El Incubo del Internado – Sangre Nueva 18
Tras terminar el Halloween, que queda en el internado, Brat verá que la lujuria sigue ardiendo….
Advertencia: este relato es completamente Ficticio, no tiene nada de real y solo esta para entretener con una buena de dosis de morbo a todos los lectores que gusten…
18
Carajo, sigo sin saber si hice algo, a veces creo que quieren ser amables conmigo pero como suelo meter la pata se callan, me quedo con la duda de si es por desespero o buena voluntad, no me quejo, desperté en la madrugada, y se veía a la señorita Sheyla revisar todo con Brandy, ambas usaban sus disfraces de bruja, Lexy y Maron estaban despertando a los chicos, quienes casi como zombis se movían para volver a sus cuartos, nos quedamos toda la noche ahí afuera, sería algo interesante verles moverse desnudos, para volver a sus cuartos, pero a mí me tocaba algo diferente, el director me veía fijo, no estaba del todo contento, eso me asustó, pero no me diría nada, de hecho me invitaría a comer con él a su casa, con mis hermanitas incluidas, cabe decir que mi papá estaba tan ebrio que no sabríamos de él o mamá en horas. Por ello salimos sin preocupaciones, y por suerte ellas traían un cambio de ropa, creo que dejarlas ahí era parte el plan de ambos, como sea, salimos a casa del director, a su lado estaba Giby y Angie, quienes estaban muy tranquilas, usando ropa casual, minifaldas que dejaban ver sus preciosas piernas, sudaderas ligeras, se veían preciosas, en verdad se me antojaba hacer muchas cosas con ambas, mm, aunque Lizy y Meg se veían algo inquietas, no sé, estuvieron cerca de mí, las abracé, sintiendo un poco sus pequeños cuerpos, olían rico, creo que se asustaron por la mansión del terror presente, pero yo estaba seguro que no pasaría nada, de hecho tenía razón, el director nos dio algo de comer, Hotcakes para ellas, lo gozaron mucho, hace años que no probaban eso, en verdad les gustó, repitieron con gusto, dejándose llevar por lo que sucedía, como si todo fuera parte de un juego, pero mientras las niñas se divertían con los niños chiquitos, el jefe Jay me diría:
No sabes lo que pasó ¿verdad? Bartolo – me dijo entre el coraje y la serenidad.
Ah, no me di cuenta, lo siento – dije algo apenado, pues se supone que debía vigilar.
Tranquilo, te luciste, aunque lo hiciste inconsciente – me dijo Giby risueña sentándose a mi lado, y por poco pude verle su calzón, creo que era una tanga roja, mm.
Ah, muy bien, eso me gusta, pero ¿Qué hice? Que no puedo recordarlo – dije algo inquieto, tratando de no verla directamente, me calentaba mucho tenerla cerca.
Eres un bobito – se burló Angie un poco, y la verdad se vio preciosa, creo que ella traia una tanga negra que se me hacia deliciosa.
Ah, veo que te luciste, aunque caíste en la trampa, como el cabo, bueno, el trató de detener a las brujas, pero termino cogiendo con la Jaqueline, todo fue un engaño, salí a revisar a las brujas en la montaña, me ejecute a un par de bestias, pero todo resultó ser falso, si, allá estaban algunas, pero solo haciendo talismanes especiales para turistas, nada malo, incluso invitaron a algunos como parte de un plan turístico, de hecho sacaran mucho por eso, muchas se alegraron cuando llegué con la bestia ejecutada, solo que otras quisieron usar la escuela para invocar un nuevo demonio, uno más peligroso – dijo con desespero el jefe Jay haciendo todo más fácil, lo que agradecí.
Jejejejee, wow, esto es bastante duro ¿no? entonces, que hizo – dije un poco serio, nervioso, esperando no meter la pata, aparte que notaba que ni Giby o Angie usaban sostén, wow.
Mira, en este momento las cosas están bastante mal, algo se desató, y no sabemos qué consecuencias traerá, pero al menos creo que salió mejor de lo esperado gracias a tus acciones, jejejeje, en un último acto de locura, te mordiste el dedo, y pintaste algo en el circulo ritual, así que todo lo que pudo salir fue una peste asquerosa, que ah, quizás tenga efectos, ya están revisando, pero nosotros podemos decir que una bomba apestosa explotó como escusa, eso nos cubre, contaminaste la sangre, distorsionaste el conjuro, lo echaste a perder todo, jajajajaa, es bastante gracioso, y como revisé la situación, ya se quienes son las brujas rebeldes, así que todos ganamos – dijo con cierto toque victorioso el director.
Ah, ya veo, jejejeje, bueno, como eh estado acercándome a las brujas, debí aprender algo, o eso supongo – acerté a decir un poco inquieto, dije, pero en eso cuando bebí un poco de agua que me sirvieron esta se tiño de negro, asustándome, y llamando la atención de todos.
Carajo, dime una cosa, has estado de fisgón en rituales o cosas así, has intentado hacer brujería, dime la verdad, me refiero a antes de ayer en la noche – dijo algo molesto el director mirándome con cara de pocos amigos.
La verdad me quedé nervioso, no sabía que decir o hacer, por lo general hubiera mandado al cuerno a quien me interrogara, diciéndole una perversión para enojarle, pero el director, a ese si le tenía respeto así que confesé lo de los rituales, el de las brujas con el talismán, el que vi donde hicieron en la sala secreta y también cuando lo intenté yo, el que me dio la otra bruja en una hoja, la verdad no quería mentirle, es que me gustaba ser parte de algo, así que confesé como un tonto, aunque aun omití algunas cosas como que el pendiente era para seducir a mis hermanas, o que la brujería que hice era para tomar control de una, solo dije que quería intentar cosas como tener cierto poder sobre los demás, que era convincente. No sé qué pensó el jefe Jay, pero sentí que iba tener su puño en mi cara, su hermanita se me quedó mirando de una manera que no esperé, su prima me vio con curiosidad, se mordía el labio de manera coqueta, algo me decía que le lanzara con verga en mano a clavárselas, pero lejos de cualquier cosa se levantó y se fue, dejándome solo, pensando que lo había arruinado todo.
