El Vigilante de la Privada 19
Matt consigue uno de sus objetivos, atrapa a 2 preciosas nenas, pero las cosas no terminan, solo le queda una más….
Advertencia: este relato es completamente Ficticio, no tiene nada de real y solo esta para entretener con una buena de dosis de morbo a todos los lectores que gusten…
19
Ese fin de semana sería de completa lujuria, Matt disfrutaría de los preciosos cuerpos de Edna y Laura con un gusto total, cogiendo como jamás pensó, pues las tenía para él solo, no habría nadie que le detuviera, sentiría sus preciosas formas con libertad, si al amanecer del sábado, aun seguían dentro de sus camas, usando sus medias, pero sus coñitos recién estrenados seguían a su alcance, igual que sus culitos carnosos, que no estaban tan irritados por su desvirgamiento, pues los fue abriendo con cuidado, cuidando que ambas nenas lo pasaran bien, besándolas con cuidado, lamiendo su formas cuando sintiera que necesitaban calentarse más, logrando que en minutos ambas se fueran relajando, aparte que uso unos aceites que le facilitaron todo, dejando una sensación tan placentera, dejándole cogerlas con cierta hombría que lo caracterizaba, agitando sus vientres entre sus embestidas, las cuales eran cuidadosas, habiendo que ardieran del deseo, por ello no aguantaron mucho, aunque no las dejaría de disfrutar, al final fueron empaladas por detrás con una lujuria total, tan intensa que no supieron por donde fue mejor. Luego de ello se metieron a bañar para sacarse el sudor, aunque Matt entraría no solo para verlas, sino que les entregaba algo con que lavarse, un aceite especial para asearse, un producto especial relajante, así ambas niñas lo tomaron, y por segundos quisieron invitarlo a entrar, se sentían tan contentas con él a su lado, siendo algo tentador, pues sus figura precoces resultaban demasiado sugestivas, pero este se negó, tenía que tomar las cosas con calma, lo cual sorprendió un poco a ambas chiquillas, quienes se fueron a bañar confiadas.
Sería bueno, pues antes que se dieran cuenta los padres de ambas les llamaban para saber cómo estaban, de haberse puesto a coger sería imposible librarse de las dudas, aparte hicieron video-llamada, y las niñas se pusieron unas pijamas que dieron la sensación de apenas haberse despertado, lo cual calmó las dudas, además justamente llegaban tanto Carmela como Sayo, trayendo un poco de leche, lo cual dio una sensación de familiaridad, mientras que Matt se había ido a trabajar, quedando todo en calma para los progenitores. Una vez que todo eso acabó, tanto Laura como Edna siguieron con sus deberes, hacer la tarea, o algunas cosas pendientes, hacían prácticas de gimnasia o sus juegos normales, y miraban de reojo a su niñera, quien parecía estar haciendo algo junto con sus amigas, saludaron al abuelo Benito, y se daban cuenta que cosas sucedían, no eran tontas, quizás de todas ahí, eran el par de chiquillas mas despiertas en toda la privada, por lo que no dejaban de sentirse inquietas, imaginando que alguna cosa ocurría, por lo que se soltaron diciendo entre ellas.
Oye Edni, como que hay algo raro aquí – dijo Laurita algo inquieta pensándolo un poco.
Si, lo sé, pero eso era obvio, nada es lo que parece – aseguró Edna sin pensarlo mucho.
Oye no te preocupa que, bueno, nos hagan algo – preguntó Laura un poco nerviosa viendo a las chicas jugar con la computadora, notando un gesto pervertido, como si hicieran algo prohibido, siendo difícil de ignorar.
Mira, es obvio, solo piénsalo, en el club de gimnasia los maestros son unos pervertidos, si bien que todos están buscando como cogerse a cualquiera de nosotras, en la escuela uno que otro profe busca coger con las niñas, mira a Jessy, es obvio que el profe Gerardo se la está cogiendo, si te digo, todos guardan secretos – dijo Edna algo pensativa.
Cierto, nosotras pasamos la noche con el joven Matt, y se sintió tan rico, pero no se supone que las novias son celosas, y bueno, somos niñas, la Carmela debería estarle espantando a todas las que se le acercaran, bueno, eso digo yo – señaló Laura algo inquieta.
Habían estado perdiendo el tiempo tras el desayuno, pero las 2 eran despiertas, intuían que las cosas no estaban bien, algo no encajaba, así que pensaban en lo que ocurría, ciertamente querían coger con un novio adulto, que las hiciera sentir bien, no hermanos brutos que las violaran en un arrebato de lujuria o viejos viciosos viendo como calmar sus deseos con carne tierna, sino alguien que les hiciera sentir el placer que deseaban, pero ahora que lo habían logrado, sucedía que todo resultaba demasiado sospechoso ¿Por qué se había dado algo así? Pues realmente pasaron por un placer tan delicioso, sus cuerpos aun sentían el calor de su pareja en un vaivén vicioso que las hizo vibrar por dentro, ese miembro hirviendo al cabo de cualquier duda acabó dándoles un placer inigualable, sus caderas se movieron con una fuerza que no sintieron antes, no supieron cuantas veces se corrieron bajo el ritmo que Matt, aparte los besos con una intensidad que jamás creyeron sentir a sus edades, cada roce que recibieron en sus preciosas tetitas, ese ardor sexual las había dejado fuera de toda cordura, logrando que se embelesaran a un nivel inesperado, querían seguir gozando aquel contacto tan apasionado, no sabían que sería de ellas si se los quitaban, se habían enviciado de tal forma, como si hubieran encontrado un tesoro, pero ahora temían que se los fueran a robar, por lo que empezaban a pensar en cómo quedarse con aquel joven, aunque no dejaban de presentir que todo aquello no estaba del todo bien, que algo extraño sucedía.
