El tiro por la culata
De como la vida tuerce los planes de un grupo de amigos y los desenlaces que se devienen…..
El Tiro por la culata.
Hola amigos, les traigo ahora otro relato que tenia pendiente de escribir, había hecho varios borradores pero creo que ahora va la definitiva, a ver si les gusta, siempre me comentan o me escriben ( porqueria15 @ disroot.org ) ya saben, sea que les guste o lo detesten.
Capítulo 1.
La definición de “tiro por la culata” nunca quedo mas adecuada para una situación como la que me toco vivir. De hecho, uno podría decir que la expresión indica una situación que se voltea hacia si mismo dejando una condición de perdida… pero… la verdad… no puedo asegurar que ese sea mi caso.
Verán, algo en mi me dice que debería sentirme mal, pero la realidad es que no, es la razón que tengo de escribir este relato, ustedes díganme si estoy mal o no.
Soy un hombre de 34 años, casado desde hace 14 años, me llamo Iván y tengo un buen trabajo como vendedor de una gran compañía de productos farmacéuticos en la cual laboro desde hace 7 años, siempre me he considerado como una persona normal, tengo a mi hermosa esposa Natalia que tiene 32, rubia, un poco mas bajita que yo, bueno, tampoco soy muy alto mido 1.78 mts., mientras mi esposa mide 1.65. Ambos somos de ascendencia ucraniana por parte de abuelos.
No les mentiré diciendo que somos unos dechados de salud y que tenemos cuerpos de modelos, la verdad que si bien cuando jóvenes éramos esbeltos, ahora la edad nos ha hecho mella, a mi con un poco de panza y ella con sus caderas un poco más anchitas y un vientre un poquito abultado sin ser fodonga, aunque en el caso de ella es debido a las dos bendiciones que me ha brindado, mis dos hermosas hijas, Ivana de 13 años y Sasha de 10 añitos. La mayor tiene el pelo castaño como el mío, mientras la pequeña tiene los cabellos rubios de mi esposa.
Sin embargo, yo mantengo mis músculos activos ya que camino mucho por mi trabajo, además soy de la vieja escuela y uso maletín de mano y no de rueditas como la mayoría de los visitadores médicos. Mi esposa asiste regularmente al gimnasio y mantiene su cuerpo bien cuidado, bonitas y torneadas piernas y unos pechos muy hermosos, que sin ser enormes no los puedo contener con una mano. Mis nenas son preciosas, con hermosos ojos castaños ambas, mi nena mayor es bastante alta para su edad, casi alcanza a su mama, mientras mi nena pequeña apenas si me llega a la cintura.
Por mi trabajo soy una persona muy social, y mi circulo de amistades en el trabajo se constituye por 4 amigos con quienes formamos la División de Impulso a los Nuevos Medicamentos ó DINM.
¿Quiénes son ellos? Bueno, está Jorge, de 45 años, luego Antonio o Tony de 38, de ascendencia afroamericana al cual le decíamos BAT, luego les cuento porque le decimos así. Después estaba, Mario y José, siendo correspondientemente de 30, 50 años, siendo este último el mayor de todos y el que tiene más experiencia en ventas y hace la función de líder del equipo.
Somos un equipo muy unido, íbamos a las conferencias juntos, nos apoyábamos con nuestras familias, hacíamos fiestas familiares y barbacoas muy seguido, y vivíamos relativamente cerca unos de otros. Además, somos cómplices en muchas andadas, je je, bueno la verdad es que como dice el dicho “simio no mata simio”, a veces cuando salíamos a viajes de negocios nos íbamos no solo a parrandear si no también de putas y todo lo demás, se los dije, soy un hombre normal, nunca hicimos nada que estuviera fuera de la ley.
De los 5 solo Mario era soltero, y era el mas tímido de todos, pero al final de cuentas se enamoro y al año estaba dándonos la noticia que se casaría.
Eso pues claro entusiasmo a todo el equipo, ¿Por qué? Claro LA DESPEDIDA DE SOLTERO.
Ya vislumbrábamos que sería una noche de putas y bebidas como las que estábamos acostumbrados, pero había una pega, no teníamos ningún viaje en puertas y por lo tanto deberíamos hacerlo local, es decir rentar una suite de hotel y pagar todo de nuestros bolsillos.
Al cabrón de Jorge se le ocurrió que, para ahorrarnos unos dólares, podríamos contratar unas tres putas únicamente en lugar de cinco como acostumbramos, y luego turnarnos con ellas o hacerlo en una especie de orgia. El problema que presentaba esta idea era que las putas que se prestan para ese tipo de fiestas eran mas caras que las normales.
Ahí es donde José comento maquiavélicamente que, porque no les dábamos “filbanserina” que es la versión femenina del viagra masculino. Por nuestro trabajo teníamos pleno acceso a la droga, por lo que no sería problema, ¿y como se lo damos a las tres? Nos preguntamos ya que este medicamento no se puede mezclar con alcohol que sería la forma más fácil echándoselo en los tragos usuales.
Entonces Antonio indico que eso no era problema, solicitábamos putas que no consumieran alcohol y se lo dábamos en algún jugo. Así que listo, teníamos resuelto el tema de la orgia.