En serio respetas a mi hermano, no le mentiste en nada ¿verdad? Bartolo – me dijo Giby un tanto inquieta, mirándome a los ojos, y que cosas, me resultaba irresistible, o casi.
Ese hombre a mi gusto es genial, tiene a todas las maestras que me gustan en su cama, haciendo orgias con todo y su esposa, es fuerte, es rudo, ja, como no voy a respetarlo, mejor que un viejo gordo abusivo, no sé como mentirle a él – bueno, solo omití algunas cosas, pero todo era real.
Tranquilo, creo que ahora que sabe algo más, tratara de ayudarte, lo siento, es que eres demasiado tonto para su gusto, aunque muchos chicos se obsesionan con tonterías, tu lo hiciste con la brujería y el sexo, jijiji – se burlo Angie de manera divertida, carajo, también esta hermosa.
Esperemos a ver que te dice – agregaría Giby acariciándome el cabello, y ahí recordaba que lo seguía teniendo blanco, aunque iba recuperando el color lentamente, carajo, verla así, era bastante estimulante, quería besarla, ah.
No sabría qué pasó, pero me dejaron quedarme ahí, junto a mis hermanas, de hecho recibiríamos una llamada de mis padres en que estos se quedaron bien enfermos por la fiesta, a los muy bobos se les dio algo que les dañó la pansa, pasarían los siguientes 10 días en el medico porque no podían alejarse del retrete, aunque no fueron los únicos, al menos otros 24 trabajadores, contando al jefe acabaron igual, lo cual me dejaba en una situación difícil con mis hermanitas, quienes parecían ser dominadas por la situación y no intentaban nada más conmigo, ha. Pasaríamos la noche ahí, y pude escuchar cómo es que el director le hacía cosas a su mujer, seguramente se la dejo ir con todo, podría imaginar como en su cuarto cogía, reconocía las voces, su esposa, Eliza, Tammy y Sary, las hacia gemir de una manera grandiosa, resonaba por las paredes, hasta podía soñar en cómo les daba con todo por sus pequeñas vulvas, que debían estar repletas de su leche de macho, me ponía la sangre a hervir, deseaba hacerle lo mismo a mis hermanitas, apenas pude sobarles los coñitos, para que se corrieran mientras dormíamos juntos, pero en serio como le gustaba hacerlo, wow, en la mañana siguiente el Jefe Jay me llevaría de vuelta al internado, aunque antes iría a hablar con el director de la escuela de Lizy y Meg, diciéndoles que iban a faltar con causas de fuerza mayor, luego me siguieron al internado, donde esperaban para los juegos de supervivencia, como me gustan, de nuevo me tocaba ir solo, pero ya estaba acostumbrado, de hecho se me hacia mejor, además las chicas me veían entrar solo y siento que me veían como si fuera un héroe, el lobo solitario genial que hacia escurrir los coños de muchas chicas que estaban ahí, sintiendo que podría tener a cualquiera de ellas para cogérmela.
No sé que estaba pensando el director, no pude hablar con él, siempre estaba ocupado algo tramaba, aunque se notaba algo molesto, sin embargo hizo que mis hermanas le siguieran, ellas se le quedaban viendo impresionadas, creo que entendían mi sentir, pues no les mentí diciendo que admiraba al Jefe Jay, y verlo me daba la razón, como sea el caso, volví a mis andadas, le disparé a Scott, Matias, Randal, justo en el trasero, a Milton en la cara, a otros 15 chicos, la verdad moverme como gato era mi mejor gracia, les estaba dando un tremendo dolor de cabeza a todos, tampoco a los bravucones, le daba a Jimmy en la cara porque por sus celos no tenia formas de acercarme a Shanon, por cierto ahora Peter lucia destanteado, así que lo ejecuté sin problemas, pero Ned no se dejaba vencer, de hecho terminamos en una hilarante persecución donde me ejecutó, al final volvimos para ser aplaudidos, ahí estaba el Cabo felicitándonos, asegurando que podríamos tener carrera en las armas, detalle que me empezaba a interesar, igual que a mi amigo, como de costumbre las chicas llegaban con nosotros, o con muchos chicos, pero no era igual que antes, con el fin de la fiestas de Halloween, todo ese ambiente sexual se terminaba, además que el frio se empezaba a sentir más fuerte, por suerte Jesie y Vivi seguían pegadas a mí, aunque Shanon o Grace querían hacer lo mismo, pero con sus hermanos mayores ahí, no lo harían, mientras que Leila parecía inquieta, y más tarde me daría cuenta del porque.
Debo decir que al terminar todo se relajó, el director nos daría el día libre, lo que aprovechamos para descansar, incluso llegarían algunos repartidores para que canjeáramos los vales de comida que teníamos, improvisando una fiesta, en la sala común nos puso una maratón de películas que todos disfrutamos o casi, porque a mitad de esta Jesie me llevo de vuelta a la zona de entrenamiento, jalándome hasta un punto perdido entre los arbustos y luego se fue a subir la playera dejándome ver el buen par de chichis que tiene y con coquetería me diría:
Qué esperas, sabes que estoy caliente – solo me bastó que me dijera eso para hacerlo.
No me resistí a chupárselas, lamérselas mientras me preparaba, mis manos rápidas no dejaron de sentir cada parte de su cuerpazo, recordando las veces que antes la muy puta se dejaba ver pero no tocar, le encantaba hacerse desear por los hombres, que uno la buscara deseando tocarle cada parte como sus redondas tetas que saboreaba o sus carnosas nalgas que sentía con mis manos, aparte que iba abriendo sus piernas para que le fuera sobando con un dedo la concha jugosa, que parecía escurrir como si estuviera a punto de orinarse, realmente era una victoria. Pero no me iba a quedar quieto, todo eso era lo que tanto deseaba, hacerla sentir mía, aparte no podía contenerme, apenas un dedo me bastó para ponerla a tono, se mordía el labio aguantando los gemidos, pero cuando se la deje meter, gimió de manera que daba gusto, escurriendo y dejándome ver cuánto le gustaba, y fui notando que no éramos los únicos, al menos un par de chicos mas estaban disfrutando de meter la verga a una buena concha, lo que me hizo tomármelo en serio, dándole duro a mi putita, quien se dejaba hacer tanto como pudiera, se notaba perdida, su cuerpo se aferraba al mío, haciendo de lado las prendas necesarias para que nuestros sexos se alcanzaran, estábamos prendidos en una lujuria que nos hacia coger en medio de ese pedazo de bosque, antes que me diera cuenta, entraba a su vulva, que parecía lista para saborear mi estaca, empezando la diversión, en verdad me encantaba, ella moviendo sus caderas a mi ritmo, mientras que yo trataba de sentir cada centímetro de su piel, siendo el mayor de los placeres posibles, y claro está que lo iba a hacer, digo, en cuanto pude me corrí llenándole la vulva, así Jesie al sentir que aumentaba mi velocidad casi como una especie de juego se terminaría corriendo conmigo en una corrida compartida.