Ocurriría que luego se retiraría Carmela, mientras ellas miraban televisión, aunque después de unos minutos, por culpa del aburrimiento irían a verse con Matt, querían ver si podrían tener una oportunidad de repetir aquel encuentro prohibido, volver a tener a su novio secreto dentro suyo, pero se darían la sorpresa de sus vidas, viendo como este cogía con su novia oficial, en el cuarto donde se suponía que era de descanso. Llegaron para ver que no había nadie, pero eso era fácil, debían estar en el cuartito de al lado, y solo había una entrada, la puerta estaba abierta, no cerraron con seguro, pudiendo entre abrir con cuidado, dejándoles ver como la Carmela lo cabalgaba con total libertad, era una locura, los pechos de esa mujer se movían libremente, hasta que el mismo se los metía en la boca, chupándoles con desespero, logrando que ambas niñas se vieran enrojecidas por la impresión, en especial al notar como aquella herramienta de carne entraba sin problemas, haciendo un sonido delicioso lleno de humedad, uno que iba resonando en sus mentes, y se daban cuenta que el ritmo era diferente, pues Matt siempre tuvo cuidado de no lastimarlas, cuando se los metió, por el contrario, intentó hacerles sentir un dolor delicioso que les provoco una oleada eléctrica que incluso les calentó hasta correrse, pero con Carmela era tan diferente, se veían unidos por esa verga que entraba con soltura dentro de su ser, sacando mas de sus mieles sensuales, se iban entrelazando en una faena sexual tan intensa que no podían respirar, se sentían tan acaloradas, que no supieron cuando entraron.
Ambas niñas quedaron hipnotizadas, sabiendo alguna clase de ardor sexual de manera instintiva, y cuando se acercaron lo suficiente, perdidas en aquella escena, siendo descubiertas, fue cuando Matt volteo a Carmela para acomodarla de misionero, pero dejando sus tobillos en sus hombros, logrando acomodar mejor su cuerpo para darle con más fuerza, dejándoles ver como su miembro entraba en la vulva apoyado por su peso, en una serie de embestidas, las cuales parecían llenar el aise de una lujuria viciosas, todo en un ritmo casi frenético que iba dejando escapar sus mieles sexuales, que llenaban el ambiente de un aroma erótico. Las vieron, pero no se detuvieron, era parte del plan, ambas niñas las sabían demasiado despiertas, no debían asustarlas, sino llevarlas por donde querían, pues Matt las tenía fijas en su mente, eran preciosas, las deseaba como pocas, sabía que debían ser suyas, y lo mejor era irlas enviciando en los placeres sexuales, hacerlas caer en el deseo carnal, por eso siguieron cogiendo aunque las tenían a un lado, mostrándoles como era el sexo fuerte, para que lo buscaran a su tiempo.
Me vengo cariño, me vengo – dijo Carmela en su momento cuando sintió como el orgasmo le iría invadiendo hasta que finalmente se corriera dentro en una oleada de lujuria quedando en una pose bastante sensual alzando sus pechos.
Luego caería rendida la mujer respirando profundamente, logrando que sus pechos se vieran aún más grandes, para quedar acostada junto a su pareja, quedando frente a ambas niñas en una situación bastante indecente, sudando con sus cuerpos unidos por el contacto sexual cubiertos de fluidos y el aroma del sexo, pero Matt apenas agarraría aire se levantaría quedando desnudo frente a todas, no era una situación normal, pero las niñas se quedarían sonrojadas viendo ese miembro, no pudiendo dejar de lado el pensamiento de ser abiertas por aquel contacto, aunque hasta hace poco aquella herramienta las había convertido en mujercitas, sin embargo verían como se daba una ligera enjuagada y luego se retiraba a seguir con sus actividades, mientras su hembra recuperaba el aliento, lo cual era inesperado, todo se movía de manera inesperada frente a sus ojos, llamándole la atención a ambas niñas, quienes seguían firmemente con la idea que algo estaba mal. No es que les importara mucho, pero sabían que coger para ellas estaba prohibido, por eso debían hacerlo en secreto, fuera de las vistas de otros adultos, o podrían estar en problemas serios, y ver al guardia con Carmela, además que estas fueran conscientes de sus “travesuras” les resultaba extraño, no tenía sentido, ¿porque? Era su duda hasta que vieron a la mujer levantarse y hacer lo mismo, asearse dejando que ellas vieran su candente figura, la cual limpio con un poco de jabón espumoso, una imagen tan sensual que se volvieron a perder, y esta una vez vestida con sus jeans además de una playera de manga larga, les diría:
Síganme, vamos de paseo – dijo la mujer, no sin antes ir con Matt.
Le diría un par de cosas, y este asentiría, no sin antes dejar ver de reojo a las niñas como sacaba unos billetes, para que pudieran irse calma, todos eran de alta denominación, lo que les llamaría la atención a ambas chiquillas, quienes se quedarían pensativas, pues de ¿Dónde habría sacado tanto dinero? O eso fue su duda, cuando ambas salieron de la privada para salir y llegar a Café Celaya, donde apenas habrían y tomaban algo de chocolate caliente, además de unas donitas caseras, ambas niñas estaban inquietas cuando Carmela tomaría el control.