Es más, el viejo José comento que conocía a 3 putas ideales, Chanthel de 20, Yaritza de 21 y una preciosura que nos mostro por fotos que se llamaba Letizia de solo 18 añitos. Todos nos comenzamos a relamer de gusto pensando en la cogida que les daríamos.
Y aquí es done la mano misteriosa del destino empezó a colocar las piezas para los eventos que, como indique al principio del relato, se dieran de forma que no se pudieron evitar.
“En el arca del avariento, el diablo yace dentro.” Este es otro refrán que se ajusta a lo que sucedió después. Verán… mi esposa me comento que el fin de semana se llevaría a las nenas con su hermana para el cumpleaños de una de sus sobrinas, es decir que se irían el sábado por la mañana y regresarían hasta el domingo por la tarde. Eso hizo que el diablillo de la avaricia tomara control de mis decisiones, y de inmediato llame a los cuates, y les informe que podríamos disponer de mi casa todo el fin de semana, con ellos no ahorraríamos también lo del hotel.
Todos estuvieron felices, ya que con ello podríamos contar con mas dinero para tragos y comida, así pues, estaba decidido, el sábado por la mañana a las 8 horas estarían ellos en mi casa, mi esposa y mis hijas se irían a las 8:30 y las hermosas Chanthel, Yaritza y Letizia estarían llegando a las 10.
En fin, ya todo esta dispuesto, yo ya me imaginaba como iba a suceder, como les indique no es primera ves que lo hacíamos, siempre que salíamos de viaje ocurría lo mismo, a diferencia que en esos casos cargábamos muchos de los gastos a la compañía y claro las putas que contratábamos eran de las mas finas.
Esas noches eran de locura, cada quien tenia su gustos, a José el mayor, que era viudo, sin hijos, le encantaban las jovencitas, y bueno ya a sus 50 años tenía su buena panza sin ser mórbida que atestiguaba su vida sedentaria, la mayoría de sus clientes los atendía por teléfono, ventajas de la experiencia y el cumulo de años en la compañía, sin embargo el muy cabron no calzaba pequeño, porque a pesar que la panza le hacia sombra al pájaro, el hijueputa se gastaba una verga de fácil unas 7 pulgadas, no muy gruesa pero si lo suficiente para hacer pujar a las putias que se cogía. Le encantaba recostarse en los sillones mientras la pobre de turno hacia casi todo el trabajo.
Luego estaba Jorge, el tenia ya 20 años de casado, su esposa Evelyn era muy amiga de mi esposa, tenía 2 hijos varones de 18 y 19 años, era muy listo, pero muy caliente, solo andaba viendo que se podía coger, calzaba normalito, unas 6 pulgadas talvez, de buen grosor con venas que la hacían ver temible, le encantaba coger de perrito, se notaba que lo disfrutaba mucho, el y Antonio ya habían en mas de una ocasión, hecho un “sándwich” con una zorrita de turno, en esas ocasiones le encantaba meterla en el culo de la puta dispuesta a hacerlo.
Ahora bien, ¿porque le tocaba el culo a Jorge? Pues simplemente por la razón de que le decíamos BAT a Antonio, BAT significaba Big Antony, creo que ya se imaginan porque, el suertudo calzaba no menos de 8 pulgadas de verga negra, gruesa, cuando el hijueputa se las daba a mamar a las putas las pobres tenia que desencajar casi la mandíbula para poder tragar aquel enorme miembro negro. Ya se imaginan que casi ninguna le aceptaba por la retaguardia; BAT tenía esposa, y una hermosa nena de 10 años, que asistía al mismo colegio de mi hija menor. Su esposa Eleonor era la directora de dicho colegio, una mujer de color muy alta y muy bien conservada, piernas atléticas y un culo muy respingón.
Ahora Mario era un joven enjuto, muy delgado, muy blanco, casi albino, agradable, callado, ubo un tiempo que pensamos que era homosexual, ya que no le conocíamos novias, sin embargo cuando se incorporo al grupo nuestro y se unió a nuestras escapadas, pudimos comprobar que si le entraba a las mujeres, aunque tiene una fijación por lo culos, le encanta sodomizar a la puta que le tocaba, su verga es normal talvez unos 5 o 6 pulgadas, delgada, si me preguntan creo que es muy adecuada para sus gustos anales. Su novia y futura esposa se llama Dalia, y bueno, es algo rolliza, pero tiene un culo hermoso, todos estamos seguros de que eso es lo que enamoro a Mario realmente.
En mi caso no calzo nada mal, me discuto mis 7 pulgadas de verga normalita, grosor bastante alabado por toda mujer que me he cogido, incluyendo mi mujer que le encanta recibirla tanto en la pucha como en su culo, aunque por ese lado tengo que trabajarla muy bien antes para que me conceda el acceso. Lo que si son notorios son mis huevos, son grandes y bien proporcionados, mis cuates me los alaban diciendo que son muy estéticos, bueno también las putas que me los han chupado igual me lo dicen je je.
Bueno, ya con esos antecedentes, se podía esperar que la orgia que nos disponíamos a realizar en mi casa seria de poca madre.
Le comente a mi esposa que pensábamos aprovechar su salida para que los muchachos y yo viéramos un partido de basquetbol que estaba programado para ese día sábado y como si no quisiera la cosa, aprovecharíamos para celebrarle su despedida de soltero a Mario, a lo cual ella me dijo que no habría problema, es más, ella me dijo que dejaría preparadas boquitas y metió bastantes cervezas a la refrigeradora, le dijo a la mucama que dejara la sala impecable y le dio el día libre el sábado ya que el domingo no llegaba.