Mm, así me gusta que me llenes, ah – decía con un tonito lleno de calentura, que me hacia metérsela un poco más para asegurar que todo se le quedaba dentro de mi carga.
Yo no podía dejar de sobar su tremendo culo, también chupar sus tetas, la tenia entregada a mí, era lo que tanto quería, muchas veces la vi pasando al lado de mi casa rumbo de su colegio de niñas “bien”, coqueteando, luciéndose frente a varios, dándose a desear porque era la más linda de la calle, pero solo me quedaba con las ganas de hacerle tragar semen o romperle el coño, era un gusto saberme prácticamente su dueño, y ella lo gozaba, tenerla bien penetrada, mientras me besaba, restregando su figura contra mí, ah, me había corrido y ella saboreaba mi leche con un gesto de viciosa, enseñándome su conchita, que aparte parecía mantener sin bellos, para verse más sexy, mirándome como si quisiera más, pero no sería posible.
Luego de eso regresamos, vi como mis hermanitas eran cuidadas por la señorita Maron, quería sentarme a su lado para pasarlo bien, tenían un filme viejo, aunque muy bueno, pero me daba cuenta Vivi estaba celosa, y en una oportunidad me hizo acompañarla por unas cosas, aunque solo era una escusa para tenerme solo y dejar que se la metiera a unos metros de todos, en serio estaba caliente, deseaba coger con ganar, mientras la mayoría miraba las películas ella me entregaba el coño una vez más, queriendo que le diera duro y directo contra su preciosa vulva que estaba escurriendo, también me dejaba tocarle las tetas, sus pezones estaban hinchados, me besaba con lujuria, jugando su lengua con la mía, era una delicia que no soportaba mucho, parecía que quería marcarme con su olor, me encantaba, en especial sabiendo que muchos de los tontos de antes, quienes fueran mis compañeros abrían querido darle con todo a ese coño, que escurría por sentirme dentro, y ahora cuando quisiera lo podría tener, wow.
Era una locura que me encantaba, la tenia bien clavada hasta el fondo, besándome, sus pechos se restregaban contra mí, haciéndome que la sangre me hirviera, estaba ansioso por soltar mi carga en sus entrañas, ella lo deseaba, entre besos me hacia desearla mas, y su culo estaba de entre mis dedos, era tan grande y suave, que no me resistía, aunque en eso podía escuchar como algunos otros seguro hacían lo mismo, aprovechaban el maratón para tener sexo, quizás parte de la influencia del incubo seguía vigente, haciendo que todos se desearan de manera tan pervertida, pero no me importaba mientras embestía a Vivi, quien fácil se corrió y al hacerlo, hice lo mismo llegando hasta el fondo, llenándole ese precioso coño que se sintió como una mamada, logrando que compartiéramos el clímax sexual, mm, luego de unos besos regresaríamos, y podría ver como varios compañeros estaban de mano larga con las chicas, pero pocos lograban irse con las otras para coger como querían.
Mis hermanitas estaban con la señorita Maron, quien luego me las dejó, y estas mimosas se me aferraron, lo cual arruinó un poco las cosas, pues se notaba que Leila quería jugar un poco, o también Grace o Shanon, ambas estaban deseosas, aunque se quedaban cerca de sus hermanos, de hecho Jimmy, intentaba meterle mano, pero ella se negaba, lo cual le fastidiaba, por suerte otra chica se metía en medio para tener sus atenciones, y eso lo distraía. Luego del maratón nos iríamos a dormir, pero la señorita Maron me pediría que le dejara a las niñas, ellas no querían, solo que no pudieron negarse, algo les dijo para que la siguieran lo cual era dudoso, pero no me importó tanto, aunque si quería cogérmelas, sabía que hacerlo en ese lugar era peligroso, por culpa de los fantasmas o el incubo, ah, seguro que salía mal, e iba a dormir solo en ese momento, cuando noté que en la entrada de los establos me esperaban, Leila, quien iba con un camisón muy sexy casi transparente en todo mostrando un conjunto bien rico negro con bordes morados, mm.
No tardé en ponerme a su lado y ella me apresuró a que la dejara pasar, cosa que hice, en serio, era la clásica gótica nalgona, y lo mejor es que entraba para seguir disfrutando de mi refugio, creo que era mi gusto, podría cogérmela sin llamar tanto la atención, aunque antes de eso me diría:
Bien, ¿Qué paso en la fiesta? Porque no puedo recordar nada aparte de bailar contigo, y unos besos, pero no creo que eso haya pasado, dime la verdad – me dijo mientras se acomodaba en la cama como diciéndome, tendrás todo pero responde.
No recuerdas la orgia, caray, eso si no me lo esperaba, de repente a mitad del baile todo se vino abajo, y comenzamos una orgia, algunas chicas mamaron vergas, otras fueron desvirgadas, me cogía todas las chicas, y los demás también, agarraron a sus “novias” para hacerles de todo, se volvieron unas golfas de primera, les dieron con todo, quizás salgan algunas embarazadas – le dije sorprendido por la pregunta, aunque era obvio, sino porque nadie se quejaba de lo sucedido, era parte del influjo del incubo.
Mm, ya veo, yo solo puedo recordar cosas como si fuera un sueño, pero sé que lo disfrute, quiero más, aunque todo me viene del coñito, lo siento caliente, mas cuando estas cerca, mm – me decía con un poco de calentura en su voz, eso me gusta, seguro que se me hacía.