Y bien, tienen sus dudas, son niñas muy despiertas, seguro pensaron que Matt tendría que pensar algo para dejarme fuera, y poder cogérselas sin que nadie se diera cuenta, no es verdad, la situación que ven no es la que ustedes pensaban – decía Carmela sin pensarlo mucho, siendo franca en sus palabras.
Ambas niñas se quedaron calladas, no sabían que decir, era cierto, pensaron que la Micky por cuidar al antiguo guardia les había dejado solas, dándoles paso para hacer sus travesuras, cuando se encerró en el cuarto del abuelo Benito se perdería en sus labores, dejándoles a ambas perder sus virginidades con el joven, pero ahora que todo era evidente, les resultaba hasta curioso, porque viéndoles, el aroma del sexo se hacía demasiado claro, se bañaron y se colocaron sus trajecitos, las batas lo ocultaron todo, o eso creyeron, incluso quedaron manchas de sus sangre por sus virgos perdidos en las sabanas, sin embargo, nadie estaba molesto o haciendo escándalo.
No me van a decir nada, pequeñas traviesas, si me di cuenta, como se estaban ofreciendo, todas las veces que al pasar enseñaban sus culitos redondos, o sus coñitos jugosos, era consciente que querían algo con mi novio, pero no se preocupen, ni estoy molesta o parecido, además sepan que el lugar es seguro, los dueños son muy viejos para darse cuenta, sin contar que casi está solo, aquí es poco visitado en las mañanas – señaló Carmela tomando un poco de su caliente bebida.
Bueno, entonces que van a hacer, quieren meternos a coger con otras personas, viejos feos – dijo finalmente Edna algo asustada.
Yo no quiero eso – finalmente chillo Laura pensando en cosas que le dijo su mamá antes.
Ah, piensan que vamos a prostituirlas, para nada, sería un desperdicio, darles perlas a los cerdos, tranquilas chiquitas, eso jamás ha estado en nuestros planes, quizás en los de Ramon y Rafa, pero no en los nuestros – señalo sorprendida Carmela viendo a ambas niñas.
Entonces ¿qué? Ya se me hacia extraño que no digas nada, digo, eres la novia y aún así dejaste que tuviera algo con nosotras, no le vas a decir nada a tu novio por pervertido – casi retaba Edna.
Tranquila, las traje aquí para llevarnos bien, aclarar los malos entendidos, y Matute es solo un poco mas pervertido que yo, mm, es el hombre de mis sueños, capaz de cumplirme todas las fantasías que tengo, es tan delicioso vivir con él, mm, simplemente no puedo dejar que me lo ganen, de que te ríes encanto – dijo Carmela algo curiosa.
Es que el guardia se llama Matute, pensé que era Mateo o Matías, jijijijijiijjiii – se reía Laura.
Eso es lo que quería, rían, estamos en confianza, ustedes parecen listas, me recuerdan a mi cuando era pequeña, también me hice adicta al sexo, pero no fue como ustedes, yo a los 12 años quedé con un tío, o bueno así le dijimos, en realidad era el amigo de mi papá, quien empezó a entrenarme, pequeños acosos, que se fueron haciendo normales, me tocaba las nalgas, me hacía preguntas muy incomodas, me manoseaba a su gusto, besos de más, hasta que no se pudo resistir – decía algo molesta Carmela.
¿Qué paso? Te hizo el amor – dijo Laura curiosa.
No, me violó, el muy desgraciado en su momento cuando estuve trabajando con este, solo de asistente en su tienda, me llevó a la parte trasera, donde guardaba las mercancías, ahí cerro y como usaba el uniforme de escuela, no dudó en sacarme la ropa para metérmela hasta el fondo, me puso en una mesa, me subió la faldita, uso su panza para mantenerme quieta, estaba tan gordo que casi me aplasta, tenía miedo, solo podía sentir cuando me sacó el calzón y me beso la conchita, mientras me decía de cosas, que era una putilla por estarlo calentando, como tenía ganas de romperme el coñito, que iba a ser adicta a su leche, hasta que me iba a preñas, pero no era como decía, yo no hice nada, solo era una niña inocente, y ese pervertido veía cosas que no existían, como fuera el caso me la metió hasta el fondo, me ardió como no tienen idea, y me empezó a embestir, no fue bonito, me pellizco las tetas, apenas me estaban creciendo, lo hizo de manera dolorosa, aunque él lo gozó, pensé que me las arrancaría, estuve llorando mientras hacía de mi cuanto quería, embistiéndome mientras mi cuerpo se agitaba, y es que no se contuvo con correrse solo una vez, quería mas, primero estuve boca abajo, pero tras correrse la primera vez, me puso bocarriba para besarme, me metía la lengua, me mordió los pechos, me dejó escurriendo baba, era todo un animal, incluso me intentó abrir el culito, el desgraciado me metió una larga zanahoria para acostumbrarme. Las cosas no le salieron como quería al “amigo” de mi papá, cuando este se dio cuenta se enojó, pues llegué cambiada, me sentía tan mal, hubo un problema, creo que este le dijo que debería aprovechar para hacer negocio conmigo, pero sospecho que mi papá había prometido vender mi virgo a otros, así que lincharon al tipo, lo mataron a pedradas los vecinos, luego de eso la situación en la casa no fue sencilla, pasaría los siguientes 6 años ahí aguantando las malas caras del viejo, dejándome algo molesta, aunque también ocurriría algo inesperado en mi – decía Carmela con cierta lujuria.