Así pues llego el sábado, mi esposa preparo a las nenas, y estábamos terminando de desayunar como a las 7:30 cuando empezaron a llegar los muchachos, en teoría el partido empezaba a las 09:00 horas, todos llegaron preparados, es decir, en pants o en shorts, mi esposa los fue saludando con forme fueron entrando, Jorge con una playera suelta y pants, Jose con una sudadera y pants igual, Tony con pantaloneta de básquet y una camiseta del mismo estilo, dejando ver sus brazos morenos bien trabajados, ya que le gustaba ir al gimnasio, y de ultimo Mario también en pantaloneta solo que un poco más corta pero igual con camiseta de básquet, cualquiera que viera a estos dos últimos podrían decir que eran una representación de Larry Bird y Patrick Ewing; las nenas también saludaron a todos, para ellas eran como sus tíos ya que nos mirábamos muy seguido en los barbacoas que hacíamos familiares. Yo por mi parte estaba con una playera blanca de cuello en V y una pantaloneta de ejercicios corta.
Todos se fueron acomodando en la sala, tenemos tres sillones, 1 de tres asientos, un love seat de 2 asientos y uno sofá de uno. Encendí la televisión y sintonicé el ESPN para que empezáramos a ver los comentarios preliminares del partido.
Cuando mi esposa y las nenas subieron a las habitaciones, que estaban en el segundo nivel, me llevo Jose a la cocina y me dijo:
- Vos Iván, ya diluí la filbanserina en unos jugos de frutas que dejé en el refrigerador, así que cuando vengan las putas los sacas y se los damos, ¿Ok?
- Ok – le respondí.
- Mira aparte traje esto – y me enseño 5 pastillas romboides de color azul.
- Y esto ¿para qué? Yo no necesito viagra para que se me pare – le dije con cara de interrogación.
- Mira, no se vos, pero aquellos y yo decidimos que deberíamos realmente desquitar lo que vamos a pagar en las putas que vienen, y por lo menos aguantar mas tiempo de lo normal, pero si no quieres allá vos, aquí te dejo la tuya, ahorita le doy aquellos la que les corresponde, pero si te decidís debes tomártela ya para que el efecto funcione para cuando vengan las zorritas.
Y diciendo esto me dejo la pastillita en mi mano, luego se dirigió a la sala y lo vi repartírselas a todos los demás, los cuales se tomaron cada uno la suya con las gaseosas que mi esposa ya había repartido en la mesa de la sala.
Bueno, total, la verdad era primera vez que utilizaba la pastillita azul, pero el razonamiento de José me pareció valido, así que, ¡Que pisados! Abrí la boca y me pasé la pastilla de un solo trago de agua.
A las 8:30 estaban saliendo mis nenas de sus habitaciones saltando, iban con unos vestiditos livianitos de verano, mi nena mayor ya ostentaba un pequeño top de entrenamiento ya que sus pechitos iniciaban a despuntar, y me nena menor no llevaba mas que su vestidito sin playera ya que el calor estaba muy agradable, bajaron saltando las gradas y cuando volteé a ver, pude sin problema ver sus calzoncitos hermosos. Luego detrás venia mi esposa con un vestido de verano muy liviano también, sus hermosos pechos no requerían de sujetador aun, así que sueltos se miraban preciosos, todas con unas sandalias muy lindas que las hacia ver muy frescas.
Mi esposa entro a la sala, y mis nenas se fueron a la cocina ya que su mama les dijo que tenia que llevarse fruta que estaba en la mesa para el viaje.
Ella paso a despedirse de mi y de mis amigos, quienes caballerosamente le dieron cumplidos por su hermosa estampa.
Luego salieron mis nenas y se fueron a darles besitos de despedida a todos, los cuales todo correspondieron amablemente.
Paso seguido se subieron a la vagoneta y enfilaron por la carretera. Yo me quede despidiéndolas en la puerta. Luego regresé a la sala, y me senté con los amigos a esperar a las deliciosas putas que vendrían a las 10.
Como a eso de las 09:00 Jorge dijo:
- Mucha que dicen si ponemos algo de porno en lo que vienen las putas… así calentamos motores, ¿Qué dicen? ¿Tenes algo así Iván?
- Pues la verdad – respondí – solo lo que encontremos en internet. Habría que descargarlo para poder verlo en la tele de la sala.
- Tranquilos – intervino José – Ya venía preparado.
Y diciendo esto saco una USB que conecto a mi televisión, tome el control y cambia con el botón de salto rápido hacia el reproductor de USB y entonces en la pantalla pudimos ver a una chica pelirroja, se notó que era francesa por el idioma que hablaba, de unos 16 o 17 años, estaba en un bosque con su novio, si mucho tendría unos 18 años o tal ves menos, y la cámara apuntaba a que estaba con su novio y otros hombres los observaban desde lejos mientras el novio la fajaba, era obvio que la trama no era muy complicada y seguro terminaría follando con todos, al menos en mi mente eso se figuró… ¿o así lo desee? Bueno, no tuve tiempo de ahondar en mis pensamientos.