La miraba, estaba evidentemente caliente, se sobaba el coño, como si me invitara a disfrutarlo, su cara estaba roja, era obvio que necesitaba algo de placer, suspiro pesadamente, casi podía jurar ver como se le inflaban las tetas al respirar, wow.
Solo eso pasó o hay algo mas – agregaba Leila, aunque se movía de tal forma como ofreciendo el coño, que se veía delicioso apenas cubierto, de hecho se iría sacando el camisón para dejarme verla solo con ese precioso conjunto negro.
Vienes a coger o preguntar, porque no me lo pones fácil – le dije pícaro mientras me desvestía.
Por ambos, no sé qué pasó, pero me hierve la sangre al verte, en especial porque las otras seguro se dejaron hacer de todo, ah, quiero que me lo metas hasta el fondo, me encanta la idea, estuve viendo, cuando te ausentaste con las otras putas, sí que son golosas, incluso la idea de un trió me hace sentir bien, solo que antes de que hagamos algo así, quiero entender, me hiciste algo o como lo lograste, porque ellas hasta lo presumen, con sus amigas, todas son unas zorras que comparten aquello como si fuera algo bueno – me decía mientras Leila se comenzaba a sobar ella misma de manera deliciosa.
No, yo no hice nada del todo, es parte lo que pasa, la presencia del incubo, pero aparte de ello, sucede que las brujas querían hacer, dice el director que invocarían a otro demonio, no sé bien que, solo que yo hice intervine de manera genial y por eso es que huele raro, como huevos podridos – le señalé a la chica un poco inquieto.
Azufre, el olor de los demonios, con que fue una invocación, mm, ya veo – justo en ese momento me dejaba entrar Leila a la cama, o me invitaba a tomarla, creo que resolví sus dudas.
Antes que me diera cuenta, ella misma me dejaba tomar cama, dejándose sacar la ropa que tenía, la cual era tan sexy, mm, se ensartaba dejándose sentir libremente, aplacando todos sus deseos, mi verga entró a su interior, el cual estaba tan húmedo y caliente, abriendo cada parte de su vulva, me miró con una expresión que me decía tanto, y se empezó a mover de tal forma que era una delicia, acariciaba mi miembro con su coño, y era como si se rascara dentro haciéndose sentir un placer tan grande que no podría soportarlo. Además fui tomando sus tetas, las lamí, chupaba como un bebe goloso, ella gemía totalmente perdida, haciéndome sentir como un semental, estaba desesperada por tenerme dentro, su cuerpo me dejaba hacerle lo que quisiera, dándome un gusto como jamás imaginé, su cara se llenaba de placer, lo cual era un deleite, pues antes que me diera cuenta la estaba dando con fuerzas, agitando su interior, moviendo sus entrañas con mi verga, lo cual la hacía querer mas, embistiéndola hasta que terminé llenándole de leche, pero no contenta, solo era el inicio de todo lo que haríamos.
Leila y yo pareceríamos una pareja al despertar juntos, ella desnuda escurriendo semen, la tuve de a perrito, le llené su culo, también su coño, el cual quedaba enrojecido, me cabalgó, también la embestí, incluso le metí un juguete mientras le iba haciendo sentir una penetración doble, la nalgueé dejándole marcados mis dedos en ese precioso culo, se corrió como 5 veces, ahora estaba agotada en mi cama, aferrándose a mí y su labial estaba marcado sobre mi cuerpo, aunque en ese momento llegaría alguien más, se trataba de la señorita Maron, quien me diría:
Otra vez Brat, en serio que no se te acaba la pila, vamos levántate, tienes que ayudarnos con unas cosas en el bosquecillo, no tardes – diría la señorita mientras me incitaba a salir.
No pude hacer nada, aunque curiosamente le traería un cambio de ropa a Leila, quien seguiría dormida, quedando así por un par de horas más, verla escurrir mi semen era una delicia que jamás olvidaré, por mi parte yo seguí a la mujer, y ahí me pude a recoger las cámaras de vigilancia, ah, trabajo, bueno al menos me darían una buena noticia, como aun quedaban premios en capsulas, podría quedármelos si los encontraba, lo cual sería un gusto, pues parece que había un premio especial en entre ellos, así que me fui a revisarlos, o bueno mientras sacaba las cámaras, y debo admitir que tuve suerte, pues hallaría 2 capsulas sin proponérmelo, detalle que me gustó, aunque en medio de eso, escucharía algo inesperado.
A una distancia prudente, una parejita estaba cogiendo, pensé que sería algún compañero disfrutando de alguna alumna caliente, aunque siendo fin de semana pensé que no habría nadie, pero vaya sorpresa, me acerqué como gato y vaya gusto, pues se trataba de una de las brujas rebeldes, le estaban dando bien duro, la cogían con ganas de preñarla de trillizos, embistiendo su vulva mientras le agarraban las tetas, la sacudían de tal forma que daba envidia, haciéndola gemir como perra en celo, su gesto se perdía en una manera especial, como si no pudiera soportarlo más, mientras se corrían en su interior, haciendo que escurriera.
Suficiente, ya van 2 corridas, pero siento que se me va la vida, jamás me corrí así – decía la mujer tratando de apartarse.
Nada de eso, era hasta que me dejes satisfecho y no he terminado – dijo el cabo que seguía bien tieso, apuntando parte de su verga en ese coño jugoso.
Espera, acaso tú, pero no crees en esas cosas – diría la mujer desesperada, aunque su vulva seguía siendo traspasada por esa verga, cuando gemiría de placer mientras volvía a embestirla.
Lo siento chiquita, pero ahora si te llegó la hora, le pedí un premio al jefe, y ese eres tú, ahora no te quitará el castigo hasta que me dejes satisfecho, y no lo estaré hasta que seas solo mía, estoy harto que me vean como un fracaso, así que tu coño será todo mío – advertía el cabo viéndose genial, encajando una vez más su verga para comenzar a embestirla con fuerza, tanto que gruñiría como animal mientras la mujer era sometida a vergazos.