Que te paso, porque eso que dices es muy caliente – decía suspirando de calor Edna, pues sentía como su vulvita estaba mojada, oliendo a sexo.
Pues que más iba a ser, despertaron en mí el deseo sexual, aunque fue tan doloroso, algo en mí se rompió, tuve la necesidad de seguir sintiendo ese dolorcito, quería más, no soy una ninfómana, se controlarme, pero podía sentir las miradas de mis compañeros o maestros, queriendo coger de manera viciosa, no siempre lo hice, de hecho ignoré a otros chicos de mi edad, con una excepción, pues el chico estaba guapísimo, alto y tan bello, pero cogía como un tarado, no sabía qué hacer, solo se movía por instinto, también lo hice con un maestro, pero fue igual, me di cuenta como era que algunos chicos se portaban de cierta manera al tener sexo, siempre y cuando hicieran un cierto gesto, o tuvieran una mirada peculiar, con ellos no disfrutaba, había otros que me hicieron sentir más placer, estos tenían cierta galanura, aunque son tan escasos, aparte que muchos salen gays, y cogen con mujeres porque aun quieren aparentar otra cosa, es odioso – sentencio Carmela algo fastidiada.
Entonces Carme, usted le sabe a esas cosas, es como nosotras que le interesa eso, queremos aprender – dijo Laura aun siendo inocente.
No seas boba Lauris, nosotras buscamos eso, a ella fue por otra causa – diría Edna algo seria.
Ambas tienen razón, yo busqué eso pero fue porque me hicieron sentir aquello, me enviciaron desde chica, ustedes se ofrecieron, y tuvieron suerte, porque de todos los amantes que he tenido, eligieron a uno que era bueno, muy bueno, el mejor, nadie me ha hecho sentir tanto placer como mi Matt, las noches que pasamos juntos son un delirio, no puedo dejar de correrme, y tienen suerte que nuestra relación sea abierta, porque no pondré quejas si quieren seguir con sus travesuras – dijo muy calmada Carmela.
Ah, una relación abierta, entonces tu también buscas a otros hombres, pero se quedan juntos porque así lo prefieren – dijo Edna entendiendo un poco.
Para sorpresa de las niñas Carmela empezaría a contar algunas cosas, como es que tuvo sexo con un maestro que la quiso chantajear por una nota, la llevó a un motel para hacerle de todo, y esta se dejó caer en la cama donde el tipo casi le rompió la camisa para dejarle ver los pechos, y subió la falda para dejar ver su coqueta tanga de talla casi infantil, se la sacó y le hizo un sexo oral decente, la estuvo calentando por cerca de media hora, saboreando su vulva, hasta que finalmente se pudo correr, después de un largo rato, le obligaría a chupársela, y por segundos estuvo bien, el tipo se correría sin problemas, aunque al coger este sería hasta precoz, por lo cual no acabaron bien las cosas, una burla. Un noviecito que tuvo también habrían hecho travesuras, recordaba que era guapísimo, le hizo ir tras de sí, y este se había ganado su cariño, pero cuando le quitó lo virgo, haciéndolo en su cuarto después de un poco de esfuerzos, este igual se corrió muy rápido, recordaba que esta lo cabalgo hasta que llegaran al orgasmo, y se quedó algo traumado, porque no sabía que ella tenían experiencia, al contrario de este, quien no supo que decir o hacer, de hecho soltó la boca, y quedó como un idiota, mientras que ella fue vista como una facilona, detalle que le molestó. Edna y Laura escuchaban con cuidado lo que Carmela contaba, se emocionaban al saber de las experiencias de la chica, que eran variadas, era como una especie de maestra del placer, cuando acabaron fuer porque el lugar se estaba llenando, en las tardes había mucha gente, así que se fueron, aunque no se quedaron con las ganas, fueron a llevarse chocolates, los cuales disfrutarían de manera privada en Oasis Azul, dejando el lugar muy calmadas, como si nada especial estuviera ocurriendo.
De vuelta en la casa, las niñas estaban inquietas, Matt se tardaría un poco, pero no había problema, entendían que todo era como un juego, una relación abierta donde se permitía gozar con el vigilante, pero debían permanecer en silencio con todo lo que estaba por ocurrir, así que se fueron a ver películas, mientras comían chocolates, aunque la verdad es que acabarían teniendo su propia diversión especial, los dedos de Carmela fueron tocando la entrepierna de Edna, quien vería sonrojada a su cuidadora, después de lo dicho, que la relación era abierta, pensó que la mujer buscaba otros hombres, pero eso lo dejaba en claro, antes que se diera cuenta buscaba sus labios, dándole un beso, que le sorprendió por completo.
Para que buscar a otros hombres, que muchos se corren rápido, o no saben qué hacer, tienen un ritmo tan aburrido, muy rápido o lento, termino tan aburrido, Matt es todo lo que necesito, pero la verdad es que me quedé con las ganas, que tan dulce eres preciosa, quiero averiguarlo – acertó a decir Carmela.