Y entonces fue cuando todo se torció…
Pudimos oír fácilmente como se estacionaba un vehículo en la entrada de la casa, por un momento pesamos que las putas se habían adelantado porque apenas eran las 9:10, pero entonces oí como abrían la puerta que estaba con llave, de inmediato cambié la imagen de la televisión del reproductor USB a la entrada de Cable donde estaba el partido.
Todos nos quedamos con la cara de sorprendidos cuando vimos entrar como exhalación a mis hijas brincando y saludando, subieron las gradas y se dirigieron a sus habitaciones, detrás venia mi esposa con una cara muy sonrosada.
- ¿Qué paso? ¿olvidaron algo? Le dije a manera de pregunta ansiosa.
- No mi amor, fíjate que me llamo mi hermana cuando iba de camino y me dijo que su nena se había enfermado y que suspendió la fiesta, que no había podido avisarme antes porque pensaron que estaría mejor para hoy, pero no ha mejorado.
Todos nos miramos como intentando hablar con la mirada, pero era mas que obvio nuestra consternación.
- Pero no se preocupen mi amor, mantendré arriba a las nenas y no les molestaran, yo tengo que hacer en el estudio así que no los estaré molestando tampoco a menos que necesites que les sirva algo, ¿ok?, uff, ¿qué calor está haciendo verdad mi amor? Las nenas y yo sentíamos un calor horrible en el carro.
Y diciendo esto se dirigió a las gradas, todos la siguieron con la mirada, que estoy seguro de que ella noto, pero siguió caminando como si nada, y sus hermosas piernas se vieron subir poco a poco, yo voltee a ver a mis amigos que la seguían con la mirada embobados.
- Y ahora que hacemos les dije – reuniéndonos en la sala.
- Pues que vamos a hacer, lo lógico – dijo José – primero llamare a las putas para decirles que ya no vengan.
Diciendo esto agarro su móvil y marcando se alejo a la salida de la casa para no ser escuchado.
- ¿Y después? – pregunto Mario – ¿Podríamos alquilar una habitación y decirles que lleguen ahí no?
- Bueno si – dijo Jorge – pero no podemos irnos hasta ver el partido, si no sería muy sospechoso y al que chingariamos seria al Iván.
- Cierto – les dije – en todo caso después del partido ustedes pueden ir, yo no creo pueda salir solo así.
- Y bueno, ¿y que hacemos con el efecto del viagra? – les dije yo.
- Bueno con eso no hay problema, el efecto del viagra solo es activo con una excitación, y a menos que consideres sexi o sensual un partido de basquetbol no veo que estemos en problemas hasta que pase el efecto que son como 4 horas. Así que sentémonos y disfrutemos el partido – dijo José.
- De acuerdo, es lo mejor y lo mas sensato que podemos hacer – concordó José que ya había regresado de cancelarles a las putas.
- Ok, de acuerdo, sentémonos y miremos el partido – dije y me senté en mi sofá de uno que es que uso siempre que están mis cuates en la casa, entonces me recordé de lo que le íbamos a dar a las putas de beber y me levanté a la cocina para sacar los jugos y devolvérselos a José.
Me dirigí al refrigerador y abrí la puerta, pero no los encontré, solo había cervezas…
¿Dónde abra puesto los jugos este viejo? Me dije, y regresé a la sala, y me encontré con que mi esposa estaba ahí:
- Hola mi cielo, los muchachos me indican que puedo ver el partido con ustedes, y así les puedo atender mejor, deje a las nenas durmiendo arriba están muy acaloradas. – me dijo esbozando una hermosa sonrisa que con sus mejillas tan rosaditas se miraba muy linda.
Natalie se había sentado en el sillón de 3 en medio de Jorge y Mario; Antonio y José estaban en el love seat y entonces me volví a sentar en mi sillón.
El partido ya había empezado hace un buen rato y todos estábamos viéndolo de lo mas natural, por un momento se me olvidó lo que íbamos hacer hace unos momentos y sentí que todo pasaría normal.
- ¿Qué calor esta haciendo verdad? – dijo mi esposa que estaba toda sonrosada, eso me pareció muy sospechoso, entonces en me recordé de los jugos de José, y me levanté y le dije:
- José ¿podes acompañarme a la cocina porfa por unas chelas? –
- Claro – me dijo José y se levanto y nos dirigimos a la cocina.
- No quieres que te las traiga yo mi amor – me dijo mi esposa.
- No tranquila ya vamos nosotros.
Ya en la cocina le dije:
- Vos Chepe, no encuentro los jugos de las putas, ¿dónde los pusiste?
- Pues aquí – me dijo señalando la bandeja central del refrigerador.
- ¡Pues no están! – le dije casi gritando.
- ¿Que no está mi amor? – dijo mi esposa que estaba entrando en la cocina con la bandeja de boquitas vacía, y tomando otra bolsa de aros de cebolla y nachos y vertiéndolos en la bandeja.
- Pues nada mi vida, unos jugos que trajo José que quería que los probáramos los muchachos y yo.
- Ah, ¿eran tuyos José? Lo lamento, las nenas no encontraron frutas en la mañana cuando salimos y nos llevamos las tres botellitas, no sabían mal, pero estaban muy dulces.
Me quede de piedra, José solo me volteo a ver de forma anonadada, mi esposa nos vio como preguntándose porque tanto relajo por los jugos.
- Bueno, ¿si quieres mando a pedir otros a la tienda?