Carajo, no me esperaba eso, pero realmente el soldado le haría lo que quisiera, metiéndole la verga hasta el fondo, se la empezaría a coger con unas ganas que jamás esperé, la tenía desnuda, metiéndole la verga en un ritmo que era el de un animal salvaje, y era delicioso ver como el hombre le enterraba en un vaivén feroz, haciéndole gemir como puta barata, le lamia le chupaba, la besaba de manera apasionada, iba disfrutando de cada parte de su cuerpo, casi arañándole, creo que se estaba sacando la frustración, muchas cosas le pasaban al hombre, como que un crio tonto como yo le superara en lo furtivo, si ahora lo veía cogiéndose a la mujer con una fuerza inesperada, levantándola para ponerla contra el árbol, enterrándole todo, ella, su ropa lucia desgarrada por la tierra, parecía estarla violando, pero eso lo hacía verse más sexy, aparte las piernas le temblaban, como si fueran a colapsar, de hecho lo harían haciendo que se la clavara más, llegando más profundo en cada segundo, logrando que chillara de placer.
No que muy grande mujer, una universitaria con maestría, pero ya no puedes, en serio tu coño es todo mío, jajajaa – se burlaba el cabo mientras seguía cogiéndola.
Dame un respiro, mm, ya llevamos mucho rato, no puedo mas, AHHH – decía Miss Jaqueline cuando súbitamente se correría, mirándole sorprendida y con miedo al soldado.
Eso quisieras chiquita, pero no me voy a contener, vas a aprender lo que es bueno – le juraba mientras miraba como el coño le escurría de manera viciosa.
Mira, dame un respiro, aparte todos nos podrían ver, yo no quiero que eso pase – suplicaba asustada la mujer, empezando a recibir más embestidas, su cuerpo se estremecía de una manera tan sensual, ahora una carga del cabo golpeaba justo en su interior haciendo que se corriera dando un sonoro gemido que sería fácilmente escuchado.
Oh, pero eso quiero yo, que todos se den cuenta, jejejeje, estoy arto de lucir como un idiota frente a los alumnos, y tú me vas a ayudar en eso, muchos te ven, no eres del director, así que puedo tomarte, carajo, si es necesario voy a preñarte – le diría el hombre con una mala leche dejándola en el suelo mientras su coño escurría leche.
Justo en ese momento no sé porque pero tomaría una foto, ver a ambos coger era demasiado caliente, y el Cabo sonreiría al darse cuenta, la bruja suplicaría que se detuviera, pero este se hallaba contento, aunque le aseguré que el bosque era algo incomodo, solo para un rapidín estaba bien, pero seguir ahí no sería cómodo, lo cual convenció un poco al militar, que me daba cuenta porque no conseguía novia, era bastante bruto al momento de tratar a las mujeres, miraba a la bruja vencida, mientras su coño escurría, suplicando por piedad, aunque su cuerpo era tan tentador que nadie podría ignorarla, así que le sugerí que se la llevara a otra parte, y que no la dejara escapar, lo cual aceptó, y pude ver como la cargaba para seguir con su doma.
Oye, corre la voz que esta es mía, no la dejaré hasta que me sea fiel, por cierto, tenias razón, las brujas existen – me dijo el Cabo mientras se la llevaba, apenas se guardo la verga y la mujer estaba tratando de alejarle, pero no tenía fuerza.
Entendido – acerté a decirle mientras le hacia un saludo militar.
Lo vi llevársela, y afuera pude escuchar cómo es que Maron le felicitaba, parecía una mala broma, en especial para la Miss Jaqueline, pero eso le pasaba por revelarse al jefe, y yo seguir mis cosas, encontrando las esferas que faltaban, así como sacando las cámaras, que serían varias, luego de eso saldría para guardarlas, carajo había pasado un largo rato, aunque la encargada me habría conseguido algo de comer, eso me gustaba de ella, era bien gentil o amable con todos, luego me pidió que guardara las cosas, wow, al lado de la celda donde duermo estaba un cuarto de vigilancia, donde había señal con los equipos de vigilancia, ni sabía que existían, aunque me quedé mirando, pues se veían por todas partes esas escenas de sexo intenso, incluso a mis amigos ver por donde cogen, lo que me hizo pensar ¿Por qué me contrató el director? Pero sería obvio, primero no había audio en las grabaciones y segundo podían fallar, lo cual era común con cosas sobrenaturales, aunque noté algo, y es que un par de chicas se metían al bosquecillo para buscar cosas, seguramente las ultimas capsulas, las cuales estaban en mi poder, con el premio especial que debería guardar por el momento, mierda, solo que volviera el jefe me daría los premios, jejejeje, mis privilegios.
