se lo metió por el culo, el cual hizo que la chica se agitara, al principio no le gustó la idea, pero no le dieron opción, se dejó meter aquella cosa, y cuando comenzó a vibrar la pobre se volvió loca, se retorcía de placer mientras sus partes se inundaban de placer, el tipo fácilmente logró que se corriera al menos 3 veces, mientras se sentía cada parte de su juego. Ya desfallecida, se acomodó sobre ella para penetrarla, puso sus tobillos en los hombros y acomodó su estaca, acaricio su sensitiva vulva, jugando con la chica que apenas se mantenía consiente, de entre los 3 era el que lo tenía más grande, así que disfrutaba mucho de estos juegos, cuando la fue metiendo, la resistencia de ella estaba rendida, sólo abrió los ojos al verse invadida, casi gritando, pero no sabría decirse si era de placer u dolor, así fue poseída con movimientos lentos pero muy fuertes, llegándole hasta el útero, ella por un momento trataría de huir, pero era imposible, estaba casi perdida, además que el consolador seguía metido en su culo, así se mantendría el camarógrafo, disfrutándola, lentamente.
Mientras tanto el jefe de todos, le gustaba el espectáculo, había traído unas bebidas, las cuales adulteró con un poco de afrodisiaco, para subir el erotismo, les hablaba de una posible carrera, y patrañas que ya se sabía de memoria, las chicas estaban encantadas, cuando les pidió que posaran, pero a medida que se aburría el viejo gordo, les pidió que bailaran, para lo cual puso música, sólo con la castaña se quedo junto al tipo, mientras la morena clara y la de pelo café eran manejadas para hacer una escena lésbica, quienes por el afrodisiaco respondían viciosas, estaban a tono para comenzar a besarse desesperadamente, mientras sus uniformes de deportes iban saliendo, parecían estar bien sincronizadas con la música, un rock de tonos eróticos, que las hacían seguir el juego al que estaban sometidas, se acariciaban entre ellas, al tiempo que su compañera era obligada a darle una mamada al tipo, que se excitaba viendo a las 2 chicas jugar, quienes se sacaban los tops bajo la sudadera, dejando a la vista unas enormes tetas, de tamaño precoz, eran como naranjas maduras, y al estar a la vista fueron masajeadas, entre los dedos, el jefe les dijo que se besaran y al principio sólo fue un ligero piquito, pero este les indico que siguieran, usaran su lengua, lo que las hizo llevar a cabo una pequeña batalla entre sus labios, mientras las puntas de sus pezones chocaban, estaban en un besuqueo muy intenso, tanto que sólo se separaban para agarrar aire, pero seguían unidas por unos hilos de saliva que las hacían continuar, se miraban perdidas, controladas por el viejo, quien gozaban con la mamada de la castaña, quien ya había sido despojada de su playera para dejar a la vista sus tetas, estas no eran tan grandes, pero su forma bonita era atractiva, tanto que el tipo al verla la hizo pararse para chuparlas como si fuera un bebe, ignorando por un momento a las otras, pues disfrutaba de aquellas bolas de carne con desespero, las mordía un poco, jugaba con su lengua, y al hacerlo fue sacándole la falda con mallas que usaba, ni siquiera dejó la tanga puesta, le sacó todo hasta los tenis, así la fue manoseando, metiéndole el pulgar en la vulva mientras su dedo medio se le metía en el culo, la chica se mantenía tan excitada, gemía, quería continuar, pero en eso recordó a las 2 chicas, no podía dejarlas así, las mandó llamar, estas apenas respondieron, pero este tenía algo que las atrajo, sacó un enorme consolador doble, las colegialas perdidas en el placer, casi les brillaron los ojos al verlo, una fue acomodada en la cama, la morena clara y la de pelo castaño encima, pronto el gordo colocó aquella cosa en sus vulvas, logrando que se empezaran a follar mutuamente, mientras su compañera era colocada a un lado para ser penetrada por el gordo, quien se excitaba viéndolas, pues tenía su fetiche voyerista, pero también le gustaba meterla, así que ahí estaba con su erección entrando hasta el fondo de la chica, quien se perdía en esas sensaciones, pero el tipo era brusco, así que se quejaba un poco, mientras gozaba en cada embestida. Era igual que sus compañeros, pues el camarógrafo le seguía el juego con su pareja, pero ya a ese punto había dejado las delicadezas para empezar a darle duro, en movimientos rápidos, llenándose de sudor ambos mientras los quejidos se hacían más fuertes, de igual forma el chofer en el baño se estaba por correr dentro de la concha de la rubia, quien estaba contra la pared completamente sometida pero también atrapada el su gozó, suplicando por más, recibiendo su buena ración de macho, y finalmente el jefe del equipo se estaba corriendo dentro de la estudiante, llenándole la concha con su leche, aunque no todo, antes de terminar se la sacó para mancharle el vientre, al mismo tiempo que sus compañeras parecían prácticamente orinarse, pero sólo eran las fuertes corridas que estaban dándose por sus orgasmos, mientras desfallecían…
Ninguna de ellas lo sabían, menos los de las revistas, pero el dueño del motel fue estudiante de la escuela, uno de tantos morbosos, en su momento quiso arreglar sus cuartos, pues a mí me tocó hacer algunas reparaciones, así que me comentó que deseaba poner cámaras de vigilancia, yo le comenté de las que conocía, lo mencione muy fugaz, las del tipo espía que había ocultado, esas les interesó, y cabe decir que son inalámbricas, sirven por red, además que el tipo para ahorrarse ese gasto se cuelga del servicio del internado, eso lo sabía, así que toda esa orgía, no sólo la grabó el dueño del motel, sabiendo los códigos yo también podía mirar, y en este caso guardar una copia para mi, sabía que después eso me ayudaría…
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