- No… no te preocupes mi cielo, no hay problema – respondí.
- Si claro Nati, no hay problema – secundo José, abriendo los ojos como platos.
- Bueno, uff, que calor – dijo mi esposa y se dirigió a lavaplatos tomando la manguera con ducha que se usa para lavar los platos y rociándose un poco en la cara se la enjuago, pero no se dio cuenta que parte de el agua cayo en su vestido y mojo su pecho, haciendo que sus senos se marcaran en él.
- Bueno, vamos a ver el partido ¿no? – nos dijo y salió hacia la sala con la bandeja de boquitas y las cervezas que habíamos sacado con Jose.
Se miraba hermosísima, y estoy seguro de que no fui el único que lo noto porque vi como José la seguía con la mirada y podría jurar que no le miraba la espalda si no más abajo, ese hermoso culo que tantas veces he apretado y estrujado, en ese momento sentí como un pulso eléctrico que llego hasta mi pene.
- ¿Y ahora qué hacemos? – le dije a José – ¡Mi esposa se tomó la filbanserina!.
- Pues no se Iván, según las especificaciones muchas mujeres no experimentan los efectos, ¿Qué se yo? Solo obsérvemela y tengamos cuidado.
Diciendo eso se dirigió a la sala, pero pude notar que al hijueputa se le empezaba a notar una erección en el pants.
Me fui detrás de él, y para mi tranquilidad todo estaba tal y como lo dejamos, mi esposa estaba en gran discusión con Antonio con respecto a una jugada que acaban de realizar y Jorge sonreía divertido de la discusión, Mario también los observaba. José se sentó a la par de Antonio y yo nuevamente me senté en el sillón.
Por unos momentos me intente concentrar en el juego, pero luego de unos minutos pude ver que mi esposa seguía en la platica con Antonio, y entonces note que ninguno estaba viendo el partido, todos estaban pendientes de la platica de ella y Antonio, pero entonces caí en la cuenta, no estaban pendientes de la discusión, estaban pendientes de mi esposa, más específicamente en sus senos que luego de estar húmedos por el agua, ahora lo estaban por el sudor de ella, haciendo que se marcaran sus hermosos pezones, los cuales estaban muy duros, haciendo que se resaltaran en el vestido.
Ahí me encontraba yo, estaba impulsado a levantarme y decirle que se subiera a la habitación, pero algo no me dejaba articular palabra, estaba como exhorto y entonces me di cuenta de que tenía una erección, sentía como mi pene se endurecía poco a poco.
Pero no era solo yo, me fije en mis compañeros y algunos podían disimularlo, pero era obvio que todos estaban experimentando una erección. ¡Por Dios! ¡Se les estaba parando la verga solo con ver a mi esposa!
También note otras cosas, mi esposa a pesar de que platicaba con Antonio, no dejaba de apoyarse en la pierna de Mario, que por cierto iba en pantaloneta, así como también cuando Jorge intervenía en la plática, ella posaba su mano en su pierna, aunque el llevaba pants. Me pareció extraño ya que ella no es una persona de hacer contacto físico con las personas, aunque sean amigos.
- Uff que calor, en serio que me estoy cocinando muchachos – dijo mi esposa y levanto sus brazos y cerrando los ojos, dejando sus axilas bien rasuradas a la vista de Mario y Jorge, entonces el cabron de Jorge respondió soplándole un poco hacia ella, lo cual hizo que ella dijera – ummm, muchas gracias, se siente muy rico.
Mario se acercó y mientras Jorge le soplaba las axilas el empezó a soplarle su cuello, ninguno de ellos la había tocado de ninguna manera, solo le soplaban.
- Oh chicos, se siente muy bien, siempre le he dicho Iván que necesitamos un ventilador aquí – todo esto lo decía con los ojos cerrados.
Y diciendo esto movió sus piernas abriéndolas en compas haciendo que su vestido subiera un poco mas arriba de sus muslos.
Tony se movió rápidamente, como si fuera uno de los jugadores de la pantalla y se arrodillo frente a mi esposa y empezó a soplarle también, pero las piernas, sin tocarla, solo soplándole todo lo que no tenia cubierto por el vestido, que por el movimiento de mi esposa ya era bastante.
Yo estaba estupefacto, en mi interior algo me gritaba que hiciera algo, que dijera algo, pero la verdad mi cerebro solo podía sentir como mi verga se ponía durísima, desde que era jovencito no sentía como de dura tenia la verga en es momento ¡y no me la había tocado ni un poco!
Voltee a ver a Jose, y él estaba absorto también contemplando la escena que mi esposa y mis tres amigos estaban brindándonos, no había contacto alguno entre ellos, pero si note que Jose se tenia sujeta su verga sobre el pants. El volteo para verme y con una mirada de impotencia únicamente me sonrió y levanto los hombros.
Nati seguía con lo ojos cerrados, recibiendo los vientos varoniles que mis tres amigos le soplaban, de forma suave y cada ves mas cerca de su piel. En su sonrisa se notaba que le gustaba lo que estaba sintiendo. Bajo sus brazos y los coloco sobre Mario y Jorge, respectivamente, y entonces pude ver que empezó a acariciarles sus cabellos a cada uno como agradecimiento de la ventilación que le estaban dando.