No era tan temprano, la verdad ya estaba oscureciendo, estuve demasiado tiempo sacando las cámaras, pero me animé a ir de vuelta, seguramente algo podría pasar, aunque el Halloween ya estaba acabado, así que me fui a revisar confiado, de todas maneras le avisé a miss Maron, quien se iba a ir a la casa de su amante junto con Miss Nancy, quien parecía empezar a dejar ver las muestras de su embarazo, además ambas estaban con una chispa en la mirada que me aseguraba como se la pasarían, el jefe Jay seguro las gozaría, je, casi me dejaron a cargo, o eso entendí, pues sabía que al menos un soldado estaría por ahí, como fuera el caso, fui a revisar en el bosquecillo, y que sorpresas me di, porque a mitad de la revisión pude oír algo, las chicas se fueron a internar mucho, creo que al menos, desde los arreglos el lugar tienen como una hectárea y media del bosque dentro, así que hay mucho de donde ocultarse, pero poco tiempo me tomó a mi moverme, solo para hallar algo delicioso, y que cosas, puesto que un grupito estaba ahí, haciendo alguna clase de “brujería”, aunque no eran verdaderas hechiceras, solo una chica que consiguió algún libro tonto e intentaban usarlo para alguna cosa, así escuché:
Si el conjuro sale bien, podre declararme a Morris, mm, ya casi puedo saborearlo – pues yo quiero que el profe de la milicia me haga cosas, escuché que es un soldado de operaciones especiales, eso es tan sexy – calmadas, recuerden que podremos hacer solo una cosa, una poción de suerte con la cual todo cambiara – si, lo sabemos, si la bebemos nos dará fortuna, pero a otros les dará desgracia al idiota, yo quiero vengarme de la Holly, no deja de presumir – calmada, deja eso, ahora recordemos solo podemos hacerla aquí, con un vinculo de la naturaleza donde sabemos que han pasado cosas, pero debemos hacer todo lo que dice el libro…
Carajo, no puedo creerlo, pero mientras se acercaba el crepúsculo, ellas se fueron desvistiendo, eran 5 chicas, de unos 14 o 15 años, era una negrita sexy, color caoba con unas tetas bien gordas, y cara de mamadora, se iba sacando una tanga roza que se le metía bien rico, a su lado una gordita chaparra, esa quería con Morris, se le veía un culo sabroso, mientras que la jefa era una castaña con cara de renegada, me caía mal, era de esas mentirosas que decían que todos le hacían cosas, a su lado una pelirroja, flaca, creo que es bien enamoradiza, porque la vi con Benji, pero ahora quería salir con el Cabo, era bien caliente, pero con ninguno se le hacía el favor, la ultima era una chinita con poca figura (al menos oriental), tenia forma bien deliciosa, cara finita, en cuerpo como si en volumen le faltara, sin embargo tetas o culo estaban presentes, y se me hacia bien sabrosa, llegó a hablarme en Halloween, pero casi apostaría que la “jefecilla” esa le dijo que no me hablara, ella no había dicho nada. Curiosamente todas tenían sus coños afeitados, se les veían unas formas bien sabrosas, por segundos quise meterme a ver qué hacían, jajajaa, bueno, me llamó la atención, pero luego vería, como en un plato de fierro los ponían para quemarlos con algo de hierbas, haciendo que el lugar se llenara de un olor penetrante, carajo, parecía que si iban a hacer algo, lo que me hizo quedarme viendo, mas por dudas que otra cosa, además que verlas desnudas, era un gusto, pero aparte colocaron algunas piedras, cuarzos, también velas negras con pentagramas dibujados, quemaron mas inciensos, y curiosamente parecía que el lugar se llenaba de un olor bastante penetrante, como si se envolviera en niebla, ocultándome mejor, por lo que me quedé viendo más cómodo, viéndole el coño a la sexy chica de chocolate, pues era la de mejor cuerpo, aparte que se ponía a bailar bien sabroso junto con la japonesita o lo que sea, se perdían en ese juego, pues se suponía que era parte del ritual, aunque en veces volteaba a ver qué sucedía a los lados la oriental, creo que tenía miedo que la descubrieran y le hicieran cosas, tenía razón, porque flaquita y todo quería romperle el coño igual que a la otra, el resto estaban repitiendo alguna clase de frase, no sé qué seria, su latín era horrible, y si me di cuenta de eso porque se usa mucho en las brujerías.
En medio de todo eso danzaron, el viento sopló, estaban invocando una fuerza de la naturaleza, espíritus elementales o algo parecido, que tontería, pensé, pero no dejaba de verles, sus movimientos eran cada vez más sensuales, se iban sobando con una lujuria que me parecía irresistible, tan sensual pues sus tetillas iban endureciendo, ya sabía cómo se veían y sus coñitos se estaban mojando, era como si hicieran el amor con el aire, aunque se notaba que eran vírgenes al menos de mente, porque no creo que ninguna saliera libre del Halloween, quería ver hasta donde llegaban, pero súbitamente una de las chicas, la gordita se empezaría a correr, carajo, estaba funcionando de alguna manera, porque súbitamente comenzaría a decir alguna clase de cosa que nadie le entendió, pero algo si hicieron.
Es el momento, saquen los tributos, el espíritu esta aquí – dijo la líder sin poder creerlo, y en eso noté que traían sus mochilas, de ahí sacaron las ofrendas.
Maldita sea, para ser tonto no se estudia, porque cada una sacó sus lonches, sándwiches, ensalada de frutas, una pieza de pastel, golosinas de Halloween, y pasó algo que no esperaba, realmente lo que fuera devoró esas cosas, se las tragó como un animal, pero luego dijo ¿Qué más? lo que asustó a todas las chicas, y ocurrió lo que esperaba.
No tenemos más – acertó a decir la jefesilla con un poco de miedo.
En eso el bosque reaccionó, atrapándolas a todas, las ramas las sujetaron abriendo sus piernas, dejando a la vista sus lampiños coños, mientras eran sometidas, sus manos atadas, dejando sus tetas libres, mientras el viento comenzaba a moverlas de manera brusca, como si las tallara por completo, era helado, violento, no permitiendo que chillaran, aunque de cierta forma podría parecer que estaban por gemir bien rico, pues incluso sus pechos eran sometidos a una serie de juego bastante maliciosos y dolorosos, mientras sus culos cacheteados hasta quedar rojos por unas ramas, logrando que estas se quejaran, pero al mismo tiempo parecían calentarse, dejando ver que eran un grupito de masoquistas, siendo torturadas, aunque luego no se quejaron porque lianas o vergas de madera llegaron a sus bocas haciéndolas beber una especie de sustancia que las haría emborracharse o parecido, no entendía que sucedía, solo podía ver, carajo, creo que debí actuar antes, pero la verdad me gustaba lo que veía, y ahora estaba más caliente, mi verga me apretaba, aunque en ese momento sentí una mano encima, sobándome ahí, junto a una voz que me decía en el oído.
No vayas a hacer nada, se lo ganaron las tontas, mm – era la enfermera Mia, quien con habilidad tocaba mi estaca para comenzar a darme un jueguito caliente que me encantó.