Antes que pudiera decir nada Edna era besada con una lujuria inesperada, los dedos de la mujer iban alcanzando su parte intima, haciéndola gemir, de manera irreal, todo era una especie de juego especial que lograba calentar su sangre de manera viciosa, pues no llegaba a pensar en nada, su cuerpo se entregaba al placer, y no se dio cuenta cuando su ropa empezó a caer, quedando con unos calcetines que apenas llegaban a sus tobillos, permitiendo a esos dedos alcanzar su coñito jugoso entre gemidos, estaba escurriendo ante la situación. Aquello era una locura, Carmela rosaba de una manera tan suave y experimentada su parte más intima, pronto la niña comenzó a suspirar, sintiendo como le hacían el amor de manera experta, o al menos así lo sentía, era más de lo que sus amigas sintieron antes, estaba segura, porque cuando dijeron que las penetraron, no eran tan intensas o incluso dejaban ver un gesto de molestia, nada que ver con lo que ahora les pasaba, pues estaban perdiéndose en aquella descarga eléctrica de pasión que no dejaban de marearla mientras se sentía atrapada por aquella reina del sexo. Por su parte Sayo no se había quedado quieta, en su momento llegaría desde atrás para tomar a Laurita, quien no imaginó que esta llegaría para tomar su barbilla y besarla, empezando así un juego de pasión sexual que no soñó jamás sentir, siendo una verdadera locura para la pobre chiquilla quien empezaba a sentir como esas manos iban tocando su pequeño cuerpo con cuidado, logrando en segundos robar unos cuantos suspiros delicados, mientras la ropa iba cayendo de manera furtiva.
Matt la pasaría muy bien, antes que se diera cuenta, Bella llegaba a su lado, vistiendo su uniforme escolar, dejando ver una figura delicada que le hacía pensar en toda clase de locuras, la tuvo que llevar dentro de la oficina para darle directo en su coñito que escurría de placer, la chiquilla usaba una falda corta dejando ver sus deliciosa piernas, apenas cubiertas por unos calcetines blancos, sus tetitas iban creciendo un poco, se notaba por la camisa que estaba ajustada, además se movía de manera graciosa, como invitando al deseo, se notaba tan caliente que no pudo contenerse, estaba deseosa de un poco de placer, ella misma se ofrecía para sentir aquello con desespero, cuando la tuvo en su cama desnuda con las piernas abiertas, con gusto le dio una ración de verga que seguro la dejaría preñada si fuera el caso, antes bien saboreo sus labios inferiores, igual besos sus pequeños pechos que iban creciendo, y mientras cambiaban caricias con sus labios, fue penetrándola con una lujuria casi incontenible, intentando ir tan profundo como podía, moviendo su pequeño cuerpo bajo un ritmo sensual, tratando de darle un gusto mientras sentía la suave piel de su cuerpo, intentando llegar a su fondo donde se acabaría corriendo en abundancia, pero no eran sus días peligrosos, sino podría meterse en problemas. Luego se despidió besándola mientras ella le juraba que sería suya y de nadie más, aun sentía como su vulva escurría de manera abundante, haciéndola sentir como una hembra entregada a su macho, quien la hacía sentir única y especial. Sin embargo de aquello había pasado al menos 6 horas, y estaba repuesto, quería sentir a sus preciosas amantes en la casa, aparte que para ese momento sabía que Carmela haría su magia con las visitas, podría encontrar una escena por demás candente, que le invitara a sentir aquel gusto tan vicioso que jamás esperó hallar antes de entrar a la privada, por ello llegó contento, pero lejos de su orgia soñada, todas las chicas apenas vestían unos shorts y playeras cortitas, se hallaban viendo una película muy cursi que le llamó la atención, aunque al verle de cerca su novia se acercaría cariñosa, buscando su afecto.
Cariño, que bueno que llegaste, te estuve esperando, todo bien verdad, aunque ni quien se meta en la privada estando tu aquí, mm – decía con una voz juguetona, mientras lo jalaba para que se sentara en medio de todas.
Eso sería muy sensual, en menos de unos minutos se sentía en el paraíso, pues todas las hembras le rodeaban candentes, era una escena normal, pero en su nariz se hallaban sus aromas delicados, listos para la pasión, incluso las niñas se portaban mimosas, como buscando sus atenciones, lo cual era simplemente perfecto, no sabía que decir o hacer, aunque eso estaba de más, quería seguir adelante, su abuelo si acaso necesitó algo de ayuda, por lo que fue a verlo, y este le diría:
Mijo, que mujer te conseguiste, eres león con harem, algo le dijo a las niñas, que quieren divertirse hasta el límite, lo que siempre soñé, pero no logré por viejo, ahora adelante, disfrútalo, seguro que será una noche de locura – fueron las palabras del viejo Benito.
Casi como una promesa sería lo que iba a seguir, al regresar ninguna de las chicas estaba ahí, fue a su cuarto donde las hallaría a todas, apenas usando lencería, estaban sobre su cama, esperando por él, dejando ver sus cuerpos deliciosos como si aquello fuera lo normal, casi podía oler sus aromas de celo, en medio estaban Laura y Edna, quienes se veían inquietas, no perdería tiempo lanzándose a la cama, pensando que le tocaba a él disfrutar de las orgias, rápido tomó a Carmela para cogerla de inmediato, dejando que Sayo junto a Micky tomaran a las niñas, quienes se dejaban hacer de todo, no entendía que sucedía, pero Carmela le diría en el oído mientras le iba penetrando con su gusto particular.
Adelante cariño, estas de suerte, ellas lo entendieron, así que estaremos muy contentas todas juntas, así que hazlo – decía la mujer con una lujuria que encendía a su macho.