- ¿Deseas que te sigamos enfriando Nati? – pregunto Jorge, aunque la pregunta la hizo mirándome a mí, como pidiendo un permiso doble en la pregunta.
Todos voltearon a verme, yo ya no podía ocultar en mi pantaloneta la gran erección que hacía que pareciera carpa de circo.
- Siii, claro chicos, se siente muy rico – dijo mi esposa que no habría los ojos a todo esto.
Ellos no se movían, solo me miraban a mí, y en mi mente sentí como el NO se formulaba y debía salir de mi boca y en mi mente me miraba levantarme y tomar a mi esposa y subirla a la habitación, despidiendo a todos a su casa y luego a mi haciéndole el amor a mi mujer de forma salvaje…, pero me sorprendí cuando me escuché decir:
- Si amigos, si Nati desea ser calmada pues deben calmarla.
Eso fue el detonante, Jorge se acerco a mi esposa adorada y le comenzó a soplar a milímetros de la oreja, mientras Mario se acerco a su cuello y le dijo a Nati:
- Que tal si bajamos estos tirantes para que pegue mejor el aire – y diciéndolo tomo los delgados tirantes que sujetaban la parte superior del vestido de mi Nati y los deslizo por los hombros, dándole acceso completo a su cuello y parte superior del pecho, el cual continúo soplando de forma muy sensual.
- Ufff, que rico chicos, que rico, sigan por favooor. – Decía mi esposa, que definitivamente ya no era la recatada mujer que se despertó conmigo en la mañana.
Antonio por su parte fue mas allá, y usando sus pulgar e índice, fue levantando el vestido de mi esposa a fin de poder soplar todas sus piernas completamente, dejando ver usaba unos pantis blanquitos con una moñita muy coqueta en el resorte. Continúo soplando muy de cerca las piernas y cada ves que se acercaba más a su monte de venus aun protegido por el panti, veía desde mi asiento como se erizaba la piel a mi mujer.
Mire a Jose y el muy cabron ya se estaba sobando descaradamente la verga sobre el pants, la verdad, yo también me encontré con la mano sobre la mía, sobándomela, se sentía muy dura, regrese la vista y vi que Jorge había avanzado más, ya no la soplaba, estaba usando su lengua en las orejas de mi esposa, y ella no se separaba, se veía que le gustaba, baje la mirada un poco y me encontré con Mario bajando el resorte del vestido que servia de frontera con sus hermosos pechos y automáticamente quedaron a la vista de todos. Esos hermosos pechos, se miraban extremadamente suculentos, con un brillo especial por el sudor que mi esposa estaba expeliendo, realmente estaba caliente mi mujer.
En ese momento abrió los ojos, pensé que había sido demasiado y que se levantaría y se iría, pero cual fue mi sorpresa cuando tomando de la cabeza a Jorge lo acerco a ella y le estampo un beso francés que creo que le reviso con su lengua hasta la campanilla a Jorge, con su otra mano atrajo la cabeza de Mario hacia sus pechos y este ni corto ni perezoso comenzó a besarlos y a chuparlos con gran efusividad.
A todo esto, ya Tony lo tomo como luz verde y poso sus manazas negras en las piernas de mi esposa que contrastaban mucho por ser muy blanquitas, y las comenzó a sobar y apretar, así como también las comenzó a besar y lengüetear toditas.
- Ohh, que rico se siente chicos, en serio que me están enfriando – dijo Nati, y luego buscándome nuestros ojos se encontraron, y pude ver que su mirada estaba perdida como cuando esta muy excitada, yo conozco esa mirada, y entonces me dijo algo que me desarmo por completo – Mi amor, dejas que tus amigos me terminen de enfriar, ¿Siiii por favor?
- Claro mi amor, lo que tu quieras… – atine a decir únicamente.
Ya estaba todo dicho, la suerte estaba echada, lo que iba a ser una mañana de putas, se había convertido en un GangBang con mi esposa de protagonista.
Miré a Jose y vi que ya se había bajado el pants y se masturbaba tranquilamente viendo la escena que tenia lugar en el sillón de tres posiciones.
¡Y que escena!, Jorge seguía besando a mi esposa de forma apasionada, pero también se las había manejado para bajarse el pants y ahora su verga estaba en plena erección. Mario por su parte le fue más fácil ya que llevaba pantaloneta y se la quito rápidamente.
Antonio tomo con sus dedos enormes el pequeño panti de mi esposa y lo deslizo hacia abajo, con la consabida ayuda de ella al inclinar hacia arriba las caderas, quedando expuesta su hermosa puchita, la cual estaba tal y como la recordaba anoche, depila dita con una pequeña y delgada franjita de pelitos rubios justo sobre su vagina.
- Que hermosa pucha tienes Nati – exclamo Tony – En serio que eres afortunado Iván, es una hermosa y rosadita pucha, no parece que hubiera tenido ya dos nenas – dijo dirigiendo su mirada hacia mí, una mirada que ya había visto yo en otras ocasiones en nuestras juergas… Se la va a coger… fue lo que de inmediato pensé.
Y acto seguido Tony se abalanzo hacia la puchita de mi esposa y la comenzó a devorar, como si se tratara de la ultima cena de su vida, sus grandes labios chupaban y sorbían todo lo que mi Nati le estaba dando por su puchita, solo podía imaginarme como la legua gruesa de Tony estaba horadando la conchita hasta ayer únicamente mía.