Así estaba recibiendo un trabajo manual de una sexy tetona mujer de culo increíble, de piel canela clara, mientras mirábamos como unos árboles estaban violando a un grupo de chicas, al menos 4, porque la ultima seguía poseída por una cosa, siendo testigo de cómo les metían tentáculos vegetales hasta el fondo, haciéndolas temblar en cada penetración, mientras eran convertidas en esclavas sexuales del bosque, y que demonios, porque en medio de ese juego, esos miembros se irían haciendo más gruesos, parecían estarlas empalando, tan fuertes, inundándoles las vulvas con alguna clase de sustancia pegajosa, que no dejaban de sentirse calientes dentro, pues parecían hacerle algo en sus entrañas, si sus gestos eran de verdadera locura sexual, empezando a decir:
Detén eso, no lo soportare mucho, auxilio – esto es demasiado grande para mí – mm, está bien duro – oh por dios, esto no puede ser – ha, se siente tan rico, no puedo creerlo, ah – mm, no te detengas me estas rompiendo – ahh, jamás sentí algo así, ahh – hazme tuya maldita sea…
Con esas palabras ocurriría algo, serian bañadas en una clase de semen fantasmal por parte de los tentáculos forestales, que causarían una reacción como si perdieran la cabeza, un orgasmo mental que las dejo embrujadas, sonriendo de manera viciosa, tan perdidas en una especie de idea sexual que empezaron a gemir aunque no las tacaran, parecía prepararlas para algo mas, no sabía que era, pero me estaba dando un gusto inesperado, aunque me iba a correr por la mano de la enfermera, quien podía notarlo, traía un maldito camisón casi transparente que le dejaba ver todo, desde la forma de sus pezones, hasta el volumen de su culo, era como si estuviera desnuda, si acaso con una tanga que apenas le cubría el coño, carajo, sus tetas me rozaban la espalda, era una locura, aunque recordaba que esta era de las brujas rebeldes, aunque tenía un collarcito bastante peculiar, no importa, ah, que delicia era que me tocara abajo, creo que con ella podría coger, no era del jefe, pero eso no importaba cuando sucedió. Parece que la gorda entendió o lo que estuviera metido en ella, porque le saldría una verga, su clítoris se volvía una, y se preparaba para darle con todo, además que se le veía como la de un caballo, incluso estaba llena de venas, un poco asqueroso, y antes que me diera cuenta agarró a una, para ensartarla sin compasión, mientras bufaba de manera molesta, ya estaba violando a la jefa, se la metió de una sola embestida, y la hizo gritar de placer, incluso creo que se corrió la idiota esa, mientras su violadora comenzaba a darle con fuerza abriéndole el coño de una manera inesperada, también le lamia las tetas, y su lengua parecía un tentáculo como de pulpo, pues con todo in ventosas le iba agarrando los pezones hasta jalarlos, provocando que chillara, pero lo hacia de una manera irresistible, me daban ganas de callarla con mi verga, y al tiempo seguía siendo envuelta en esa sustancia aceitosa, pero no terminaba ahí, porque en su culo llegaba una especie de raíz, moviéndose para darle una dura penetración, la cual le llenaría igual de una especie de aceite, haciéndola reaccionar.
Ah, me están violando por todos mis agujeros, AH – decía la jefecilla y sería suficiente para que me corriera, logrando que la enfermera se quedara contenta, y se lamiera la mano.
Dejarían a la líder de esas tontas después del primer orgasmo, el cual le llenaría el coño, aunque la raíz del culo seguía metiéndose en su interior, parecía bombearle como si quisiera llenarla, de hecho el vientre se le abultaba en medio de gemidos placenteros, haciendo que el lugar se llenara de sus quejidos, pero la gorda no se quedaría ahí, se iría con la pelirroja, la cual recibiría el mismo trato que su amiga, solo que ella estaba asustada, tratab de resistirse, la aceite no le había hecho el mismo efecto, aunque igual seria violada, pero en medio de eso la enfermera Mia, me pediría algo, por lo que tendría que alejarme, lo cual no me gustaba del todo pero sería convincente.
Hazme ese favor y yo te haré otro, además ahora se lo que pasa, lo mejor es que nos movamos rápido, no debe violarlas a todas – me dijo, y solo pude pensar que podría cogérmela, por lo que asentí y ella me pidió que hiciera algo en especifico.
Hice mi parte, salí con prisa, y solo pude imaginar que le pasaría lo mismo a las demás, luego me enteraría que la pelirroja terminaría con un terrible orgasmo que la hizo perderse, casi gritaría cuando le llenaran hasta reventar el coño, y sus tetas serían hinchadas como globos, de hecho por momentos también su culo fue hinchado, por lo que se vería más sexy después, luego la morenita sería la siguiente siendo cogida con una fuerza inesperada, le abrieron el culo con un tentáculo más grueso, mientras era sometida por la gorda que seguía dándoles con todo, era delicioso le jalaron tanto las tetas que le crecieron un poco, lo cual le haría verse sexy, de hecho aunque no estaba cerca, pude oírla gemir.
Todo eso era una locura, desde lejos sonaba como los alaridos de un fantasma, haciéndome sentir ansioso de verlas siendo violada, pues era algo demasiado sensual, a la pelirroja le rompieron el coñito con una salvajismo total, que me hubiera gustado ver como lo hacían, casi podía imaginar como lo hicieron mientras hacia mi trabajo, pero en medio de eso cambiaria la voz, siguiendo la negrita caliente, y eso me molestaba, porque era de las que se me antojaba, quería romperle el coño o al menos verlo, pues sabía que era bien coqueta y le gustaba estar de ofrecida, si creo que no se la cogió Ned porque se llevó a la hermana mayor, que esta mas rica, creo que le tenía celos, y deseaba que le dieran duro, ahora un fantasma o demonio lo estaba haciendo, usando sus agujeros con toda libertad, violándola con ganas sobrenaturales, agitando su cuerpo como si fuera una muñeca sexual que recibiría toda una carga, mientras yo me lo perdía, o casi, porque apenas logré mi cometido, cazar.