No pudo contenerse, era demasiado erótico, la situación lo ameritaba, quería preñarla de ser posible, nunca sintió eso, le haría el amor con una pasión que jamás esperó desatar, estaba como fiera lista para comenzar la faena, no se detendría hasta llenarle el coño con su leche, y luego de ello seguiría a con Sayo, a quien le deseaban comer las tetas, las cuales eran demasiado tentadoras, un par de masas de carne irresistible, luego iría por Micky, con ella deseaba hacer un desastre, darle el sexo más duro, desatar su lujuria en todo su esplendor, dejaría al final a Edna, con quien tendría un poco de cuidado, pues sabía que con ella debía tener un tacto especial, firme para que supiera de quien era, pero también sabroso, un placer total del cual se sintiera adicta y eso se aumentaba con Laurita, quien sería la cereza del pastel, a quien comenzaría por comerle el coñito, casi violándola con la lengua, la haría correrse al menos 2 veces para que se relajara, luego la penetraría con todas sus fuerzas, seguiría ese orden, haciendo penetraciones intensas, desatando su fuerza sexual en cada una de las vulvas de sus parejas presentes, sabía algunos trucos gracias a su familia materna, quería ver a las chiquillas rogar por mas, eso le prendía como no había forma, disfrutaba de aquel placer, que llegaría a lograr que su Carmela se corrieran de manera viciosa, saborearía los pechos, de todas, y el cuarto se llenaría de su aroma a sexo, igual se haría un eco sexual, que hacía que todos dentro se sintieran atrapados en aquellos deseos carnales. Aunque mantuvieran la apariencias fuera, querían, lo necesitaban, les urgía sentir aquella pasión sin límites, aquel hombre era una fiera salvaje incontrolable, tenía una carga sexual tan potente que era imposible resistirle, hacia que sus cuerpos explotaran por una lujuria desmedida, por ello se entregaban sin reserva, pies en cada encuentro era lo mismo, sus vulvas jugosas dejaban escapar ríos de sexo caliente, mientras sus pieles ardían de una pasión eléctrica, que hacía que todo perdiera sentido, sus tetas se volvían engañosamente más grandes por la respiración agitada, sus ecos sexuales resonaban, se iban ahogando en esa lujuria golosa.
Carmela sería la primera, y resultaba la pareja ideal, sus perversiones se complementaban tan bien que no podía escapar al orgasmo, uno que incluso daba la impresión de chupar su verga, pero con Sayo, era demasiado caliente, sabía que podría tomar ventaja de ella, fantaseaba con volverla una esclava sexual, y es que se terminaba corriendo con mucha facilidad, era igual con Micky, quien no dejaba de gemir entre embestidas, dejando ver un gesto irresistible y su orgasmo era terrible por ser múltiple, dejando a Edna algo inquieta, aunque ella abría sus piernitas por inercia, sabiendo que podría entregarse, con suavidad, por ello se manejó más dulce, besos en su boquita, debía enamorarla, igual enviciarla con el placer, era un gusto verla empezar a ser penetrada, mientras resistía, era muy estrecha, lo gozaba tanto como le dolía, pero eso al principio, después solo era gozo, el cual adormecía sus pensamientos, hasta que se terminaba corriendo hasta escurrir, manchando un poco la cama, finalmente dejaban a Laurita, quien para ese momento se había corrido un par de veces por sus nuevas compañeras de cama, ella apenas se hallaba despierta cuando recibiría una buena verga para sentirla adentro, siendo una verdadera explosión de sexo, que lograría que ella despertara en un clímax sexual que se volvía su sueño hecho realidad, convirtiéndose de todas en quien más lo disfrutaría, disfrutando de aquel placer, hasta que terminara jadeando, con su vulva escurriendo de semen, antes de desfallecer.
Así pasaría el sábado, el domingo sería igual de ardiente, por lo que no tardarían en llegar a una clase de acuerdo, Edna y Laura parecían entender las cosas, era un secreto entre todos, disfrutar del sexo de aquella manera, entregarse al placer para perderse en ese mar de lujuria, pues un hombre como él era un privilegio difícil de conseguir, una bestia sexual capaz de someter con pasión a quien tuviera enfrente, podrían estar con otros, pero ninguno les daría esos orgasmos tan viciosos, que tanto gozaron ese fin de semana, por lo que se entregaban para aquel morboso acuerdo, deseosas de seguir disfrutando, incluso al cuándo llegarían los padres, pasaría que Matt estaba cogiendo a Edna, la estaba empalando por su vulva, que parecía estar escurriendo como si orinara, la niña gemía como una pequeña zorra, dejando ver su precioso precoz cuerpo, ella no dejaba de decir:
Mm, si, me gusta, me encanta, dame más duro, no aguanto, ahh – decía la chiquilla mientras sentía como las nalgas eran abiertas por ese miembro que resultaba tan duro que entraba en su vulva, todo bajo la mira de Laurita quien recibía una llamada, siendo de su madre.
Luego de eso sabiendo que sólo tendrían media hora antes que llegaran, la nena tomaría su lugar junto a su amante quedando penetrada por aquel miembro antes de acabar con su propio gusto, embestida con cierta suavidad que se mantendría firme, haciendo que se agitara cada parte de su interior, sobando su cuerpo hasta sacarle un fuerte orgasmo, el cual no se contenía, había perdido aquel fin de semana entre orgasmos que la hicieron sentir el cielo en tantas ocasiones, que se volvía adicta, quería seguir ahí, como si fuera la novia oficial de aquel semental, pero no podían quedarse, era tan problemático, puesto que deseaba seguir en ese juego pérfido, todo mientras Edna se bañaba, con agua tibia para sacarse la necesidad de volver a coger, siendo después de 10 minutos alcanzada por su amiga, así al terminar, las niñas acabarían en la sala con Micky y Sayo viendo una película cursi, cuando sus padres llegaran, preguntando por Carmela y Matt, quienes curiosamente llegaban con una pizza, que pretendían comer, armando un teatro bastante convincente frente a todos, dando un escenario ideal, así que los padres ignoraban lo que pasó con sus niñas, quienes ya no verían al guardia como antes.