Concentrado en el oral que Tony le daba a mi mujer, no había visto que Jorge se había separado de mi esposa y esta estaba agarrándole su verga, la mirada de mi esposa era de total deseo, acariciaba de arriba abajo el tolete de Jorge, y casi de inmediato pude ver que mi esposita volteaba la mirada y se encontraba con la verga blanca/rosada de Mario, y con su otra mano comenzaba a masturbarlo.
La estampa era digna de una película porno: mi esposa con el vestido remangado de arriba hacia abajo y de abajo hacia arriba le quedaba como una faja arrugada alrededor de su cintura, toda blanquita ella, tenia las dos manos ocupadas masturbando a Jorge y Mario que a estas alturas se habían levantado sobre el sofá, para que sus vergas quedaran a la altura de la cara de mi mujer, la cual miraba con harto deseo ambos falos que ponían a su disposición, mientras que entre sus piernas solo se podía ver la cabeza colocha de Tony que buscaba afanosamente penetrarla con la lengua como si quisiera introducirse completamente en ella.
Fue entonces que se acercaron mas Mario y Jorge a la carita de mi esposa, y ella como si fuera una profesional los comenzó a recibir por turnos en su boca, haciéndoles una mamada digna de una profesional, las caras de Mario y Jorge eran muestra de eso, estaban en rictus de placer total, ella bajaba todo el largo de las vergas con su lengua, les enrollaba el glande con ella y les pegaba pequeños mordisquitos, eso es fascinante, a mi me lleva a mil cuando lo hace.
- Uff, que rica boca tiene tu mujer Iván, en serio, lo siento mucho pero no habían mamado así desde hace mucho tiempo – Me dijo Jorge viéndome con cara de excitación total.
- Cierto, man, esta de puta madre la boca de tu mujer, me va a sacar los mecos en menos de lo que canta un gallo – agrego Mario.
Yo no atinaba a responder, solo sonreía, bajando la vista me encontré que ya me había bajado la pantaloneta y tenia mi verga en la mano y me masturbaba lentamente, igual que José. Estaba como en “modo automático”.
Entonces Tony salió de las piernas de mi mujer y ella pudo entonces admirar el espléndido tolete del negro, Nati abrió como platos los ojos y solo atinó a decir… – ¡Es grande!
Y acto seguido la tomo con las dos manos y la intento introducir en su boca, lo cual sol le cupo el glande y un poquito más, pero siendo tal la calentura la comenzó a sobar con sus manos de arriba abajo y echándole mucha saliva.
Tony se movió hacia atrás y moviendo la mesa de centro de la sala, se recostó sobre la alfombra, mi esposa no lo soltó ni un momento de la verga, la tenia sujeta como si fuera a quedarse sin ella, así que cuando el se acostó ella continuo su amatorio trabajo en el falo de Tony, quedando ella en cuatro patas, acto seguido, Jorge se puso atrás de ella, y cuando sentí que ya la había penetrado, vi que se detuvo, levanto la mirada y me la dirigió hacia mí:
- ¿Con tu permiso compadre? – Dijo simplemente y no se movió.
Entendí, aun a pesar de todo este relajo de sexo, aun seguíamos siendo amigos, y estaba pidiendo mi consentimiento para cogerse a mi mujer.
- Sírvete compadre, eso es lo que ella quiere ¿no? – le atine a decir, mientras me levantaba y me colocaba en el sillón de tres para poder ver de primera mano y me masturbaba frente a la escena.
Jorge se posiciono y pude ver como su verga inicio el ingreso en la vagina de mi mujer, primero el cabezón, mi esposa acuso el ingreso volteando a ver quien era su empalador, luego me volteo a ver a mi y lanzando un suspiro acuso el ingreso total de Jorge en su intimidad, todo esto sin perder contacto con mis ojos.
- Lo siento mi amor, pero lo necesito mucho – oí que decía mientras volteaba nuevamente su carita y continuaba mamando la verga de Tony.
Jorge inicio un mete y saca acompasado, realmente por su cara podía ver que estaba disfrutando cogerse a mi mujer, yo podía ver su verga ingresar y salir de su cuevita, y podría jurar que salía mas lubricada de lo que entraba.
Mario se había puesto a la par de Jorge, a una señal le pido turno para gozar el a mi mujer. Jorge se salió de ella y ella suspiro como pidiendo que no se la sacaran.
- ¿puedo? – Me dijo únicamente, pero sin esperar respuesta se colocó detrás de ella y le dejo ir su verga, ella nuevamente suspiro profundamente y continúo mamando la verga de Tony mientras Mario marcaba un ritmo más rápido en su mete y saca de la pucha de Nati.
Era el segundo hombre después de mí, que mi mujer recibía en 14 años, y lo estaba gozando. Pero Tony no quería quedarse sin pedazo de pastel, así que jalo a mi Nati por los hombros y como si mentalmente la hubiera conducido, ella se descorcho de Mario que dejo que se separara y se paro sobre Tony con las piernas abiertas, y luego ahorcajadas se comenzó a dejar caer sobre la barra negra que la esperaba pulsando.
Ella volteo a verme cuando el glande hizo contacto con la entrada de su cueva.