Lograría volver para ver como la gorda llegaba a correrse dentro de su amiga negra, la cual luciría un vientre hinchado, parecía que estaba preñada de varios meses, lo cual era similar con sus amigas, solo faltaba la oriental, que bueno, esa también me gustaba, de poder si le daba duro, era de esas chicas sabrosas que no se le notaba con el uniforme, pero ahora viéndola desnuda, mm, si le rompía ese coñito, que bien me daba ganas de darle con todo, si veía que un tentáculo de madera le entraba por el culo, haciéndola gemir, hasta que la gorda se acercó, que parecía llenarse de granos por todo el cuerpo. Por mi parte hice lo que Mia me pidió, casé y traje un animal, me bastó una buena pedrada en la cabeza, jeje, una enorme rata, en serio, creo que pesaba al menos 10 kilos, mas grande que un gato, no son raras verlas aquí, pero no me agradan, y se la entregué, tampoco a ella le dio gusto pero con eso, dibujó un circulo en la tierra con varios símbolos, luego uso la sangre, y dijo 3 Veces:
“Desine omnem actionem – ad origen tuam redi – pretium reddo»
La tercera vez que lo hizo plantó cara a la entidad y le lanzó la rata enfrente, lo cual llamó su atención y lo tomo, así selló su destino y se desvanecería, bueno, en realidad una nube de humo verde saldría de la boca de la gorda y se desvanecería con todo y rata, dejando en el suelo a las muchachas, carajo, cuando me di cuenta todo estaba oscuro, habían pasado 4 horas, y el frio se resentía, las 5 chicas quedaron en la tierra y casi se iba a ir la bruja, pero le recordé que era la enfermera además que debía ayudar o el jefe se enojará, lo que la obligó a llevarse a las alumnas, aparte yo quería mi recompensa, la cual sería muy sencilla, su jugoso coño. Ayudaría a llevarlas a la enfermería, aunque la mujer no estaba del todo contenta, si bien me dijo que eligiera a una, claro que quería a la morena, pero esta al contrario le hizo algo a la oriental, que graciosa, parece que me haría alguna clase de amarre para que fuera mía, aunque no pareció hacer nada, aunque si sacó una botella con un liquido oloroso que les dio de beber, haciendo que vomitaran alguna clase de sustancia verde asquerosa, creo que le llenaron las tripas con algo, los tentáculos que usaron sus culos, no entiendo que pasaba, pero la oriental era la única libre, fue la que llegue a salvar, aunque yo quería otra cosa.
Bien, ahora esa será tuya, aparte que ya la había visto merodearte, date por bien servido y cógetela para que quede contigo – me dijo Mia un poco déspota.
Jajaja, nada de nada, a menos que me dé el culo yo no me quedo tranquilo, entendido – le dije a la bruja y ella por momentos se me quedó viendo, y luego sonrió.
Genial, pues antes que me diera cuenta se acostaba en un camastro dejando su cuerpo desnudo, ofreciendo su coño para que lo tomara, abriéndose con sus dedos, dejando soltar un aroma que me parecía irresistible, me dijo “adelante niño virgen” eso me molestó mucho así que comencé a comerle la concha para que se diera cuenta que tan carnívoro soy, me encantaba sentir ese sabor y ella se sorprendió al ver que hacia un buen trabajo oral, le estaba dando un gusto que no conocía, así que se fue dejando hacer tanto como podía, abriendo con la punta de mi lengua sus pliegues sexuales, logrando que empezara a gemir, y aparte le agarré las carnosas tetas, pellizcando con fuerza sus pezones que eran bastante puntiagudos, además que sus masas de carne eran generosas, no me cabían, mis manos no la terminaban de agarrar, apenas podía meterme las puntas en la boca, era un gusto, aunque me bajó la boca para que le comiera el coño, el cual estaba hirviendo, lo iba disfrutando con la punta de mi lengua, por lo que empezó a gemir, ella se corrió en mi cara, apenas pude tomarme sus jugos.
Buen comienzo niño, pero puedes seguir – me dijo la bruja, así que me saque la verga, que ya la tenía bien parada, lista para darle con todo.
No me contuve, mas cuando ella misma me dio entrada, como si me retara, por ello se la enterré de una sola embestida, dándole tan fuerte como podía intentando que esta sintiera que no era un crio, así la fui dando con todas las ganas que le traía, pues como todas era una de esas mujeres que se me antojaban, quería que supiera quién manda, así que me entregaba a la tarea de coger, haciendo un esfuerzo mayor, moviendo mis caderas como si fuera un animal, intentando llegar a lo más profundo de su interior, que era caliente y húmedo, mi miembro resbalaba, sentía como si al sacar escurriera, dejando que todo el camastro se emparara, así empezaría a mamarle las tetas, las cuales me parecieron deliciosas, ella se quedaba abierta, recibiendo mi calentura, pero creo que si le estaba gustando porque en medio de eso me diría:
Mm, no estás mal, no eras un pequeño virgen, pero te falta, aunque no lo hace mal, pero una cría te vendría mejor, mm, sigue pequeño, dámelo todo, mm – fueron las palabras de la enfermera mientras usaba las manos para meterme en su interior.
Yo sin dudarlo seguí haciendo lo mío enterrándole la verga hasta el fondo, quería que sintiera como le abría el coño, nuestros cuerpos hacían un calor vicioso, que me hacia enloquecer, y ella gemía levemente, se mordía el labio, arqueaba su espalda como si tuviera pequeños orgasmos, creo que lo estaba pasando bien, su gesto lo indicaba, y de repente la bese, lo cual le sorprendió, todo mientras le agarraba de las piernas sujetando su culo hermoso, tratando de llegar más al fondo, donde me correría, haciendo que se quejara, mirándome incrédula, como si no esperara aquello, creo que algo pretendía, un conjuro sexual para controlarme o quién sabe, solo que no pudo hacer nada, lo cual le impresionó bastante, aunque eso ni me importaba, como no perdía la erección, seguí dándole tan duro como podía, ahora metiéndole todo en el culo, deseaba que escurriera mi leche por ambos hoyos, apenas respiraba para darle con todo, siguiendo con mi papel de macho, así seguía, dándole con fuerza intentando invadir su interior, apenas consiguiendo que se corriera, pero no llegaba, recordaba cómo es que las vulvas se volvían como bocas mamadoras, cuando soltaban sus jugos, así que continuaba, aun así me corrí 2 veces más, entre mamadas de tetas o besos de lengua, incluso le metí el dedo en el culo, y nada, estaba jugando conmigo, pero no sé cómo, acabé corriéndome y llegué a sentirlo, su vulva se corrió mojándome hasta escurrir, parecía que se había orinado, aunque contuvo un gemido.
*** Bien, a todos los lectores que me siguen les agradezco los votos, y más los comentarios, pero aviso que me tomaré un descanso, nos vemos luego continuando con la App XXX y con el Incubo, pero igual prepararé otro relato, por lo visto en estos relatos publicados, luego regreso ok…
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