En los siguientes días sería algo delicioso, prácticamente para el vigilante era como tener un buffet, podía meterse a cualquier lugar para ver con quien cogía, de hecho lo hacía seguido con las gemelas, quienes eran muy ardientes, y se entregaban sin disimulo, casi lo invitaban a coger todos los días, pues otras como Bella, Valeria, Laura o Edna, debía ser cuidadoso, no podía simplemente cogérselas con libertad, debía esperar el momento indicado, aunque con Kimy se iba dando algo delicioso, si prácticamente se la entregaba su madre, era perfecto. Por otra parte algunas victorias se perdían, vería un tanto molesto como Angie seguía en sus juegos obscenos, Carla continuaba siendo la mujercita de papá, quien no estaba muy cuerdo, pero más que nada Jessy daría de que hablar cuando el maestro de la niña fuera descubierto por andar de caliente en la escuela, dejando al descubierto su situación de zorrita frente a todos. Para Matt todo eso era ya habitual, pero no dejaba de pensar que debía tomarse las cosas con calma, cuidando, esperando no llamar la atención, aunque sus invitadas eran quien más lo hacían, no tardando en ver como un idiota, sobrino de una inquilina de las casas llegaba para buscar a Sayo, quien le daría un poco de esperanzas, pero tras una noche de pasión, le diría que nada, de hecho se quejaría de ser un pervertido a quien no iba a chuparle los pies, cosa que avergonzó tanto al joven que se iría de la privada, aunque con eso alejaban sospechas de su relación, siendo lo mismo con Micky, quien parecía ser algo amistosa, aunque no concretaba nada.
A todo eso se debía agregar algo, pues aun faltaba una nena por ser disfrutada, yacer en la cama tras una noche de pasión, la cual nunca llegaba, casi parecía que era la cereza del pastel, aunque era la más difícil de poseer debido a su edad, aunque después de algunos meses, pasaría el milagro soñado, cuando ocurriera lo inesperado. Había pasado año nuevo, las actividades continuaron, días y semanas, el frio dejaba de sentirse, al contrario empezaba a resentir el calor sofocante, Matt estaba muy tranquilo cuando vio llegar a la pequeña princesa que aun deseaba tener en su cama bien empalada, suplicando por verga, esta llegaba con vestido de princesa, pues parecía que había estado en una fiesta con un compañerito, a la cual si pudo asistir, aunque su padre era un desastre total, pero logró que pudiera pasar un rato con tan divina criatura, mientras el hombre descansaba un momento, se veía tan atareado.
Hombre que nuevamente te están explotando – decía Matt mientras cargaba a Janeth sintiendo sus piernitas pues sin que le diera cuenta metió sus manos bajo su falda.
Ah, no sé qué hacer, me están explotando, pero si pierdo el trabajo quedo fuera, y conseguir otro empleo me costaría demasiado, necesito continuar, ah – decía el joven papá un tanto perdido.
Ni que decirte hombre, porque te vez para el arrastre – dijo algo inquieto Matt mientras veía al hombre, y le hacía algunas cosquillas en el culito a Janet quien se veía risueña.
Era una sensación tan lujuriosa, sentir aquellas nalgas tan sabrosas, suaves, tibias, incluso movía un poco la telita del calzón para sentir directamente la piel de su coñito, logrando que la nena se sonrojara, sabiendo que hacia una travesura, aunque no podía resistirse, lo sentía demasiado rico, todo mientras su papito se quejaba de su mala suerte, pues su jefe era un abusivo de primera, quien no le daría permiso de nada, y este era demasiado suave para defenderse, patético. Estaban en ello cuando Kathy, del “Rincón del Placer” llegaría para saludarle, llamando la atención de Frank, quien no esperaba ver una belleza de ese nivel, una mujer de cuerpo escultural, pechos enormes, cadera breve, de aspecto un poco maduro, pero de belleza incuestionable, a tal grado que no podía dejar de verla, esta usaba un traje con falda blanco y de camisa rojo vino haciéndola ver tan sensual, pero curiosamente le dejaba unos papeles, unos que debía dejarle a Akiko, otros que eran para él, diciéndole:
Bien, con esto es todo, ya arreglamos tu archivo, como parte del equipo de seguridad, o algo así, tu tranquilo, y si necesitamos que nos ayudes te llamamos, llena las formas, son importantes, una vez que las firmes se quedarán así, será mucho problema que luego las cambies, en el gremio somos hasta que la muerte nos acabe, pero lo sabes, tenemos más beneficios que problemas, de hecho tratamos de arreglarlos, pero descuida – decía Kathy con mucha calma.
Ah, de que está hablando esta preciosa rubia – dijo Frank sorprendido.
Ah, veras es que la privada quedó en manos de un club de gente importante, Claus es miembro, y gracias a mi, que tengo familiares con una empresa intermediaria, que le llaman gremio, pues Akiko esta de dueña, de hecho que yo tenga la residencia 30, es parte de un gusto que me dieron como comisión por los convenios y esas cosas, veras, un primo que aparte tiene un local Bar aquí maneja todo, así que estoy firmando, para que todo quede en orden, solo tengo que revisar los papeles, o en caso de que algo me pase, a quien dejo como beneficiario, que es mi linda Carmela – acertó a inventarse Matt.