- Lo siento mi amor, pero la tiene grande y la deseo mucho – me dijo nuevamente, creo que en su interior mi esposa estaba consciente de que estaba poniéndome ya por tercera ves en la mañana los cuernos y frente a mí y eso ella aun no lograba reconciliarlo, aunque su cuerpo era el que mandaba por lo que se veía.
Poco a poco fue desapareciendo el vergajo de Tony en la puchita de mi esposa, la cual fue recibiendo valientemente el tolete, entre pujidos de: ohhh, ahhh, ufff, oohh , pudo lograr meterse la totalidad del miembro, luego él la sujeto con sus manotas por las nalgas y comenzó a levantarla y a bajarla sobre su verga, y cada ves que la levantaba podíamos ver sin problemas como el ojo de culito se abría.
Eso fue demasiado para Mario, el cual estaba como hipnotizado por el anito de mi Nati, y sin mediar palabra, se colocó detrás de ella nuevamente.
Jorge se había sentado a la par mía donde podíamos ver las maniobras sin problema, Jose no se había movido de su asiento, solo continuaba masturbándose viendo la escena, aunque a veces me parecía que estuviera pensando en algo más.
Mario maniobro su verga y escupiendo abundantemente empezó a lubricar el anito de Nati, que, al sentirse invadida por un dedo en dicha entrada, solo atino a voltear a ver quien era el invasor, y por queja únicamente se sonrió, bajo su cabecita y comenzó a bezar apasionadamente a Tony, el cual mantenía el mete y saca con ritmo.
Mario empujo más a mi Nati hacia Tony y este entendiendo la jugada, la abrazo en un beso largo, y detuvo el mete y saca, solo el tiempo suficiente para el glande de Mario iniciara el ingreso en el ano de mi mujer. Cuando logro ingresar, solo escuche un: ahhhh, uff, uff, uff, que rico – que mi esposa estaba murmurando casi al oído de Tony que la tenia sujeta, pero poco a poco la fue liberando, al mismo tiempo que Mario ingresaba todo tu tolete en el culo de mi mujercita y hacia chocar sus bolas en las nalgas.
Des de mi posición me agaché un poco y pude ver fácilmente como la vergota de Tony tenia completamente ocupada la pucha de Nati, mientras el falo blanco de Mario estaba enterrado hasta los huevos en el ano de ella.
Me senté nuevamente en mi sillón de uno, y contemplé como Mario le rompía el culo a mi mujer mientras ella gozaba el vergon de Tony. Jose, Jorge y yo continuábamos masajeándonos los respectivos miembros. Pero el ritmo que imprimió Mario fue vertiginoso, en segundos escuche a mi esposa sus muy conocidos pujidos de orgasmo: ahhggg, ahhh, ahhha, así, así métanmela duro, vamos muchachos quiero sentir sus vergas explotar, vamos, hijos de puta, vamos, ahhh me vengooooo ahhhh!!!
Y dicha sea la verdad Mario se aferro a las caderas de mi esposa, pude ver como apretujaba sus ancas mientras un rictus de placer hacia que se pusiera todo colorado, supe que entonces se estaba viniendo en el culo de mi mujer.
Mario le dio dos empujones mas y luego se salió del ano que se pudo ver que quedo bien abierto, ya con mas libertad, Tony apresuro el paso y se veía el pistón negro entrar y salir.
- Ya me vengo… ¿Dónde lo hecho? – pregunto Tony apretando los dientes.
- Adentro, vente adentro Tony, no hay problema, tomo pastillas, y quiero sentirte adentro – le respondió mi mujer.
Y acto seguido, pudimos apreciar como el falo de Tony empezó a pulsar, largos y tendidos pulsos que sabíamos que se estaban convirtiendo en lechazos dentro del útero de mi esposita. La cual tenia una cara de gozo total.
Mario estaba sentado en el suelo, su verga aun goteaba esperma, pero no había perdido su dureza, mi esposa se descorcho de Tony, el cual todavía goteaba semen, pero también sin perder su fuerza, y Nati sin levantar la vista se acercó al sofá de tres, pensé que estaría agotada, pero mi sorpresa fue que se acerco al sofá porque ahí estaba Jorge y tomando con sus manos su verga se la metió a la boca y comenzó a mamársela.
¡Mi esposa aun quería guerra! Y mis amigos no parecían querer terminar.
Mire a José, ya que pensé que el participaría también, pero entonces me di cuenta que me estaba viendo a mi mientras seguía masturbándose, pero … viendo bien, no era a mi a quien veía, si no a la par mía, entonces voltee a ver y me encontré con la hermosa carita de mi nena mayor, estaba paradita a la par de mi sillón, no se cuanto tiempo llevaba ahí, pero si pude ver que tenía su manita levantando un poco su vestidito y dentro de su calzoncito.
- ¿Qué están haciendo los tíos con mi mami, papito?
Continuara….
Un poco largo pero hermoso relato
Gracias @feniz27 estoy por publicar la segunda parte, espero que les guste.
Este relato es genial. Es de los que hay que leer con calma y disfrutar cada parte, visualizando y saboreando las diferentes escenas. Hay una gran tensión erótica.
En las descripciones iniciales ya se intuye que al menos alguna de las hijas, o quizás todas, podrían verse involucradas en algún grado, y esto tambiên crea unas espectativas muy exitantes.
Las últimas líneas son geniales, con un suspense super erótico!
Uy delicioso relato….
Buen relato!, Esperamos el siguiente capítulo!!