Efectivamente, el gremio es una organización intermediaria, ayuda a muchas cosas, y tenemos sedes internacionales, gracias al joven Matt es que entramos aquí, así que le estamos dando algunos apoyos, aunque eso es familiar, y bueno, nuestra empresa lo es, así que no hay problema – sentencio Kathy profesional mientras sacaba un sobre que entregó al joven, quien se quedaría con dudas por el papel.
Espera, entonces tú tienes contacto con alguna empresa importante, digo un familiar, dime ¿Por qué no te metes a algo mejor? Dejar de ser solo un vigilante de privada – sentenció Frank dudoso.
Porque el joven Matt no tiene más que esos estudios policiacos, aparte que nos sirve que este aquí para encontrar gente con quien relacionarnos, la privada está llena de buenos prospectos, somos muy cuidadosos, no cualquiera entra, es un contacto seguro – dijo Kathy muy seria.
Espera, tú podrías ayudarme a conseguir otro trabajo, soy contador, aunque trabajo en archivo y cosas técnicas digitales, dime ¿Matt? Amigo, tu sabes que soy de fiar, por favor – casi suplicó Frank, lo cual por momentos iba a negar el vigilante, aunque teniendo a Janeth en brazos le daría una idea, en especial al sentir su pequeño culito carnoso.
Casi parecía una mala broma, pero tuvo una idea, y con la mirada le pidió a Kathy que le siguiera el juego, aunque ella por su parte diría, algo que apoyaba mucho.
Mm, en el local donde trabajamos necesitamos de esa clase de ayuda, quizás podría ser, pero no será sencillo, necesita una carta de recomendación y hablar con el jefe local de la empresa, quien no está en el estado, sino en la isla del placer – decía Kathy dándole entrada a Matt.
Ah, tiene que hablar con Eddy, verdad, supongo que si le doy una carta de entrada podría hacerlo, no sabía que eras contador, solo que trabajabas en sistemas, eso explica porque te fastidian – dijo el vigilante llamando la atención.
Por favor, ya no aguanto mi trabajo, estoy casi seguro que luego me llamaran por otro problema, no quiero horas extras que se paguen con pizza – chilló Frank de manera patética.
Bien, te diré que haremos, solo porque adoro a esta muñequita hermosa, te firmaré una carta de recomendación, pero tienes que ir a buscar al jefe Eddy, es mi primo, buena bestia, pero allá, en la isla del placer, no vayas a cometer alguna estupidez, te lo advierto, es un centro nocturno de lujo, para gente importantísima, ahí veras cosas que en tus sueños imaginaste, me tendrás que dejar a la niña, no quieres que vea cosas indebidas, quizás así te dejen trabajar en el rincón del placer aquí, por suerte estoy en buenos términos con él – dijo Matt alegrando a Frank.
En eso el joven tomaría un teléfono para marcar, alejándose un poco de ambos, aun con la nena en brazos que jugaba con su jugosa vulvita, que era masajeada para darle el placer que tanto buscaba, siendo incauto para todo ello el padre de la niña, pues aquel bobo solo veía a la señorita Kathy, quien lo miraba seria, pero le llegaría a preguntar ¿Qué sucedía? A lo que la bella mujer le diría con un toque sensual que le haría hervir la sangre.
Espero que estés preparado, Matt te dejará entrar a un lugar prohibido, en este podrás ver como las fantasías se vuelven realidad de la mano de las mujeres más hermosas, nuestros clientes son gente importante, que tienen fetiches especiales, si ellos quieren una colegiala sexy con quien coger después de clase que les diga papi dame más duro, una secretaria promiscua que le haga el dictado con su boca devorando su miembro, una sirvienta dócil que sea castigada de la forma más erótica o cualquier cosa, nosotras trabajamos para darle forma a su fantasía, un escenario donde podrían vivir su sueño más erótico, hay reglas, obviamente, pero la magia se siente, se respira, pueden entregarse a sus deseos con toda libertad, ese es nuestro negocio, entretenimiento para adultos, es algo muy privado y celoso, espero que lo valores, porque no cualquiera se mete a este negocio tan severo, puedes tomarlo como un prostíbulo, eso será un insulto, nuestras muchachas hacen más que acostarse con el cliente, y lo que ganan en una noche es lo que otros profesionistas en una quincena, así que tómalo en cuenta – sentenció Kathy con una voz sugestiva.
Frank era un hombre introvertido, perdido en los deseos sexuales, le hervía la sangre al verse con alguna preciosa mujer, aunque eso estaba de mas, en verdad quería sentir aquellos cuerpos sensuales, figuras como las de Carmela, Sayo o Micky, era un deleite, perdió la cuenta de todas las noches en que acabó soñando con tener la oportunidad de hacerles el amor, chupar sus pechos, saborear sus vulvas, luego penetrarlas, moviéndose en una locura de sexo total, no quería sentirse como un fracasado, así que al saber aquello, con la verga tiesa, pensó en hacer lo que hiciera falta para meterse a tan sensual mundo de lujuria, siendo quizás este su sueño hecho realidad.
Excelente serie muy excitante con morbo y lujuria, esperando la continuación.
buenas, no te preocupes, la verdad estaba ocupado con el trabajo y otras cosas más, pero en esta semana publico la continuación…